MAR DEL PLATA.- Alivio. Fundamentalmente alivio. La sensación de los empresarios es la de haberse sacado un enorme pie de encima de la cabeza.
Entusiasmo, porque disfrutan de lo que consideran un inédito clima de respeto, concordia y convivencia política, y empieza a quedar en la memoria una era de autoritarismo y sometimiento.
Ansiedad, mucha ansiedad, porque si bien perciben que alumbra una administración nueva y llena de buenas intenciones, se ve que todavía lejos está de consolidarse y que la posibilidad de trastabillar ante la gravedad de los problemas a resolver esta ahí, al alcance de la mano.
Y realismo. Los pies sobres la tierra por sobre todas las cosas, por más que los funcionarios nacionales hayan regresado este año a IDEA en malón y sean todo oídos a planteos, críticas y propuestas. La recuperación económica será lenta, admiten todos aquí, porque la recesión lleva años y la inversión, como el amor y el respeto, no se reclama, se conquista.
¿Qué dejó el principal foro de negocios del año? Asistencia récord -más de 900 asistentes-, lista de espera y hoteles abarrotados. Un presidente de la Nación de regreso en el atril, pero ya sin dedos acusadores ni frases hirientes. Todo lo contrario: un discurso empático, juguetón y hasta extenso en ese ingeniero de pocas palabras, como señal inequívoca de que, por encima de cualquier diferencia coyuntural, el poder sabe que debe fortalecer sus espaldas ganándose la confianza empresaria como sucede en todas partes del mundo, esto es, seducirlo y no sólo con políticas públicas estables y seguridad jurídica. Novedoso signo de otra época, hacer sentir bien al capital.
Tres días de deliberaciones entregaron un sinfín de frases y ponencias originales y ocurrentes. Veamos aquellas que sintetizan el espíritu que sobrevoló la aluvional convocatoria marplatense:
«No me cabe duda de que se respiran otros aires en la Argentina.» Del ex presidente socialista de Chile Ricardo Lagos.
«La tendencia en las empresas relacionadas con el conocimiento es la innovación, la maximización de la eficiencia y la mejora en la calidad de vida de las personas.» Del director académico del Instituto Baikal, el ruso Andrei Vazhnov.
«El camino elegido de la economía es el correcto.» Del senador justicialista Miguel Ángel Pichetto.
«Como les digo a los compañeros gremialistas, lo decía el general Perón, la estrella polar del país debe ser la productividad.» Del presidente Mauricio Macri.
«La gente quiere lo que quiere el Presidente y quiero yo, que no haya más droga en las calles de la provincia. Eso significa negocios que se pierden, y las consecuencias están a la vista. Pero no vamos a parar.» De la gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal.
«La globalización de la que la Argentina quiere participar es distinta de la que era hace 20 años. Ya no es el consenso de Washington, ahora es multipolar y va a ser un desafío mayor. Era fácil hace 20 años globalizarse, no tenía que prestar atención a la política. La Argentina debe saber dónde ubicarse en materia estratégica.» Del politólogo Ian Bremmer, presidente del Eurasia Group.
«Estoy acá para invitarlos a trabajar juntos porque este país no crece si no crecemos todos. Y no les pido plata, les pido que se comprometan.» De la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley.
«Muchas veces se dice ?este no quiere trabajar para seguir cobrando la Asignación Universal por Hijo (AUH)’. Descreo de esa mirada. ¿Quién quiere cartonear por 800 pesos en vez de ganar un sueldo de 15.000? Para que tengan una idea, una corbata Hermes equivale a 3 AUH y un bolso Louis Vuitton, a 80. Y para no quedar afuera de la comparación, la camisa del cura vale dos.» Del muy aplaudido sacerdote jesuita Rodrigo Zarazaga.
«El sistema educativo argentino era admirado en el mundo pero no tenemos que dormirnos en esa leyenda. No sirve más. Es de 1880 y está diseñado para hacer chorizos, todos iguales. Yo soy el responsable pero el desafío es de todos y no les podemos tirar el fardo a los docentes argentinos. Hay que acercarse a ellos y demostrarles que los queremos acompañar.» Del ministro de Educación, Esteban Bullrich.
«Los adultos deberíamos dedicarle el 20 por ciento de nuestro tiempo a capacitarnos porque lo que aprendimos está totalmente desactualizado.» De Santiago Bilinkis, uno de los fundadores de Officenet, empresa distribuidora de insumos de oficina.
«Cuando se nace pobre, estudiar es el mayor acto de rebeldía contra el sistema, porque el saber rompe las cadenas de la esclavitud.» Del presidente del coloquio, Sergio Kaufman, citando al fallecido periodista Tomas Bulat.
Como se ve, completo cambio de clima, distendido y abierto, ya sin miedo a opinar ni a represalias oficiales. Una agenda bajo el paraguas de tres temas, la inclusión, la educación y la transparencia. Y el adiós definitivo a una década de paranoia, antagonismo y ridículas disputas desde el poder, para exhibir de la mano a funcionarios públicos y a privados como hacía años no se veía. Era hora.
