Peña: «Vemos incongruencias para forjar confianza con Lifschitz»

Es media mañana en Buenos Aires. El jefe de Gabinete, Marcos Peña, atiende cuestiones de la agenda diaria, pero cumple, puntual, con la entrevista acordada con La Capital. Sabe que el tema que explotó en el día a día santafesino está anclado en la mala relación entre la Casa Rosada y la Casa Gris, tras las duras afirmaciones de Mauricio Macri contra Miguel Lifschitz.
Peña refrenda los dichos del presidente de la Nación, pero puntualiza cuáles son los ejes que molestan al gobierno nacional. Al margen de las tirrias comarcales, el funcionario clave de la administración Cambiemos traza un panorama optimista sobre la marcha de la gestión, intenta explicar los vaivenes del tarifazo, revela los próximos pasos respecto de las escalas de Ganancias y toma posición sobre el polémico uso de la base de datos de la Ansés.
—Sorprendió que el presidente dijera que Lifschitz es el gobernador con menos vocación para trabajar en equipo. ¿Usted lo refrenda?
—Sí, por supuesto, refrendo las palabras del presidente. Esto se produce en una Argentina que está trabajando fuertemente a nivel federal. Desde el 11 de diciembre hay un nivel de diálogo e interacción con los gobernadores que no se veía desde hace mucho tiempo. Lo que el presidente planteó es que con el gobierno de Santa Fe, en esa escala, es con el que menos se puede lograr esa confianza y trabajo en equipo necesario para esta etapa en la Argentina.
—¿En qué cuestiones falta que Lifschitz trabaje en equipo con Nación? ¿En qué lo notaron?
—Lo que le hace mal al trabajo en equipo es la percepción de que no se construye confianza a partir de la palabra. La palabra implica que lo que uno escucha y dialoga en reuniones privadas y de trabajo después sea lo mismo que se escucha hacia afuera. Y ahí vemos cierta incongruencia. Afuera dicen que todos los males y problemas de la provincia de Santa Fe son responsabilidad del gobierno nacional, y eso no es lo que nos dicen cuando se reúnen acá. Una de dos: o es como dicen en Buenos Aires o es como dicen en Santa Fe. Sería bueno poder tener un diálogo franco, abierto y constructivo que luego se refleje a la hora de hablarle a la sociedad.
—Lifschitz dijo que a Macri le molesta que exista en Santa Fe el gobierno del Frente Progresista.
—En casi todo el país hay gobiernos de signo político distinto al nacional, eso es una variable que ni siquiera miramos. Nos sentimos muy cómodos trabajando con todos los gobernadores, independientemente del signo político. Lo que estamos discutiendo es otra cosa, no se tienen que enojar u ofender con una referencia. En todo caso lo que tenemos que hacer es pensar en mejorar la dinámica de trabajo conjunto. Nuestra vocación, como se lo dije La Capital cuando se cumplieron los 100 días de gobierno, es que las cosas funcionen bien con el gobierno de Santa Fe, en equipo. Ojalá podamos aprovechar esta discusión para avanzar en una relación más franca y abierta.
—Lo curioso es que en 7 meses Lifschitz tuvo más reuniones con ustedes que Bonfatti en 4 años con Cristina.
—Es que por eso no tiene asidero decir que nos molesta el gobierno de Santa Fe o que no nos interesa el federalismo. De ninguna manera hemos planteado esto que decimos como un ataque al gobierno de Santa Fe y mucho menos a los santafesinos, a quienes les tenemos un enorme aprecio y cariño. Podemos trabajar mucho mejor de lo que estamos trabajando, y lo importante es que en todas esas reuniones y visitas que tenemos se aprovechen para construir una agenda de trabajo en la que no sea necesaria todo el tiempo la diferenciación. Parece que el gobierno santafesino necesita sacarse la culpa de trabajar con el gobierno nacional.
—¿Por una cuestión ideológica?
—Supongo, no lo tengo claro. Es frustrante para nosotros discutir estas cosas, nos gustaría mucho más debatir proyectos productivos, infraestructura, desarrollo, esas cuestiones trascendentes. La provincia de Santa Fe es una de las que más inversiones públicas va a tener de parte del gobierno nacional.
—¿Cuál es el plan político del gobierno para Santa Fe, atento a una realidad inédita que tiene al radicalismo como socio de ustedes y del socialismo?
—Aspiramos a que Cambiemos se pueda reflejar también en la provincia de Santa Fe, eso lo hemos discutido mucho, tanto con José Corral como con otra dirigencia del radicalismo. Cambiemos es un proyecto político muy exitoso, y que viene a plantear una alternativa y una visión de la política, que sería muy bueno que se pueda desarrollar en la provincia y en Rosario. Eso requiere seguir trabajando, y ya se ha constituido una mesa de Cambiemos. Estamos trabajando todos los días con Corral, además en su rol de presidente de la UCR. Tenemos una afinidad enorme, y lo natural sería consolidar todo eso en la provincia.
—¿El radicalismo debería optar entre seguir con el Frente Progresista o formar parte de Cambiemos?
—Es una discusión que se debe dar en la provincia de Santa Fe, nosotros somos respetuosos de ese proceso. Nuestro foco es transformar la realidad. Es más tiempo de unir que de plantear fragmentaciones.
—Cuando se cumplieron 100 días de gobierno usted dijo: «Este es el final de la crisis. En el segundo semestre vamos a estar hablando de otros temas». ¿Qué pasó para que eso no sucediera?
—Del default no hay que hablar más, del cepo cambiario no hay que hablar más, del dólar no hay que hablar más. Se pudo avanzar en el tema de los jubilados, se pudieron cerrar todas paritarias, etc. Sabemos qué es lo que está pendiente y entendemos el momento difícil que genera cualquier reacomodamiento de las tarifas, pero mes a mes vamos a estar discutiendo más sobre el desarrollo que viene y menos sobre la emergencia que tuvimos que implementar este primer semestre para evitar que la Argentina se convierta en Venezuela.
