Argentina y la «mala praxis» de los analistas y pronosticadores de la economía.

manosantas

¿Son confiables los pronósticos económicos publicados en los medios? ¿Existe la mala praxis entre los economistas?

Interesantes preguntas que este humilde bloguero se atreve a formular, basado en la duda (y dudar es la especialidad de la casa) que le asalta cada vez que lee o escucha los vaticinios agoreros que suelen repiquetear en tantos medios de difusión masiva alrededor del destino de nuestro país en materia económica de, digamos, diez años a esta parte. Y esta nota viene precisamente a complementar lo que este humilde servidor público acotó en una nota anterior en Artepolítica y en notas en mi blog (aquí y aquí) sobre la mala praxis de muchos (demasiados) analistas, comentaristas y panelistas políticos al opinar o pronosticar (o más bien presagiar) sobre futuros acontecimientos políticos o rumbos que tomaría la actividad política nacional, al comprobarse después que fueron completamente erróneos, y en la mayoría de los casos sin fundamento. Principalmente por la influencia negativa que ello tiene en nuestras propias decisiones políticas o económicas ya que nosotros, simples ciudadanos de a píe, basamos nuestras opiniones y por lo tanto nuestras decisiones en la información que recibimos, entre otras fuentes, en las opiniones y análisis de estos mismos “expertos”, “conocedores” o “bien informados” personajes mediáticos.

 

En esta oportunidad nos referiremos a la experta opinión de analistas o comentaristas de la economía, quienes suelen verter sus análisis o consejos económicos en columnas de periódicos o programas radiales o televisivos a los que son invitados, supuestamente, en razón de ser conocedores de las ciencias económicas.

En estos casos la palabra de estos afamados consultores económicos influye no sólo en la visión económico–política de la realidad nacional y por ende del destino de nuestros votos, sino que muchos las tomamos para decidir nuestras opciones económicas cotidianas, que van desde la compra de acciones, de dólares, la inversión en empresas, para tomar o despedir personal, o hasta optar para tomar un crédito, comprar un auto, un televisor, viajar, abrir un plazo fijo o simplemente ahorrar o no, dependiendo de la situación social en la que cada uno de nosotros nos encontremos. Es decir que de estos expertos depende en gran medida el contenido de nuestros bolsillos.

Para realizar este análisis, este humilde servidor público realizó una revisión de lo que opinaban estos renombrados analistas sobre las perspectivas económicas de nuestro país en cada uno de los últimos años, para compararlo ex post facto con lo que realmente ocurrió y así ver a qué atenernos al leer sus opiniones actuales. Es decir, saber en quién podemos confiar de acuerdo a su leal saber y entender, contrastado, eso sí, con la realidad que ya conocemos.

Pasemos finalmente entonces a ver qué opinaban cada uno de ellos sobre las perspectivas económícas en forma cronológica desde 2009 para acá.

 

A principios de 2009, algunos afamados economistas pronosticaban para la economía argentina de ese año lo siguiente:

 

Javier González Fraga afirmaba que «la importación de carne desde Brasil era un escenario que no podíamos descartar» porque «nuestra ganadería y nuestra lechería están hoy condenadas a una severa caída en la producción» y por lo tanto «los argentinos vamos a tener que consumir menos carne y menos leche, y probablemente, también menos pan en el resto de 2009, y probablemente en 2010«. Afirmó, además que «estamos entrando en un proceso de recesión con inflación, con el consiguiente aumento de la pobreza y la desocupación«. Ese mismo año, el siempre imaginativo José Luis Espert afirmaba que «La Argentina va rumbo a una nueva frustración. Ya se discute cuánto caerá la actividad económica este año, (…) cuánto conflicto social habrá, y otra vez está en duda si pagamos la deuda«.

A su vez, Roberto Cachanosky acercaba sus propios presagios: «Los fantasmas de la devaluación y el default que nos visitaron en 2001 vuelven a acecharnos (…) hoy se habla de las “dos D”: devaluación y default», porque «existen fuertes sospechas de la imposibilidad que va a tener el Gobierno para enfrentar los vencimientos de capital e intereses de la deuda pública de este año. Y mejor no hablar del 2010, porque la situación es mucho más complicada». Para que no quepa la menor duda de lo que vendría, agregaba que «El modelo económico de Néstor Kirchner agoniza«, porque » un nuevo “Rodrigazo” ha comenzado«. Como siempre, descalificaba a los Kirchner porque  ignoran todo sobre la economía ya que «Ella y su esposo creen que la gente puede consumir más en momentos en que la economía produce cada vez menos» cuando ya se «sabía» que «es inevitable que caiga el consumo» porque «el gobierno se ha quedado sin instrumentos para enfrentar la crisis» y que «lo único que le queda es enfrentar una larga agonía económica y política»…

 

Proyectándose hacia 2010, algunos  re-conocidos economistas pronosticaban para la economía argentina lo siguiente:

 

Carlos Melconián era apenitas optimista en el corto plazo: “puede ser que en 2010 crezcamos al 3 por ciento pero a la hora de mirar el mediano plazo, soy pesimista. El modelo está agotado”.

A su vez, el profusamente citado en los medios Miguel Angel Broda advertía que “El año próximo veremos una desocupación del 11,1 por ciento y subiendo«. Y afirmaba preocupado: “No me animo a hablar del 2011 agotando los fondos de la ANSeS. (…) Tengo dudas sobre la herencia que deja este gobierno. Más tarde se jugaba un poco más: La economía crecerá un 3,5 por ciento en 2010 van a ir produciendo expectativas de riesgo de crisis macroeconómica”. (…) (Néstor Kirchner) preferirá dejar ‘tierra arrasada’ para intentar volver en 2015 (…) podemos crecer un 3,5 por ciento”.

Dejamos las tasas chinas de crecimiento para siempre afirmó Carlos Rodríguez, del CEMA, en noviembre de 2009. Y concluyó: “vamos a un parate de la actividad hasta que cambiemos por otro gobierno.”

Mario Brodersohn era más pesimista afirmando: “Veo un techo de crecimiento del 4 por ciento, con suba del desempleo al 11 por ciento”.

 

Cabe acotar que finalmente, el PBI de Argentina en 2010 creció 9%; el estado tuvo un superávit fiscal del 3%, y el desempleo bajó al 7,8%. Sin embargo durante el mismo 2010 se siguió vaticinando el infierno tan temido para nuestra economía…

 

Carlos Melconián se lamentaba de “la magnitud del agujero fiscal y por la emisión monetaria que genere. (…) la macroeconomía argentina está entrando en una regresión ochentista, (…) le queda de herencia a futuro para el que le toque, incluida esta misma administración. Este será el año de la regresión completa“.

Pero el peor panorama para nuestra economía parecía brotar del pesimismo del columnista de La Nación Roberto Cachanosky, quien nos advertía que: “El problema que tiene el matrimonio es que ya se ha metido en muchos problemas económicos y cada vez tiene menos vías de escape a la crisis terminal. Nos dio a entender que piensa tirar la economía argentina al precipicio. No es un dato menor a la hora de prepararse para lo que viene”. Además nos afirmaba, erudito, queMatemáticamente, el sistema de reparto no funciona. (…) En definitiva, lo primero que hay que tener presente es que la jubilación estatal es matemáticamente inviable”. Y concluía rotundamente, como suele hacerlo, afirmando que:Toda la demagogia posible para llegar hasta donde se pueda (…) una política económica que hace agua por todos lados, cualquier mañana la gente puede levantarse enterándose que la noche anterior el Gobierno firmó algún decreto confiscando cualquier activo líquido. (…) el ajuste de salarios públicos y jubilaciones se mantendrán por debajo de la verdadera tasa de inflación. El resultado será un ajuste brutal sobre la capacidad de compra de la población«.

 

¿Y qué decían los mismos «expertos» economistas sobre lo que sucedería en 2011 después de haber errado los años anteriores? Repasemos brevemente algunos de sus pronósticos.

