Clase Media, Otra Vez

(Publicado en Politeia Argentina)
En Página 12 de hoy, José Natanson (aquí) reflexiona sobre el aparente abandono de toda estrategia, por parte del kirchnerismo, para seducir a la clase media.
A partir de un par de encuestas a las que referencia (y a la sensación térmica, podría agregarse) ubica nuevamente al proyecto oficial en condiciones de dar pelea con posibilidades para las presidenciales del año próximo, pero apunta al talón de aquiles estratégico, esto es la ausencia de intentos de acercamiento con los sectores medios.
A este interesante análisis le falta, quizás, una mirada acerca de algunos acontecimientos recientes que podrían ser útiles para sacar conclusiones. Es que en el mes que acaba de terminar probablemente la movilización mas importante en apoyo de políticas oficiales, como lo fue la marcha del Congreso al Palacio de Justicia en defensa de la vigencia de la Ley de Medios Audiovisuales, tuvo un componente casi hegemónico de clase media, incluida la presencia gremial, compuesta por sectores del mundo del trabajo también identificables con ella.
De menor magnitud, pero significativas por su componente espontáneo son las movilizaciones registradas en la Ciudad de Buenos Aires y en varias de las provincias, a partir del Facebook de 6 7 8 (aclarado que cuando digo espontáneas no se me escapa que precisamente esa red social sirvió para organizarlas, pero no a través de la impronta de aparatos políticos o sindicales, sino a partir de la voluntad participativa de elementos no encuadrados).
Justamente la complejidad del colectivo social denominado «clase media» al que hace referencia Natanson, implica también que quizás no sea posible (ni deseable) desarrollar UNA política determinada para atraer/conquistar/recuperar sus votos.
Ni Perón en sus dos primeros gobiernos, ni Menem en los ’90 consiguieron ni necesitaron para ganar elecciones el apoyo mayoritario de la clase media. Pero es indudable que ambos proyectos, tan disímiles, supieron atraerse a una fracción suficiente de la misma como para que, sumados a los sectores que les eran propicios, obtuvieran cómodas mayorías electorales.
La divisoria que quizás corresponda en este caso se parece mas a la del primer peronismo, que contó con el favor hegemónico de la clase trabajadora y la tirria incesante de las clases altas, que al proceso menemista donde hubo una alianza fáctica entre sectores desposeídos y acomodados que previsiblemente terminó profundizando la exclusión y el abismo interclases.
Sin los recursos del primer peronismo, ni los dotes y aptitudes para el liderazgo del fundador del Movimiento, cuentan sin embargo con algunas similitudes y ventajas comparativas que a la hora de los fríos números pueden ser decisivos. Conste que no me refiero a un análisis de la gestión, que en líneas generales ha favorecido mucho mas que cualquier otra desde 1983 a la clase media, sino a lo que tiene que ver con el proceso electoral que mas temprano que tarde se pondrá en marcha: entre las similitudes, la carencia de figuras de brillo y capacidad convocante en la oposición, cada mes mas parecida en lo cerril e irreflexiva a la enfrentada en los ’40 por Perón. En el rubro ventajas hay que considerar al sistema electoral: en 1946 y relativamente en 1952 el peronismo debía obtener el 50% de los votos para ganar, ante la concentración de la oposición detrás de una fórmula unificada. Ello no ocurrirá ahora (salvo que a la oposición logre imponérselo la alianza de poderes fácticos que la empuja sin mucho disimulo). Además ahora con el 40% y 10 % de ventaja, o bien el 45% de los votos se evita la segunda vuelta. Ambas posibilidades, pero sobre todo la primera deben estar en el horizonte estratégico del oficialismo.
Y para ello no es necesario conseguir el apoyo de «la clase media» sino que debería ser suficiente atraerse a los mas concientes de la realidad que existe mas allá de los títulos catastróficos del Grupo Clarín y su lacayaje, las mas dotados de memoria para recordar como les fue con radicales, liberales y peronistas «federales», los mas sensibles a la realidad social, los desilusionados con los devaneos derechosos de Proyecto Sur. En fin, con aquellos que quizás prefieran callar en la reunión familiar o en el trabajo a la hora de crucificar a «la yegua» o al tuerto, pero que en el cuarto oscuro decidan no hipotecar su futuro en manos de los que ya se lo robaron mas de una vez. Algo parecido a lo que ocurría con el voto menemista vergonzante, aunque esta vez por razones virtuosas.

