06.05.12

Hoy, en el día del reposo y el asado (o los ravioles), quienes gozamos del arte de la política meditamos sobre como los aciertos tienden a generar el riesgo de dormirse en los laureles. Hay amenazas en la macroeconomía, y enfrentarlas con éxito requerirá de políticas que, si no empequeñecen, sí al menos empardarán en su complejidad a la nacionalización de YPF. Veamos.

Que hay signos de desaceleración de la economía, es un hecho. Frente a esto, los ex ministros Lavagna y Cavallo anuncian un escenario de estanflación. Que la inflación es un gran problema de la economía argentina, está claro -en particular por el impacto que tiene en la competitividad de nuestra producción. Lo de estancamiento es menos claro. A esta altura ya nadie duda que el gobierno aplicará, como hizo en 2009, tantas políticas expansivas de la inversión publica como le sea posible (que, luego de la reforma de la carta orgánica del BCRA y la nacionalización de YPF, son bastantes más que hace tres años).

Frente a esto, alertan desde la ortodoxia: “el problema es que cuanto mayor sea la suba del gasto, mayor será la emisión del BCRA. Y si se debilitara la demanda de pesos, ello acarrearía mayores presiones inflacionarias y mayores brechas cambiarias (…) con este panorama, evitar un cuadro de estanflación dependería paradójicamente de la «sintonía fina» que aplique el Gobierno con el gasto y la emisión, así como de la mayor o menor rigidez de los controles cambiarios y de importaciones”.

La diferencia, fundamental, con la visión heterodoxa –la que viene por ejemplo defendiendo la presidenta del BCRA- es que la emisión no es responsable principal de la inflación. Se propone en cambio que para sostener el crecimiento de la economía es esencial intervenir en la formación de precios por parte de los grandes actores de cada mercado (como se viene intentando hacer, con moderado éxito por ahora, con la yerba mate). Esta política -una herejía absoluta para el pensamiento liberal- requiere ante todo de un estado capaz de llevarla a cabo. Es decir, de un estado capaz de hacer frente a las grandes corporaciones, mayormente trasnacionales y para nada acostumbradas a que el estado intervenga en sus decisiones de precios.

La intervención estatal no sólo apunta a la formación de precios. De igual relevancia es su capacidad para evitar un balance negativo en el flujo total de divisas. De ahí la introducción hace unos meses de controles de cambio y de mecanismos proteccionistas en el comercio exterior. Esta semana, y mientras se constatan algunos logros relevantes en la pesificación de la economía, hubo además un cambio de tendencia en política cambiaria, motivada por el intenso ingreso de dólares de las exportaciones y por la devaluación del real, que llegó a su mínimo desde julio de 2009 (tal como prometió la presidenta Rousseff, en respuesta a la guerra cambiaria que viene del Norte). Esto significa que es probable que se le permita al peso devaluarse un poco más –por lo tanto probablemente acercando el cambio oficial al informal. Pero el riesgo de esta política es que puede alimentar aun más la inflación.

Es en todo caso a la luz de estas políticas que debe comprenderse la mayor relevancia de la nacionalización de YPF. En palabras de Zaiat: “(la nacionalización) es un inequívoco mensaje dirigido al poder económico sobre qué espera de sus integrantes el Gobierno: inversiones y generación de empleos, para sostener un ritmo de crecimiento económico firme”. Y acto seguido nos recuerda las palabras del otro día de la Presidenta, en la inauguración de la ampliación de la planta de Pirelli Neumáticos, en Merlo: “con aquellos que se portan bien, el Gobierno se porta mejor”. Esto es un verdadero cambio de paradigma, un movimiento profundo en la concepción de cuál debe ser el rol del estado.