 

Orlando Ferreres era levemente optimista: “En el 2011, la economía continuaría creciendo aunque más lentamente. Esperamos que crezca un 3 por ciento”, mientras que Miguel Bein subía un poco la apuesta y adelantaba que lo haría un 6,5%.

Para Miguel Ángel Broda, el 2011 “la expansión económica local sufriría una fuerte desaceleración” ya que crecería sólo al 4,3 por ciento.

 

A pesar de estos pronósticos agoreros, la realidad se empecinó en contrariarlos. La cuenta corriente finalizaría 2011 con un superávit de 1000 millones de dólares. El saldo de balanza comercial, por su parte, sería de unos 11.000 millones de dólares. El dólar cerró a $4,31. Y el PBI creció un imperturbable 9,2%.

 

Y ahora veamos qué decían esos renombrados economistas durante ese mismo 2011 sobre la economía argentina.

José Luis Espert, haciendo uso de su pesimismo sistemático advertía ese año que “si se prohíben importaciones también va a ver dificultades para exportar” (…) (y eso provocará que) “estemos cada vez más desconectados del mundo civilizado” (…) Los pueblos desesperados como el nuestro de la crisis 2001/2002, compran cualquier discurso por más dañino que sea en el largo plazo. A la Casa Rosada no le preocupa el empobrecimiento de millones de personas (…) hay países industriales con altos niveles de vida que se protegen de algunas exportaciones que son sensibles para nosotros” (pero, sin embargo aclaraba que) “el libre comercio es la solución y una herramienta clave para el progreso”.

Luego de esto, sólo restaba afirmar que “El reloj de Cristina atrasa. Con gasto fiscal y privado en ebullición, se produjo un boom de demanda interna que trajo aparejado increíbles crecimientos de la producción industrial”. Sin embargo, parece que para Espert esto no es bueno, porque se preguntaba entonces si “¿Nos estaremos creyendo en serio que el fracaso de la convertibilidad valida cualquier fracaso previo, mientras sea de signo ideológico contrario?”

 

El inefable Roberto Cachanosky nos advertía en plena efervescencia de consumo popular que: “Más tarde o más temprano alguien tendrá que asumir el costo político de decir que se acabó la fiesta artificial de consumo. (…) las opciones de un eventual tercer mandato kirchnerista solo pasan por arruinar más la economía para sostener, con parches, un consumo artificialmente alto por otro tiempo más hasta que todo termine en una nueva crisis económica.

Como el costo de capital no pueden reducirlo por el riesgo argentino, solo queda bajar los salarios. (…) La única duda que me queda es cuánto colchón social tiene hoy la Argentina para que la gente acepte pacíficamente el nuevo choque contra la realidad”.

Por si no había quedado claro que la economía argentina se iba a los caños, Cachanosky afirmaba poco después que:”El gobierno no enfriará la economía, lo hará el mercado. (…) Mientras la gente pregunta si luego de las elecciones habrá una devaluación (…) el ajuste ocurrirá no porque el gobierno lo implemente, sino porque el mercado lo llevará a cabo. (…) para dominar el descontento popular será avanzar con mayor ferocidad sobre los derechos individuales, silenciando a quienes piensan diferente y reprimiendo el descontento en las calles”. Es decir: el fatídico 2001 estaba a la vuelta de la esquina.

Poco antes de las elecciones de octubre, lanzó la apocalíptica advertencia final: “¿Es posible un aterrizaje suave después de octubre? (…) luego de la borrachera de consumo que hemos tenido, va a ser muy difícil tener un aterrizaje suave (…) lo que viene es una caída del ingreso real. Menos consumo. El gobierno hará el ajuste sí o sí. (…) es conveniente ir poniéndose el cinturón de seguridad. Es más, y esto va gratis. Elija ese cinturón de seguridad color verde que hoy el BCRA lo está vendiendo a peso de liquidación”. Es decir: estaba pidiendo una fuerte devaluación a gritos.

 

Demás está decir que la economía nacional creció finalmente 9,2%, y que los votos de la presidenta llegaron al 54%. Quizás haya sido esta última cifra la que le haya dolido más a este “respetado” economista…

 

Y, por último, analicemos los pronósticos de esta bandada de economistas (y algunos otros más) arriesgados para 2012:

 

El amigo José Luis Espert, siguiendo su predecible rutina, anunciaba que, aunque se había equivocado todos estos años, la economía argentina para este año sería un desastre: “La Argentina 2012: ¿sólo desaceleración? (…) no quedan dudas de que para el agro será un mal año (…) quedó al desnudo el mismo modelo decadente de los últimos 100 años en el país, que consiste en cerrar la economía, inflar la demanda interna con políticas monetarias, fiscales y salariales expansivas.

Luego de casi una década de un crecimiento extraordinario que nos colocó en el cuarto país emergente de mayor expansión después de China, India y Uruguay, Argentina tendrá, para la estadística, un crecimiento ligeramente superior a 0% en 2012”.

A su vez, el menemista-macrista Carlos Melconián advertía que “Argentina no va a poder adoptar políticas fiscales y monetarias contracíclicas” lo que demostraba el fracaso de la economía oficial. Pero predicaba que “También está la vieja idea madre, enterrada hasta por las modernas izquierdas de la región, del «modelo de sustitución de importaciones«. La verdad es que estos conceptos no han reflotado en el mundo, sino que han muerto”. Y luego utilizaba la famosa palabrita-advertencia preferida por los economistas neoliberales (y alrededores) “Argentina atraviesa por un período de suba de precios con desaceleración, lo que se traduce en términos económicos como estanflación. (…) Si se sigue pisando la importación vamos a una recesión. Innecesaria»

 

Para contrastar el resultado de estos pronósticos con la realidad ex post facto, veamos qué dijo el Banco Mundial sobre lo ocurrido en la economía mundial en 2012, dentro de la cual podremos analizar mejor el desempeño de la argentina:

 

«El PIB de la región se estima que creció un 3% en 2012 (4,3% en 2011), cifra que representa el segundo peor desempeño entre todas las zonas no desarrolladas del mundo, solamente por encima de Europa en desarrollo y Asia central, según un nuevo informe del Banco Mundial. (…) Pero esta desaceleración no es exclusiva de América Latina (…) Las economías en desarrollo hasta ahora han mostrado una resistencia notable. (…) Argentina también notó la desaceleración, y el crecimiento (fue del) 2% en 2012.

 

Finalmente, podemos decir que ya no sorprende la obcecada falibilidad que demuestran los vaticinios de ciertos analistas «expertos» (lobistas, diríamos mejor), generalmente ortodoxos o neoliberales, sobre el futuro rumbo de la economía de nuestro país. Y acá se abre la discusión sobre la seriedad y confiabilidad de los pronósticos de dichos “analistas” profesionales, los que se parecen más a opiniones o deseos personales de sus creadores, traficados como sesudos análisis seudocientíficos, escasamente respaldados por resultados acertados. Además, se suele descontextualizar el desempeño (principalmente cuando la economía se desacelera) del comportamiento de la economía global, la que se oculta o no se asocia a la regional y nacional.

Pero ¿a qué nos referimos con esta humilde descalificación de dichos análisis y sus conclusiones? Nos referimos a que, como hemos dicho, los lectores, oyentes o televidentes de esos análisis solemos utilizarlos para formar nuestra propia opinión política, no en forma lineal pero sí como referencia autorizada para sumarla a la información que recibimos de diversas fuentes, y para tomar decisiones sobre nuestros intereses económicos, al igual que muchos empresarios, quienes deciden sobre su capital (y sobre nuestros empleos) basándose en estos «pronósticos».

Es entonces que este humilde servidor público afirma que «como la economía no es una ciencia dura pero al fin y al cabo sigue siendo una ciencia social, quizás valga la pena recordar los dichos del científico danés Niels Bohr, Premio Nobel de física:

“Predecir es difícil, especialmente el futuro…»

¿O será que el motivo real de estos «economistas» o «gurúes» no es asesorar a los lectores, oyentes o televidentes sino desorientarlos, asesorarlos mal para hacer lobby o presionar a favor de una política económica determinada…?

