En el día del reposo y el asado (o los ravioles), quienes gozamos del arte de la política podemos detenernos con algo más de tiempo a reflexionar sobre las estrategias que sostienen la selección y el tratamiento de noticias. Sobre el asesinato del chiquito Tomás, en Lincoln, Página le ofrece su tapa dominguera al derecho a la defensa del principal (y muy complicado) sospechoso; en tanto, La Nación se centra en la ira popular contra él.
Con respecto a otro asesinato, el del integrante del MOCASE Cristian Ferreyra, a los cuatro detenidos de ayer siguen hoy declaraciones de su viuda en Página; un análisis de los próximos pasos del juez a cargo, en Tiempo; un espacio considerablemente menor al gol de Domínguez, en la tapa de El Liberal; y, si el cronista no le yerra en su análisis conspirativo y militante, desaparece de los contenidos principales del Grupo Clarín–La Nación. Las nuevas fronteras de la soja tienen quien las cuide.
El mismo Grupo insignia del periodismo independiente encuentra en la política por la cual tanto clamó un fácil argumento para avanzar en su viejo afán de instalar expectativas inflacionarias. Y ahora que lo del dólar les salió así, hay apuestas para ver con qué nuevo ancho falso salen a batallar la próxima semana.
Pero en fin, antes de la siesta, una serie de buenas noticias y análisis, resultantes –claro- de una prensa cooptada y no-pensante: avances de la industria nacional; Tierra del Fuego, tres años después; Nuevo Encuentro cierra finalmente el círculo que abrió cuando fueron de los pocos no peronistas que estuvieron en la plaza de la 125; Verbitsky les cuenta a los catalanes sobre la ley de medios y sobre lo que probablemente pronto vivirán; Ferrer explica las ventajas del haber comenzado a rebelarse; y Mocca le sigue sacando jugo a la jugosa participación de CFK en la última reunión del G20.
Pero bueno, ahora a imitar al dólar, que mañana todo sigue. Chau!