10 comentarios en «Clase Media, Otra Vez»

  1. Me pregunto: si las razones vergonzantes del voto a Menem eran tales que justificaban el silencio, porque no se pueden sostener hoy las virtudes del voto a Kirchner en voz alta? ¿No habrá entonces algun cerco vergonzante tambien en el voto a Kirchner?
    De tu texto se desprende que basta para ganar el 2011 la confianza de -solo- los sectores esclarecidos de la clase media; es decir, solo unas pocas luces que se sumen a las clases populares, aprovechando la dispersión opositora. Suponiendo que numéricamente alcanza ¿crees que se sostiene políticamente un 40% o no se trata de una vuelta a la escasa legitimidad de 2007?
    Creo personalmente que el texto de Natanson es revelador porque demuestra que lo que en realidad esta operando en el crecimiento de Kirchner es la recuperacion, no de la clase media, sino de las franjas de las clases populares que habian virado hacia De Narvaez. La AUH viene a cerrar esa sangría.
    ¿Como ganar a la clase media? Bueno, la estrategia del gvirtizmo puede ser efectiva en la progresia (o los esclarecidos, desde tu óptica), pero para ensachar la base no solo en términos retóricos, harían falta… ups! medidas económicas: frenar la inflacion, subir el piso de ganancias, ampliar la oferta de créditos.

  2. César, la palabra «pocas» no la usé. Al contrario, usé bastante la palabra «mas» y he planteado un menú de opciones bastante diverso. Lo que no creo es que se pueda accionar con una estrategia «para toda la clase media».
    En orden a la legitimidad política, si le sacás un campo al segundo, sí la tenés, y tenés mucha mas que cualquier otro que aspirara a tu lugar. La lógica de una presidencial es bien distinta a la de una de medio tiempo.
    Por fin, no me cabe duda que para ahorrarse disgustos o situaciones incómodas, hay muchos que tienden a no zaherir el «sentido común» imperante. No es vergüenza sin duda, mas bien evitar la crispación que está tan mal, no?

    1. Desde ya que no podes interpelar a TODA la clase media. Eso no lo logra nadie. Lo que planteo es que basta la minoría esclarecida urbana, sino que hay que tallar tambien en ese «sentido comun» que mencionas que aparece como adverso. La lucha por un nuevo sentido comun es tambien la lucha por la hegemonia.

      1. OK, César. La lucha por un nuevo sentido común hay que darla. Y entretanto, hay que ganar en 2011. Me parece que son dos tiempos distintos.

  3. Por Fin!!!!
    Un redactor/comentarista de AP que se reconoce como clase media!!
    Siempre al leer notas y comentarios, me preguntaba, que catzo se pensaban que son ¿Indigentes? ¿Millonarios?.
    Ese «recorte», que identifican: Clase Media=Votante de Derecha/Conservador es una visión tan miope que tira abajo cualquier analisis. Es un sector demasiado amplio de la sociedad como para acotarlo a lo que discursivamente me cierre.La prueba es este sitio y todo lo que señala el redactor.

  4. de ningun modo,Gus.Existe un sector de clase media que apoya al gobierno,mal que le pese a quienes hablan de la»yegua»o que desearon la muerte de Nestor(Berboglio incluido).
    Natanson me parece un buen analista,y en parte tiene razon en su articulo de hoy en su obsevacion sobre el desapego del gobierno actual para atraer a la clase media y en su conclusion.
    No acepto su comparacion con Lula y veo que Wainsfield en otro articulo de la misma seccion del diario nos da indicios opuestos de acercamiento del gobierno y ese sector social.Claro que mas bien es este ultimo el que se manifiesta,en 6,7,8 y sus efectos y en la participacion en blogs,como este,precisamente.

  5. Ojo, que no creo que terminen siendo pocos los ABC1 que están haciendo buena guita ahora y que voten por el oficialismo en 2011.

    Para la clase media salió hace poco un crédito del Banco Nación, llamado Nación Casa Propia, creo, para la adquisicion o cambio de vivienda.

    Son muchas y variadas las medidas que llevó adelante el Gobierno para la clase media. No se si será un suicidio si ésta no vota al oficialismo el año que viene, pero para mi lo parecería.

    Saludos.

    1. Y no vayas a creer que el «establishment» es opositor. El kirchnerismo garantiza orden. SOlo podría ser mas favorable para el poder económico una fórmula del PJ disidente, pero ante la alternativa Cobos y el comité central de la UCR, te aseguro que Kirchner es una gran alternativa.

  6. Tambien de acuerdo con Ricardo y Cesar.
    De hecho la «estabilidad» al precio que sea, es siempre la mejor zanahoria para los sectores medios y medios-altos, a la hora del voto presidencial, y ni que hablar para el capital corporativo.

    Un aparte: Ricardo, lo de los creditos del Banco Nación no es tan así, lo que pasa y creo que es una punta para entender un poco el descontento de los sectores medios, es que las politicas para sectores medio, por lo general estan pensada para un bolsillo más bien Medio-alto (creo que es por una extraña percepción de los politicos, por creerse ellos mismos clase media), los hogares que pueden gozar de la capacidad de ahorro (para el 30/40% del valor de compra) y de la capacidad de pago de las cuotas, de tratarse de una familia tipo, tendría que superar los $8000 de ingresos mensuales (no para calificar, eso siempre se dibuja), sino para hacer frente a las obligaciones de pago.

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