Política Miércoles 5 de Febrero de 2014
Capitanich negó ruptura
«Escuchaba tu frase, Antonio, y no estoy de acuerdo. Yo no creo que sea así, no hay trabajadores que se mueran de hambre» , le dijo ayer la presidente Cristina de Kirchner al titular de la CGT oficialista, Antonio Caló , a quien retó por cadena nacional. Descartando una ruptura con el Gobierno, representantes del sindicalismo K salieron a respaldar al dirigente metalúrgico.
El secretario general de la UOCRA, Gerardo Martínez , aseguró que «la preocupación del compañero Caló, como la mía, o como la de cualquier dirigente sindical, es que eso no ocurra», al referirse a que los trabajadores no puedan cubrir sus necesidades básicas.
Sin embargo, resaltó la política económica del Gobierno y consideró que no cree que la situación sea similar a la de la crisis de 2001. «Ninguno quiere volver a esa época», advirtió en declaraciones a radio América.
Martínez no dudó es apuntar contra los «empresarios especuladores» por el alza de los precios y aseguró que «tenemos una Presidenta dispuesta a luchar contra el flagelo de la inflación». «Hay que buscar la estabilidad económica, que es fundamental. Que me ha tocado hacer acuerdos paritarios con empresarios», agregó.
Por su parte, el líder de la CTA oficialista, Hugo Yasky , elogió hoy al jefe de la CGT Balcarce, el metalúrgico Antonio Caló, a quien calificó de «buen dirigente sindical» y afirmó que, en relación con las paritarias y la inflación, se siente más cerca de él que de la presidente Cristina de Kirchner.
«Por supuesto, de Caló» , respondió Yasky en un diálogo con la radio La Red, después de que le preguntaran si se sentía más cerca del dirigente sindical oficialista o de Cristina de Kirchner.
De esta manera, el dirigente sindical oficialista se refirió a las críticas que el martes, en un acto en la Casa Rosada, la Presidenta formuló a unos dichos de Caló, quien se encontraba presente en una de las primeras filas.
«El otro día escuchaba tu frase, Antonio, cuando decías que el salario no alcanza para comer. Yo no creo que haya algún argentino que se muera de hambre», lanzó Cristina ante la mirada del dirigente metalúrgico.
Al respecto, Yasky señaló: «Por ahí yo no hubiera empleado la frase de Caló, pero es la tarea que tiene el dirigente sindical.
La Presidenta lo tiene que entender así. Así como ella tiene la tarea de gobernar, el dirigente sindical tiene la tarea de expresar la demanda de los trabajadores que representa. Y esto tiene que ser algo que funcione armoniosamente dentro de un sistema democrático».
El sindicalista sostuvo que «hay que hacer en las paritarias un esfuerzo para que esos trabajadores puedan recuperar» su poder adquisitivo y, aunque sostuvo que «uno no puede decir que vaya a pasar hambre un trabajador que cobre 11.000, 13.000 pesos o más», elogió a Caló.
«Caló, que es un buen dirigente sindical, lo que dijo es expresar la situación de los trabajadores. No de todos, pero en definitiva es lo que le corresponde a un dirigente sindical», insistió Yasky, representante de trabajadores docentes.
Sostuvo también que el metalúrgico «es un hombre que representa a una central que está comprometida en la defensa de este modelo».
Sobre esta cuestión, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich , aseguró hoy que no existen diferencias de fondo con la CGT que conduce Antonio Caló y sostuvo que «si cada crítica u opinión uno la toma como punto de ruptura, no estaríamos reconociendo la existencia de la libertad de expresión».
En el habitual encuentro con los periodistas acreditados en la Casa Rosada y ante una consulta, Capitanich consideró que «todos los actores generan atención y no necesariamente todos tenemos que estar de acuerdo respecto a lo que opinamos, y lo importante es manifestar la posición con las convicciones correspondientes».
Añadió que «lo importante es reconocer que muchos actores sindicales y muchos gremios han tenido un crecimiento muy fuerte de afiliados precisamente porque la política económica permitió el crecimiento del sector, como la industria automotriz, metalúrgica, entre otras, y muchos incentivos al proceso de industrialización generaron un incremento del número de trabajadores y afiliados».