La inseguridad está cada vez peor, nos están matando. Cuando salimos de casa no sabemos si vamos a volver. Tu vida no vale nada, te matan por una zapatilla o un celular. En este país nadie va preso por nada. Los delincuentes entran por una puerta y salen por la otra. Los menores te matan y al otro día salen libres porque no son imputables. Hay que bajar la edad de imputabilidad. Debido al narcotráfico te matan por nada: ya estamos como Colombia o México. Nadie hace nada, ¿dónde está la “década ganada” y la inclusión si hay cada vez más inseguridad? Es por eso que la gente que puede se va a vivir a Uruguay o Brasil.
Estas y otras frases por el estilo suelen oírse en los medios de difusión o en la calle, en los bares, las oficinas y las fábricas. Y sobre estas afirmaciones se editorializa, se opina, se diagnostica y se proponen soluciones contra la denominada “inseguridad”. Incluso, hasta se legisla basado en estos preceptos de «la gente” elevados a verdad revelada, indubitable. Pero, como dudar es la especialidad de la casa, este humilde Basurero se atreve a poner a prueba tales afirmaciones. Para ello recurriremos a datos que puedan encontrarse en los mismos medios (que, por alguna razón suelen pasar desapercibidos) y a investigaciones de los especialistas en el tema, para contrastarlos con las afirmaciones del comienzo.
Vayamos, pues, a los datos crudos de la realidad.
* Sensación de inseguridad vs criminalidad en Argentina.
Cualquier opinión, análisis o comentario sobre el indefinido, impreciso fenómeno que denominamos “inseguridad” suele estar teñido del color político de quien lo enuncie. Esto ocurre tanto en los medios de difusión como en las charlas de café o en los hogares. Como el interés de los medios no suele ser indagar en la realidad sino trabajar o servirse de lo que se dice de ella, en sus informes sobre la inseguridad no se suelen dar cifras serias, concretas, certeras sobre el tema sino que se esgrimen datos parciales, sin contexto y con el sólo propósito de dar brillo, color o contundencia a la noticia, y no certeza o precisión en la exposición del fenómeno. Y esto se potencia si quien lo hace es un político o periodista comprometido políticamente, ya sea oficialista u opositor de cualquiera de los gobiernos: nacional, provincial o municipal.
Es por eso que apelaremos en este pretencioso análisis a los datos brindados por reconocidas entidades, organizaciones o expertos en la materia, para evitar cualquier sesgo político, y de esta manera poder conocer la realidad de la inseguridad ciudadana en estos pagos.
Sólo del conocimiento del verdadero estado de la inseguridad que se vive en nuestro país podremos sacar conclusiones sobre los pasos a dar para, al menos, reducirla porque, desde ya, sabemos que eliminarla es imposible, utópico.
Así es, sólo el conocimiento de las cifras auténticas de crímenes y sus particularidades (alejándonos de las especulaciones o manipulaciones) nos dará la posibilidad de conocer la verdadera criminalidad (según la Real Academia Española: número proporcional de crímenes) existente en nuestro país, para analizar luego las posibles medidas para reducirla.
Hablamos de criminalidad porque la inseguridad es una sensación subjetiva, imposible de mensurar objetivamente con cifras, cantidad de hechos delictivos, etc. porque depende de cada uno de los sujetos y la interpretación que ellos hagan de los mismos; lo que sólo puede conocerse mediante encuestas (como veremos más adelante).
En cambio, la criminalidad es un dato fáctico, que surge de la cantidad de delitos cometidos (en el caso de este análisis, de homicidios), y se mensura tomando los homicidios dolosos (intencionales) efectivamente cometidos en una sociedad determinada.
En los estudios especializados sobre criminalidad se suele tomar como índice confiable para determinar la criminalidad (inseguridad) de un país o ciudad, la cantidad de homicidios dolosos por cada 100.000 habitantes que se producen en él, ya que se trata de un delito que no puede ocultarse o pasar desapercibido y su conocimiento no depende de que sea denunciado ante la autoridad policial, porque la mera existencia de una persona asesinada engrosa las estadísticas de la justicia.
Ante la realidad del delito, lo que resta es trabajar sobre el problema y (como dice el Juez de la Corte Suprema de Justicia y experto mundialmente reconocido en la materia, Eugenio Raúl Zaffaroni), a nosotros también “Nos interesa saber si sube o si baja la violencia homicida, pero si no sabemos qué clase de homicidios tenemos, qué motivaciones tenemos, cuáles son las circunstancias de victimización, cuáles son las características de las víctimas, cuáles las del victimario, en qué zonas se producen, cuáles son las motivaciones, evidentemente no es una investigación dirigida a la prevención. No podemos prevenir de la misma manera un homicidio intrafamiliar que un homicidio en ocasión de robo, que un homicidio en ocasión de un asalto a un banco. Son formas de prevención completamente diferentes. De modo que básicamente necesitamos esos datos”.
Pasemos pues, ya, a los fríos números de la criminalidad, a los informes de los estudios realizados con datos recolectados directamente en los expedientes judiciales, donde se evita cualquier manipulación de cifras que puedan cometer funcionarios, policías o periodistas. Apelaremos entonces a los datos de la ONU, a través de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, y a los datos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Comencemos entonces por verificar cuál es la dimensión relativa de la criminalidad en Argentina:
* ¿Cuán segura o insegura es Argentina en el concierto mundial?
Según la oficina específica de las Naciones Unidas, la situación de nuestro país en materia de criminalidad (tasa de homicidios por año) es la siguiente:
(Extracto de la escala total)
Vemos así que nuestro país está bastante bien posicionado en esta tabla de criminalidad en el mundo, con una tasa de 5,5 homicidios por cada 100.000 habitantes por año; no tan bien como algunos países europeos (con tasas de alrededor de 1,5) o EE.UU. (4,7) o Cuba (5,0), pero mejor que Uruguay (5,9) y mucho mejor que Brasil, cuya tasa es cuatro veces peor (21,8) que Argentina. (Este último dato no se muestra en el segmento de la tabla exhibido arriba, click ver para la lista completa).
Pero ¿qué significa esta comparación? Significa que las posibilidades de ser asesinado por alguna razón son similares en estos países y en el nuestro; salvo en Brasil, donde son 4 veces mayores que en Argentina. Paradójicamente, estos mismos son algunos de los países donde los argentinos preferimos vacacionar, sin sentirnos inseguros.
Para tener un panorama más global, veamos este mapa que grafica con la intensidad del color rojo las diferentes tasas de homicidios en todo el mundo (más oscuro significa más inseguro):
(Click para agrandar)
Analicemos ahora la dinámica cronológica de la criminalidad en nuestro país:
* ¿La inseguridad en Argentina está cada vez peor?
