El JP Morgan es uno de los bancos que mayor participación tuvo en las colocaciones de deuda que realizó la Argentina desde 2016. Hoy, su representante en la Argentina, Facundo Gómez Minujin, acepta que la posición del Gobierno ha mejorado mucho, sobre todo después del resultado obtenido en las PASO. Pero pese a ello, señala cuestiones pendientes que si no se resuelven rápido, pueden traer problemas: reforma tributaria, reforma laboral y reforma de mercado de capitales. Y enfatiza lo de rápido. “El Gobierno tiene que encarar estas reformas ya mismo, porque sino el mercado se lo va a facturar a más tardar en un año”.
-¿ No hay espacio para el gradualismo en esos tres temas?
-Hoy buena parte del gasto es inflexible, y obviamente el gasto en el pago de intereses no se puede tocar. La mitad del gasto público total es gasto social y eso no se puede corregir. Pero hoy Macri tiene la oportunidad para convencer a la clase política de que que es importante bajar el gasto y el déficit para poder consolidar el crecimiento.
-¿Y en ese escenario qué sugiere hacer?
– Lo que hay que hacer es tomar deuda y trabajar en las reformas para crecer. Si no se consolida el crecimiento el país se encamina a una crisis. Eso es inexorable. Y por supuesto que el mercado se anticipa
Cómo sugiere encarar las reformas?
El gobierno fue ratificado y refrendado, tanto en la marcha de abril como en las PASO, y seguramente todo se confirme en octubre. Pero ese apoyo que hoy está mañana tal vez no. El humor político de la sociedad es más directo, ya no pesa tanto la tapa de un diario o la palabra de un ex presidente. Hoy estamos, casi, en una democracia directa. La sociedad apoya o no. Y como el apoyo de la sociedad no es permanente, Macri tiene que aprovechar para acelerar los cambios estructurales. Solo creciendo se va a poder avanzar en la reducción del déficit fiscal. No se puede seguir tomando deuda eternamente
-¿Será que el Gobierno teme perder apoyos si, justamente, acelera el paso y es más agresivo en la búsqueda de las reformas?
-Está claro que la sociedad apoyó el gradualismo y que los cambios no sean fuertes. Pero ahora hay que ir a buscar al Congreso, ya mismo, para que respalde la reforma tributaria, la reforma del mercado de capitales y la reforma laboral. Si no avanza rápido en ese camino, en 12 meses la economía no va a poder seguir creciendo por los enormes problemas de competitividad. Lo digo con claridad: si en octubre de 2018 esas reformas no se aprueba, vamos a estar en un problema serio.
-¿Cree que el Gobierno será capaz de alcanzar las metas de inflación y de reducción del déficit que se fijó para 2018?
No creo que alcance a una inflación del 12% que se fijó el Banco Central ni achicar el déficit primario al 3,2% del PBI. Pero eso no es tan importante. Las metas de inflación sirven para anclar las expectativas y lo mismo con la meta fiscal. Si el mercado ve que se trabaja en bajar la inflación y el déficit, no hay alertas. Los problemas aparecen cuando los desvíos sobre las metas son muy grandes.
-¿La tasa de interés que consiga el Gobierno de ahora en adelante va a ir reflejando esa expectativa por el avance en las reformas?
Todavía los inversores disfrutan del efecto de las PASO y que en octubre se debilita mucho la oposición dura que encarna Cristina Kirchner. Ese factor explica la fuerte suba de los bonos y la caída del riesgo país que vimos tras las PASO.
-¿Coincide con el ministro Caputo en el sentido de que el año que viene nos sacan de la categoría mercado de frontera?.
Absolutamente, sí. Y también nos va a mejorar la calificación la Reserva Federal de los Estados Unidos. Ellos también califican a los países, y obligan a los bancos que prestan a esos países a hacer previsiones mayores por riesgo de incumplimiento. Si la FED nos asciende, la tasa de interés puede caer aún más.
-¿En concreto, lo ve avanzando a Macri en el sentido que usted propone?
La próxima demostración de fuerza del Gobierno es conseguir el apoyo del Congreso, pero no para que lo acompañe en un ajuste, sino en medidas a favor del crecimiento. Si no se consiguen las reformas, va a estar difícil
-¿La reforma laboral será la más difícil de aprobar?
No lo se. Es clave para flexibilizar o reducir aportes a la seguridad social y para bajar el costo laboral, no por un tema de reducir indemnizaciones. Los costos laborales argentinos están muy por encima de la región. Para mí la reforma más decisiva es la reforma tributaria.