Entonces, ¿podemos hablar de “mala praxis” de dichos analistas, comparando su conducta con la de los médicos, por ejemplo? ¿O con la de un plomero o mecánico? Creemos que sí, porque quienes carecemos de la información, la formación o los conocimientos y la experiencia que supuestamente tienen quienes proclaman por los medios de difusión sus “conclusiones” sobre el devenir político-económico argentino, tomamos su palabra “experta” como referencia de la misma manera que lo hacemos con la de un médico, plomero o mecánico: confiamos en que su conclusión o diagnóstico se basa en un análisis racional y objetivo de los hechos, y que utiliza todo su “expertise” para darnos su elaborada u honesta opinión. Pero, como hemos visto, hay mucho de mala praxis en este rubro mediático, aunque la mayoría de las veces suena más a manipulación y lobby que a ejercicio legal de su profesión

 

Una referencia al margen merece el inefable economista y columnista de La Nación, Roberto Cachanosky, a quien este humilde Basurero se atrevió a distinguir este año con un merecido premio a su impecable trayectoria de desaciertos en pronósticos sobre nuestra economía. Para más detalles, visitar: “Premio Manochanta de Oro 2013”.

 

Para una versión más completa de esta nota, con enlaces a cada nota citada, visitar: Argentina y la “mala praxis” de los analistas y pronosticadores de la economía.

 

Acerca de Basurero

Soy un basurero interesado en Antropología, Historia Argentina, Política, Economía Política, Sociología, idioma Inglés, Fotografía y Periodismo, y culpable confeso de ejercicio ilegal de estos temas en mi blog.

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63 comentarios en «Argentina y la «mala praxis» de los analistas y pronosticadores de la economía.»

  1. Basurero por se prolijidad resulta una autoridad en materia economica.Le pido que opine sobre la inflacion es un producto no deseado en este modelo,una conducta especulativa dl capital y sobre todo si es un efecto o una causa en esta economia bastante revuelta.

    1. No se equivoque amiga Isabel, lo mío más que autoridad es sólo improvisación, curiosidad, investigación web, lectura crítica de los que saben más que uno y paciencia para desbaratar las medias verdades y mentiras de los «vivos» que desfilan por los medios.
      En cuanto al tema de la inflación y la escasez de divisas (restricción externa) que son dos de los problemas que afectan nuestra economía hoy (y cada vez que se intenta un modelo de desarrollo autónomo), aconsejo humildemente una lectura y un video.
      Para el problema inflacionario actual: http://www.youtube.com/watch?v=2ZCA3hkDEN0
      Y para el problema de restricción externa: http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-235668-2013-12-14.html
      Un abrazo.

  2. Ja ja…

    Una vez más don Basusurero, «racconto» sublime de los tiramierda por excelencia. Máximas que posteriormente los illuminati de por acá nos lo «traducen» en su noble función de evangelizadores de las tolderías.

    Ahora yo creo es estos «gurúes» están para formar «sentido común», no creo que sean referentes o, si se quiere, «material de consulta» de la «infant industry» de AEA et al. Es más y arriesgo, dichos opinadores independientes son contratados para forzar o lograr voluntades para que se implementen las medidas económicas convenientes a los adláteres vernáculos de Schumpeter.

    Saludos

    1. No sólo estoy de acuerdo con lo de fijar el «sentido común» vernáculo sino que eso es lo que humildemente combato desde la web, como digo en mi blog: recorro «los medios recogiendo la cacona que muchos «expertos», algunos aventurados y demasiados vivos van dejando a su paso para que todos consumamos, y así vayamos construyendo nuestro «sentido común» nacional con esas «verdades» aceptadas sin dudar, sin siquiera osar ponerlas a prueba. Pero eso es lo que tratamos aquí, de dudar…»
      Además, creo entender que tus palabras sobre los «expertos» o «gurúes», tan eficaces en errar pronósticos, sugieren que no son tan incapaces sino que son… digamos… ¿mercenarios? Mmm, fea la actitud…

      1. «mercenarios»
        Je je… Yo diría que son buenos empleados (por que después vienen las chiquis y me empiezan con la moralina con cosas que supuestamente «dije» como en algún posteo de porái)

        Yo creo que los tipos saben de lo que hablan, tienen su formación de tendencia netamente ortodoxa y como siempre, en todo «colectivo», hay más papistas que el papa.

        Ahora el día que agarren el timón (esperemos que no sea en el futuro mediato al menos) ahí veremos para quién son «capaces».

        Saludos

      2. Como conclusión de lo demostrado en la nota me pregunto ¿volvería uno a consultar a un médico o mecánico de autos que le erró en el diagnóstico de mis 3; 4 ó 5 consultas anteriores? La duda entonces es por qué estos economistas «manochantas» tienen algún tipo de llegada o ascendente sobre los lectores, oyentes o televidentes. Quizás, la respuesta esté cerca del tranajo constante de manipulación de la información de los medios hegemónicos (además de la coincidencia ideológica con los receptores). Ahora, ¡Que Dios Adam Smith nos libre de que se los ponga a gestionar…!.

      3. «la respuesta esté cerca del tranajo constante de manipulación de la información de los medios hegemónicos»

        Yo también creo que responde a la estrategia y trabajo consecuente de los medios. La función o trabajo de los economistas es plantear desde el sector económico lo mal que se está. A mi entender a «laggente» los tecnicismos se les escapan y quedan las ideas simples y cotidianas -escritas y dichas en forma adrede- para que se entienda que se está muy mal.

        A eso se le suma la opinión de otras eminencias en otras áreas y resulta que a la postre no se salva nadie, consecuencia todo ‘ta pa’ la mierda.

        Ahora bien, eso es por el lado de la «oferta» queda ver por qué prende del lado de la «demanda» más allá del maniqueísmo.

        Saludos

  3. veo que canal 5 en su programa atribuye causas de la inflacion a la concentracion monopolica de la produccion,y a la concentracion comercialen supermercados y shoppings,realidades que ya se han marcado hace tiempo,y me pregunto si se puede legislar contra las mismas,aunque se que tenemos una economia capitalista con intentos como la ley de medios que parece fantasmal…

    1. Creo que se debería crear una oferta alternativa de artículos de primera necesidad sin remarcaciones excesivas, como factor moderador de los precios.

    2. Y no olvidemos las leyes antimonopólicas, o anti concentración o abuso de posición dominante en el mercado, etc. Es decir, defena del «libre mercado» de la oferta y demanda, aunque parezca mentira. Esa es una tarea inexcusable del estado, aquí, en EE.UU, Europa o Asia.

      1. Esto se conecta con el cuestionamiento al enfoque de la inflación debida exclusivamente -o en su mayor medida- a los monopolios y oligopolios.
        Ese cuestionamiento tiene algunas razones atendibles (el mercado concentrado engendra precios más altos que en otros países, pero no tendría por qué realimentar la inflación ‘per se’).
        En mi opinión, como dije otras veces, la cadena de suministro de artículos de 1ª necesidad remarca no en función de sus costos sino de los aumentos de sueldos en paritarias. (Los ortodoxos nunca pueden explicar cómo ‘el desborde del gasto público’ es tan, pero tan preciso, que da por resultado que en unos cuantos meses la cadena se apropia exactamente del dinero del aumento sin entregar un gramo o unidad más de mercadería).
        Si lo ‘inflacionario’ es el aumento del poder adquisitivo de los trabajadores (supongo que se refiere a eso), tiene que haber una oferta alternativa moderadora de aumentos.

      2. Y en cash hubo un debate sobre la inflación oligopólica y a mi me quedó que es discutible en las industrias, algunas si otras no con una leve tendencia hacia el si, pero en la cadena de comercialización es muy elocuente dicha inflación.

        Hagamos una separación Raúl por que si viste el video que le mandó Basurero hay un desquicio en los márgenes de los intermediarios como bien señalás, hay una apropiación de renta descomunal aprovechando la ola consumista y ojalá los aumentos se limitaran a empardar los porcentajes de paritarias. Ahí hay que mater mano urgente y la verdad no se como más allá de un «supermercado para tod@s» con su dificultad de implementación.

