Apuesto por el UNASUR

A toda esta cosa de la que habla MEC, apuesto, la va a institucionalizar regionalmente el Unasur. El proceso tal vez no sea sencillo. Al Unasur, primero, hay que ampliarlo. En ese sentido, tiene la primer ventaja: no cuenta con documentos restrictivos de la soberanía de ningún país, o sea, no compromete a nada que algún país no esté previamente dispuesto a cumplir. Por otra parte, la estructura y el funcionamiento está definido y más o menos clara.

La Cumbre de las Américas y el Grupo Río tienen que ser la pata organizativa, convertirlas en las unidades básicas del Unasur: ¡llenar esas reuniones de punteros latinoamericanos! No es una utopía: Cuba entró primero al Grupo Río, y desde ahí, junto con la Cumbre de las Américas de Trinidad y Tobago, se empezó a «cubanizar» el debate hasta llegar a votar todos juntos en la mismísima OEA.

Esa es la segunda ventaja comparativa del Unasur con respecto a la OEA: ahí donde la segunda institución tiene una historia recorrida y unos mecanismos más aceitados, también carga con el peso de la Casa Blanca, literal, simbólica y políticamente, a una cuadra de su edificio. La OEA está históricamente manchada, no genera confianza (que, en relaciones internacionales más o menos contemporáneas, junto a la fuerza es el elemento clave a negociar), y cuenta con otro problema: la nueva institucionalización latinoamericana exige, no por patriadas anti-imperialistas, sino por defensa de intereses reales propios, ir a negociar en un bloque regional ante las potencias del mundo, Estados Unidos inclusive. Yo no estoy seguro que haya una decisión organizada regionalmente de apuntar los cañones contra EEUU; creo, en todo caso, que, acorde a la recuperación de ciertos grados de autonomía económica y política en varios países de la región, hay una disposición a sentarse a charlar de otra manera. A veces, hasta sin ellos, entre nosotros y para asumir posiciones en conjunto: Cuba.

Al Mercosur lo descartamos de una: no hay que pedirle que sea lo que no es (creo que podría ser complementario del Unasur, pero no me meto en ese debate, en todo caso, ver acá).
El ALBA tiene un problema fundamental: Chávez. El ALBA es hijo de Chávez. Sirvió en su momento: Mar del Plata, noviembre de 2005, enterrar el ALCA (es raro que, entre las cosas que apoyan los «apoyos críticos» nunca se nombre este hecho clave que fue Mar del Plata enterrando al ALCA, que nunca se haya dicho cuánto le debemos a la política de superávit fiscal, de vivir con lo propio, de recuperar la capacidad promotora del Estado, esta decisión de política internacional tendiente a cierto grado relativo de autonomía que mencionábamos). Que sea hijo de Chávez no implica solamente que hacia afuera los países estén más dispuestos a hablar con otros estadistas «más serios», sino que hacia el interior de Latinoamérica, por peso específico, desarrollo e intereses diversificados, el actor central es Brasil. No es determinista, no quiere decir que cualquier otro no pueda agarrar la manija: sí quiere decir que, si tuviera que apostar, apuesto por Brasil, y por Lula. El primer problema es si Brasil necesita (porque no concibo las relaciones internacionales como voluntarismo de tener ganas o no de integrarse) de la integración y, en todo caso, de qué tipo de integración. Si esto fuese así, la forma de integración que más se apega a los intereses brasileños, y de casi todos los actores estatales lationamericanos, es el Unasur. Exige menos compromisos, demostró que puede cumplir una función política de resolución de conflictos (crisis boliviana, ay qué eufemismo: golpe en Bolivia) con rapidez de reflejos, y no introduce limitaciones a la soberanía política de ningún estado, elemento clave de obstáculos para la integración.

Unasur tiene la flexibilidad necesaria para convertirse en ese instrumento de institucionalización de lo que pasa en Latinoamérica. La rotación de la presidencia le aporta el grado de pluralismo necesario, en tanto lo desembaraza de cualquier proyecto particular. Quizás el ALBA pueda, también, ser complementario a este proyecto. Pero si se trata de construir una agenda común, un espacio de coordinación de políticas públicas y posiciones definidas regionalmente, entonces mi apuesta va por Unasur.

14 comentarios en «Apuesto por el UNASUR»

  1. Brillante!!!
    Acuerdo con todo.
    Desde aquí creo que hay que hacer una Cancillería más UNASURiana para que sea política de Estado moverse en este sentido para «atarse al mástil» cual Ulises y que las sirenas del neoliberalismo y el relacionescarnalismo cuando canten no desvíen el rumbo.
    Y de paso, ya que estamos, que Tabaré se deje de joder, le demos la presidencia de UNASUR a Néstor y descomprimamos la situación local (ya sea Cristina o Daniel 2011).
    Atte,
    Ignatius

    1. Decime por favor que Daniel 2011 no es en serio… Aun dentro del kirchnerismo, tiene que haber mejores candidatos que eso.