Y esa cómo la ve?
-Traerá costos y hay que ver quién los asume. Alguien va a terminar pagando. Pero va a ser gradual. Es importante que se hable y se ponga en marcha, que por lo menos se vea que se está debatiendo. Pero no conozco el proyecto.
-¿ No hay espacio para el gradualismo en esos tres temas?
-Hoy buena parte del gasto es inflexible, y obviamente el gasto en el pago de intereses no se puede tocar. La mitad del gasto público total es gasto social y eso no se puede corregir. Pero hoy Macri tiene la oportunidad para convencer a la clase política de que que es importante bajar el gasto y el déficit para poder consolidar el crecimiento.
-¿Y en ese escenario qué sugiere hacer?
– Lo que hay que hacer es tomar deuda y trabajar en las reformas para crecer. Si no se consolida el crecimiento el país se encamina a una crisis. Eso es inexorable. Y por supuesto que el mercado se anticipa
Cómo sugiere encarar las reformas?
El gobierno fue ratificado y refrendado, tanto en la marcha de abril como en las PASO, y seguramente todo se confirme en octubre. Pero ese apoyo que hoy está mañana tal vez no. El humor político de la sociedad es más directo, ya no pesa tanto la tapa de un diario o la palabra de un ex presidente. Hoy estamos, casi, en una democracia directa. La sociedad apoya o no. Y como el apoyo de la sociedad no es permanente, Macri tiene que aprovechar para acelerar los cambios estructurales. Solo creciendo se va a poder avanzar en la reducción del déficit fiscal. No se puede seguir tomando deuda eternamente
-¿Será que el Gobierno teme perder apoyos si, justamente, acelera el paso y es más agresivo en la búsqueda de las reformas?
-Está claro que la sociedad apoyó el gradualismo y que los cambios no sean fuertes. Pero ahora hay que ir a buscar al Congreso, ya mismo, para que respalde la reforma tributaria, la reforma del mercado de capitales y la reforma laboral. Si no avanza rápido en ese camino, en 12 meses la economía no va a poder seguir creciendo por los enormes problemas de competitividad. Lo digo con claridad: si en octubre de 2018 esas reformas no se aprueba, vamos a estar en un problema serio.
-¿Cree que el Gobierno será capaz de alcanzar las metas de inflación y de reducción del déficit que se fijó para 2018?
No creo que alcance a una inflación del 12% que se fijó el Banco Central ni achicar el déficit primario al 3,2% del PBI. Pero eso no es tan importante. Las metas de inflación sirven para anclar las expectativas y lo mismo con la meta fiscal. Si el mercado ve que se trabaja en bajar la inflación y el déficit, no hay alertas. Los problemas aparecen cuando los desvíos sobre las metas son muy grandes.
-¿La tasa de interés que consiga el Gobierno de ahora en adelante va a ir reflejando esa expectativa por el avance en las reformas?
Todavía los inversores disfrutan del efecto de las PASO y que en octubre se debilita mucho la oposición dura que encarna Cristina Kirchner. Ese factor explica la fuerte suba de los bonos y la caída del riesgo país que vimos tras las PASO.
-¿Coincide con el ministro Caputo en el sentido de que el año que viene nos sacan de la categoría mercado de frontera?.
Absolutamente, sí. Y también nos va a mejorar la calificación la Reserva Federal de los Estados Unidos. Ellos también califican a los países, y obligan a los bancos que prestan a esos países a hacer previsiones mayores por riesgo de incumplimiento. Si la FED nos asciende, la tasa de interés puede caer aún más.
-¿En concreto, lo ve avanzando a Macri en el sentido que usted propone?
La próxima demostración de fuerza del Gobierno es conseguir el apoyo del Congreso, pero no para que lo acompañe en un ajuste, sino en medidas a favor del crecimiento. Si no se consiguen las reformas, va a estar difícil
-¿La reforma laboral será la más difícil de aprobar?
No lo se. Es clave para flexibilizar o reducir aportes a la seguridad social y para bajar el costo laboral, no por un tema de reducir indemnizaciones. Los costos laborales argentinos están muy por encima de la región. Para mí la reforma más decisiva es la reforma tributaria.
Y esa cómo la ve?
-Traerá costos y hay que ver quién los asume. Alguien va a terminar pagando. Pero va a ser gradual. Es importante que se hable y se ponga en marcha, que por lo menos se vea que se está debatiendo. Pero no conozco el proyecto.