No estuvo bien

La muerte de Chávez estuvo mal. No digo la muerte en sí, todos vamos a morir, pero cómo se manejó desde el poder, ocultando la verdad a toda esa gente que se preocupaba por él y que salió a la calle a llorarlo cuando finalmente le dijeron que Chávez había muerto. Esa gente, ese pueblo, se merecía la verdad.
Yo entiendo que en la política no conviene mostrar debilidad. Entiendo que la construcción del mito sirve para afianzar a los herederos políticos del comandante. Entiendo que se quiera preservar todo lo que hizo Chávez por la inclusión social en Venezuela y por la unidad latinoamericana. Pero lo que hicieron me sigue pareciendo una falta de respeto.
No soy un experto, pero me parece que una persona que es operada de cáncer al menos cuatro veces en menos de un año y medio tiene un cáncer galopante y no está en condiciones de gobernar. Ya en la campaña para las elecciones de noviembre se lo vio a Chávez todo hinchado de cortisona y él mismo reconoció que tenía que tomar poderosos calmantes para controlar el dolor.
Después estuvo tres meses en Cuba prácticamente sin dar señales de vida, encerrado en un hospital de un país que depende económicamente de lo que decida el enfermo o su eventual sucesor, sin que puedan verlo los presidentes extranjeros que viajaron a visitarlo, ni nadie que no pertenezca al círculo íntimo de Chávez y tenga el visto bueno de los hermanos Castro. Los cubanos manejaron la comunicación desde la isla como lo vienen haciendo desde que triunfó la revolución, hace ya muchas décadas: siguiendo a rajatabla el modelo totalitario propagandístico de las dictaduras china y soviética.
Salvo en Corea del Norte, Irán, Cuba y países por el estilo, cuando una persona importante se enferma, ni hablar el presidente, se estila que el médico que lo trata o el jefe del equipo médico informe periódicamente sobre el estado de salud del paciente. Alguien que se haga responsable desde el punto de vista médico y diga qué enfermedad tiene el paciente, en qué consisten las operaciones que se le realizan, qué órganos están afectados y cuál es el tratamiento que se le practica. Información básica. No hace falta entrar en detalles ni hacer un reality. Tampoco se puede negar lo evidente.
En el caso de Chávez, todavía no sabemos qué tipo de cáncer sufrió, ni qué le removieron en las intervenciones quirúrgicas, ni de dónde se lo removieron; nunca se supo si lo conectaron o no a un respirador artificial, pese a que se dijo muchas veces desde el gobierno que Chávez padecía una infección pulmonar; no se sabe si estaba bajo el efecto de la morfina y ni siquiera se sabe si en algún momento estuvo inconsciente durante los tres meses que estuvo en Cuba, según los chavistas, gobernando Venezuela.
Entonces, me parece, es lógico que mucha gente empiece a poner en duda la información fragmentaria e incompleta que dieron Maduro y un par de ministros, convertidos en portavoces de médicos que ni siquiera se sabe quiénes son.
No hace falta odiar a Chávez, ni tener amigos en el exilio de Miami, ni ser golpista para desconfiar.
Anoche, un médico legista me dijo que preparar un cuerpo para ser exhibido durante diez días sin descomponerse lleva días, no horas. Pero Chávez empezó a ser mostrado pocas horas después del anuncio de su muerte y según los testigos estaba rozagante. Las fotos con las hijas y con la tapa del Granma de ese día, al mejor estilo Fidel; el tweet anunciando que estaba contento de volver a Venezuela; la limpia y vigorosa firma estampada en el único decreto que supuestamente firmó durante su última convalecencia en Cuba; la ausencia de familiares y funcionarios en el Hospital Militar, después de su vuelta, mientras supuestamente se estaba curando, tras aterrizar sin que nadie lo vea; la supuestas discusiones de gabinete y enérgicas órdenes que les daba a sus ministros, cuando después resulta que no podía hablar porque le habían practicado una traqueotomía… en fin, un montón de cosas que pueden ser verdad. Pero cuando un gobierno oculta información básica, si somos honestos, creo, vamos a sospechar.
