Nos encontramos en un café tal cual hacemos cada tanto, pero justo se dio la casualidad de haber sido esta oportunidad un encuentro que a la vez tuvo el sabor de ser “post Harvard de CFK”. El “Mingo” que da clases en Estados Unidos suele visitar por razones familiares Washington algunos fines de semana, pasear con los nietos y de paso, charlar con algún amigo. Me tocó a mí esta vuelta.
Domingo me comentó que escuchó en vivo y en directo, -a través de la computadora-, la clase en Harvard de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner y sabiendo que él era un discípulo de dicha Universidad y Profesor también, le endilgó la responsabilidad de la “década perdida” argentina.
Ayer en Harvard Cristina dijo: “Falló la teoría de la Convertibilidad impulsada por Cavallo en la cual un peso era igual a un dólar, descapitalizando la Argentina”. Y agregó. “Yo no soy economista pero creo que una moneda representa el tamaño de su economía y si miro a Estados Unidos, jamás puedo compararlo con Argentina. Eso fue toda una ficción, una política de privatizaciones, y en Argentina Cavallo fue el mejor alumno del Consenso de Washington”.
Domingo me dijo mientras nos sometíamos a una de sus típicas caminatas: “Hoy me tomé el trabajo de escribir tempranito en mi blog toda una respuesta, que te aclaro es económica. Yo no me voy a meter con el estilo de Cristina y sus agresiones, ya la conocemos bien. Por favor, leé mi blog, ahí tenés todo bien, dale y sigamos caminando”.
En su espacio, tal cual me dijo, hay un artículo llamado “La Fórmula de Cristina en Harvard es castigar el ahorro” y en él sostiene que bajo las recetas de Cristina, Argentina va a sufrir cada vez más Inflación y estancamiento.
“Sobre el ahorro queda claro que a ella le parece mal que los argentinos quieran preservar su valor. Cuando se queja de la enorme cantidad de dólares por habitante que hay en la Argentina, pone de manifiesto que ella no entiende un principio elemental de cualquier conducta racional: quien difiere su consumo para ahorrar lo hace para disponer de esos ahorros en el futuro”, afirma Cavallo en su blog.
Y continúa así: “Bastaría que Cristina entendiera este principio tan elemental para que lograra explicarse porqué hay tantos dólares per cápita en la Argentina: sufrimos 45 años (desde 1945 a 1990) todo tipo de inflación: alta pero no explosiva (entre 1945 y 1974), estanflación (entre 1975 y 1988) e hiperinflación (en 1989 y 1990). La fórmula de la Convertibilidad fue una solución de sentido común. Los argentinos pasamos a tener libertad para elegir la moneda en la que queríamos ahorrar y llevar a cabo nuestras transacciones y contratos cotidianos. Adquirir esa libertad nos permitió pasar de la hiperinflación a vivir ocho años sin inflación y con un crecimiento promedio del 6 % anual”.
Cavallo hizo un comentario que denota estaba un poco dolido: “Sobre la Convertibilidad Cristina dijo algunas cosas ciertas: fue una idea mía, aunque no porque yo haya estudiado en Harvard y haya sido profesor visitante en esa Universidad como despectivamente sugirió Cristina durante su conferencia sino porque era la solución de sentido común: la sugerían los millones de Argentinos que todos los días compraban desesperadamente dólares para proteger sus ahorros exactamente como vuelve a ocurrir hoy con el Peso inconvertible También es cierto que gracias a la Convertibilidad fue posible privatizar todas las viejas empresas estatales, verdaderos antros de corrupción y de ineficiencia”.
Luego Cavallo afirma que Cristina miente con el valor de cuanto era la deuda argentina de ese entonces, y cuanto es la deuda actual. También dice que durante la Convertibilidad Argentina exportaba energía (petróleo y gas) pese a un sostenido crecimiento. Según el artículo, Cavallo le recomienda a la Presidenta ordenar el Indec, y luchar urgente contra la inflación. Aunque cree que su gobierno no toma esta decisión “para seguir financiando los desmanejos con la expropiación de los ahorros acumulados de los argentinos”.
Mientras caminábamos por un parque al blackberry de Domingo le entró un email de otro periodista que también es profesor en Harvard. “Mirá este artículo que me envía Ricardo Trotti, mirá lo que dice”, me comentó mientras paraba un minuto a descansar.
Interesante los comentarios de Trotti en la cual compara la visita de Cristina a Harvard con una visita que hiciera Dilma Rousseff hace unos meses a ese mismo escenario. En un párrafo dice: “La visita de Cristina por Harvard fue intrascendente. Se le recordará por los silbidos y los pocos aplausos. En cambio la aparación de Dilma fue muy distinta. Ella no tiene la dicción de Cristina, tampoco su prepotencia, pero sí su firmeza y pasión. En Harvard recogió aplausos, ofreció estadísticas confiables sobre crecimiento y energías, no criticó a los brasileños que la critican o que no votaron por ella y se enfocó en objetivos a largo plazo. Habló de clase media en crecimiento y competencias. Fundamentó a la enseñanza de las ciencias, matemáticas y tecnologías como esenciales para el desarrollo sustentable de Brasil”. Trotti es escritor y tiene su propio blog.