Entusiasmo, porque disfrutan de lo que consideran un inédito clima de respeto, concordia y convivencia política, y empieza a quedar en la memoria una era de autoritarismo y sometimiento.
Ansiedad, mucha ansiedad, porque si bien perciben que alumbra una administración nueva y llena de buenas intenciones, se ve que todavía lejos está de consolidarse y que la posibilidad de trastabillar ante la gravedad de los problemas a resolver esta ahí, al alcance de la mano.
Y realismo. Los pies sobres la tierra por sobre todas las cosas, por más que los funcionarios nacionales hayan regresado este año a IDEA en malón y sean todo oídos a planteos, críticas y propuestas. La recuperación económica será lenta, admiten todos aquí, porque la recesión lleva años y la inversión, como el amor y el respeto, no se reclama, se conquista.
¿Qué dejó el principal foro de negocios del año? Asistencia récord -más de 900 asistentes-, lista de espera y hoteles abarrotados. Un presidente de la Nación de regreso en el atril, pero ya sin dedos acusadores ni frases hirientes. Todo lo contrario: un discurso empático, juguetón y hasta extenso en ese ingeniero de pocas palabras, como señal inequívoca de que, por encima de cualquier diferencia coyuntural, el poder sabe que debe fortalecer sus espaldas ganándose la confianza empresaria como sucede en todas partes del mundo, esto es, seducirlo y no sólo con políticas públicas estables y seguridad jurídica. Novedoso signo de otra época, hacer sentir bien al capital.
Tres días de deliberaciones entregaron un sinfín de frases y ponencias originales y ocurrentes. Veamos aquellas que sintetizan el espíritu que sobrevoló la aluvional convocatoria marplatense:
«No me cabe duda de que se respiran otros aires en la Argentina.» Del ex presidente socialista de Chile Ricardo Lagos.
«La tendencia en las empresas relacionadas con el conocimiento es la innovación, la maximización de la eficiencia y la mejora en la calidad de vida de las personas.» Del director académico del Instituto Baikal, el ruso Andrei Vazhnov.
«El camino elegido de la economía es el correcto.» Del senador justicialista Miguel Ángel Pichetto.
«Como les digo a los compañeros gremialistas, lo decía el general Perón, la estrella polar del país debe ser la productividad.» Del presidente Mauricio Macri.
«La gente quiere lo que quiere el Presidente y quiero yo, que no haya más droga en las calles de la provincia. Eso significa negocios que se pierden, y las consecuencias están a la vista. Pero no vamos a parar.» De la gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal.
«La globalización de la que la Argentina quiere participar es distinta de la que era hace 20 años. Ya no es el consenso de Washington, ahora es multipolar y va a ser un desafío mayor. Era fácil hace 20 años globalizarse, no tenía que prestar atención a la política. La Argentina debe saber dónde ubicarse en materia estratégica.» Del politólogo Ian Bremmer, presidente del Eurasia Group.
«Estoy acá para invitarlos a trabajar juntos porque este país no crece si no crecemos todos. Y no les pido plata, les pido que se comprometan.» De la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley.
«Muchas veces se dice ?este no quiere trabajar para seguir cobrando la Asignación Universal por Hijo (AUH)’. Descreo de esa mirada. ¿Quién quiere cartonear por 800 pesos en vez de ganar un sueldo de 15.000? Para que tengan una idea, una corbata Hermes equivale a 3 AUH y un bolso Louis Vuitton, a 80. Y para no quedar afuera de la comparación, la camisa del cura vale dos.» Del muy aplaudido sacerdote jesuita Rodrigo Zarazaga.
«El sistema educativo argentino era admirado en el mundo pero no tenemos que dormirnos en esa leyenda. No sirve más. Es de 1880 y está diseñado para hacer chorizos, todos iguales. Yo soy el responsable pero el desafío es de todos y no les podemos tirar el fardo a los docentes argentinos. Hay que acercarse a ellos y demostrarles que los queremos acompañar.» Del ministro de Educación, Esteban Bullrich.
«Los adultos deberíamos dedicarle el 20 por ciento de nuestro tiempo a capacitarnos porque lo que aprendimos está totalmente desactualizado.» De Santiago Bilinkis, uno de los fundadores de Officenet, empresa distribuidora de insumos de oficina.
«Cuando se nace pobre, estudiar es el mayor acto de rebeldía contra el sistema, porque el saber rompe las cadenas de la esclavitud.» Del presidente del coloquio, Sergio Kaufman, citando al fallecido periodista Tomas Bulat.
Como se ve, completo cambio de clima, distendido y abierto, ya sin miedo a opinar ni a represalias oficiales. Una agenda bajo el paraguas de tres temas, la inclusión, la educación y la transparencia. Y el adiós definitivo a una década de paranoia, antagonismo y ridículas disputas desde el poder, para exhibir de la mano a funcionarios públicos y a privados como hacía años no se veía. Era hora.