De esto habla también el presidente (y economista) Rafael Correa cuando dice: “llamamos revolución al cambio radical, profundo y rápido de las estructuras vigentes, y básicamente a las estructuras de poder. (…) Esto ha sido minado por unas pocas élites, con todos los privilegios, que han excluido de los beneficios del progreso a las grandes mayorías. Estamos en esa lucha, que es una lucha política. El desarrollo es también algo técnico, pero el punto de partida es también algo político: actuar en función de las grandes mayorías. Ese cambio de las estructuras de poder significa, en la lucha política, pasar de un estado burgués a un Estado popular, que no represente sólo a una élite, sino a las grandes mayorías”.

Implementar esa visión significa, por ejemplo, no seguir permitiendo que las grandes corporaciones trasnacionales hagan cosas (tan habituales) como ésta: “para el último fin de semana largo, del sábado 28 de abril al martes 1º, la intervención de YPF revisó la provisión de combustibles líquidos a la red de estaciones de servicio que había planificado la conducción anterior y detectó que la capacidad de refinación y transporte “daba para más”. El resultado fue que se incrementó en un 22% la oferta (…)  este fue el primer fin de semana largo, en mucho tiempo, en el que la falta de nafta no fue título en los diarios”. Hay varias otras fechorías repsolianas para leer en el artículo, y ya hay algún baqueano, tal vez exaltado por demás, que se anima a pronosticar que Repsol va a terminar pagándole a la Argentina.

Para comprender mejor este fenómeno, es bien útil este artículo de hoy de Granovsky, quien luego de recordarnos que el plan es formalizar la nueva gerencia en junio -cuando se cumplan 90 años de la fundación de YPF por parte del presidente Hipólito Yrigoyen- nos cuenta: “acaso convenga ir registrando una línea de análisis: la nacionalización aleja a la Argentina de la timba financiera (…) Richard Dreyton escribió en The Guardian una columna con título: “Las democracias pueden frenar a los depredadores financieros, y la Argentina y Bolivia están mostrando cómo”. Su tesis es sencilla: “Las nacionalizaciones (…) son una respuesta a la especulación tóxica”. Repsol sería, según Drayton, una empresa con doble vida. Por un lado es una firma petrolera y por otro un canal para timbear (…) Igual que los bancos: algunos invierten, pero en general su negocio es tomar dinero barato en un lugar y luego buscar ganancias en otro lugar del mundo. El petróleo funciona, así, como el origen de una burbuja, como sucedió con las hipotecas-basura respecto de los préstamos originarios para llegar a la casa propia”. Y esto explicaría la furia que el Financial Times, el Wall Street Journal y el Economist vienen soltando contra la Argentina.

Este mismo argumento, sabemos, fue un elemento central del memorable discurso del jueves del diputado Agustín Rossi, quien hoy agrega en una entrevista: “parece extrañísimo que los mismos medios que durante años pidieron y reclamaron consenso y acuerdos se enojen con la oposición que acompañó una medida como ésta”.

Sobre YPF podría decirse mucho más, pero sólo agregaremos algo sobre La Pampa, una de las provincias petroleras de más bajo perfil. Su gobernador dice en una entrevista que salió hoy: «con la nacionalización las provincias van a ver potenciadas sus posibilidades y ganarán protagonismo con la presencia en sus directorios (…) la expectativa y los horizontes que se abren para La Pampa son por demás importantes», destacando que «se experimentó un crecimiento del 70% en producción y reservas petroleras» en los últimos años. La provincia participa en la producción de petróleo nacional con un 3.6% – sexta entre las diez productoras- y casi todas sus áreas en exploración y explotación corresponden al borde de la Cuenca Neuquina. Según el último censo, La Pampa cuenta con 317 mil habitantes, es decir apenas menos que los municipios metropolitanos de Morón, Malvinas o Berazategui.

Pasando a la política: “Ni Binner, ni Macri. La Unión Cívica Radical debe reagrupar a sus seguidores y trabajar en el fortalecimiento de la identidad partidaria, para luego recién pensar en estrategias electorales. Y siempre debe ir al frente llevando adelante las banderas históricas de lucha social que la definen como partido”, dijo el senador nacional Juan Carlos Marino, al hablar en el acto inaugural del Encuentro de Jóvenes Radicales de la Patagonia Norte. Marino recalcó, además, “la necesidad de aprender de los errores cometidos para poder volver a caminar junto a la sociedad que nunca nos perdonó los momentos en que nos apartamos de nuestro legado histórico”.

