La prolongada mala racha de los commodities continuaría este año

Muchos inversionistas prevén que los mercados de commodities sigan de capa caída por cuarto año consecutivo en 2014, a medida que la expansión económica estable mas no estelar nubla lo que fue uno de los nichos de inversión más rentables de la década pasada.
En 2013, los inversionistas parecieron al fin abandonar sus esperanzas del retorno del llamado «superciclo», la confluencia de una creciente demanda y una escasa oferta que impulsó los precios de materias primas como el petróleo, el aluminio y el trigo a récords.
Años de precios altos llevaron a los agricultores a aumentar sus cosechas y a los productores de metales a invertir en nuevas minas. En 2013, esas medidas inundaron muchos mercados con más ofertas de lo que podía consumir una economía global de débil crecimiento.
El Índice de Commodities Dow Jones-UBS, que sigue 22 bienes básicos que cotizan en Estados Unidos y Londres, cayó 9,6% en 2013, su tercera pérdida anual consecutiva. Ante un alza de 30% del índice bursátil S&P 500 en el año que culminó, la brecha entre las acciones y los commodities fue la más amplia desde 1998. Los inversionistas y analistas prevén más de lo mismo. Analistas de Citigroup Inc. se muestran pesimistas o neutrales sobre 19 de las 23 materias primas que siguen, pese a que el banco pronostica un crecimiento de 3,2% para la economía global este año, frente a 2,5% en 2013.
«Se necesitará un gran cambio en la psicología del mercado para que los precios de los commodities se recuperen», dice Ralph Preston, estratega de mercado de Heritage West Financial, en California.
Se espera que el crecimiento en China, el mayor consumidor de materias primas del mundo, se mantenga al ritmo de la meta del gobierno, de 7,5% en 2013. No obstante, la expansión continuará por debajo del crecimiento frenético registrado durante el auge de los commodities de la década pasada. Aunque el país este año probablemente consumirá mayores cantidades de casi todas las materias primas, los analistas advierten que el crecimiento de China, que se desacelera, podría no ser suficiente para absorber el aumento en la producción global de bienes agrícolas, minerales y combustibles.
En el caso de los metales industriales, el aluminio y el acero experimentan una sobreabundancia crónica, y se prevé que tanto el mineral de hierro como el cobre se les unan a medida que megaproyectos en Perú, Mongolia, Australia y otros países aumenten su producción. Lo mismo ocurriría con commodities agrícolas como el azúcar y el maíz, cuyos suministros se duplicarían este año en EE.UU.
Incluso la energía, el único subgrupo del índice de Dow Jones-UBS que avanzó en 2013, podría enfrentar una ola de nueva oferta este año.
El alza de la producción estadounidense de crudo y gas natural gracias al auge de la fracturación hidráulica mantendría a raya los precios globales de la energía, ejerciendo presión sobre estos commodities y otros relacionados como el carbón y la gasolina. Analistas de Citigroup señalan que los bajos precios de la energía podrían prolongarse por décadas.
El oro, que en 2013 cayó por primera vez en 13 años, con un descenso de 28%, también se mantendría bajo presión conforme la Reserva Federal de EE.UU. reduce sus políticas de estímulo económico, aminorando la amenaza de inflación. Los inversionistas suelen acudir al metal precioso para protegerse contra un alza de la inflación, algo que muchos preveían del aumento de efectivo en el sistema financiero.
Los analistas señalan que los fondos que siguen índices generales de commodities tendrán un desempeño particularmente pobre. Estos fondos, uno de los productos más populares de los inversionistas para invertir en materias primas en los últimos años, registraron ingresos de US$63.000 millones desde principios de 2009 hasta el primer semestre de 2011, según Barclays PLC. Desde entonces, los inversionistas han retirado cerca de US$14.600 millones.
Ahora, los inversionistas deben ser más selectivos, afirma Kevin Norrish, director gerente de investigación de commodities de Barclays en Londres. «Hasta hace no mucho, cuando el precio del oro subía, también subía el cobre y el petróleo», dice. «Pero ahora hay mucha más diversidad», lo que significa que probablemente los bienes básicos se negociarán según las dinámicas de oferta y demanda de cada uno de sus mercados en lugar de las perspectivas de los inversionistas sobre el sector como conjunto.
Cabe aclarar que algunos mercados seguirán teniendo suministros limitados que podrían elevar los precios. Barclays ha colocado el níquel entre sus favoritos para 2014, citando varios cierres de minas tras una caída de precios en 2013 y la amenaza de una prohibición a las exportaciones en Indonesia, uno de sus principales productores. Tiberius Asset Management AG, un gestor de fondos de commodities de Suiza que administra alrededor de US$1.500 millones en inversiones, es optimista sobre los metales industriales como el plomo, el paladio y el zinc por las mismas razones.
Para los bienes básicos que no registran un exceso de oferta, incluso un ligero crecimiento económico puede conducir a un aumento de precios, indican algunos inversionistas.
Según algunos analistas, se podría dar un repunte por el solo hecho de que los commodities parecen más baratos que las acciones y los bonos, ya que los últimos dos han continuado batiendo récords. Las materias primas también tienen la reputación de ayudar a los inversionistas a diversificar sus apuestas y protegerlos de la inflación y las fluctuaciones en otros activos.

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