        Dejando de la lado algún tipo de inflación por demanda o importada, los aumentos de sueldos impactan en los costos pero los industriales pueden mejorar su márgen de ganancia aumentando su productividad pero para ello deben invertir. En otras experiencias en otros países, este problema se resolvió sujetando los sueldos altos -personal calificado- al aumento de dicha productividad o frenándolos directamente y los más bajos se ajustaban en forma más alta vía paritarias. El objetivo detrás de esta política era alcanzar la «igualdad» reducir la brecha entre los que más ganan respecto a los de abajo.

        Y los industriales aceptaron este acuerdo por que precisamente mantenían o aumentaban sus márgenes debido a que los sueldos productivos (ingenieros y afines que agregan valor en sus «laboratorios») se mantenían estables o aumentaban conforme la productividad de la empresa. En una empresa altamente «tecnificada» el salario del maestranza no mueve el amperímetro en el costo laboral.

        Y bueno los ortodoxos lo reducen a la emisión descontrolada debido al gasto, sin embargo como leí en Ambito hace poco, ultimamente el central estuvo emitiendo pesos solamente para reponer papeles en mal estado, de hecho estuvo levantando pesos y sin embargo los precios siguen subiendo. El supuesto donde se basan es irreal: pleno empleo y utilización total de los factores de producción.

        Y por último, el central emite por alguna necesidad, no creo que ningún «presidente» emita por que se le ocurre.

    3. No leí todavía el resto, pero muy acertado lo de Gonzalez Fraga en 2009 (aunque no era una prediccón demasiado lanzada). De tres artículos (carne, leche y trigo) la pegó en dos.

  4. en cuanto al comentario sobre nuestra economia desequilibrada esta muy bueno,detallado,y alude a la complejidad del problema.Parece apuntar a dos tipos de cambio,lo que complica la situacion,y olvida la mencion sobre la industrializacion de la produccion primaria.La verdad es que el tema es un desafio para cualquier ministro de economia.Ni Lavagna quiere lolas…

    1. No es un gran desafío. Con solo sacarle el pie de encima a la producción agropecuaria en poco tiempo sobran divisas para aumentar consumo e industria.
      Incluso la industrialización de la produccion carece de horizonte con las políticas actuales. Cada vez que un sector agroindustrial levanta la cabeza (aceites,biocombustibles, alimentos balanceados, etc) se la pisan con prohibiciones o aumento de retenciones.
      La política agropecuaria argentina actual parece diseñada en Itaramaty.

      1. Es un gran desafío y no tanto por la guita necesaria sino por que tenés una cúpula de dirigentes enrolados en AEA y banqueros, entre otros (no los cito para no herir susceptibilidades) con un rentismo extremo.

        El problema es de «marote» antes que económico.

      2. Dos preguntas.
        – ¿Cómo sería ‘sacarle el pie de encima’ a la soja, que hace rato que se siembra en todo rincón posible, incluidas las banquinas de las rutas? Bajar la retención no sumaría nada a la producción, sólo a la ganancia.
        – ¿De qué manera ‘sobrarían divisas’ si no se obliga a vendérselas al Banco Central en lugar de dejarlas afuera?

      3. La soja es el producto que menos pie encima tiene. Se pagan las retenciones y todo lo demás es cuesta abajo. De hecho los países vecinos, sin retenciones, tienen un crecimiento agropecuario mucho más equilibrado.
        Hay toda una maraña de problemas para los demás cultivos y actividades, además de las retenciones que también joden.
        Con que solo los productores perciban al Estado como indiferente, ya habría una mejora. Ni hablar si hay fomento. Pero este gobierno ya no puede generar ninguna expectativa favorable ni inversión. Estoy pensando de 2016 en adelante. Talve 2015, si se percibe que el próximo gobierno no tiene esas taras.

      4. «De hecho los países vecinos, sin retenciones, tienen un crecimiento agropecuario mucho más equilibrado»

        Ja… seeee

        MMmmmmm… a ve’

        «El informe de la Cepal “Panorama de la inserción internacional de América latina y el Caribe 2013” proyecta un crecimiento del valor de las exportaciones regionales de apenas 1,5 por ciento, similar a la expansión de 1,4 por ciento registrada en 2012. Brasil bajará 0,1 por ciento y Argentina aumentará 6,7 por ciento en 2013 respecto del año anterior. En este marco general de escaso dinamismo regional de las ventas externas sobresalen los incrementos del 33 por ciento de Paraguay y el 14 por ciento de Uruguay. La Cepal informa que el fuerte crecimiento fue por las exportaciones de soja y carne. Precisa que en el primer semestre de 2013 las exportaciones agrícolas de Paraguay, especialmente las de semillas de soja, experimentaron un aumento superior al 60 por ciento. La expansión de la cosecha de soja en esos dos países ha sido muy importante. En base a esas variaciones tan destacadas, no es una hipótesis irrazonable incorporar en el análisis la posibilidad de que el transporte de soja cruzando la frontera desde Argentina eludiendo los controles aduaneros haya permitido abultar el volumen exportador de Paraguay y Uruguay. Semejante volumen de carga no puede ser realizado por productores aislados sino por grandes comercializadores. Es lo que se conoce como el negocio de la soja blue.«

        El poder de los dólares

        En esta me pa’ que le acierta pero claro… debe ser cosa de los gendarmes, a los poroteros NUNCA se le hubiesen ocurrido estas aberraciones anti republicanas

      5. Sigo sin entender cómo si ‘los productores perciben al Estado etc., etc.’ van a ‘sobrar divisas’.
        No se ve la conexión.
        ¿Se gana más en divisas? Se guarda más afuera.
        Salvo que el gobierno siga obligando a liquidarlas aquí. Con lo cual ‘no se percibiría al Estado como amigable, ni siquiera como indiferente, etc. etc.’.

      6. Por crecimiento equilibrado me refiero a que tanto Brasil como Uruguay o Paraguay aumentaron exportaciones de todos los productos. Para empezar carne, donde los tres estan encima de Argentina, al revés que hace 15 años. En leche Uruguay aumentó y Brasil pasó de importador a fuerte exportador. En trigo Uruguay aumentó y Paraguay pasó al club de ex´portadores (del que cada vez somos más irrelevantes), y en maíz Brasil pasó de importador a fuerte exportador (ya nos superó).
        Y no te hagas los rulos con el contrabando. Puede ser una solución para algunos salteños y formoseños, pero contrabandear el 2% de la producción argentina (2 millones de toneladas), implicaría pasar por la frontera 71.428 camiones, si se hiciera todos los días a lo largo de 6 meses serían 380 por día, o sea 15,8 cada hora, uno cada 3 minutos, día y noche.
        Lo de Zaiat es una burrada más a las que nos tiene acostumbrados. Gracias a la inversión y esfuerzo de muchos argentinos, entre los que tengo el orgullo de participar, la producción de los países limítrofes crece GENUINAMENTE a pasos agigantados mientras acá esta estancada.

      7. Raul, contesto tu segunda pregunta. Los dólares no pueden quedar afuera porque cada vez que se carga un barco hay que liquidarlos al banco central. Son precios internacionales que son públicos, así que te podrán cagar con el 2-3% a lo sumo. De hecho las retenciones, por ejemplo, las liquidan a un precio que establece el Ministerio.

      8. La obligación de liquidar divisas es bastante antigua y nunca fue impugnada. La lástima es que no pagan 6,30 por ellas sino mucho menos. Y que algunos productos tienen muchas interferencias en su exportación.

      9. El tema es sencillo y no requiere ninguna explicación adicional:
        NO QUIEREN QUE LE APLIQUEN RETENCIONES.

        Si fueran honestos tendrían más comprensión ¿quién está de acuerdo a que le cobren más impuestos que a otros?

