Sapag vuelve a acercarse a la Rosada y dio apoyo al canje

El proyecto para cambiar el lugar de pago que debate el Congreso El gobernador neuquino se alineó con la estrategia oficial por la deuda tras promesas de flexibilizar la ley petrolera.
Claudio Andrade
Después de meses distanciamiento institucional, con la reforma a la Ley de Hicrocarburos como telón de fondo, el gobernador de Neuquén, Jorge Sapag, ha recompuesto el diálogo con la Casa Rosada. Ayer dio, sin medias tintas, su apoyo al proyecto para cambiar el lugar de pago de la deuda, que ya tiene media sanción del Senado y el Gobierno apurará esta semana en Diputados.
“La Argentina no está en default, el país quiere pagar y no pueden encapricharse los fondos buitre de que le paguemos dónde quieren ellos y como quieren ellos. Estoy muy tranquilo que vamos a poder cumplir nuestras obligaciones como Nación”, aseguró. Y agregó: “Si no vienen inversiones no ingresan divisas, no tenemos exportaciones. Entonces me parece que lo que quieren algunos fondos buitre es revisar esta reprogramación de deudas a la luz de sus especulaciones económicas. Lo hablamos con la Presidenta y yo respaldo esta iniciativa del Poder Ejecutivo, porque en ella nos va el destino soberano”.
Hay razones para esta movida de ajedrez. Días atrás el neuquino se encontró con el secretario de la Presidencia, Oscar Parrilli, y allí habría comprometido los votos de los legisladores que le responden al nuevo canje de deuda, aunque no a la de abastecimiento. Fue a cambio del compromiso del Gobierno de convocar a las provincias petroleras que fueron dejadas de lado para regularizar sus deudas con la Nación y además suavizar las condiciones de la Ley de Hidrocarburos.
“El Gobierno va a preparar un nuevo proyecto más simple. El diálogo continúa”, le señaló a este diario el gobernador neuquino. Según se supo, en el cuarto borrador sobre la reforma a la ley petrolera se respetarían los impuestos locales y las herramientas de recaudación, como el canon y el acarreo.
Para las provincias es decisivo sacarse de encima el fantasma de la deuda pública. Basta que en Buenos Aires aprieten un botón para que se les descuenten de su coparticipación los pagos que son postergados de forma periódica. El problema es que dos de los tres diputados el MPN en el Congreso responden al senador Guillermo Pereyra, su rival interno. “Sapag se está curando en salud, quiere dar una buena imagen a Cristina pero tiene pocos elementos para jugar”, le dijo a Clarín una fuente de su riñón. Pereyra está lejos de concordar con los dos proyectos legislativos.
“Me pareció inútil aprobar la ley de Cristina. El gobierno asumió un compromiso y un lugar de pago tras la reestructuración de 2005 y 2010 y ahora quiere unilateralmente cambiar el domicilio”, le dijo el sindicalistas petrolero al diario Río Negro sobre la ley de pago soberano, que votó en contra.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *