Pobreza, nuestro flanco más débil

Mientras otros países y regiones atraviesan profundas dificultades económicas, déficit, desempleo y amenazas de default, las naciones de nuestra región debemos enfrentar otro tipo de problema, más complejo y estructural: la pobreza. El potencial regional es enorme, con características naturales y recursos humanos suficientes para liderar -junto a los países emergentes- el desarrollo de las naciones durante el siglo XXI, potencial que aún falta explotar.
Para realizar ese crecimiento “hacia fuera” previamente debemos erradicar a la pobreza , principal inconveniente que aqueja “hacia adentro” de nuestra región.
Resulta una simplificación pensar que la pobreza es solamente un problema de ingresos. Si así fuera bastaría con subsidios y planes asistenciales. Es estéril plantear si se gana 100 pesos más o menos, o si se está por sobre o por debajo de un índice.
Se es pobre cuando no se tiene lo indispensable para vivir con dignidad , y esto no es solamente no tener dinero; también es no poder acceder a una vivienda digna, no tener trabajo ni educación, no tener acceso a la salud, a servicios indispensables como agua potable, cloacas, gas natural. En síntesis, es estar “al margen”, “excluidos” de la sociedad ; sociedades que paradójicamente muestran sectores de altos ingresos y consumos, dejando en evidencia claras asimetrías y desigualdades.
La pobreza aparece asociada a una brecha muy significativa, tanto en el nivel de ingreso como en el de conocimiento, con la dificultad al acceso al mismo como su consecuencia más grave. Esto inevitablemente lleva a la marginalidad y su efecto más nocivo: no formar parte de una sociedad que hoy- más que nunca- demanda educación para conseguir trabajo, acceder a la múltiple oferta de información y a la toma de decisiones como ciudadanos .
Mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos es una estrategia efectiva para alejarlos de la pobreza y es la planificación estatal en forma conjunta con los demás sectores sociales lo que garantizará lograrlo. Si bien en las últimas décadas los países de la región consolidamos las democracias, es la pobreza el escollo más importante para la construcción de una ciudadanía emancipatoria . Hoy, la gran deuda es la situación de extrema pobreza de importantes sectores de nuestros habitantes.
Su reducción y eliminación requiere políticas de Estado sustentables en el tiempo. No tiene sentido que cada gobernante de turno proceda ensayando nuevas líneas de acción. No necesitamos ensayo-error, sino un análisis profundo de la realidad y de los recursos , del pensamiento reflexivo que se construye y mejora con el diálogo y el debate plural.
Sin una educación adecuada es muy difícil superar los condicionamientos de la pobreza estructural y acceder al trabajo y al bienestar. Las estadísticas muestran problemas tanto en el ingreso y permanencia en la escuela, como en la calidad de la enseñanza que se brinda a los sectores más vulnerables. Los jóvenes más pobres aprenden menos en la escuela que los sectores medios y altos, cuando ellos deberían recibir la mejor educación para superar esas desigualdades de origen.
La educación pública, gratuita y de calidad es la puerta de acceso a la superación de la exclusión y la movilidad social. Argentina tuvo en el siglo XX experiencias exitosas que permitieron a muchos que provenían de familias de escasos recursos -nietos de inmigrantes o hijos de obreros- acceder a una educación pública, gratuita y de excelencia. La educación es una condición para el desarrollo y bienestar, pero es una condición “condicionada” a la implementación de otras políticas vinculadas a la salud, la alimentación, la producción y el trabajo.
No alcanza el crecimiento económico para solucionar los problemas de exclusión social. Se puede crecer a un 8% anual, pero no necesariamente implica que recuperemos realmente un 8% de pobres y excluidos . Si el crecimiento económico no va acompañado de verdadero desarrollo, de distribución del ingreso, de incorporación de sectores marginales a la producción, al trabajo y fundamentalmente al bienestar, ese crecimiento no será sustentable.
Planificar el crecimiento, combatir en forma integral la pobreza y promover un desarrollo sustentable del hombre y su medio son algunos de los desafíos que debemos encarar. Debemos trabajar en forma conjunta para dar una mejor calidad de vida a cada uno de los hombres y mujeres que habitan nuestras naciones.

Acerca de Nicolás Tereschuk (Escriba)

"Escriba" es Nicolás Tereschuk. Politólogo (UBA), Maestría en Sociologìa Económica (IDAES-UNSAM). Me interesa la política y la forma en que la política moldea lo económico (¿o era al revés?).

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7 comentarios en «Pobreza, nuestro flanco más débil»

  1. «….acceder a la múltiple oferta de información y a la toma de decisiones como ciudadanos.»

    Esto suena bien en una clase de contabilidad gerencial; pero dicho como soporte para erradicar la pobreza, tiende al ridículo.

    «….es la pobreza el escollo más importante para la construcción de una ciudadanía emancipatoria»

    El principal escollo está en la falta de calidad ciudadana de los políticos que -como el autor del libelo- utilizan la verba para ocupar puestos destacados de gestión para el común sin explicitar sus verdaderos designios aunque, claro está,una cosa es morir y otra cosa es hablar de morir….

    «….necesitamos un analisis profundo de la realidad y de los recursos»

    Ése debería haber sido su sino cuando se postuló para el cargo que ahora detenta…. con ignominia, claro.

    «….Los jóvenes más pobres aprenden menos en la escuela que los sectores medios o altos, cuando ellos deberían recibir la mejor educación para superar esas desigualdades de origen»

    Aprenden menos por problemas de nutrición.- La educación «diferenciada» que propone el «vice» suena a masas ilustradas y minorías cultas: aquéllas aptas para el trabajo y éstas destinadas a gobernar, independientemente del esfuerzo que hagan los primeros para superar la desigualdad.

    «….Planificar el crecimiento, combatir en forma integral la pobreza y promover un desarrollo sustentable del hombre y su medio son algunos de los desafíos que debemos encarar. Debemos trabajar en forma conjunta para dar una mejor calidad de vida a cada uno de los hombres y mujeres que habitan nuestras naciones»

    Aquí si, ya, se fue al carajo….pero no porque lo que sostiene sea falaz sino porque estuvo 4 -¡cuatro!- años en el poder sin saber -o no querer- acompañar a quienes intentaron llevar a cabo esta consigna.-

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