Veamos cómo ha sido la evolución de la tasa de homicidios en nuestro país en las dos últimas décadas, también basándonos en los datos de la ONU.
La evolución de la tasa de homicidios en Argentina en la década 1990-1999 es la siguiente:
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Ante estos datos podemos arriesgar algún tipo de explicación sociológica (humilde, incompleta, por supuesto) sobre los motivos del aumento en la tasa de homicidios en esta década.
Como vemos, mientras que en los años 1990 a 1994 la tasa descendía de 4,5 a 3,9, fruto de un recomposición económica y un alivio social post hiperinflaciones (1989-1990), a partir de 1995 la criminalidad se espiraliza hasta llegar al pico de 9,15 en 1997. Aunque merma un poco en 1998 y 1999, siguen siendo las tasas más altas de la historia (hasta llegar al 9,2 en 2002 -como veremos-, posterior a la debacle económica y social que todos conocemos).
Este fenómeno ratifica el peso enorme que los índices de desocupación, pobreza, indigencia y desigualdad ejercen en los de la criminalidad o inseguridad ciudadana.
Sigamos con los datos:
La evolución de la tasa de homicidios en Argentina en la década 2000-2009 es la siguiente:
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Vemos aquí un fuerte descenso desde el pico histórico de 9,2 en 2002 hasta el 5,5 de 2009, cifra que se mantiene hasta hoy. Es evidente que las políticas de inclusión económica, el descenso de la desocupación, la pobreza, la indigencia y la desigualdad, junto con las demás políticas sociales y de seguridad han contribuido a mejorar los índices de seguridad.
Pero para poner a prueba esta explicación, observemos qué se aprecia si contrastamos la evolución de estos datos en ambas décadas con la evolución de las tasas de desocupación y pobreza en esos mismos años, la que se muestra en los gráficos siguientes:
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Probemos también contrastando los mismos datos con la evolución del coeficiente Gini (índice de distribución de la riqueza o desigualdad) en esos años:
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Se puede ver así la estrecha relación que existe entre el deterioro económico-social y aumento de la desigualdad y el aumento de la criminalidad en la década de los noventa. Y, a su vez, se verifica también la estrecha relación entre la recuperación económico-social y el descenso de la criminalidad en la primera década de este siglo.
(Para más detalles de la evolución de la economía comparando ambas décadas ver aquí.)
Analicemos ahora la situación penal, carcelaria de nuestro país:
* ¿Nadie va preso en Argentina? ¿Los delincuentes entran por una puerta y salen por la otra?
Para verificar ambas afirmaciones, repasemos los números de la misma Organización de las Naciones Unidas sobre la evolución de la población carcelaria en Argentina:
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Vemos en el gráfico que, contrariamente a lo que se sospecha, las cárceles están cada vez más llenas de presos. La población carcelaria pasó de 37.885 convictos en 2000 a 59.227 en 2010, casi duplicándose en diez años, lo que no concuerda con la evolución de la población argentina. Este dato muestra que no parece que muchos salgan por la otra puerta como se suele afirmar, por lo menos no sin pasar algunos años encarcelados. Además, si vemos el porcentaje de detenidos que son inocentes, es decir que están procesados y no tienen condena firme, veremos que no es tan gratuita la vida al borde del delito, más aún si lo comparamos con los demás países del continente. Los datos sobre personas detenidas sin condena, como porcentaje del total de la población carcelaria son, por país, los siguientes:
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Es decir que más de la mitad de los presos son ciudadanos inocentes que esperan una sentencia (culpable o inocente). Y si abrimos el espectro histórico, veremos que desde la explosión del modelo neoliberal que produjo el incremento en la tasa de criminalidad, como hemos visto, las cárceles incrementaron visiblemente su población, como se ve en este gráfico:
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Se aprecia también que la curva de población carcelaria no sigue el descenso de la tasa de homicidios de la década pasada, por lo que afirmar que “nadie va preso” en estos años por un excesivo “garantismo”, no parece tener mucho fundamento.
* Profundicemos ahora en el análisis de la criminalidad de Argentina.
Para enriquecer este análisis, aprovechemos el trabajo metódico de un equipo de investigadores de la Corte Suprema de Justicia sobre la criminalidad en Argentina en los últimos años, el que nos provee de datos precisos y completos sobre la tasa de homicidios dolosos, tanto en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires como en el Conurbano. Repasemos ahora estos datos para complementar lo ya analizado hasta el 2009 pero profundizando así en el análisis para el trienio 2010 al 2012.
Empecemos con los datos de la ciudad de Buenos Aires (C.A.B.A.):
Según los datos relevados por la Corte Suprema, los homicidios dolosos en la ciudad evolucionaron en estos tres años de la siguiente manera:
Es decir que la cantidad de víctimas de homicidio descendió en este período (aunque subió en 2011), y lo mismo sucedió con la tasa de homicidios por 100.000 habitantes. Para tener un panorama más preciso de las causas de los homicidios y su evolución, veamos el gráfico siguiente:
Se aprecia así que los homicidios causados por robo descendieron en C.A.B.A. igual que los debidos a las demás causas, salvo los que se dieron en ocasión de riña, que subieron y que explican además la suba del total en 2011. Esto contrasta con la “sensación” de que son cada vez más y, a su vez, con el temor creciente de que al salir de la casa uno no sabe si vuelve porque “te matan para robarte una zapatilla o un celular”. Pero sigamos desagregando los datos.
Si averiguamos si existía alguna relación entre la víctima y el asesino o si existía un conflicto previo entre ellos, veremos lo siguiente (en 2012):
(Click para agrandar)
Es decir que el 41% de los homicidios no son al voleo o debido a la inseguridad ciudadana sino que tienen alguna causa anterior al hecho, muy probablemente un conflicto entre autor y víctima.
Ahora bien, hemos visto que la tasa de homicidios de la ciudad de Buenos Aires es relativamente baja (5,46), pero si hacemos un análisis más profundo y dividimos a la ciudad en dos zonas, norte y sur, veremos que las tasas de homicidios en ellas son muy diferentes:
Vemos así que en la zona norte la tasa es similar a algunos países europeos, y que a su vez la de la zona sur casi duplica la del país, aunque apenas llega a la mitad que la de Brasil. Esto, según los investigadores de la Corte Suprema, determina que la población de las villas de la zona sur es principalmente victima de homicidios más que victimarios de quienes viven fuera de ellas. (Ver el informe completo)
En cuanto a la edad de los homicidas (relacionado con el candente debate sobre la «edad de imputabilidad»), veamos qué dicen los datos:
(Click para agrandar)
Es decir que la incidencia de los homicidas menores de edad inimputables es ínfima. Por lo tanto, la influencia que podría tener la baja de la edad de imputabilidad es irrelevante en materia de seguridad ciudadana, por lo menos en C.A.B.A.