En el tonificado oficialismo, dice Quito Aragón, secretario general de la Corriente Martín Fierro: “conductores y conducidos fuimos aprendiendo que somos los mismos y tenemos el mismo objetivo más allá de las diferencias que tengamos”. Y agrega que ahora “hay que ver cómo juegan el PJ y la CGT”.

¿Está cambiando la percepción ciudadana del valor de lo estatal? El tema se analiza en este artículo, donde, entre otros, afirma Leopoldo Moreau: “No sé si está del todo asumido en la sociedad, pero sí se ha revalorizado el rol del Estado en las fuerzas populares: el oficialismo, el radicalismo, el socialismo”.

Sobre el mismo tema, Wainfeld hace un útil repaso de la noventista “versión argentina de la “revolución conservadora””, y dice: “hubo encomiables resistencias que aguantaron los trapos, reivindicaron conquistas y derechos acumulados en años de luchas populares. Es hora de aplaudirlos”. Coincidimos, y nos sumamos al aplauso recurriendo a este breve post endulzado con doctrina.

El mismo cronista en otro artículo analiza el discurso del jueves de la diputada Laura Alonso, y dice algo que merece ser repetido referido a (una parte de) las ONGs de políticas públicas : “(hay en ellas) nutrientes de la antipolítica bajo el ropaje de la transparencia, que no se exige a los poderes fácticos ni se habilita para sincerar quiénes son sus sponsors”. Por si no queda claro: si te animás a pedirle perfección al estado, pedíle entonces algo, aunque sea un poquito, también a las multis.

Breves:

-A casi 40 años de la Masacre de Trelew, mañana en Rawson inicia el juicio oral y público.

-Leímos en la gacetilla de hoy de la THC: “El sábado 5 de mayo se llevó adelante la Marcha Mundial de la Marihuana en todo el país. Bajo la consigna «¡Despenalización ya! No más presos por plantar», más de 60 mil personas en 16 ciudades de Argentina exigieron el tratamiento urgente de los más de siete proyectos para reformar la actual Ley de Drogas (…) Además de 40.000 personas en Plaza de Mayo que marcharon hacia Plaza Congreso, hubo 8.000 personas en Córdoba, 6.000 en Rosario, 3.000 en Mendoza, 900 en Mar del Plata, 600 en La Plata, 600 en Bariloche, 500 en Neuquén, más de 400 en El Bolsón (NdlR: algo así como si hubieran marchado cinco millones en el AMBA, era de esperar), 300 en Comodoro Rivadavia, 300 en Jujuy, más de 200 en San Juan, 200 en Tucumán, 200 en San Luis, 150 en Río Grande, 150 en La Rioja y 70 en Catamarca”. Y hay que tener en cuenta que sacar a un fumón de la casa no es fácil, así que a estos números habría que multiplicarlos por, no sé, mucho.

-Después de más de seis años de debates, controversias y acuerdos con los distintos actores interesados, el gobierno nacional tiene decidido enviar al Congreso la nueva norma que sustituirá a la cuestionada Ley de Riesgos de Trabajo menemista. Se trata de un proyecto clave para mejorar las condiciones de trabajo y reducir la accidentabilidad laboral. La norma prevé comisiones mixtas con participación de los trabajadores, un fondo especial para cubrir los accidentes in itinere y la conformación de una indemnización ampliada para reducir la judicialización, entre otros puntos.

-Ayer en Godoy Cruz,un policía mató a un chico de 19 años luego de una represión en una fiesta denunciada por ruidos molestos. Once efectivos fueron detenidos, diez liberados una vez identificado el asesino. Franco Díaz es el noveno adolescente que muere en forma violenta en Mendoza desde que comenzó el año.

