Los aumentos salariales por vía de los convenios colectivos son la clave para evitar una escalada inflacionaria

Serenidad, prudencia, y sobre todo buscar la neutralización de anuncios o desafíos inalcanzables, es el objetivo hoy del Ministerio de Trabajo, que busca un acuerdo con la CGT para evitar una escalada inflacionaria, y un guiño de sectores de la oposición que siguen en contacto desde la vereda de enfrente.
Miguel Bein apuntó como un dato positivo que está ligado a la desaceleración temporaria de la inflación de los últimos dos meses de 2014 que si se acentúa en el 2015, podríamos llegar a una inflación real del 25% si proyectamos hacia el futuro, y no miramos el arrastre de los meses anteriores. Es en función de éstos datos que el Ministerio de Trabajo piensa en un nivel mucho más bajo de aumentos salariales que el promedio del 2014, y que podría estar entre el 20/25% para todo el año 2015.
Si repasamos los aumentos del año 2014, los mismos oscilaron entre el 28 y 38% con promedios cercanos al 33,4% la mayoría de los cuales fue escalonado durante doce meses. Con ello, el impacto de dichos ajustes sobre el total del payroll no alcanzó el 17% computando para ello al maza salarial total del período. En el mismo lapso, las Asignaciones Familiares crecieron desde un 20% hasta un 40%. La Asignación Universal por Embarazo se incrementó en un 40% y también subió otro 40% la Asignación Universal por Hijo desde el 1 de Junio de 2014, recordemos la Asignacion por Hijo se paga a las madres embarazadas desde el tercer mes de la gestación. Mientras que en las Asignaciones Familiares abonadas a los trabajadores dependientes los ajustes escalonados son el 20%, 30%, 35% y el 40% también desde el 1º de Junio, lo que permite en un ejemplo tipo que los titulares de derecho que venían cobrando $460 ahora pasen a cobrar $644. En igual período el Salario Mínimo Vital y Móvil ascendió al 25,2%. Por ende, de $3.600 se pasó a que la primera cuota fue en Septiembre en $4.400, y la segunda cuota será en Enero 2015, cuando el salario mínimo subirá a $4.716. Este ajuste, aún cuando surge del Consejo para el Empleo la Productividad y el Salario Mínimo Vital y Móvil, demuestra la intención del Poder Ejecutivo de desacelerar la presión sobre los salarios convencionales, en sentido inverso a lo hecho por los últimos nueve (9) años, en donde el interés del Gobierno Nacional era aumentar la renta de los ingresos más bajos a través de ajustes en los convenios superiores a la inflación real.
Las jubilaciones durante el 2014 subieron en dos tramos un 11,54% desde el 1ro. de enero 2014, y 17,21% para el segundo tramo, totalizando aproximadamente un 30%, lo que las colocó a los haberes jubilatorios claramente por debajo de la inflación real, con el consecuente deterioro para la capacidad de compra de los que viven de los ingresos como pasivos. El haber mínimo pasa de $ 2.757 pesos a $3.231,63, y la cobran el 70% de los beneficiarios. La jubilación media pasa de $4.804 a $6.746 pesos. La jubilación máxima sube a $20.199. Esta medida beneficia a un conjunto de 7.360.957 millones de beneficiarios, operando el aumento como un paliativo ante la inflación, lo que ha motivado en los últimos años una ola incontenible de reclamos judiciales en los que inexorablemente se condena al Estado a respetar la movilidad y actualización impuesta por la Constitución Nacional (art. 14 bis 3er. párrafo).
Los subsidios a los desocupados de diversa naturaleza (asignación familiar universal, planes Jefes y Jejas de Hogar, etc.) ascendieron un 40%. Este porcentaje revela también que el Gobierno Nacional reconoce indirectamente que los subsidiados no podían devaluarse, teniendo en cuenta que se trata de ingresos muy bajos, destinados a gastos elementales de subsistencia, para una franja de la población que vive inexorablemente en la pobreza.
Con esta información, que en definitiva terminó confrontando con una inflación que tomando los mejores y más prudentes parámetros llegó en todo el 2014 al 37%, ahora se pretende hacer un operativo para bajar los niveles a nada más y nada menos que entre el 20 y el 25%.
Los dirigentes gremiales, aún los de la oposición más recalcitrante, fueron llamados al silencio, para evitar controversias imposibles de resolver luego. Por ahora, el pacto ha tenido éxito, y el Ministerio de Trabajo quiere dividir la negociación en dos partes, y se propone convocar a referentes que lideren ajustes mucho más bajos que las expectativas, apostando a un año con menor inflación que el 2014. Se dejará para una segunda tanda a dirigentes irritativos o disidentes que no tienen escuela o militancia conocida. Es también un hecho claro, que todos están influidos por los vaivenes de las expectativas electorales, de la búsqueda de alianzas con quienes tienen mayores posibilidades de éxito, lo que ahora se complica por ser tres los que están en un empate técnico, cuando aún la Presidenta de la Nación no ha dicho quién es su favorito.
El verano será inexorablemente caliente para dirigentes sindicales ya instalados en la costa, dirigentes políticos desplegando todo su encanto y glamour con muy poco ingenio y con campañas muy elementales que evidencian de parte del público una muy clara desconfianza, y en ese contexto de distracción, el Gobierno Nacional que piensa anotarse un triunfo con las paritarias.

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