Y en cuanto al arma utilizada, las estadísticas muestran lo siguiente:
Repasemos ahora los mismos datos pero en el Conurbano Bonaerense:
(Click para agrandar)
En cuanto al arma utilizada, las estadísticas del Conurbano muestran lo siguiente:
Vemos así que la situación es similar a la de C.A.B.A. en todos los rubros. Pero, además, aquí contamos con un dato nuevo: la incidencia de la droga en estos delitos no parece ser tan importante:
(Click para agrandar)
Ahora que hemos visto los datos de ambas zonas, Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el Conurbano Bonaerense, arriesguemos algunas conclusiones:
Por supuesto, para los familiares de las víctimas, su caso es el 100% de los casos y cualquier análisis post facto no les resuelve el problema pero, como señalamos más arriba, sólo conociendo la realidad de la criminalidad podremos mejorar la seguridad ciudadana y evitar algunos homicidios, de cualquiera de los tipos analizados.
Si observamos la cantidad de homicidios por año, vemos que en C.A.B.A. hubo (en 2012) 158 y en el Conurbano, 788, lo que da 946 homicidios en total. Pero si diferenciamos los que se pueden atribuir a la inseguridad ciudadana (en ocasión de robo) tenemos que en C.A.B.A. en ese mismo año fueron 23 y en el Conurbano 153, lo que da un total de 176.
Pero si además pensamos que esos 176 homicidios ocurrieron durante un año en una población de más de 13 millones de habitantes, veremos la distancia relativa que existe entre el panorama que sugiere la lectura que se hace de los medios de difusión y desde ellos (debido a su tarea específica o su línea editorial) y lo que se verifica en la realidad. (Más adelante repasaremos más en detalle la situación de la seguridad, inseguridad o criminalidad relativa de la ciudad de Buenos Aires.)
En el caso del mencionado debate sobre la imputabilidad de los menores que cometen homicidios, es harto evidente que el tema está por demás sobredimensionado ya que, como vimos, los asesinatos cometidos por menores inimputables alcanza apenas a 2 casos (1% del total) en C.A.B.A. y 26 casos (2,35% del total) en el Conurbano (en 2012). Es decir que cuando se señala la baja de la edad de imputabilidad de los menores como una solución para reducir la criminalidad se está hablando sin fundamento.
Es un hecho que la cantidad de homicidios en ocasión de robo bajó, y que representan sólo un 15% del total en C.A.B.A. y un 20% en el Conurbano.
Se verifica también que la cantidad de homicidios causados por conflictos intrafamiliares o entre vecinos también bajó, y que representan un 9% del total en C.A.B.A. y un 13% en el Conurbano.
En cambio, la cantidad de homicidios ocasionados en discusión, riña o venganza (como el caso del «linchamiento» en Rosario citado aquí ) aumentó en estos años y representan un 39% en C.A.B.A. y un 42% en el Conurbano.
A su vez, si se considera la existencia de una relación previa entre víctima y victimario, este tipo de homicidios representan al menos un 41% de los casos en C.A.B.A. y al menos un 43% en el Conurbano.
Los homicidios efectuados con arma de fuego representan más del 68% en C.A.B.A. y en el Conurbano son el 63% de los casos. Si comparamos la incidencia de las denominadas drogas prohibidas (7,10%) con la de las armas de fuego, resalta claramente dónde se debe trabajar más para bajar la tasa de homicidios. Como dice acertadamente Darío Kosovsky, investigador del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales (Inecip):
“Siempre las consecuencias del hecho empeoran cuando la persona a la que le quieren robar está armada. Tener un arma de fuego da simbólicamente mayor tranquilidad frente a una eventual amenaza de defensa de bienes o de la familia. Los hechos contradicen esa sensación. En escenarios altamente conflictivos, la proliferación de armas entre los civiles es echarle nafta al fuego. Incrementan los riesgos de muerte de tu propia familia en un eventual enfrentamiento con alguien. Es muy traumático quitarle la vida a alguien y poner en riesgo la vida de terceros y la propia”.
Nota completa
* Muertes publicitadas vs. muertes silenciadas.
Los medios de difusión, en su afán de difundir preferentemente las noticias trágicas y policiales, no diferencian qué tipos de homicidios están relacionados con la llamada «inseguridad» ciudadana (en ocasión de robo) y qué tipos no (homicidios entre familiares o conocidos, en riña, etc.). Tampoco se le da la importancia que tienen otros tipos de muertes que afectan a los ciudadanos, como los derivados de accidentes de tránsito. Porque si hablamos de muertes involuntarias, de acuerdo a las cifras con que contamos hoy, si comparamos las muertes en C.A.B.A. ocasionadas por robo (según la Corte Suprema de Justicia) con las producidas debido a accidentes de tránsito (según la ONG Luchemos por la Vida) veremos que en estos últimos tres años los datos son los siguientes:
Año 2010
En ocasión de robo: 47 muertos
Por accidente de tránsito: 159 muertos
Año 2011
En ocasión de robo: 28 muertos
Por accidente de tránsito: 141 muertos
Año 2012
En ocasión de robo: 23 muertos
Por accidente de tránsito: 98 muertos
Como vemos, los muertos por accidentes de tránsito son entre 3 y 5 veces más que los ocasionados por robos. Parece que allí estaría el terreno fértil sobre el que podemos trabajar más para reducir la inseguridad física, reducir la sensación de que al salir de casa no sabemos si vamos a volver vivos.
Además, como sabemos, no se verifica en la percepción de la población el descenso de la tasa de homicidios (o, si se quiere, de inseguridad) debido a que es muy difícil que la gente lo perciba y, a su vez, porque los medios no lo reflejan: al contrario, siguen acicateando cotidianamente con el tema de la «inseguridad» y, para peor, sin diferenciar las muertes de acuerdo a sus causas, manteniendo así el tema candente en la preocupación ciudadana.
Los datos exhibidos aquí, extraídos de la realidad cruda, bien lejos de las manipulaciones que pueden ensayar políticos, periodistas u opinadores de café, derriban el mito argentino de que estamos en el peor de los mundos y que empeora día a día, y reflejan un panorama bien distinto al que divulgan los medios de difusión.
