n la convertibilidad vos tenías una economía abierta y entonces tenías precios de los bienes transables compatibles con los internacionales. Ahora, como contracara de la protección en la economía, hay precios muy por encima de los internacionales. Los productos en las góndolas argentinas son más caros que los de Chile, incluso los que se producen localmente. Esa distorsión en los precios de los bienes es contracara del nivel de empleo que tenés: si abrieras la economía tu nivel de desempleo sería mucho más alto y políticamente no sé si es viable. A mi juicio, esto choca con el sendero de tarifas que querés poner. Si ponés las tarifas en el sendero de Aranguren, por un lado te revientan los costos y tenés que trasladar a precios para no quebrar. Si abrís la economía para contrarrestar, generás una mejora desde el punto de vista del salario real, porque los precios de los bienes deberían caer por la competencia, pero terminás de destruir algunos sectores industriales y aumentando el desempleo. La distorsión de precios relativos tiene una contracara que es el nivel de empleo que tenés en la economía. La corrección es bastante más compleja de lo que uno piensa cuando dice: “Bueno, cuáles deberían ser las tarifas, hagamos un sendero y cada seis meses suben un poco”. En el fondo no tenés válvula de escape.
Dal Pogetto: “Hay un problema enorme con los precios relativos” Leer más