En un mes, dos casos
Jueves 07 de julio de 2011 | Publicado en edición impresa
Alberto Armendariz
Enviado especial
RIO DE JANEIRO.- Una nueva crisis política -la segunda en apenas un mes- estalló ayer dentro del gobierno de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, luego de que su ministro de Transportes se vio obligado a renunciar por una serie de acusaciones de corrupción reveladas por la prensa.
El funcionario, Alfredo Nascimento, senador y presidente del Partido de la República (PR), socio menor de la coalición oficialista, era una de las figuras que la mandataria había heredado de su antecesor y padrino político, el ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva, máximo líder del Partido de los Trabajadores (PT).
Es el segundo ministro de Rousseff que cae por denuncias de corrupción en los seis meses de gobierno que lleva la mandataria, tras la dimisión por supuesto enriquecimiento ilícito de su poderoso jefe de gabinete, Antonio Palocci, otro ex hombre de Lula y figura clave dentro del andamiaje político que le dejó a su sucesora.
El domingo, la revista Veja acusó a la cúpula del Ministerio de Transportes, que tiene a su cargo importantes obras de infraestructura para el Mundial de fútbol de 2014 en todo el país y para los Juegos Olímpicos de 2016 en Río, de haber permitido sobrefacturaciones y de haber pedido sobornos a distintas empresas contratistas.
De inmediato, la presidenta Rousseff ordenó que la Contraloría General investigase las denuncias, pidió acciones concretas a Nascimento, y sólo había aceptado mantenerlo en su puesto con la condición de que diese explicaciones al Congreso. El ministro destituyó a los asesores más cercanos. Mientras se definía una fecha para la presentación de Nascimento ante el Congreso, la mandataria suspendió, por decreto, la mayoría de las obras y licitaciones vinculadas a los organismos cuestionados por 30 días.
Sin embargo, las acusaciones contra Nascimento recién comenzaban a brotar y ayer se convirtieron en una cascada. Por la mañana, el diario carioca O Globo reveló que el patrimonio del hijo del ministro, Gustavo Morais Pereira, de 27 años, aumentó de 60.000 reales (unos 38.500 dólares) a 50 millones de reales (32 millones de dólares) en tan sólo cinco años, en gran parte gracias a los contratos que su empresa de construcción, Forma, alcanzó con organismos públicos, entre ellos uno con la Marina Mercante, dependiente del Ministerio de Transportes.
Como si fuera poco, por la tarde, la revista Istoé divulgó un video en el que Nascimento y otro miembro del PR, el diputado Valdemar Costa Neto, hablan sobre las coimas que cobran por las licitaciones.
La situación del ministro se volvió entonces insostenible. Rousseff ya había mandado llamar a Nascimento cuando éste emitió un comunicado público informando sobre su renuncia irrevocable.
Aseguró que es inocente, prometió hacer transparentes todas sus finanzas y, eso sí, aclaró que volverá a asumir su banca en el Senado y la dirección del partido.
El PR, que entre su bancada tiene la mayor cantidad de legisladores evangélicos, ya viene con una mancha de nacimiento: la agrupación surgió en 2005, tras la disolución del Partido Liberal, varios de cuyos dirigentes fueron acusados de corrupción durante el escándalo del «mensalão», un esquema de recaudación ilegal de fondos en el Congreso que puso en jaque a la administración de Lula y al PT.
Ya bastante golpeado con la renuncia de Palocci el mes pasado, el gobierno intentó ayer mostrarse fuerte y decidido, al subrayar que Rousseff ya le había quitado el respaldo político a Nascimento el fin de semana.
«La presidenta actuó de forma firme, rápida y eficiente. Primero sacó a la cúpula del ministerio, le dio un voto de confianza al ministro para defenderse, pero como eso no se hizo, le aceptó la renuncia», salió a decir el diputado Humberto Costa.
En el Senado, donde la oposición, liderada por el Partido Social Demócrata Brasileño (PSDB), se preparaba para formar una comisión investigadora, el distanciamiento de Nascimento también fue bien visto para la salud del gobierno.
«Frente a las evidencias presentadas, el ministro no tenía otra alternativa que alejarse bajo riesgo de dejar a todo el gobierno en situación insostenible», apuntó el senador petista Eduardo Suplicy.
«En nuestra opinión, la situación del ministro ya era insostenible ayer [por anteayer], ahora, con la sospecha sobre su hijo, es insoportable», dijo ayer el titular del bloque de diputados socialdemócratas, Duarte Nogueira, horas antes de que se confirmara la renuncia de Nascimento.