Un breve resumen de lo que hemos analizado hasta aquí lo reflejan estas palabras del juez de la Suprema Corte, Eugenio Zaffaroni que reproduce aquí La Nación:
La muerte en ocasión de robo aparece cuarta en la lista de causas de homicidio. En primer lugar se ubican los accidentes de tránsito; en segundo, el suicidio; en tercero, los homicidios dolosos -que en su mayoría se trata de episodios protagonizados por familiares o conocidos-, y luego, los asesinatos entre desconocidos.
A modo de conclusión, y sin forzar la interpretación de los números que reflejan lo que realmente ocurre en nuestro país en materia de inseguridad, de posibilidad de perder la vida (independientemente de lo que el Estado debe hacer para mejorar estos índices), podemos arriesgar lo siguiente:
Para preservar nuestra vida debemos cuidarnos principalmente del tránsito, luego de nosotros mismos y de nuestros familiares o conocidos y, por último, de los extraños. Y, fundamentalmente, evitar la presencia de armas de fuego.
Analicemos, por último, lo que sucede en materia de seguridad o criminalidad en la ciudad de Buenos Aires en el contexto de otras ciudades del mundo, en este caso como homicidios cometidos con armas de fuego.
* ¿Cuál es «la ciudad de la furia»?
En el ranking de las 50 ciudades más violentas del mundo (por tasa de homicidios) durante 2013, veremos que no hay ninguna ciudad argentina. Pero sí encontramos 15 ciudades de Brasil (entre ellas Fortaleza con una tasa de 72,81, Salvador de Bahía con 57,51, y Belo Horizonte con 34,73); 9 ciudades de México (entre ellas: Acapulco con 112,80, Chihuahua con 50,12 y Tijuana con 32,50); 6 ciudades de Colombia (entre ellas: Cali con 83,20, Santa Marta con 42.44 y Medellín con 38,06) y 4 ciudades de los EE.UU., (entre ellas: Detroit con una tasa de 46,99, Nueva Orleans con 45,08 y Baltimore con 37,77).
Ante estos datos, cabe recordar que la tasa de la ciudad de Buenos Aires es de 5,46 (en 2012), que incluso la ciudad más violenta de Argentina, Rosario tiene una tasa de 22 homicidios por cada 100.000 habitantes y que, como ya dijimos, paradójicamente los argentinos solemos ir de vacaciones a algunas de esas ciudades o países peligrosos sin sufrir «sensación de inseguridad» allí.
Repasemos a continuación las tasas de homicidios (desagregados ahora por causa del uso de armas de fuego en 2012) de algunas ciudades de EE.UU.:
Nueva York: 4
Boston: 6.2
Los Angeles: 9.2
Phoenix: 10.6
Chicago: 11.6
Houston: 12.9
Buffalo: 16.5
Atlanta: 17.2
Cleveland: 17.4
Washington DC: 19
Miami: 24
Newark: 25
Baltimore: 30
Detroit: 36
Nueva Orleans: 62
(Cabe aclarar que la tasa de homicidios por uso de armas de fuego de Buenos Aires es, naturalmente, aún menor (aprox. 3,44) que la de homicidios en general.)
Fuentes utilizadas: Washington, más peligroso que México y Gun Violence in US Cities Compared to the Deadliest Nations in the World.
Informes de la Suprema Corte de Justicia completos.
Más datos sobre el tema ver aquí en The Guardian de Gran Bretaña.
Como hemos visto, con este análisis se verifica que Argentina no es un país peligroso o inseguro, y más aún si lo comparamos a nivel regional. Y que Buenos Aires es una ciudad relativamente segura en comparación a urbes de su talla.
Por eso, no estaremos muy errados si postulamos similitudes entre este fenómeno de la percepción de la inseguridad y la percepción del clima. Pensemos lo que sucede con la temperatura objetiva y la sensación subjetiva de frío: aún con una misma temperatura (digamos 15°C) hay quien tiene frío y quien no. Algo parecido sucede con el tema de la «inseguridad», pero, en este caso, no debido a la anatomía personal de cada uno sino a la historia personal o social y a los estímulos o las noticias que recibe cada uno en forma cotidiana.
Así, aunque parezca extraño, la misma persona puede sentirse insegura en una ciudad que tiene una tasa objetiva de asesinatos por arma de fuego de 3,44 por cada 100.000 habitantes (Buenos Aires) y a su vez sentirse muy segura en una que tiene una tasa de 9,2 (Los Ángeles), en una de 19 (Washington DC), o incluso en una de 24 (Miami); o aun en las ciudades más violentas del planeta como Nueva Orleans, con una tasa de 45,08, o Salvador de Bahía con una tasa de 57,51, o Acapulco con una de 112,80 homicidios por cada 100.000 habitantes. Para explicar este fenómeno paradójico de diferente vara subjetiva, debemos decir que entre los factores que influyen fuertemente, los medios masivos de difusión tienen un papel inocultable.
Para comprender un poco mejor la distancia entre el fenómeno real y su percepción subjetiva, veamos el resumen de una nota esclarecedora sobre el otro fenómeno mencionado aquí: la denominada «sensación de inseguridad». Para ello, nos remitiremos a una nota del portal de la BBC de Londres en castellano que trata este tema.
Cono Sur: poca violencia, mucha preocupación.
Este jueves habrá una manifestación contra la inseguridad en Montevideo convocada por una organización civil que busca llamar la atención de las autoridades uruguayas.Afirman que es un problema que se agrava.
En Argentina, el tema también preocupa. De manera diaria se oye mencionar el asunto entre la población o a través de los medios de comunicación privados.
Irónicamente, ambos países tienen algunas de las tasas de criminalidad más bajas del continente.
Estadísticas oficiales muestran que en 2008 y 2009, en la capital uruguaya la tasa de homicidios se mantuvo en 6,4 personas por cada 100.000, mientras que en Buenos Aires también fue inferior a 5 por cada 100.000 habitantes.
Victimización y percepción.
La diferencia entre lo que se percibe y lo que realmente es ha sido objeto de estudio por parte de académicos de las ciencias sociales mediante indicadores de opinión pública.
«(…) una de las principales cuestiones que surgieron es que en el Cono Sur hay una percepción absolutamente desfasada con los datos duros de la criminalidad«, señaló a BBC Mundo Carola Concaro, directora del Instituto Latinoamericano de Seguridad y Democracia, organismo basado en Buenos Aires que forma parte de RIAD.
«Argentina, Chile y Uruguay están al tope del ranking en victimización, pero son los más bajos en índice de homicidios», agregó.
La victimización es una encuesta que busca saber qué proporción de la población de estudio ha sufrido algún hecho delictivo, con una metodología avalada por Naciones Unidas.