  2. Es bueno el post.
    Me parece un poco desilusionado lo de expresar que “El primer problema es si Brasil necesita (porque no concibo las relaciones internacionales como voluntarismo de tener ganas o no de integrarse) de la integración”, porque con Evo Morales y Correa creo que todavía es posible creer en una unión por el bien de los pueblos, mas que por el devenir de los negocios.
    Si es por eso mira el video que encontré en Internet sobre la unasur y como los medios, que expresan la conveniencia económica, se posicionaron desde el silencio.
    Este es el enlace. http://elquillablog.blogspot.com/2009/04/los-medios-y-la-union-latinoamericana.html

    1. Por ahí es por deformación académica (RRII en Cs Pol. es muy mala) pero yo tiendo a pensar las relaciones internacionales en términos de conveniencia.
      Abrazo.

  3. Los que estamos con las mayorias populares seguro que apoyamos al UNASUR.Y apesar del resultado de las elecciones para el Parlamento europeo de hoy,que señalan un avance de la derecha(como era previsible por la crisis mundial y el desgaste de los gobiernos en ejercicio)Latinoamerica es la esperanza.

  4. Por más que la universidad lo enseñe así, eso solo significa que así se ha dado e interpretado en la historia. Sin embargo en America del sur, que no es Europa ni desea serlo, desde la vanguardia latinoamericanista, no responde perfectamente a esos estándares hechos en Europa para Europa, o de los Yankees para los Yankees.
    Si se ven las concesiones y favores entre los gobiernos de ALBA, es posible ver que no todo es como lo determina esa perspectiva de el hombre como un ser egoísta, que solo busca su provecho. La concepción de ser humano que se tiene es la de un ser mucho mas comunitario y solidario.
    Y eso porque la integración de tipo puramente comercial, como el Mercosur, son vistas concierta desconfianza, porque lo que hacen es reproducir el mismo sistema de explotación, y degradación anterior, solo se cambia de patrones.
    La vanguardia latinoamericana no es capitalista ni habla de los estados como naciones separadas, como fue siempre en la historia de occidente; Sino que toma a todos los estados como secesiones de una única nación latinoamericana que debe ser solidaria aun por sobre su bandera provinciana. No nacional.
    El cambio que se pretende es mucho mas profundo que una redistribución de fuerzas, de lo que se trata es de un cambio de paradigma. Y si, es una utopia, pero si te fijas no ha habido nunca una verdad que perdure eternamente. A la vez no es una ingenuidad porque es notable la decadencia primermundista en todos los aspectos (Sociales, económicos, y hasta psicológico-filosóficos, con el nihilismo y el criticismo posestructuralista).
    Es interesante discutir este tema, si ves este escrito (http://elquillablog.blogspot.com/2009/04/nuestra-oportunidad-historica.html)vas a ver muy sintéticamente una muestra de este modo de ver el mundo, que es propio y no importado de ningún otro lado. Lo dice MEC “la vanguardia de la experimentación y vitalidad democrática mundial está hoy en Latinoamérica”.
    Un abrazo, saludos.

    1. La decadencia primermundista te esta dando un instrumento de comunicacion como Internet, que con tu uso y abuso le gatillas unos buenos royalties al Imperio. Asi es la vanguardia latinoamericana, geopoliticamente edipica, y materialmente dependiente de los instrumentos que les provee el capitalismo.

      1. Usar los medios ajenos no es de ninguna manera signo de debilidad ni de inferioridad. Es estratégico y permite sin supersticiones ni miedos contar con los recursos del otro mientras se pueda.
        Así lo hicieron los romanos contra los griegos, los bárbaros contra los romanos, los japoneses contra los europeos, los rusos contra los alemanes y así mil casos mas.
        Es una tontería eso de tener que ser seres absolutamente aislados y superiores para poder luchar por un lugar honorable en el mundo.

      2. Qué me importa como los construyeron, si estoy cagado de frío en medio del monte y encuentro una campera de Nike fabricada por los esclavos del sudeste asiático, me la pongo igual y con eso no perjudico a nadie y en cambio saco beneficios.
        Claro que sin olvidar nunca que el sistema que permite que pasen esas cosas debe cambiarse. Si no usamos las armas que ellos han construido con la experiencia de siglos de oprimir a los pueblos del mundo, yo con mi individualidad insignificante no podria hacer nada.
        Si es por eso tampoco podría hablar, porque que yo hable español en este momento es el resultado de una historia de imperialismo, que se asentó en el idioma para dominar y desculturizar a lo americanos.
        No veo que haya motivos para dejar de hablar o dejar de utilizar Internet como herramienta.
        Abrazo.

      3. Coincido con vos Quilla. Mi contestación es para Homero, ya que no creo que por ejemplo Internet sea un instrumento que me lo da el imperialismo. Nosotros también hicimos nuestra parte para que Internet como tantos otras tecnologías sean una realidad.

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