-No es el único problema de las fuerzas de seguridad mendocinas. Ocho policías de Investigaciones de la capital provincial fueron separados de sus funciones por el ataque que denunció un carpintero, en Guaymallén, el 23 de abril, cuando fue brutalmente golpeado delante de sus hijas de 12 y 3 años. La chica relató: “yo tenía a mi hermanita en brazos, me agarraron de un brazo, me pusieron un arma en las costillas, me dijeron ‘bajáte puta, y me tiraron al piso”.

-Seguimos en Mendoza, seguimos con bajones: en Rivadavia fue detenido el propietario de una finca donde fueron rescatados 20 tucumanos -entre ellos cinco niños- quienes habían sido traídos para la temporada de cosecha y permanecían hacinados y en condición de esclavos.

-En Puerto Madryn, la justicia investiga una lista de empleados de Aluar que murieron de cáncer o están enfermos.

-La militancia para salvar espacios verdes urbanos sigue creciendo en todo el país. Acá podes leer un caso que anda levantando mucho polvo en Santa Rosa.

-Con tanta pasión encendida por la recuperación de YPF, al CEPIA (Centro de Estudios de la Prensa Independiente y Asfixiada) se le complicó un poco la selección de frase de la semana. En el podio finalmente quedaron:

3- “El uso de la política para resolver cuestiones técnicas es una táctica populista que puede rendir frutos electorales en el corto plazo”. La frase salió originalmente en O Globo, un decano de la MIS (Mídia Independente e Sufocada), en relación al tan breve como histórico mensaje de la presidenta Dilma del 1° de Mayo, cuando avisó sin muchas vueltas a los bancos que van a tener que empezar a ganar algunos reales menos.

2- En el artículo del viernes donde Joaquín Morales Solá intentó tender un manto de sospecha sobre el bloque de la UCR por votar a favor de la nacionalización de YPF, hubo una perlita –ni siquiera una frase entera- que pasó casi desapercibida, pero no para el jurado del CEPIA. Decía el columnista de La Nación: “la teoría de Axel Kicillof de que las empresas sólo deben tener un pequeño margen de ganancias”. “¡Esa teoría no es de Axel – es de todxs!”, gritó un joven e indignado integrante del jurado. Ok, va directo al podio –le dijeron, para agregar: igual no hace falta gritar.

1- La frase ganadora surgió de un editorial de LN, que sorprendió recurriendo a las últimas tendencias en teoría política: “Amplias mayorías se aferran a la supuesta sabiduría de falsos íconos intelectuales, consagran sin chistar la superioridad atribuida por una anacrónica superstición a diletantes de café y a «pensadores» que enjuagan frustraciones individuales en la hostilidad contra instituciones políticas, económicas, culturales, religiosas y militares establecidas desde antiguo, o contrabandean delirios marxistas del pasado en emprendimientos que ocultan, bajo monsergas nacionalistas, el mismo objetivo de destruir las libertades conquistadas desde la Inquisición”. Ah no, perdón, error de copiado en el final: no es la Inquisición, es la Ilustración.

Cuestión que fue leyendo esa editorial que el mismo joven pasional irresponsablemente opinó: “che, estos, si pudieran, harían emigrar a siete u ocho mil militantes”. Luego del repudio generalizado, se debatió y se consensuó la opinión del grupo: en la PIA saben bien que están perdiendo, y por goleada, pero por suerte nunca ya volverán a poner en duda eso de que vox populi, vox dei.

-Tema acceso a la vivienda, tema prioritario que no parece recibir suficiente atención del Gobierno, en particular en la región metropolitana. En la sección Comunidad de este blog se planteó: “en Bruselas existe el Fond du Logement, una entidad pública que otorga préstamos para comprar viviendas a tasas sensiblemente inferiores a las practicadas por los bancos (la tasa de interés mínima es de 1,5 % y no puede superar 4,5 %). La creación de una medida similar en Argentina es de suma urgencia”.