—Desde el análisis político se decía que el gobierno tendría problemas con la política y esperanzas con la economía. Parece que sucedió al revés: les va bien con la política y mal con la economía.
—No, creo que se cumplieron 7 meses muy exitosos en general, en términos de la política, economía, vínculos con el mundo. Y en cuanto a la posibilidad de cambiar la cultura de nuestro país, a cómo se maneja el poder, después de 12 años de mucha mentira, mucho enfrentamiento y mucha corrupción, como estamos viendo. El proceso económico lleva un tiempo, y lo que ya vemos es que en algunos sectores, como en el caso del campo, se vive un despegue muy importante.
—¿Lo notan en Santa Fe?
—Sí. Las inundaciones complicaron un poco, pero ahora vemos otra cosa. Todos los meses vamos a estar un poco mejor. La cosecha fue buena, pero habrá inversión para la que viene y eso provoca que crezca la venta de maquinaria agrícola. Hay problemas, como en el tema lácteo, pero vemos un cambio de tendencia muy importante. El campo trabaja junto al gobierno para resolver problemas, no hay más divisiones ni maltrato. La industria tiene altos y bajos, depende de la situación, y el tema brasileño. Se revertirá el parate de la obra pública. Estaba muy mal la economía, hay que darle tiempo. Se revertirá un parate de la obra pública. Esperamos un 2017 con crecimiento, menor inflación. Somos muy optimistas para el futuro.
—Usted dijo que «en algún momento habrá que pagarlo» al tarifazo del gas. ¿Cómo se pagará?
—Lo que dije, para ser bien preciso, es que el gas hay que pagarlo. La discusión abierta es cuánto. Y a eso lo define la Justicia. Pero es importante que todos entiendan que la Justicia no está planteando que no se pague el gas, está definiendo cuánto hay que pagar. Estamos pendientes de cómo evoluciona el fallo de la Cámara Federal de La Plata, la posibilidad del recurso hacia la Corte. Estamos ante una crisis energética por las malas políticas del gobierno anterior, que nos llevaron de un país exportador a uno que no puede importar más de lo que ya importa. Tenemos que administrar esa escasez con un consumo más responsable y tomando conciencia.
—¿Se acelera el proceso de reformas de las escalas para el impuesto a las Ganancias?
—Sí, nos comprometimos a enviar el proyecto este año y buscar el consenso para aprobarlo. Y que a partir del año que viene haya modificación de las escalas.
—¿Admite que en el tema Ganancias se mantienen injusticias en muchos casos?
—Hay que verlo completo. Hay situaciones que claramente hay que atender. También hay que entender, y a veces es difícil, que estamos hablando de porcentajes de los que más ganan en el nivel salarial. Tenemos que discutirlo en un espacio más amplio de un sistema impositivo equilibrado y progresivo y no tan regresivo como es hoy.
—¿Apuestan a que se debata este año en el Congreso y se sancione en 2017?
—No. Queremos que se sancione este año para comenzar a aplicarse en 2017.
—¿Es necesario el convenio para usar datos de la Ansés? ¿Y si lo es, para qué?
—Es absolutamente legal y transparente tener una base de datos integrada en el Estado para mejorar la relación y el vínculo con los ciudadanos. Esto se venía haciendo desde hace muchos años, y no son reservados, confidenciales ni sensibles. Son datos de contactación y la mayoría está en el padrón electoral. Lo que buscamos es reducir la fragmentación de que cada área del Estado tenga una mala base de datos. Y la de la Ansés es una mala base, como la de Pami. Queremos integrarlas para una mejor atención ciudadana.
—Cristina los acusa de querer implementar un Estado policial.
—No se entiende por qué dice eso. Ellos tomaron decenas de medidas similares. La Ansés tiene infinidad de convenios, y no sólo intra Estado sino con gobiernos provinciales y empresas privadas. Es una necesidad de Cristina de querer seguir mintiendo y demonizarnos, pero cada vez menos gente le cree y es cada vez más marginal su opinión.
—¿El gobierno está buscando ampliar Cambiemos incorporando una pata peronista?
—Primero tenemos que consolidar Cambiemos en cada lugar del país. Sigue siendo un proyecto exitoso pero muy joven, y hay mucho trabajo para hacer. Juntos, los partidos que integran Cambiemos, tenemos que ver la posibilidad de incorporar independientes, referencias de otros partidos que tengan la vocación de sumarse. Hay que verlo caso por caso. Pero estamos muy orgullosos de ser parte de Cambiemos y esa es nuestra identidad.
—¿Perotti es un dirigente que podría acercarse a ustedes?
—Perotti es un dirigente muy valioso del Partido Justicialista y respetamos esa pertenencia. Salvo que él disponga lo contrario, sigue siendo de ese partido… Sí creemos que al igual que muchos otros diputados y senadores peronistas tuvo una actitud responsable de acompañar en muchas cosas en las que teníamos que construir consensos amplios, como los jueces de la Corte y la salida del default. Valoramos esta actitud franca de parte suya.
—Le hago una pregunta al ciudadano Marcos Peña, porque como parte de un gobierno no me va a decir nada. ¿Si tuviese que votar en EEUU lo haría por Trump o por Hillary?
—(Risas) Lo que pasa es que soy ciudadano y jefe de Gabinete. Lo que puedo decir es que tenemos una excelente relación con Hillary y el presidente Obama, y compartimos muchas cosas de la visión sobre el mundo y el trabajo que hay que hacer hacia adelante.
—Voto cantado entonces, ministro.
—Hasta ahí llegamos…

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