Rousseff se reunió anoche mismo con el secretario ejecutivo del Ministerio de Transportes, Paulo Passos, que asumirá interinamente la conducción de la cartera, y puede ser que al final termine quedándose con ella, ya que su perfil bien técnico le da confianza a la mandataria.
En tanto, en Brasilia se espera que el PR haga valer el peso de sus 42 diputados y seis senadores para mantener su control del ministerio. Se baraja el nombre del ex gobernador de Mato Grosso Blairo Maggi, un reconocido empresario sojero y senador por el PR.
Ante la avalancha de rumores, la ministra de Relaciones Institucionales, Ideli Salvatti -apuntada por Rousseff para hacerse cargo de las negociaciones con el Congreso tras la salida de Palocci-, advirtió que la presidenta reflexionará antes de tomar una decisión final.
El Ministerio de Transportes es una de las carteras que reciben más recursos para del Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC), principal plan de obras públicas del gobierno, que fue iniciado en la gestión de Lula da Silva.
Rousseff, que comandó el PAC siendo ministra de Lula, retomó la propuesta y planea desembolsar cientos de miles de millones en carreteras, puertos, viviendas y refinerías de petróleo hasta el fin de su gobierno, en 2014.
OTROS CASOS
JULIO DE 2011
Denuncia explosiva
Alfredo Nascimento debió renunciar ayer a su cargo de ministro de Transporte luego de que la revista Veja afirmara que su cartera permitió sobrefacturaciones y cobró sobornos a contratistas. O Globo, por su parte, reveló que el patrimonio del hijo de Nascimento creció 30 millones de dólares en cinco años.
JUNIO DE 2011
Cae Antonio Palocci
El entonces jefe de Gabinete de Brasil renunció luego de que el diario Folha de S. Paulo afirmó que el año pasado, cuando se desempeñaba como diputado oficialista, además de coordinar la campaña de Dilma Rousseff, facturó a través de su consultora unos 12,5 millones de dólares. Se trató de su segunda renuncia a un cargo en el gabinete brasileño a causa de sospechas de corrupción.
MARZO DE 2006
Fiestas polémicas
La primera salida de Palocci del gobierno de Brasil fue en marzo de 2006, cuando debió renunciar a su cargo como ministro de Hacienda del entonces presidente Luiz Inacio Lula da Silva por un escándalo con ribetes sexuales, después de que se revelaron las fiestas supuestamente organizadas por dirigentes del oficialista Partido de los Trabajadores con prostitutas y hombres de negocios vinculados con el gobierno.
SEPTIEMBRE DE 2004
El escándalo del «mensalão»
La revista Veja reveló la existencia una red de sobornos a parlamentarios para que apoyaran leyes impulsadas por el gobierno de Lula. La denuncia le costó el cargo al entonces jefe de Gabinete José Dirceu.
Jueves 07 de julio de 2011 | Publicado en edición impresa
Alberto Armendariz
Enviado especial
RIO DE JANEIRO.- Una nueva crisis política -la segunda en apenas un mes- estalló ayer dentro del gobierno de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, luego de que su ministro de Transportes se vio obligado a renunciar por una serie de acusaciones de corrupción reveladas por la prensa.
El funcionario, Alfredo Nascimento, senador y presidente del Partido de la República (PR), socio menor de la coalición oficialista, era una de las figuras que la mandataria había heredado de su antecesor y padrino político, el ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva, máximo líder del Partido de los Trabajadores (PT).
Es el segundo ministro de Rousseff que cae por denuncias de corrupción en los seis meses de gobierno que lleva la mandataria, tras la dimisión por supuesto enriquecimiento ilícito de su poderoso jefe de gabinete, Antonio Palocci, otro ex hombre de Lula y figura clave dentro del andamiaje político que le dejó a su sucesora.
El domingo, la revista Veja acusó a la cúpula del Ministerio de Transportes, que tiene a su cargo importantes obras de infraestructura para el Mundial de fútbol de 2014 en todo el país y para los Juegos Olímpicos de 2016 en Río, de haber permitido sobrefacturaciones y de haber pedido sobornos a distintas empresas contratistas.
De inmediato, la presidenta Rousseff ordenó que la Contraloría General investigase las denuncias, pidió acciones concretas a Nascimento, y sólo había aceptado mantenerlo en su puesto con la condición de que diese explicaciones al Congreso. El ministro destituyó a los asesores más cercanos. Mientras se definía una fecha para la presentación de Nascimento ante el Congreso, la mandataria suspendió, por decreto, la mayoría de las obras y licitaciones vinculadas a los organismos cuestionados por 30 días.