        Todo lo demás del freno de mano y pauperización es un mero «relato» acomodaticio para justificar, inclusive, algunas tropelías como las triangulaciones locas de las cerealeras y los contrabandos y otras especulativas como sentarse sobre los gusanos.

        Contrabandos que vos mismo Marianote lo comentaste en el blog de hache hace poco. ¿Y resulta que ahora no existe?

      10. No digo que no existe, solo que no puede ser nunca significativo, viste los números, no?. Y que es una burrada de Zaiat cuando lo compara con las exportaciones de países vecinos.
        En cuanto a sentarse en los bolsones, es legítimo, solo tratar de sacarle el máximo jugo a lo que se produce, teniendo en cuenta todo lo que se queda el Estado.

      11. ‘Ta bien…. especular está dentro de las reglas del juego.

        Pero no vengan con la sanata del expolio y pauperización y que debido a esto se ven «obligados y sin más remedio» que perrear para poder irse a «Maimi» para que le rindan más los verdes y aprovechar las liquidaciones en los «mall».

      12. Muchachos, agradecería que me desasnen un poco. Tengo claro dos cosas: que las cadenas de intermediarios inflan muchísimo los costos y que los productores agropecuarios (por lo menos en la provincia de Buenos Aires) ganan bien.

        Lo que no tengo claro es la diferencia en pesos entre lo que gana el productor y lo que pago en el supermercado.

        Además, ¿no es la soja el problema central de la merma en producción de trigo o de carne? ¿No habría que limitar la siembra de soja?

        Las retenciones, ¿afectan al exportador, no es cierto? ¿Afectan al productor? ¿O afectan al productor porque los que le compran a él pagan según sus expectativas de ganar al exportar?

        ¿Por qué es posible conseguir alimentos a precios mucho más bajos en ferias o mercados centrales que en otros comercios? ¿Los feriantes pierden dinero?

        No estoy de bromas, ¿eh? De verdad se los pregunto…

        Saludos.
        Esther

      13. Ja ja…

        Mirá Esther, están los dueños de la tierra que a mi entender no cultivan, los contratistas que son los que siembran y las cerealeras (Bunge, Nidera, etc)

        Hasta donde se NINGUNO de esos sectores «no llega a fin de mes».

        En realidad las retenciones NO AFECTAN a las cerealeras por que estas pagan el precio de la tn en pesos neto de retenciones. De hecho hubo despioles por que no se les pagaba el «precio pleno». El curro de estas están entonces en las triangulaciones locas que hacen subfacturando. Entiendo que las retenciones se repartirá entre dueños y contratistas. Marianote debe saber bien

        Si bien el precio del poroto no jode internamente por que no forma parte de un «bien salario» como puede ser el trigo o el maíz, precisamente por su rentabilidad y auge se han disminuido las áreas destinadas a otros tipo de granos y ganadería («tensiones» con los pueblos originarios y pequeños productores en pcias. del NOA-NEA y otros problemas sociales). Es por este lado el efecto inflacionario. Además de algunos errores que seguramente se habrán hecho en ciertas políticas aplicadas por el polemico secretario.

        Otro efecto pernicioso es el aumento de las propiedades premiun en distintas ciudades como Rosario o Córdoba y la búsqueda de tierras con los consecuentes desplazamientos, financiado todo por dólares o pesos sojeros.

        De todas formas para tener una visión más amplia fijate en este posteo Qué nos dice Huergo.

        En la parte de los comentarios -que son muchos- se hablan sobre los efectos perniciosos y «bondades» del poroto. Inclusive hay un comentarista que describe muy bien la «burbuja» inmobiliaria y también sobre el glifosato

        Saludos

  5. Bien, aquí mismo, en Artepolítica, está el enlace a un artículo de hoy en La Nación, que fui a leer por su título: «La década kirchnerista concluye con récord de inflación». Título muy llamativo: si estamos ante un récord de inflación, ¿acaso soñamos las hiperinflaciones pasadas?
    Típico título manipulatorio.

    Por supuesto, aparece Melconian y otros.

    Desde ese artículo se puede llegar a otro, donde se afirma que:

    «La sensación de que tras la renuncia del funcionario y su reemplazo por Augusto Costa se produjo una virtual liberación de los precios también quedó reflejada en el índice de inflación del Congreso, que cerró noviembre con una suba de 2,4%, en lo que constituye el mayor incremento para este mes desde la hiperinflación de Carlos Menem en 1990».
    Ya entro en pánico: ¿tanto me traiciona la memoria? ¿No es cierto, entonces, que he vivido inflaciones diez veces mayores?

    Es cierto que, leyendo el artículo hasta el final, uno se encuentra que este índice de inflación no es muy distinto a los de los meses anteriores e incluso bastante menor al de julio (estimados según «consultoras»).

    ¿Entonces?

    ¿Mala praxis? Sí, por supuesto.

    En el campo económico no parece haber muchos controles que digamos. Ni profesionales ni científicos, pese a que se supone que la economía es una ciencia. Es un problema de ética, no de ignorancia.

    Gracias, Basurero, por esta recopilación: es bueno tener a mano ciertas cosas…

    Saludos.
    Esther

    1. Esther, esto es lo que dice La Nación:

      Alerta
      La década kirchnerista concluye con récord de inflación
      A fin de año será superior a 27%, la mayor desde 2003, impulsada por una ola de subas en los alimentos
      Por Alfredo Sainz | LA NACION

      Dice que la inflación es record desde que los Kirchner asumieron, no dice que es un record histórico, como vos pretendes que dice.

      De vuelta, cuando haces teatro con las trampas que te hacen, dice claramente: «desde la hiperinflación de Carlos Menem en 1990».

      1. – La diferencia entre el tamaño de letra de la primera frase (‘La década kirchnerista concluye con récord de inflación’) y el tamaño de letra de la segunda, es tan importante, que la mayoría de los lectores -que es de lectura rápida de títulos- se va a quedar con la primera frase en la cabeza y no seguirá más allá.
        El título primero suele ser duro y catastrófico, el segundo lo matiza un poquito, y el cuerpo de la nota lo matiza aún más (no sólo eso: con muchísima frecuencia *contradice* al primer título).
        Pero quienes llegan al final de la nota son una absoluta minoría.
        Esther, obviamente, llegó al final. Pero observó el detalle de cómo se presenta la ‘noticia’. No hay nada de ‘teatro’ ahí. O sí lo hay… en La Nación.
        Al día siguiente, en la calle, el café, la oficina, la fábrica, la carnicería, la peluquería, las Doñas Rosas de ambos sexos comentan: La Nación dijo que tenemos el récord de inflación.
        Es tan, pero tan viejo y repetido el recurso, que ya no cabe ninguna presunción de inocencia o de casualidad.
        Los defensores del diario dicen entonces que si se lee toda la nota se ve que el diario es ‘serio’. Pero primero hizo el jueguito acostumbrado con el título, y ese detalle lo obvian.

      2. Sé lo que dice el artículo, EstelaMaris, lo leí completo.

        Por eso hablo de un «título manipulatorio»: un título que hace pensar en una cosa (catastrófica) cuando el artículo no soporta realmente ese título. Eso es manipulación: muchas personas no leen todo los artículos o todo un artículo; lo que impacta es el título. De la misma forma que muchas veces no se escucha las noticias por televisión: sólo se leen los zócalos.

        Cuando dice:
        «La sensación de que tras la renuncia del funcionario y su reemplazo por Augusto Costa se produjo una virtual liberación de los precios también quedó reflejada en el índice de inflación del Congreso, que cerró noviembre con una suba de 2,4%, en lo que constituye el mayor incremento para este mes desde la hiperinflación de Carlos Menem en 1990».
        Claro que es una trampa. Resulta hasta ridículo hacer una comparación de naturaleza económica entre una inflación mensual del 2,4& con una hiperinflación de más del 2000% anual, y más aún cuando en el medio hubo deflación (que dicen los expertos que es peor que la inflación) y procesos inflacionarios superiores al actual (aunque, claro, quizás el índice justo del mes de noviembre no fue mayor…).
        Por lo tnto este fragmento no contiene información alguna de valor. Entonces, ¿para qué está? ¿Ni el periodista ni el editor saben cómo escribir una nota periodística aunque sea decente, no digamos siquiera buena? Imposible.