Su contracara es el índice de percepción de inseguridad que busca determinar qué tan segura se siente la población en donde vive.
En 2010, un estudio de Barómetro de las Américas dejó a Perú como el país donde las personas manifestaron sentirse más inseguras y a Argentina en segundo lugar.
Argentina: la mayor brecha.
«Pero Argentina tiene la mayor brecha en la región entre la percepción de la población y la victimización», indicó a BBC Mundo Germán Lodola, uno de los autores de la investigación.
«No quiere decir que no haya un problema, sino que hay factores que escandalizan más a la gente, como por ejemplo la actividad de los medios»,aseveró.
«Ahora al tener canales con noticias con más frecuencia, la noticia de un remisero (taxista) muerto se transmite 20 veces en un día y pareciera que fueron 20 remiseros (taxistas) que murieron», agregó Lodola.
Al ahondar en la discusión sobre la inseguridad en Uruguay, el argumento de Lodola se ve ejemplificado en el organizador de la protestas de este jueves en Montevideo.
«De ahí que el cálculo de la victimización sirve para complementar el registro oficial», acota.
Además, intercede Lodola, está «el uso electoral por parte de los políticos del tema de la inseguridad que contribuye a la percepción de inseguridad existente».
Como vemos claramente, la subjetividad nos está engañando en el señalamiento de las prioridades relacionadas con nuestra seguridad ciudadana. Pero esa subjetividad no es natural sino que está influenciada por la falla en la percepción que los medios masivos de difusión producen en nuestro sentido común al marcarnos la agenda en esta materia, alejándonos de las causas más frecuentes de muerte u homicidios y, por lo tanto, de las soluciones que debemos encarar entre todos: pueblo y Estados (municipal, provincial y nacional).
Por eso, nunca está de más recordar que conocer cabalmente la realidad es el primer y necesario paso para modificarla. Esperamos que este humilde análisis haya contribuido en algo para lograr ese objetivo.
Basurero, es muy loable tu trabajo, tu dedicación para con los datos. Sin embargo, me veo obligado a señalar el error de sesgo en tu planteo:
– Intentás linkear el encarcelamiento (tanto porcentual como nominalmente) con la tasa de homicidios. Para dar validez a tal dato, tendrías que fijarte en los encarcelamientos (o procesos que deriven en condena, para ser precisos) por causas de homicidio, y no encarcelamiento en general (por la causa que fuera).
Demás está decir que cuando hablo (y me gustaría pensar también en plural este aspecto, es decir, cuando hablamos) de inseguridad, no hablamos exclusivamente de la figura de homicidio doloso. Hablamos de robos, arrebatos, hurtos, secuestros, torturas, chantajes, trata, narcotráfico, contrabando, y si querés (acá no discrepo), imprudencia al volante también. Básicamente, de niveles de violencia a los que particularmente yo (entre tantos otros), no estaba (tan) expuesto ni acostumbrado.
Los medios acentúan ciertas percepciones (lo mismo que acentúan nuestra percepción de otras cosas de dudosa utilidad, como sean declaraciones de jugadores de fútbol, cruces verbales entre vedetongas, infidelidades privadas o hechos mínimos en general), cosa que no es nueva. Tampoco son ‘máquinas creadoras de realidad’. Al que crea eso – al menos en la Argentina – le pierdo un poco el respeto.
En resumen: creo que en éste post no se propone una discusión abarcativa sobre la (in)seguridad, sino que es más un intento de contraste de sub-realidades (tasas puntuales vs. accionar mediático).
Un saludo.
Entiendo tu planteo, por eso aclaro que la intención es, desde el princípio, contrastar las afirmaciones catastrofistas que se hacen habitualmente sobre el inasible concepto de «inseguridad» y que reproduzco al princípio, las que no sólo no aportan nada ùtil al debate sino que además son exageradas. Para eso me remito a lo que aportan quienes saben mucho màs que yo.
Entre esas afirmaciones está la creencia de que los delincuentes en general no van presos, y por eso señalo que las càrceles están cada vez más llenas, independientemente de los cargos. No asocio homicidas a presos ya que están mencionados en puntos diferentes.
En cuanto a la «inseguridad», queda claro que no es un fenómeno mensurable objetivamente, y está relacionado a todos los delitos que mencionás (con las dificultades inherentes para mensurarlos por la existencia o no de denuncia) más lo que cada uno perciba del medio y de los medios, pero es indudable que los medios masivos de nuestro país influyen muchísimo en ello. Por eso sólo puede medirse con encuestas y no con cifras duras. La comparación que hagamos con los de cualquier otro país es ilustrativa al respecto. Tener 5 canales de noticias emitiendo 24 hs temas similares, además de los noticieros y radios sólo sucede aquí.
Un abrazo.
Gracias. Comparto lo de la mediatización indiscriminada. Ahora, creo que el fenómeno mediático debería ser analizado desde perspectivas más amplias. Como dije, la amplificación no se focaliza únicamente en la inseguridad. Se amplifican todo tipo de contenidos estúpidos, sobre los cuales pocos se hacen preguntas. Qué se yo…el contrato de Riquelme, los viajes a Dubai de la Xipolitakis, etcétera.
Es necesario reconocer, primero, que estamos viviendo una explosión informativa que no se detiene (ni lo hará), fruto de un salto tecnológico comparable a la imprenta de Gütenberg, la radio de Marconi o la invención del televisor. El análisis debe partir de ésta explosión, que es algo que (nos) sucede en tiempo real, segundo a segundo. Mirá, sin ir más lejos, cómo y desde donde debatimos. Debatimos con nuestros dedos, y tenemos al alcance de los dedos más información que cualquier biblioteca que haya existido en la historia de la humanidad.
Otro eje de debate que, pienso, deberíamos tomar de manera más seria (y por seria me refiero a desarrollar y profundizar el tema, nada más) es el tema del ‘encarcelamiento’. La cárcel, el sistema penal, es uno de los factores fundamentales de esto. No sólo los por qués (códigos penales) ni los cuántos (condenas efectivas) sino el adónde (las cárceles) y en qué condiciones (por cuánto tiempo, con quiénes, a dónde).
En fin. Vivo en una ciudad relativamente grande (+500,000 habitantes), y los problemas de inseguridad que tenemos acá rara vez salen en los medios nacionales. Nos enteramos porque nos pasan, no porque nos dicen que nos pasan.
Un saludo.