Sin embargo, las acusaciones contra Nascimento recién comenzaban a brotar y ayer se convirtieron en una cascada. Por la mañana, el diario carioca O Globo reveló que el patrimonio del hijo del ministro, Gustavo Morais Pereira, de 27 años, aumentó de 60.000 reales (unos 38.500 dólares) a 50 millones de reales (32 millones de dólares) en tan sólo cinco años, en gran parte gracias a los contratos que su empresa de construcción, Forma, alcanzó con organismos públicos, entre ellos uno con la Marina Mercante, dependiente del Ministerio de Transportes.
Como si fuera poco, por la tarde, la revista Istoé divulgó un video en el que Nascimento y otro miembro del PR, el diputado Valdemar Costa Neto, hablan sobre las coimas que cobran por las licitaciones.
La situación del ministro se volvió entonces insostenible. Rousseff ya había mandado llamar a Nascimento cuando éste emitió un comunicado público informando sobre su renuncia irrevocable.
Aseguró que es inocente, prometió hacer transparentes todas sus finanzas y, eso sí, aclaró que volverá a asumir su banca en el Senado y la dirección del partido.
El PR, que entre su bancada tiene la mayor cantidad de legisladores evangélicos, ya viene con una mancha de nacimiento: la agrupación surgió en 2005, tras la disolución del Partido Liberal, varios de cuyos dirigentes fueron acusados de corrupción durante el escándalo del «mensalão», un esquema de recaudación ilegal de fondos en el Congreso que puso en jaque a la administración de Lula y al PT.
Ya bastante golpeado con la renuncia de Palocci el mes pasado, el gobierno intentó ayer mostrarse fuerte y decidido, al subrayar que Rousseff ya le había quitado el respaldo político a Nascimento el fin de semana.
«La presidenta actuó de forma firme, rápida y eficiente. Primero sacó a la cúpula del ministerio, le dio un voto de confianza al ministro para defenderse, pero como eso no se hizo, le aceptó la renuncia», salió a decir el diputado Humberto Costa.
En el Senado, donde la oposición, liderada por el Partido Social Demócrata Brasileño (PSDB), se preparaba para formar una comisión investigadora, el distanciamiento de Nascimento también fue bien visto para la salud del gobierno.
«Frente a las evidencias presentadas, el ministro no tenía otra alternativa que alejarse bajo riesgo de dejar a todo el gobierno en situación insostenible», apuntó el senador petista Eduardo Suplicy.
«En nuestra opinión, la situación del ministro ya era insostenible ayer [por anteayer], ahora, con la sospecha sobre su hijo, es insoportable», dijo ayer el titular del bloque de diputados socialdemócratas, Duarte Nogueira, horas antes de que se confirmara la renuncia de Nascimento.
Rousseff se reunió anoche mismo con el secretario ejecutivo del Ministerio de Transportes, Paulo Passos, que asumirá interinamente la conducción de la cartera, y puede ser que al final termine quedándose con ella, ya que su perfil bien técnico le da confianza a la mandataria.
En tanto, en Brasilia se espera que el PR haga valer el peso de sus 42 diputados y seis senadores para mantener su control del ministerio. Se baraja el nombre del ex gobernador de Mato Grosso Blairo Maggi, un reconocido empresario sojero y senador por el PR.
Ante la avalancha de rumores, la ministra de Relaciones Institucionales, Ideli Salvatti -apuntada por Rousseff para hacerse cargo de las negociaciones con el Congreso tras la salida de Palocci-, advirtió que la presidenta reflexionará antes de tomar una decisión final.
El Ministerio de Transportes es una de las carteras que reciben más recursos para del Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC), principal plan de obras públicas del gobierno, que fue iniciado en la gestión de Lula da Silva.
Rousseff, que comandó el PAC siendo ministra de Lula, retomó la propuesta y planea desembolsar cientos de miles de millones en carreteras, puertos, viviendas y refinerías de petróleo hasta el fin de su gobierno, en 2014.
OTROS CASOS
JULIO DE 2011
Denuncia explosiva
Alfredo Nascimento debió renunciar ayer a su cargo de ministro de Transporte luego de que la revista Veja afirmara que su cartera permitió sobrefacturaciones y cobró sobornos a contratistas. O Globo, por su parte, reveló que el patrimonio del hijo de Nascimento creció 30 millones de dólares en cinco años.