Despedí a Cavallo y me quedé pensando en Georgetown y Harvard. En el paso de Cristina. También me quedé pensando en los éxitos y los fracasos, la autocrítica y varias de las preguntas. En realidad me quedé pensando en como la historia argentina siempre vuelve a repetirse…
(*) Especial para Perfil.com
Domingo me comentó que escuchó en vivo y en directo, -a través de la computadora-, la clase en Harvard de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner y sabiendo que él era un discípulo de dicha Universidad y Profesor también, le endilgó la responsabilidad de la “década perdida” argentina.
Ayer en Harvard Cristina dijo: “Falló la teoría de la Convertibilidad impulsada por Cavallo en la cual un peso era igual a un dólar, descapitalizando la Argentina”. Y agregó. “Yo no soy economista pero creo que una moneda representa el tamaño de su economía y si miro a Estados Unidos, jamás puedo compararlo con Argentina. Eso fue toda una ficción, una política de privatizaciones, y en Argentina Cavallo fue el mejor alumno del Consenso de Washington”.
Domingo me dijo mientras nos sometíamos a una de sus típicas caminatas: “Hoy me tomé el trabajo de escribir tempranito en mi blog toda una respuesta, que te aclaro es económica. Yo no me voy a meter con el estilo de Cristina y sus agresiones, ya la conocemos bien. Por favor, leé mi blog, ahí tenés todo bien, dale y sigamos caminando”.
En su espacio, tal cual me dijo, hay un artículo llamado “La Fórmula de Cristina en Harvard es castigar el ahorro” y en él sostiene que bajo las recetas de Cristina, Argentina va a sufrir cada vez más Inflación y estancamiento.
“Sobre el ahorro queda claro que a ella le parece mal que los argentinos quieran preservar su valor. Cuando se queja de la enorme cantidad de dólares por habitante que hay en la Argentina, pone de manifiesto que ella no entiende un principio elemental de cualquier conducta racional: quien difiere su consumo para ahorrar lo hace para disponer de esos ahorros en el futuro”, afirma Cavallo en su blog.
Y continúa así: “Bastaría que Cristina entendiera este principio tan elemental para que lograra explicarse porqué hay tantos dólares per cápita en la Argentina: sufrimos 45 años (desde 1945 a 1990) todo tipo de inflación: alta pero no explosiva (entre 1945 y 1974), estanflación (entre 1975 y 1988) e hiperinflación (en 1989 y 1990). La fórmula de la Convertibilidad fue una solución de sentido común. Los argentinos pasamos a tener libertad para elegir la moneda en la que queríamos ahorrar y llevar a cabo nuestras transacciones y contratos cotidianos. Adquirir esa libertad nos permitió pasar de la hiperinflación a vivir ocho años sin inflación y con un crecimiento promedio del 6 % anual”.
Cavallo hizo un comentario que denota estaba un poco dolido: “Sobre la Convertibilidad Cristina dijo algunas cosas ciertas: fue una idea mía, aunque no porque yo haya estudiado en Harvard y haya sido profesor visitante en esa Universidad como despectivamente sugirió Cristina durante su conferencia sino porque era la solución de sentido común: la sugerían los millones de Argentinos que todos los días compraban desesperadamente dólares para proteger sus ahorros exactamente como vuelve a ocurrir hoy con el Peso inconvertible También es cierto que gracias a la Convertibilidad fue posible privatizar todas las viejas empresas estatales, verdaderos antros de corrupción y de ineficiencia”.
Luego Cavallo afirma que Cristina miente con el valor de cuanto era la deuda argentina de ese entonces, y cuanto es la deuda actual. También dice que durante la Convertibilidad Argentina exportaba energía (petróleo y gas) pese a un sostenido crecimiento. Según el artículo, Cavallo le recomienda a la Presidenta ordenar el Indec, y luchar urgente contra la inflación. Aunque cree que su gobierno no toma esta decisión “para seguir financiando los desmanejos con la expropiación de los ahorros acumulados de los argentinos”.
Mientras caminábamos por un parque al blackberry de Domingo le entró un email de otro periodista que también es profesor en Harvard. “Mirá este artículo que me envía Ricardo Trotti, mirá lo que dice”, me comentó mientras paraba un minuto a descansar.
Interesante los comentarios de Trotti en la cual compara la visita de Cristina a Harvard con una visita que hiciera Dilma Rousseff hace unos meses a ese mismo escenario. En un párrafo dice: “La visita de Cristina por Harvard fue intrascendente. Se le recordará por los silbidos y los pocos aplausos. En cambio la aparación de Dilma fue muy distinta. Ella no tiene la dicción de Cristina, tampoco su prepotencia, pero sí su firmeza y pasión. En Harvard recogió aplausos, ofreció estadísticas confiables sobre crecimiento y energías, no criticó a los brasileños que la critican o que no votaron por ella y se enfocó en objetivos a largo plazo. Habló de clase media en crecimiento y competencias. Fundamentó a la enseñanza de las ciencias, matemáticas y tecnologías como esenciales para el desarrollo sustentable de Brasil”. Trotti es escritor y tiene su propio blog.
Despedí a Cavallo y me quedé pensando en Georgetown y Harvard. En el paso de Cristina. También me quedé pensando en los éxitos y los fracasos, la autocrítica y varias de las preguntas. En realidad me quedé pensando en como la historia argentina siempre vuelve a repetirse…
(*) Especial para Perfil.com