En este post no entran ni los colectiveros al que les cortaron un dedo, ni los jubilados que fueron torturardos,tampoco entran los cientos de personas que sufrieron un secuestro virtual, los miles a los que le robaron el auto,las decenas de miles que son asaltados todos los dias en la calle,etc,etc,etc
Si quisieramos ser equilibrados podriamos agregar a la tasa de homicidios c/100.000 hab. ,la tasa de robos c/100.000 hab.
http://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Tasa_de_robos_en_Am%C3%A9rica_Latina
donde rankeamos primeros cómodos, con una tasa 11 superior a la de Bolivia.
Camargen, este post es la peor clase de deshonestidad, la que pretende ser honesta.
Te agradezco tu insulto, aunque no entiendo qué tiene que ver la honestidad con una opinión basada en datos. En todo caso, podrías haber sido más útil si aportaras datos, refutaciones u opiniones más concretas sobre lo escrito. Para insultar está la calle o la cancha.
Basurero, a 12000km, gracias a Dios no conozco nadie que haya sido asesinado en Argentina, pero te puedo dar una lista larga de amigos y parientes a quienes, de mini-secuestro a robo liviano/robo armado, la inseguridad los ha afectado.
Que uses una estadistica especifica referida a asesinatos, en la que oh casualidad Argentina no esta particularmente mal, sin hacer ninguna referencia a otras como robos, violencia, etc, en las que si lo esta, o sos muy muy limitado en tu analisis, que usas para sacar una conclusion general sobre la situacion seguridad, o el analisis es deshonesto. Disculpas si no lo sos, pero como es casi norma en los mensajes oficialistas, espero que entiendas el error.
Guillermo:
Para analizar temas como éste no hay que utilizar ejemplos individuales ni dejarse influenciar por casos personales porque se está hablando de fenómenos sociales, pero debido a tu planteo sólo te puedo decir que te puedo asegurar que quien tuvo alguna vez una arma apuntándolo a cinco cm de la sien mientras lo estaban robando dentro de su casa y con su familia presente y, además, otra vez sufrió una entradera, un robo de un celular, una mochila o un auto, sabe perfectamente CUÁLES SON LAS PRIORIDADES EN SEGURIDAD CIUDADANA.
Yo no inventé el método de usar los homicidios dolosos como índice de seguridad o, mejor dicho, criminalidad en una sociedad, sólo divulgo datos que los medios masivos nunca utilizan y los contextúo a nivel mundial y regional, siempre con datos de estudios serios, no de informaciones o rumores que escucho en la calle.
En cuanto a qué tipo de estadísticas utilizo o no, y si soy «limitado» u «honesto» o no en el tema, repito que quienes estudian esta temática utilizan delitos registrables, verificables porque un delito no denunciado no existe, porque la sociedad, la justicia no se entera. Y no sólo en Argentina muchos delitos (robo de celular, de billetera, reloj pulsera, radio-CD de auto, etc.) no son generalmente denunciados por diversos motivos, ya sea en Buenos Aires como en cualquier pueblo del interior. Me imagino que por ejemplo en Miami, Acapulco, Rio de Janeiro, San Pablo o Montevideo no todos los robos de celulares, relojes o billeteras son prolijamente denunciados y registrados en las estadísticas, para no mencionar Honduras, Cali o Tijuana. Y te recuerdo además que uno de los estudios que utilizo es de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que de delitos sabe mucho más que yo y que vos.
En cuanto a si esta estadística beneficia al país (no al gobierno) por la comparación de las tasas de homicidios con los demás países, yo pregunto: ¿es coherente decir que que un país que tiene el doble, el triple o más de homicidios que Argentina tiene menos robos o hurtos? ¿Que es más seguro? ¿Es lógico afirmar que se roba mucho más en Argentina (cuya tasa de homicidios es de 5,5 asesinatos por cada 100.000 hab.) que en países como Uruguay (5,9), Seychelles (8,3), Costa Rica (10), Brasil (21,8), México (23,7), Puerto Rico (26,2), Bahamas (36,6), Jamaica (41,2) o ciudades como Los Ángeles (9,2), Chicago (11,6), Washington DC (19), Miami: (24), Detroit: (36) o Nueva Orlean (62)? ¿Qué quiere decir, que acá nos dedicamos a robarnos sin matarnos pero en esos países se dedican a matarse pero sin robarse?
Estos son los datos, lo que yo humildemente aporto es una interpretación contraria al «sentido común» construido a través de los años por estos pagos, entre otros, por los medios. Porque me interesa más conocer la realidad por mi cuenta que lo que me diga el sentido común…
Basurero, en ningun lado se reportan absolutamente todos los crimenes. Pero si la policia lleva un registro de denuncias, es posible comparar el No de denuncias anuales y ver si las de robo han subido respecto al anio pasado, violacion, etc. Ningun sistema de medicion es perfecto, pero lo que es absurdo es que uses la tasa de homicidios como indice de otros crimenes. Tu comentario sobre Argentina, Seychelles, etc, es ridiculo. Que la tasa de asesinato en Argentina sea X y en Holanda Z no te permite sacar la conclusion de que la tasa de secuestros express en Holanda. Si en Argentina no se llevan estadisticas de otros crimenes salvo homicidio no implica que esa tasa en particular sea indice de nada.
‘Sentido comun’ se ha convertido en mala palabra en el kirchnerismo, porque es la herramienta mas efectiva para medir mentiras, distorsiones y franelas del discurso oficial.
Perdon, se borro parte de la frase: Que la tasa de asesinato en Argentina sea X y en Holanda Z no te permite sacar la conclusion de que la tasa de secuestros express en Holanda sea en la misma proporcion. Que se sepa, no hay secuestros express en Holanda.
Fijate en google Criminality Rate Ireland, criminalita Italia, tasa de crimenes Costa Rica, para agarrar 3 paises bastante distintos. En los 3, lo que se mide es No de incidentes criminales registrados por 100.000 personas de poblacion, que incluye todo. Dentro de eso, tenes tasas de crimenes especificos. Tu ‘metodo’ de medicion funciona en Artepolitica.
Tus datos son poco viejos. 2011 fue la ultima vez que el Ministerio de Justicia Argentino reporto a United Nations. ademas tu numeros requieren un acto fe: esta el Ministerio de Justicia Argentino manipulando las estadisticas?
Finalmente mira:
http://www.nationmaster.com/country-info/stats/Crime/Crime-levels
Brazil esta mucho mejor que Argenitna y Argentina esta solo un puesto mas arriba que Angola.
Tu pseudo-ciencia solo hace que no te tomen las medidas necesarias para proteger a la poblacion.