-Si por alguna razón andás bajoneadx, permitínos repetir una noticia reportada en el RDM de ayer, para levantarte el ánimo con 160.531 razones: esa es la cantidad de armas que ya fue sacada de circulación (un 10% del total estimado), desde que se desarrolla el Programa Nacional de Entrega de Armas de Fuego, del Ministerio de Justicia. El ministro Alak destacó que «la Argentina es el país del mundo que más armas ha destruido«.

-Galasso presentó el otro día en la Feria su nuevo libro, sobre Borges, y dice del él: “era un tipo talentoso y que tenía una prosa extraordinaria, y termina siendo lo que fue: deja de ser `el joven Borges nacional´ de las primeras épocas, cuando era yrigoyenista, para ser un hombre entregado a la clase dominante”.

-Hablando de Borges, Perfil nos sigue regalando alta literatura. Y perdonamos todo, menos que (mal)usen a Charly. Por suerte todavía estamos a tiempo de meter en el nuevo Código este aberrante delito.

-Y sigue apareciendo el gran escritor. Sobre el aviso de las Malvinas que se vio esta semana, nos gustó lo que dice Brienza: “tiene una pluralidad de interpretaciones, no es aprehensible, y es borgeana, en algún sentido. Se trata de un territorio-desterrado, de una propiedad-no propia, de un suelo argentino que es inglés y de un suelo inglés que será argentino”. Y también aportó lo que trajo a colación Artemio con respecto a la inolvidable frase de Young-Rubican: “no involucrarse con cualquier cosa que tenga motivaciones políticas”.

Para cerrar. Dice Zaiat en su ya citada y notable columna de hoy, que se está consolidando un nuevo  vínculo de las elites con el Estado. Y cita a su vez a un economista chileno que dice: “El Estado debe recuperar su capacidad para disciplinar a las elites capitalistas. Además de dar subsidios, los gobiernos deben poder reclamar que las empresas aumenten sus exportaciones, inviertan, innoven e impulsen el cambio tecnológico”.

Y falta, para el caso argentino, un punto clave en ese enunciado. Si coincidimos en que la apreciación del tipo de cambio –es decir la inflación– es la principal amenaza hoy para nuestro crecimiento; y si coincidimos además que el camino para ir resolviendo este problema no es la receta monetarista liberal, sino la puja política (el conteo de monedas, de a una por vez) con los formadores de precios, entonces podemos concluir que lo que la Argentina necesita ahora de su dirigencia política es que se le explique a las elites económicas que queremos que sigan subiendo los salarios, pero no queremos que suban más los precios. En otras palabras, queremos que las empresas ganen plata, pero que se acostumbren a ganar menos. Abierta una nueva etapa con la recuperación de YPF, esta parece ser la principal prioridad del momento.

Y sobre esta nueva etapa, escribió con contundencia un lector de este blog, Fabián, al comentar el último post del Escriba: “Quizás estemos, por fin, ganando (…) y tengamos que asumir esa responsabilidad y el riesgo que conlleva. Si eso fuera factible, lo de acceder a la próxima pantalla -la del K 2.0-, bueno, a poner en práctica lo aprendido en la trinchera. Es que esto significaría convertirnos de alguna manera en el escenario mismo, en el centro de las miradas, y en íntimo y algo escalofriante contacto con el establishment. Es más: ganar es, en muchas formas, aceptar ser el establishment. Y ahí, para que haya valido la pena tanta mala sangre, hay que pelar en serio”.

Listo. Ahora y en homenaje a quienes marcharon ayer en todo el planeta, escuchamos y sentimos a un gran Maestro, en un tema que nos hace acordar a… ¿a qué era? No sabemos, ya nos olvidamos de todo, al menos por un rato.

 

 

 

 

 

 

 

 

Acerca de Napule

es Antonio Cicioni, politólogo y agnotólogo, hincha de Platense y adicto en recuperación a la pizza porteña.

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