No sólo los ricos pagarán con aumento

Hasta octubre último la economía en crecimiento y con problemas disimulados ayudó mucho a la candidatura de la presidenta Cristina Kirchner. El índice general de expectativas económicas (IGEE) que mide la Universidad Católica Argentina y TNS Gallup alcanzó valores récord. Y los superó luego en la medición hecha tras la victoria oficialista.
Pero el detalle es que la última medición, que muestra una enorme confianza en la situación económica, fue previa a los controles sobre el dólar y al anuncio del aumento de las facturas de gas, electricidad y agua.
Todo el operativo propagandístico acerca de las renuncias voluntarias a los subsidios parece indicar que el impacto será mucho mayor que el que varios piensan. El Gobierno instaló la idea equívoca de que simplemente hay que mirar la última factura, descontar lo que se marca como subsidio y así se sabrá cuánto se pagará. Pero no es cierto. Porque las autoridades aumentaron de inmediato las tarifas, por la vía de la actualización de los valores mayoristas de la electricidad y de los cargos tarifarios, en el caso de gas.
De manera tal que no es con las facturas anteriores como se puede tener una idea de cuál será el nuevo monto a pagar. Los que están renunciando por el inseguro y poco confiable sistema online del Ministerio de Planificación no tienen un conocimiento exacto de qué se están ofreciendo a pagar.
Los especialistas del área descuentan que la magnitud de la corrección que debe hacerse para solucionar el déficit fiscal es tan grande que con sólo afectar a «los más ricos», como se está tratando de hacer pensar, no alcanza ni siquiera para comenzar. De modo que es mucho más probable que haya aumentos generalizados a casi todos los consumidores, con las excepciones iniciales de los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo y los jubilados que cobran la mínima. Hábilmente el Gobierno diseñó un esquema que hará llegar las facturas engrosadas en el verano. El impacto global se verá tras las vacaciones. El humor general podrá cambiar en marzo, un mes difícil por los mayores gastos familiares para afrontar el inicio de las clases.
El impacto tenderá sin duda a enfriar la actividad. Pero esta vez probablemente los ortodoxos le den la razón a Cristina y a su fuerte ajuste fiscal, que no tiene otro objeto que asegurar los pagos de la deuda. El escenario empeora en Europa. Y el Gobierno se mueve como si lo peor estuviera por venir.
joviedo@lanacion.com.ar .

Acerca de Nicolás Tereschuk (Escriba)

"Escriba" es Nicolás Tereschuk. Politólogo (UBA), Maestría en Sociologìa Económica (IDAES-UNSAM). Me interesa la política y la forma en que la política moldea lo económico (¿o era al revés?).

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