Exactamente, no entran y lo aclaro desde el comienzo, porque se suele «tomar como índice confiable para determinar la criminalidad (inseguridad) de un país o ciudad, la cantidad de homicidios dolosos por cada 100.000 habitantes que se producen en él, ya que se trata de un delito que no puede ocultarse o pasar desapercibido y su conocimiento no depende de que sea denunciado ante la autoridad policial», como los demás delitos sí dependen de la denuncia del damnificado, lo que no siempre ni en todas las ciudades o los países es igual. Por eso es más confiable esta tasa. El tema de robos registrables lo dejo para otro post, pero es indudable que la vida es mucho más importante que un celular o un auto, y de eso estamos hablando cuando hablamos aquí de inseguridad o más precisamente criminalidad.
En cuanto a los delitos distintos del homicidio, sería interesante elaborar un ‘índice de denunciabilidad’ comparado entre Argentina y otros países.
Un ejemplo, (sin intentar hacer analogías forzadas, aclaro): en la actualidad el contexto legal e institucional favorece que haya muchísimas más denuncias de violencia familiar que en el pasado, lo que no autoriza a asegurar que haya más violencia familiar.
Espero su próximo post sobre el tema de los robos.
No, esa estadística es la que tomas vos para hablar de inseguridad o criminalidad,vos le aplicas el sesgo de decir que es la única que sirve,ignorando la infinidad de hechos delictivos que ocurren a diario y que no terminan en muerte.
Camargen:
Yo no tomo esa estadística sino que es lo que se suele hacer para analizar la criminalidad de una sociedad o ciudad. En mi caso, para no utilizar el inasible concepto de inseguridad, como aclaro en el texto, analizo (en realidad utilizo datos de otros) la pérdida del bien más preciado que tenemos: la vida, como causa de la inseguridad, aunque prefiero criminalidad, es decir cantidad de homicidios o posibilidades de ser asesinado como máximo referente y que a su vez es inocultable para las estadísticas serias, como también aclaro en el texto. Tampoco digo que es la única a utilizar, sino que es la más certera porque su conocimiento no depende de la denuncia o no de los afectados, algo muy importante a la hora de cuantificar: un delito no denunciado no lo registra nadie.
Excelente informe, muy completo. Yo te agrego algo más, siendo cardiologo destinado a la prevencion de enfermedades cardiovasculares te comento que la tasa de mortalidad en argentina por enfermedades cardiovasculares es de 240 por cada 100.000 hab por año. Y a pesar de eso una persona obesa, sedentaria, diabetica y que fuma mirando los noticieros cree que tiene muchas mas posibilidades de morirse por un hecho de inseguridad que por una enfermedad cardioascular. Esta claro que todo se trata de como percibimos el riesgo.
Gracias Saludos. Celebro que seamos objetivos
Entonces debería modificar el párrafo donde interpreto todos los datos, de esta manera:
«Para preservar nuestra vida debemos cuidarnos principalmente del tránsito, luego de nosotros mismos, DE NUESTRO CORAZÓN y de nuestros familiares o conocidos y, por último, de los extraños. Y, fundamentalmente, evitar la presencia de armas de fuego.»
Gracias doctor.
Muy interesante, Doctor:
Las dos veces que me asaltaron y me robarn la bici, el vidrio de mi casa que rompieron en un intento de robo, las dos veces que mi hijo llamó desesperado que lo habían robado y no podía llegar a casa.
O el robo que sufrió mi mujer en una salidera bancaria.
Parece obvio que no me infarté.
¿Significa que tengo un corazón de buena manufactura, o que no hay delitos?
Significa que, como en los robos que sufrí yo, entramos dentro de las probabilidades de morir que menciono en la nota descartando lo del corazón.
Conclusión:
Los argentinos tenemos corazones a prueba de grandes disgustos. Solo nos destruye la obesidad, el sedentarismo, la diabetes, etc.
Y alguno que otro recibe un tiro bien puesto. Ese sí que va a las estadísticas.
Pero no importa mucho, porque son pocos en relación al colesterol.
Aclaro que la única denuncia policial que hice fue por la salidera.
Los otros 5 delitos no existieron…
En mi caso, por la denuncia de robo domiciliario (en 1980) casi me echaron Flit en la comisaría. En el caso de intento de robo de auto hace unos años, la cana estuvo enseguida después de llamar al 911 y la denuncia la hice al toque. Los otros, salvo por un celular asegurado, hice lo mismo que vos. Delito que no se denuncia, no existe, acá y en la China: error nuestro.
O sea que los datos son obviamente falsos, mucho mayores, pero como no los denunciamos, no existen.
La delincuencia, entonces, existe.
A 6 eventos promedio por familia en una décda, no parece un panorama muy alentador.
Luego vienen las estadísticas, que dicen lo que se desea que digan.
Buen intento de embarrar la cancha, sin embargo los datos están. Es más probable morir asesinado en Washington DC, Brasil o México que en Argentina. En materia de delitos varios, según la ONU en 2004 las probabilidades eran similares en Buenos Aires y en Londres, no lo digo yo, averigualo con ellos. Si no les creés a la ONU no soy quien para terciar.
No sé quién te dijo que la delincuencia no existe, quizás lo hayas visto en TN, cuando en vez de corroborar declaraciones, las inventan, pero no lo vas a leer en esta nota. Tus estadísticas son tan serias como decir que vivimos en Suecia… Si te robaron un celular o una tablet en Roma o Paris y no lo denunciás, ese delito no existe. Salvo que el mismo ladrón haga la denuncia…
A David no se lo convence con ninguna estadística. Para él las estadísticas de la ONU vienen del INDEC, por lo tanto no las cree.
Basurero:
Aceptar que no denunciamos delito por hartazgo moral no es embarrar la cancha.
Lo de los asesinatos estoy de acuerdo contigo, al menos con los datos disponibles, sean actuales o no, reales o no.
Lo demás, o sea la crueldad mortal en ocasión de robo, parecería ser una «sensación» periodística. Pero el muerto, muerto está.
Raúl:
Las estadísticas argentinas, a partir del gravísimo destrozo del Indec, no serán creíbles por muchos años, suponiendo que YA se comenzaran a hacer las cosas bien, cosa de las que no hay aún pruebas.
Hablé sobre las estadísticas de la ONU.
Toda estadística internacional basada en datos originados en nuestro país es inexorablemente falsa.
Sí, seguro, así usted puede inventar libremente sus afirmaciones delirantes.
Como cuando ve el tema del consumo, pero dice que la gente está más pobre y que hay MENOS clase media que antes.
Ahora resulta que la ONU, CEPAL, FMI, BM, CIA (¡la CIA, que se entera de todo!) son esclavos de los papelitos con números que les pasa Moreno (que sigue moviendo los hilos desde Italia, claro).
