Progres, gracias a Cristina

No imaginan lo contento que me puso haber recuperado mis credenciales de ciudadano progresista . Hasta hace pocos días, padecí el destierro: la reprobación se reflejaba en los ojos de muchos amigos que no osaban ponerlo en palabras.
Lo percibía también en una cierta incomodidad al defender mi pensamiento político que -juro- poco cambió. Pero no había dudas; yo había virado hacia la derecha y eso generaba condena en un ambiente donde todos somos -son, perdón- de avanzada.
Por eso debo agradecer a la Presidenta sus palabras el día de la reasunción . Supe sostener que era absurdo pagar 17 pesos de gas por mes en un hogar donde se cocina todos los días y donde tanto mi esposa como yo tenemos trabajo. No entendía nada: me explicaban que la empresa pública de servicios no estaba para ganar dinero sino para dar servicio . Y si retrucaba con que estaría bueno que me cobraran el doble (34 pesos por mes) y utilizaran esa diferencia para terminar con el cartoneo que sigue más vivo que nunca, me explicaban que el modelo había bajado la pobreza a límites inéditos .
Cuando oía sobre la competitividad, pensaba en eficiencia, en tecnología, en infraestructura y no en el “club de devaluadores” que asegura pobreza, pero me acusaban de razonar en términos de productividad capitalista .
Y cuando hablaba a favor de la huelga aunque sin otorgar el poder unívoco de administración pública a la CGT era criticado por hacerle el juego a las patronales.
Tengo la suerte de que mis dos hijos concurran a una escuela pública que -mis amigos progres se sorprenden- funciona muy bien (me aseguran que tengo suerte, que eso pasa sólo en mi barrio, que ellos estaban obligados a la enseñanza privada). Por eso siempre me pareció incorrecto que los sindicatos docentes se opusieran a la evaluación: suena más a boicot de una buena educación para todos que a su defensa. Y vaya sorpresa al escuchar el sábado a Cristina con el esbozo de un pensamiento gemelo que, inesperadamente, me permitió volver del lugar de la sospecha y recuperar mi identidad.

Acerca de Nicolás Tereschuk (Escriba)

"Escriba" es Nicolás Tereschuk. Politólogo (UBA), Maestría en Sociologìa Económica (IDAES-UNSAM). Me interesa la política y la forma en que la política moldea lo económico (¿o era al revés?).

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