JUNIO DE 2011
Cae Antonio Palocci
El entonces jefe de Gabinete de Brasil renunció luego de que el diario Folha de S. Paulo afirmó que el año pasado, cuando se desempeñaba como diputado oficialista, además de coordinar la campaña de Dilma Rousseff, facturó a través de su consultora unos 12,5 millones de dólares. Se trató de su segunda renuncia a un cargo en el gabinete brasileño a causa de sospechas de corrupción.
MARZO DE 2006
Fiestas polémicas
La primera salida de Palocci del gobierno de Brasil fue en marzo de 2006, cuando debió renunciar a su cargo como ministro de Hacienda del entonces presidente Luiz Inacio Lula da Silva por un escándalo con ribetes sexuales, después de que se revelaron las fiestas supuestamente organizadas por dirigentes del oficialista Partido de los Trabajadores con prostitutas y hombres de negocios vinculados con el gobierno.
SEPTIEMBRE DE 2004
El escándalo del «mensalão»
La revista Veja reveló la existencia una red de sobornos a parlamentarios para que apoyaran leyes impulsadas por el gobierno de Lula. La denuncia le costó el cargo al entonces jefe de Gabinete José Dirceu.
Así debe actuar una presidenta honesta. Bien por Dilma.
Allá, el vaso medio lleno. Acá, el vaso medio vacío. Qué raro.
Aquí la Presidenta no actuaría de esa forma. Pero no se enojen. No lo haría porque no existe un Ministerio de Transporte. Existe sí el Misterio de la Secretaría de Transporte. Algo es algo.
-Argentina: se hizo renunciar a los cuestionados.
-Brasil: Lula (antes), Dilma (ahora) hizo renunciar a los cuestionados.
La ‘conclusión’ de los operadores: qué mal Argentina, con funcionarios corruptos. Qué bien Brasil, los hicieron renunciar.
Podríamos recordar que uno de los íntimos de Lula al que hicieron renunciar era Palocci. Palocci VOLVIÓ A UN ALTÍSIMO CARGO con Dilma y ahora lo hicieron renunciar otra vez.
Parece que aquí no se conoce mucho del sistema político brasileño.
Eso, sin perjuicio de la alta opinión que tengo de Lula y de Dilma.
Que no es una opinión de la boca para afuera que se usa nada más que como arma para denigrarnos como país ‘no serio’. Y dicha por los que si vivieran en Brasil odiarían a ‘esos zurdos’ y tratarían de echarlos.
que te hace pensar Daio que alla la corrupcion no es parte del sistema sino que son casos aislados que se denuncian y demuestran que «el sistema funciona»
este muchacho que renuncio, va a ir preso? o quedo como un solucion meramente politica?
Aquí no hay ningún problema, puesto que la corrupción no existe, lo acaba de declarar Filmus.
Eso que pasó en Brasil, según la noticia:»Las comprobaciones de corrupción en su entorno ministerial íntimo, con cuatro funcionarios sospechados de sobrefacturar obras viales y ferroviarias y pedir coimas de entre 4 y 5 por ciento, provocaron su caída.», aquí no se da.
Ahora si nos ponemos a medir en donde existe más corrupción, estamos listos.-
La corrupción existe y se da en mayor medida en los sistemas de poderes personalizados, que no rinden cuentas, y entienden que la corrupción va a desaparecer cuando desaparezca de las tapas de los diarios y si desaparecen los diarios también, mejor.
Hablás igualito que como habla FHC allá, Daio. Fijate.
Daio: Hay un secretario de Transporte echado que hace trabajar mucho a su abogado, por lo que leo en los diarios.
Sí, y que anda manejando la campaña electoral del FPV en Córdoba, según dicen. Todo anda sobre rieles.-
Según dicen. Porque es mentira. La conducción del FPV córdoba la ejercen Cantero, Accastello, Nebreda y Pipi Francioni.
Pablo D:
La primer desmentida que leo. Jaimito ni se nombra. Incluso creo que Mariotto ha prohibido los chistes de jaimito, como habrás podido ver que ya no circulan más.
Es un chiste.
Dialogo e consenso!
Lo más curioso es que si esta gente estuviera en Brasil, se pararía del lado de los industrialistas criticando el populismo, la corrupción y el clientelismo del PT. Cuestiones de pertenencia de clase.
Ni siquiera estarían con los industrialistas. Estarían con el capital financiero, beneficiado con altísimas tasas de interés reales.
Su prócer es Meirelles, el CEO del BankBoston que pasó a estar a cargo del Banco Central de Brasil desde 2003 hasta este año.