¿Y qué importa si hubo ocultamientos y aun mentiras si todo se hizo en función de un bien común, el de preservar los grandes logros de la Revolución Bolivariana? Bueno, está bien. Ignoremos eso y también el fracaso económico, el dólar en negro, la inflación record, la criminalidad record, la corrupción, las valijas, la patotas armadas que fungen de milicias chavistas, la Corte Suprema de mayoría automática, el odio hacia Estados Unidos cuando le vende todo su petróleo a Estados Unidos, el enfrentamiento con las organizaciones nacionales e internacionales de derechos humanos, ignoremos que no hubo dictador en el mundo que Chávez no abrazara. Hagamos de cuenta que hay golpes de Estado buenos, como el que dio Chávez, y golpes de Estado malos, como el que le hicieron a Chávez. Pasemos por alto estos detalles y vayamos al día en que anuncian su muerte.
Me parece que para anunciar un complot internacional, sobre todo en un día de tanta sensibilidad para los venezolanos, hay que ser un poquito más serios, quizás hasta se podría mencionar alguna prueba. Y decir que le inocularon el cáncer, justo en ese momento, ¿no es jugar con los sentimientos de la gente?
Así llegamos a la Constitución. Y sí, voy a decir lo mismo que dice Capriles, ese rival tan odiado por el chavismo. No lo digo porque lo dijo Capriles, sino porque leí la Constitución. Mi impresión es que no la están cumpliendo. Más bien, que el gobierno venezolano está manipulando la Carta Magna chavista para afianzar el liderazgo de Maduro en defensa del modelo carismático cesarista plebiscitario que moldeó el comandante.
La Constitución venezolana dice que si la ausencia del presidente se produce antes de la jura, tiene que asumir el presidente de la asamblea, que no es Maduro sino Diosdado Cabello. Lo dice muy claro. También dice que el presidente tiene que asumir el 10 de enero y no cuando pueda, en otra fecha. También dice que ni el vicepresidente ni miembros del gabinete pueden ser candidatos en una elección para reemplazar al presidente. También dice que el vicepresidente debe ser nombrado por decreto presidencial, ya que no es un cargo electivo. Pero por suerte para los chavistas, con sucesivas ampliaciones Chávez se aseguró una mayoría automática en el Tribunal Superior de Justicia (TSJ), órgano de 32 miembros con el que reemplazó a la vieja Corte Suprema de siete jueces a partir de la Constitución de 1999.
En sucesivos fallos hechos a medida de Maduro, el TSJ falló que Maduro podía ser el “vicepresidente ejecutivo” aunque Chávez no había firmado ningún papel nombrando a Maduro vicepresidente, por el solo hecho de que Maduro había sido vicepresidente en el período anterior; después falló que Chávez podía jurar cuando y donde quisiera, sin que por eso se pusiera en duda que estaba al mando y en control del país, cuando era evidente que no estaba en condiciones de hacerlo, sólo para sostener a Maduro; después habilitó la candidatura de Maduro para las próximas elecciones al inventar el cargo de “presidente encargado”. O sea, para que se entienda, la Constitución prohíbe al vice y los ministros ser candidatos, pero no al “presidente encargado”, pero porque ese cargo no existe, no figura en la Constitución. Mejor dicho, no existía. La maniobra se consumó el viernes en una juramentación que, lejos de los treinta y pico mandatarios que asistieron al funeral de Chávez, apenas contó con la presencia de Correa, los presidentes destituidos de Honduras y Paraguay y una ex senadora colombiana expulsada del Congreso de su país, todos ellas personas muy repetables, pero con un peso simbólico relativo a la hora de la legitimación.
Ese es el problema que yo le veo a esta situación. Entiendo que Lula, Dilma, Insulza y los estadounidenses estén preocupados porque la transición es un momento delicado en un país tan polarizado como Venezuela, y nadie quiere problemas. Entiendo que los Castro estén preocupados por el petróleo regalado, porque medio siglo de experimento comunista no les alcanzó para darse cuenta de que así la economía no funciona.
Pero toda esta manipulación que se hace para fortalecer a Maduro, a la larga o a la corta, podría debilitarlo. Porque podemos pasarnos días enteros hablando de las falencias y las debilidades de las democracias formalistas y neoliberales que colapsaron en Venezuela y otros países de región. De cómo esas democracias fracasadas fueron interpeladas y reemplazadas por la camada de caudillos personalistas que lideró Chávez.
Pero algunas formalidades parecen necesarias. Decir la verdad aunque duela, por ejemplo, o respetar la Constitución cuando no me conviene. No para retroceder, ni para entregar el país, ni para bajar las banderas, sino para estar mejor. Para progresar a partir de lo que ya fue, más allá de lo malo y de lo bueno.sodonnell@pagina12.com.ar