        Disculpame por hacer teatro. No soy buena con el sarcasmo ni con el humor.

        Saludos.
        Esther

      3. Esther, si el titular y el bajo-titular expresan el contenido del artículo, no hay ‘trampa’. Los titulares siempre exageran el contenido. ‘Fulano gravísimo’ implica que puede morirse. Si no se muere, no se puede decir que el diario miente. Si el diario tuviera que dar un diagnóstico de una pagina en el titular para conformar tus standards, lleva una semana leerlo. P12 hace exactamente lo mismo. Que te moleste la postura de La Nacion no invalida su periodismo.

      4. EstelaMaris:
        Se ve que nunca leyó Página 12. Que no le guste es una cosa, que haga lo que usted dice es otra.
        Soy lector de Página 12, y ya en repetidas ocasiones he dicho (y casi lo digo de nuevo en este caso) que en ese diario el título, el subtítulo, el cuerpo de la nota e incluso los epígrafes de las fotos, son completamente coherentes.
        Y dicho sea de paso, lo que hace La Nación para atacar al gobierno lo hacen exactamente igual Clarín y Perfil.

      5. Raúl, coincido con tus dos comentarios. Las «trampas» periodísticas son bien conocidas por los periodistas, aunque los que no lo somos muchas veces no las advertimos (tamaño de letra, espacio en la página, tipo de imágenes, bajadas del título, etc.).

        EstelaMaris, en algo tenés razón: me molesta La Nación. No por su postura ideológica, sino porque viene demostrando una falta de calidad profesional impensable en un medio gráfico de su trayectoria.
        Como prueba, basta un botón: aquella famosísima editorial «1933»:

        http://www.lanacion.com.ar/1585784-1933

        Aunque no viene exactamnte al caso con el tema específico del artículo de Basurero, me parece pertinente mencionar esta editorial por su extrema gravedad. También la leí completa y, si es necesario, puedo desglosarla como texto informativo-literario para señalar cuán tramposa es. Esta editorial, escrita por un pibe de la escuela secundaria, sería muestra de que ese chico no sabe escribir. Publicada en La Nación no admite esa sencilla explicación. Si no es ignorancia no queda otra que el que sea mala fe.

        Insisto: no me preocupa la orientación de las ideas de un medio informativo (siempre que se ajusten a derecho) porque creo firmemente en la importancia de que exista libertad de expresión para todas las ideas (siempre que se ajusten a derecho).

        La mala fe es otra cosa.

        Saludos.
        Esther

  6. Muy bueno la recopilacion que sirve para tener a mano y claramente todas esas cosas que uno sabe que hacen…

    A los economistas podriamos sumarle los comunicadores, el hecho de que en los medios pueda opinar cualquiera de cualquier cosa, tambien contribuye a esto que hablaban de generar sentido comun. Mi pareja es comunicadora social y hace rato me viene insistiendo en esto de la necesidad de matricula.

    Por otro lado, seria muy dificil llevar adelante acciones de control frente a estas expresiones, no se me ocurre otra cosa mejor que el repudio sistematico que podamos hacer.

    Saludos

    1. Luciano, creo que es casi imposible llevar adelante acciones de control con los comunicadores, salvo no creerles y no prestarles atención. Es muy loco, pero así son las cosas: mientras en otras profesiones se está sujeto a controles de calidad y/o tribunales de ética, en el periodismo muchas veces da lo mismo: Cambalache, siempre válido…

      Quiero creer que tarde o temprano aprenderemos a distinguir entre la paja y el trigo, y otorgarle credibilidad a los buenos profesionales.

      Saludos.
      Esther

      1. Si yo creo lo mismo, pero me parece que deberian crearse mecanismos. Yo soy trabajador social y para ejercer necesito matricula. Por ende, si me llego a mandar una cagada, alguna intervencion mia genera un daño en una persona, me pueden denunciar ante el colegio. Bueno, los medicos son el claro ejemplo, aunque tengan sus lobis armados y sean impenetrables.

        No me parece descabellado que se intente llevar adelante algun sistema similar para comunicadores o economistas, que se que tienen su colegio, pero no se que alcances tiene.

        Saludos

  7. Pero haciendo un resumen de todo, en muchos de los pronósticos solo hay error de timing (los efectos se notan después de lo que dicen) y de profundidad. Exageración diría.
    Igual que en las notas al pie del autor, elegidas con ánimo de propagandista, y usando al INDEC, que tampoco es muy recomendable. Un empate.
    Sobresale Gonzalez Fraga que la pegó bastante, y varios otros.

    1. ¡¡¡ERROR DE TIMING!!!
      El chiste del año.
      Broda dijo en 2002 que estábamos muy cerca del dólar a 10 pesos.
      ¡Sólo le erró en el timing!
      Desopilante.
      Yo dije que iba llover en diez días, y llovió al año. Le erré al timing pero la pegué, eh…
      You’ve made my day (my night)…

    2. Hay una diferencia entre hacer una predicción en una ciencia (¿o no se trata de ciencias económicas?) y adivinar con una bola de cristal, Mariano. Por mí quien quiera puede adivinar lo que quiera, pero si se presenta como «adivinador»; en estos casos se presentan como expertos y claro, uno, que no es un experto, tiende a creerles.

      Lo peor es que sus adivinanzas son siempre agoreras, siempre tendiendo a producir temor. Hay una falta de profesionalidad, de ética, en el promover el temor sistemáticamente en las personas.

      Por mi parte, tengo un par de cosas claras: si tu análisis te hace predecir en forma equivocada una y otra vez, entonces o estás cometiendo un error fuerte en la forma de trabajo o la teoría de la que partís está equivocada o bien no se aplica al caso en estudio.

      Saludos.
      Esther

    3. Ja ja… es buenísimo lo de Marianote… el «timing»

      Ahora si de González Fraga hablamos veamos una notita por cierto en la cloaca mitrista entitulada Se puede bajar la inflación sin dejar de crecer

      Leemos (como dice don Artemio):

      «La idea de que para bajar la inflación hay que enfriar la economía atrasa por lo menos 30 años. En los años 70 la visión monetarista, a veces llamada ortodoxa, (…..)»

      «En la vereda de enfrente de la visión monetarista, ya en esos años, estaban los que pensaban que la inflación era el resultado del desequilibrio entre las pujas sectoriales, incrementado por las expectativas fuera de control.»

      Muy bieeeehhh….. Hasta acá don Javier parece Amico, Fiorito y otros hetero.

      «Consecuentemente, en aquellos años surgió la llamada «política de ingresos» (…) Traigo esto a colación porque en los fundamentos de aquella política se pueden encontrar los rudimentos de las que hoy se denominan «metas de inflación»

      Acá aparecen los primeros nubarrones, pero sigamos con el ¿»reconvertido»?

      «La idea básica común es que para bajar la inflación no hace falta frenar la demanda por la vía monetaria, con su impacto recesivo, sino coordinar los reclamos de cada sector para hacerlos compatibles con la oferta total. Si los empresarios, los sindicalistas y los responsables de la política cambiaria, monetaria y fiscal llegaran gradualmente a un acuerdo sobre la forma de distribuirse el ingreso nacional, no tiene por qué seguir habiendo tanta inflación.«

      ¿No es un «Pacto Social» lo que definió?

      Después se larga con un dibujo discursivo para no parecer «orto»

      «La idea central es ir «planchando» los reclamos para ir bajando la inflación, y lograr que las expectativas vayan aterrizando gradualmente en las metas establecidas por todas las áreas del gobierno, pero consensuadas con todos los intereses privados.»

