Las cúpulas de la UIA, AEA y ruralistas en el 18 F

Algunos se habían dado cita en el teatro El Liceo a las 17,45, justo cuando caía una intensa lluvia sobre la ciudad. A esa hora, Luis Miguel Etchevehere, con el imprescindible paraguas de ocasión, tomó el pulso de la asistencia. “Me parece que va a ser más importante que la concentración en el monumento a los españoles”, dijo en referencia al masivo acto del campo en 2008. A la noche, el cálculo de la Metropolitana le dio la razón al presidente de la Rural.
Acompañado por su familia, José de Mendiguren, marchó desde San José y Avenida de Mayo. Ayer al mediodía, Cristina se había referido al secretario de la UIA sin mencionarlo. Una anécdota le sirvió a la Presidente para hablar de golpe. “Un dirigente de la UIA cuando gobernaba Fernando de la Rúa golpeaba con tal fuerza la mesa que se movían los platos”, afirmó en el acto por Atucha. “No golpeaba ninguna mesa ni volaban platos, pero defendía mis ideas con honestidad y de frente como lo hice siempre”, respondió después el también diputado por Sergio Massa. Durante el recorrido muchos lo reconocían y le pedían fotos. “No es el día”, sonreía agradecido. Mendiguren contó que los asistentes le pedían “unánse”, en obvio reclamo a la oposición política.
Más allá Cristiano Rattazzi, presidente de Fiat en el país y Luis Betnaza, directivo de Techint, acompañaban la movilización.
Lo más sorprendente para Jaime Campos, presidente de la Asociación Empresaria Argentina, fue el respeto a marchar en silencio. Solo hubo aclamaciones cuando los asistentes lanzaban el nombre del fiscal Nisman o el de Campagnoli y aplausos sonoros cada tanto o al final de entonar el himno, un ritual que se repitió varias veces hasta llegar a Plaza de Mayo. “Esta es una demostración de civismo”, dijo Campos visiblemente empapado.
Etchevehere remarcaba el aguante de la gente que, bajo el diluvio y ese arco iris de paraguas, ofreció una postal que dio vuelta por el mundo.
En representación del campo también asistió el vice de Confederaciones Rurales, Pedro Apaolaza. La Federación Agraria, ahora con nueva conducción, había avisado desde temprano a sus asociados que los dejaba en libertad, pero que como entidad había decidido no participar.
En el trayecto se vio a Miguel Blanco, de Swiss Medical y coordinador del Foro de Convergencia Empresaria que cobija a la mayoría de las cámaras sectoriales. A su lado iba Diego Pérez Santisteban, titular de la Cámara de Importadores y Guillermo Lipera, fundador de Será Justicia.
Ya cerca de la Plaza de Mayo y en otro tramo abarrotado de gente, Clarín se encontró con el propietario de una líder en autopartes. “Le pido que no me mencione. Estoy como ciudadano. El Gobierno aún puede utilizar sus múltiples herramientas para complicarnos la vida”, dijo y siguió marchando.
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