Acerca de Nicolás Tereschuk (Escriba)

"Escriba" es Nicolás Tereschuk. Politólogo (UBA), Maestría en Sociologìa Económica (IDAES-UNSAM). Me interesa la política y la forma en que la política moldea lo económico (¿o era al revés?).

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11 comentarios en «No estuvo bien»

  1. «No soy un experto, pero me parece que…»

    «Anoche, un médico legista me dijo que…»

    no soy un experto, pero me parece que anoche un estudiante avanzado de comunicación social me dijo que esto era parte del #FinDelPeriodismo…

    1. No es pobreza. Lo que sucede es que la verdad, a diferencia del relato, se
      manifiesta con toda sencillez, dejando de lado palabras rebuscadas y expresiones altisonantes, que evocan gestas pasadas y futuras.

  2. El odio de las corporaciones mediaticas no tiene limites.
    Ups, la nota salio publicada ene el boletin oficial de los revolucionarios de Puerto Meadero!!!

  3. ¿Qué le pasa, Daio, usted también está decepcionado, como la repentina alma bella de Santiago O’Donnel?
    Su agrado frente a las palabras del artículo me da la razón. Esas naderías no impedirán que la sociedad venezolana siga evolucionando hacia formas de mayor igualdad y desarrollo, y será con la bandera roja y la cara mulata de Chávez, aunque a algunos les duela.

    1. A.Donnantuoni:
      Si para vos, engañar, no solo a sus seguidores, sino a todo el pueblo, diciendo que estaba curado de su enfermedad, limpio de cáncer,como decía Chavez antes de ganar las elecciones, son «naderías, parece que poco te importa el pueblo, y todo se sacrifica así en el altar de la ideología. Eso no es evolución, es una cruda involución, donde se cambian dádivas por la libertad.

  4. Daniel, esa nota en el Página 12 prueba que admite la publicación en sus páginas de artículos con una línea distinta de la línea editorial. Lo cual es muy, pero muy raro en estos días.
    Página 12 puede darse esos lujos democráticos que a La Nación y Clarín le están vedados, y eso muestra quién es quién en el panorama de medios actual.

  5. Eduardo, las razones de la nota son muy discutibles. Varios datos ciertos, algunas preguntas capciosas, dos errores, más de dos exageraciones y más de diez falacias son un promedio deficiente.

  6. El ocultamiento:

    «Por fin parecían cristalizarse sus aspiraciones y las de miles de sus seguidores. No obstante, él y su círculo inmediato guardaban celosamente un secreto con el máximo grado de confidencialidad. Revelarlo —según ellos— pondría en riesgo la estabilidad de su régimen, la confianza del electorado y crearía una serie de especulaciones en el ámbito internacional que podrían afectar las relaciones exteriores … No se trataba de un secreto sobre estrategias militares o política fiscal.
    No estaba guardado en las oficinas de inteligencia, sino en el consultorio de…su médico personal: estaba enfermo de cáncer…desde el momento de su elección. Sin embargo, para evitar los riesgos mencionados, …sus oficinas emitían a la opinión pública reportes médicos alejados de la realidad.»
    (1)

    «Internado (en la Casa de Gobierno), una junta médica deliberó durante 3 días. Se lo revisaba y se hacían análisis diariamente. Hubo mucha discusión (entre los médicos) pero acordaron un tratamiento y reunirse 2 semanas después. Dos semanas después la presión era de 21/11 (210/110). Había seguido fumando y comiendo con sal. Los días siguientes la máxima llegó a 23. De descanso …, luego de 30 días la presión máxima variaba entre 19 y 24, estaba decidiendo algo importante (para su país) … aceptando la nominación del partido …para su 4to mandato como presidente. Mucho se hablaba en ese momento sobre varios ataques cerebrales que había sufrido… La postulación era, al menos, polémica…
    La historia clínica (del presidente) estaba en una caja fuerte de la base naval…, pero desapareció luego de su muerte.»
    (2)

    «(El presidente) tenía 43 años cuando fue elegido, convirtiéndose así en el hombre más joven de la historia (de su país)… Pese a su corta edad y su aspecto saludable y fuerte, (el presidente) y su equipo médico fueron capaces de ‘esconder’ a la opinión pública sus complejos problemas médicos.» (3)

    La transparencia:

    «(El jefe de estado) murió …tras cinco días postrado luego de lo que pudo haber sido un infarto. Durante esos días, la cadena nacional informó cada ocho horas con reportes que incluían pulso, presión sanguínea y temperatura.»(4)

    ¿Nuestros fervientes republicanos aplaudirán la transparencia informativa mostrada en (4) y repudiarán el manifiesto ocultamiento de (1), (2), (3), en situaciones que engañaron no sólo a sus seguidores sino a todo el mundo?

  7. Fingen interesarse por la verdad y su tratamiento. Simplemente no les creo; lo que les interesa es coleccionar «razones» para estar en contra de lo que ya odian, y no precisamente por sus defectos, sino por sus logros.
    Discúlpenme, pero es tan así, que es así.

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