      Los reclamos ¿de quién?, después sigue con «ejemplos» como el de Brasil con la salvedad de que «En ese país, en los últimos años, tuvieron que echar mano a recursos ortodoxos (subir las tasas de interés) porque no se lograba la meta de inflación preestablecida.»
      Y si, como siempre la realidad se equivoca entonces no queda otra viste

      Y grand finale con la aplicación de dicha «política» «adaptada a nuestra realidad»

      Esta nota es profundamente deshonesta por que no explica realmente lo que se define como «metas de inflación» y lo «gatopardea» con un cuasi «Pacto Social»

      Encima yo creo que a gran parte de sus lectores, con un nivel intelectual importante estimo, los está tomando por boludos

      En fin…

      1. Silenoz, mis neuronas están agotadas, así que, con tu permiso, sólo citaré el inicio del artículo de González Fraga:

        «Cuando me recibí, en 1971, nunca hubiera imaginado que más de 40 años después seguiríamos discutiendo si la estabilidad de precios y el crecimiento económico constituyen opciones antagónicas o no. Pero la política económica de este gobierno y, más precisamente, las palabras recientes de la Presidenta («no tengo metas de inflación, pero si de crecimiento») nos obligan a resucitar un tema que está absolutamente superado tanto en la teoría como en la práctica de la economía mundial.
        En primer lugar, hay que señalar que la inflación ha dejado de ser un problema para la inmensa mayoría de los países del mundo. No son más de 10 los países que tienen más de 10% de inflación, entre los cuales están la Argentina, Venezuela, Belarús y siete países africanos. El resto, o sea, el 95% de los países, tiene niveles de inflación inferiores al 10%, y la mayoría, inferiores al 5 por ciento».

        Para mí, que no entiendo nada de economía, estos dos párrafos son suficientes como para no creerle ni la hora a este señor.

        Primero, porque si piensa que lo que él sabía al recibirse, hace 40 años, hoy no debería estar en discusión por «antiguo» implica que cree que existe un modelo económico fijo, intocable, no sujeto a los sucesos habidos en el mundo en las últimas cuatro décadas. Y, como corolario, no se ha preocupado por revisar ese modelo en cuatro décadas. Dado que estamos hablando de economía y no del teorema de Pitágoras me parece sinceramente increíble (vaya, incluso el teorema de Pitágoras fue puesto en entredicho por Einstein).
        Ojo, no digo que lo que se dijo hace 40 años hoy sea inviable porque se dijo hace 40 años: digo que él cree que por haberlo estudiado hace 40 años no hay más que decir: palabra sacrosanta.

        Segundo, me resulta aún más increíble que señale que la inflación ha dejado de ser un problema para la inmensa mayoría de los países del mundo. ¿Y? ¿De qué sirve eso? ¿Qué indica? Europa se está derrumbando aceleradamente y eso que es el centro del mundo. EEUU no se viene en picada porque tiene la maquinita de fabricar dólares y la maquinita de hacer guerras. ¿Y del resto del mundo, qué podemos decir? ¿Que los países africanos que no son esos siete que menciona tienen una economía floreciente?

        Si esta persona analiza la economía de esta forma, tomando un único parámetro y sin tener en cuenta otras variables, ni la realidad de las personas de carne y hueso ni el devenir de los sucesos presentes y futuros, entonces ¿qué puedo creerle?

        Tercero, habida cuenta el mundo en el que vivimos, ¿qué diablos está superado en la teoría o en la práctica de la economía mundial? Más bien diría que un vistazo al mundo en el que vivimos parece indicar que los economistas tendrían que tirar al tacho de basura sus teorías y prácticas porque como funcionar, lo que se dice funcionar… No parecen hacerlo.

        Y ya, no leí más.

        Saludos.
        Esther

      2. Bastante mas sensato lo de GF que las bobadas que decís, en realidad vos no propones nada. Lo mismo el resto. Leyendo arriba lo mas disparatado son los comentarios al texto.

    4. Valoro tu esfuerzo por justificar a estos «expertos» economistas en sus evidentes errores, pero no olvidemos que el amigo Gonzalez Fraga dijo: “los argentinos vamos a tener que consumir menos carne y menos leche, y probablemente, también menos pan en el resto de 2009, y probablemente en 2010“. Afirmó, además, que “estamos entrando en un proceso de recesión con inflación, con el consiguiente aumento de la pobreza y la desocupación“ y lo que sucedió fue que el consumo no bajó, no hubo proceso de recesión ni aumentaron la pobreza y la desocupación sino todo lo contrario. Aunque todas las medallas se las lleva Cachanosky, el maestro en errar una y otra vez.

      1. No fue en 2009. Consumimos mucha menos carne en 2010 y 2011, y a enormes precios. Debido a Moreno que no solo propició el derrumbe del stock vacuno sino que tambien prohibió la importación que habría sido un paliativo.
        Similar fue lo que paso con el trigo en 2013, el consumo de farinaceos cayó, los precios se CUADRUPLICARON hacia Octubre, y tambien Moreno prohibió la importacion a pesar de que nuestros precios eran el doble que en Europa.
        O sea que salvo en leche, la predicción fue acertada.

      2. Ehhh don Basurero ¿no vió los camiones de la UN repartiendo morfi en las tiendas de campaña en los valles calchaquíes, impenetrable, etc. como en Etiopía?

        ¿Por que cree que se «mudó» el Dakar? Era necesario un «paisaje» similar pero sin tiros

    5. «Bastante mas sensato lo de GF que las bobadas que decís, en realidad vos no propones nada»

      Ja ja…. y sí, final de «debate» tal cual exige la feligresía opo opa

      Podeís iros en paz…. dadle gracias al señor.. ja ja…

    6. Mariano T:
      «La tendencia marca que en el período 1990-2010 según el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (MAGyP), un incremento en la superficie sembrada con cosecha gruesa alcanzando las 25 millones de hectáreas en el año 2010 (…); desplazando a la actividad ganadera con 15 millones de hectáreas menos aproximadamente. Este incremento tuvo obviamente al cultivo de la soja como principal protagonista que en dicho período su superficie sembrada ascendió de 4,9 a 18,3 millones de hectáreas (…); producto del aumento de los precios (…) y la demanda sostenida de los países asiáticos.
      (…) En cuanto a la producción local de carne, en los últimos 10 años (2000-2010) se obtuvo un promedio de 2.800.000 Tn de carne res con hueso según datos tomados de las oficinas del ONCCA. En la Figura 7 se observa la variación anual de la producción, donde se observan oscilaciones en los últimos años y producciones bajas entre 2000-2004. Mientras que en el año 2009 se obtuvo la mayor producción de carne res con hueso, con un valor de 3,4 millones de Tn aproximadamente». «La producción de carne podría verse disminuida en el futuro a causa de una disminución en el número de vientres como consecuencia de la faena creciente de hembras, principalmente de terneras. La imposibilidad de crecer en número de cabezas, hace que el aumento de la eficiencia reproductiva (tasa de preñez), entiéndase tasa de destete, se presente como el principal objetivo para lograr el aumento de producción que el sector necesita, acompañado de tecnologías para mejorar la sanidad y el bienestar animal.
      El mantenimiento del stock en una superficie que se ha reducido, genera una sobrecarga de los campos (aumento de la carga animal) que ocasiona subalimentación de los rodeos de cría y mermas en los índices de preñez». (Facultad de Ciencias Agropecuarias, Universidad Nacional de Entre Ríos.) http://www.monografias.com/trabajos93/ganaderia-vacuna-argentina-revision/ganaderia-vacuna-argentina-revision.shtml
      Es entonces el aumento del precio de la soja y consecuentemente la superficie para su cultivo la que provoca la variación de la producción de carne (aunque en 2009 fue record, contrariamente a lo que predijo para Gonzalez Fraga) por lo que si se hubiese aplicado la circular 125 como salió de diputados se hubiese revertido el problema en 2010 y 2011.
      ¿Y la recesión, el aumento de la pobreza y la desocupación? ¿Dónde están sino en los deseos de G.F.? ¿Es posible errarle tan fiero? Si Gonzalez Fraga fuese médico, el paciente estaría muerto y enterrado y él seguiría diciendo que fue culpa del farmacéutico que le vendió el remedio que él mismo le había recetado…

      1. Gonzalez Fraga conoce el agro a medias. pero como vos no conocés nada, tus comentarios son lamentables agregados a un texto plagiado a Rearte con verdades, verdades a medias, y bastante mala leche.
        El consumo record de 2009 fue porque en vez de los 2 millones de cabezas que se liquidaron (nos comimos) en 2007 y 2008, nos comimos 10 millones en un solo año, el stock bajó un 20%. Echarle la culpa a la soja es erróneo, por tres motivos:
        1)Entre 1990 y 2006 (en 2006 nestor prohibio la exportación por 180 días y cambió la tendencia), el stock de cabezas tuvo variaciones, pero en 2006 estaba en valores record, no había disminuido a pesar del aumento de soja y agricultura total
        2)La superficie agrícola total de 2007 no aumentó en 2008 o 2009, que fueron los años de debacle ganadera. Recién en 2010.
        3)Tanto Brasil, como Paraguay y uruguay crecieron simultáneamente en producción agrícola(incluyendo soja)y en su producción ganadera
        O sea que existía un camino virtuoso hasta 2006, que nuestros vecinos continuaron y acá se cortó. La culpa es del kirchnerismo, no de la soja.
        Así que si GF fuera el médico, habría que ahberle explicado algunas cosas, pero el kirchnerismo no llegó a la categoría de médico brujo. El mayor cataclismo ganadero de la historia argentina, y dudo que haya ocurrido algo igual en un país sin guerra.
        Y no cometas el papelón de echarle la culpa a la soja por la debacle del trigo, porque son cultivos no competitivos que se pueden sembrar el mismo año en la misma tierra (uno en invierno y otro en verano)
        Lo lamentable, después de todo, no es que vos hayas escrito lo que leímos. Es que una buena parte de los economistas del espacio oficialista piensa parecido. No solamente el bruto de Moreno, autor de la mayoría de los desastres descriptos.

    7. Mariano T::
      Te agradezco que además de decir que yo no conozco nada del agro y vos sí, reconozcas que Gonzalez Fraga habla de lo que tampoco conoce, y los medios lo convocan para hablar de lo que no sabe, lo que confirma el título de la nota.
      Ahora que ambos coincidimos en la mala praxis del economista profesional, sigamos. Efectivamente, el trigo y la soja son complementarios anualmente por eso no lo nombré, por lo tanto tu acotación sobre papelón está de más.
      Es lógico que estés en contra de la intervención del Estado en la economía (me guío por tus acotaciones, quizás me equivoque) debido a tu visión o ideología, pero el hecho de que no coincídas en que el aumento de la superficie de siembra de la soja en el período 1991-2010 haya afectado la superficie dedicada a la ganadería en todo el país (lo que no lo digo yo que «no sé nada de agro» sino muchos economistas e informes del tema) no te habilita a hablar de mala leche y demás. Más allá de que lamentes lo que escribí en la nota (este es un blog plural y abierto por suerte), y que consideres a Moreno y a los economistas afines con el oficialismo brutos o que no saben nada del agro (pienso en Aldo Ferrer, Mario Rapoport, Ricardo Aronskind, Abraham Leonardo Gak, Mercedes Marcó del Pont, Héctor Valle, etc, sin hablar de Kiccilof y demás «marxistas») es bueno puntualizar que el rumbo de la economía de un país la debe manejar un ministro de economía y no uno de agricultura o ganadería, porque el agro y la ganadería son un sector del país (importante como los demás), y no «el país» como se quiso imponer desde la 125 en adelante (no digo que lo propongas vos) por eso los intereses sectoriales deben balancearse con el general, siempre.
      Vos no coincidís en el diagnóstico esos economistas, de acuerdo, y decís que mis comentarios son «lamentables» porque «no sé nada» de agro, OK pero no olvidemos que el tema de la nota es la mala praxis de los economistas mediáticos, lo que tu comentario no sólo no niega sino que corrobora por lo que acotas sobre Gonzalez Fraga. Y acá queda demostrado que una cosa es la opinión de un economista y la de un lobbista a favor del sector agroganadero. No está mal que existan ambas, sólo que debe aclararse antes desde dónde se está hablando. La mala praxis no sólo es por ignorancia sino que también por intereses ocultos.

      1. Lo que vino pasando, y se interrumpió, fue que el aumento de productividad de la ganadería compensó la baja de superficie. Podés ver las estadísticas entre 1990 y 2007.
        Típico lo que pasó en 2006. Cuando Nestor cerró las exportaciones, los invernadores que hacían carne de exportación, de menor colocación en el mercado interno, tuvieron que malvender una generación. Lo que hicieron después de eso fue arar un millón de hectáreas de alfalfa de engorde para hacer agricultura. Y sin embargo la producción en 2007 y 2008 no bajó porque aumentó el engorde a corral.
        Ese es el tipo de aspectos que ignora el economista que no se molestó en averiguar. Son incapaces de ponderar el cambio tecnológico.
        En el caso de CENDA y otros grupos, se agrega una especie de sesgo cognitivo (me resisto a llamarlo ideológico) que solo existe en nuestro país, porque este debate en cualquier lado lo consideran estúpido.
        Pero el modelo es deficitario en divisas, tanto el desarrollo del consumo interno como la industria necesitan otro sector que equilibre la oferta de dólares; y con la solución delante de las narices se resisten a verla.
        Otro lo hará desde 2016, al revés de lo que decía Einstein, la estupidez a la larga tiene un límite.
        Gonzalez Fraga conoce a medias, los que nombraste no conocen nada, solo ven una realidad que conocen ciagual que al sector textil tailandés bajo una lente de prejuicios.

  8. a esta altura de la historia creo que podemos identificar a los medios,periodisticos y televisivos en su ideologia que responde a los intereses que defienden.Es muy dificil,imposible diria encontrar en La Nacion un articulo que defienda al proyecto del grupo gobernante.Lo cual no significa que no debamos leer y conocer las varias»campanas».Y lo mas importante,no eludir el debate y buscar nuevos caminos.

  9. No nos olvidemos a los agoreros expertos en energia que pronosticaban que ibamos a entrar en problemas graves de hidrocarburos desde 2011 o 2012. O que la red de distribucion no tení mantenimiento desde los 90.
    O a los que en la euforia de consumo de 2011 pronosticaban crecimiento mediocre e inflacion en aumento para 2012, 2013 y 2014.

  10. Empezando porque hay serios cuestionamientos a las cifras de crecimiento de PBI entre el 2009 y la actualidad sean las que indica el gobierno, digamos que tu seleccion de economistas fue excesivamente alevosa:
    José Luis Espert
    Roberto Cachanosky
    Carlos Melconián
    Carlos Rodríguez
    Miguel Ángel Broda

    Te falto Cavallo y alguno de la escuela Austriaca y tenias lo mas derechoso que existe en el pais.

    Hay otros economistas (mucho mas serios) que Espert y Cachanosky. Y no precisamente son los de la Gran Makro.

    1. Eduardo:
      1) Independientemente de que las cifras de PBI son las avaladas por el FMI, Banco Mundial o CEPAL, lo mismo sucediía antes del 2009, como lo vengo señalando en varios post en mi blog y aquí mismo. Un ejemplo típico es el enlace que utilizo más arriba sobre Cachanosky. No es un tema de INDEC o INDEK, es un tema de mala praxis lisa y llana.

      2) Justamente, lo que trato de demostrar es que (además de que en las facultades de ciencias económicas no se enseña a pronosticar) muchos que fungen de ·»economistas confiables y expertos» en anunciarnos por los medios masivos las desgracias económicas que vendràn cada año (entre los que se encuentran los que vos mencionás) no son otra cosa que lobistas al servicio de intereses determinados disfrazados de economistas «independientes». Y no menciono a otros economistas opositores porque no trabajan de lobistas, precisamente. Y si son derechosos o no es un tema que dejo librado a los derechistas y sus voceros mediáticos.

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