Desconocía que la CIA hacía «encuestas permanentes de hogares»
No me imagino cuál sería su metodología estadística, a lo mejor venían disfrazados de empleados del Indec, todo puede ser…
Entonces cada hogar fue encuestado por la ONU, la Cepal, el FMI, la CIA, el BM…
Interesante, la gente se pasa respondiendo encuestas…
Veamos un poquito:
1.
Seguro que esos organismos disponían y disponen de unos cuantos parámetros más, aparte de la encuesta permanente de hogares.
Dicho sea de paso, esa encuesta no es lo que se cuestiona del INDEC sino el IPC.
Esa extrapolación de que ‘nada sirve’ es otro invento suyo.
2.
Aparte, usted debería saber bien que si una medición no es confiable, de otras mediciones y otros parámetros se puede deducir una aproximación mejor.
Por ejemplo:
2a.
Las paritarias no arreglan por el IPC sino por el ‘índice Carfúr’.
2b.
El ANSES arregla la movilidad jubilatoria desde hace 4 años, y siempre supera los índices de inflación (privados).
2c.
Un tipo tiene 3 restaurantes y es monotributista de la mínima. ¿Se queda con eso la AFIP? No: sencillamente, cruza datos y deduce la capacidad contributiva del tipo.
2d.
Un negocio factura 100 millones por año con 3 empleados. La AFIP deduce de la facturación una estimación de la cantidad de empleados en negro.
Entonces:
Si los modestísimos, subdesarrollados y tercermundistas Ministerio de Trabajo, ANSES, AFIP y sindicatos pueden pasar por encima del IPC oficial y de otras cosas ‘aparentes’ ¿me va a decir que ONU, CEPAL, FMI, BM, CIA no pueden?
Otra cosa más que ni usted se la cree.
3.
Aparte de todo, veníamos hablando de inseguridad. Nada que ver con el INDEC.
Efectivamente, hablábamos de inseguridad, mejor dicho de «sensación de inseguridad», y por algún lado se «coló» la estadística de delitos.
Y bueno, uno escucha en estos tiempos la palabra «estadística» y estalla en risotadas algo grotescas.
Es cierto, hay que utilizar otros parámetros que los oficiales (a confesión de partes…), hay que creer a los malditos entes económicos y políticos, y de espionale internacionales que solo buscan nuestra ruina, y encima hacerles «cruzar» datos dado que los nuestros son inverosímiles.
¿Todo para decir finalmente que les creemos a ellos, y no a nuestros nobles estadígrafos que se matan estudiando nuestra realidad nacional y popular?
¿Estamos debatiendo entre cipayos?
Agrego:
Siendo las 11:58 es muy poco probable que alguien escriba en lo que resta del día de hoy un chiste mejor al tuyo:
2b.El ANSES arregla la movilidad jubilatoria desde hace 4 años, y siempre supera los índices de inflación (privados).
(Especialmente este último trimestre)
Superó todos los índices ‘privaaaaaaaados’ durante 4 AÑOS.
Repito: los índices ‘PRIVAAAAAAADOS’ (lo digo igual que algunos que se llenan la boca cuando pronuncian esa palabra, todo lo ‘privaaaaaado’ es sagrado).
No es aumento trimestral sino semestral.
Si el incremento de marzo no cubre la diferencia que trajo la devaluación, se repondrá en el próximo semestre.
En estos meses, después de lo mucho que se subió durante 4 años, se va a retroceder un poquito. Y después se volverá a subir.
Otra cosa más que se olvidó de la carrera es la diferencia entre régimen transitorio y régimen permanente.
Cuatro años de régimen permanente. Y ahora un transitorio breve.
No sé para qué se emperra en negar lo más obvio.
Y sobre estadísticas ¿tiene algo serio para decir, o tampoco?
http://www.rambletamble.blogspot.com.ar/2014/04/jubilados-y-pensionados-evolucion-de-la.html
Gracias Raúl por tu paciencia.
Darle AUH y jubilaciones a personas que no percibían nada, significa estadísticamente (y matemáticamente) un incremento del infinito %
Sería como un «Big Bang» remunerativo.
Eso no se discute y hay que apoyarlo.
De lo que yo hablo siempre es de dos cosas:
1) La sustentabilidad (por eso las jubilaciones y subsidios pierden poder adquisitivo por la alta inflación), y que no serán recuperadas, eso es una opinión, pero según como se «manejen» las estadísticas, tendré o no razón. Veremos.
2) Las mentiras del Indec.
Que vos me digas que hay maneras de «cruzar» datos para llegar al verdadero valor del queso Casancrem en Carrefour, es no solo reconocer la mentira del Indec sino que es además un graavísimo engaño a la ciudadanía, y que debiera ser penado severamente por la Ley para los funcionarios que destruyeron nuestro sistema estadístico, que es materialmente y matemáticamente imposible de «empalmar» con las series «nuevas», que tampoco sabemos cuánto de «verdad» tendrán. ¿Le preguntaremos a Carrefour?
Para colmo les pagamos los sueldos (nosotros los contribuyentes).
Lo «obvio» lo veremos en los próximos meses.
Saludos estadísticos.
Y una cosa más:
Cuando hay guerras cortas, sin «demasiados» muertos, suele decirse:
«Hay más muertos por accidentes de tránsito»
Hagamos la guerra, entonces. Al fin y al cabo no es tan grave.
Salvo para los familiares de los difuntos.
Y bueno, todo sea por la Patria.
Es una chicana «negra». Pero habría que ver los muertos en 1982 en accidentes de tránsito y compararlos con la guerra. Se ve que nunca tuviste o presenciaste un accidente de tránsito o conociste alguien que haya perdido algún familiar en un accidente.
Seamos serios con las discusiones, los datos y las conclusiones, una vida perdida no vale discutir en vano. Para rebatir datos usemos otros datos, no suposiciones o rumores.
Saludos.
Será negra, pero se lee habitualmente en los medios, por sucesos en diversas partes del mundo.
Incluso en casos que me tocaron directamente, así que antes de asegurar algo, preguntame.
Y si conocés mis posteos, sabés muy bien que pienso que UNA sola muerte es una tragedia espantosa.
De paso, cuando hablamos de asesinatos, no es lo mismo el asesinato pasional (que viene desde Caín), que la crueldad gratuita durante un robo.
El primero hace a la naturaleza humana. El segundo implica una descomposición social que tiene responsables en todos los niveles políticos.
Este post es más que necesario si se quiere discutir en serio el tema. Muy bien, Basurero.
Acuerdo.
Excelente trabajo, felicitaciones Basurero.
Sin dudas faltan estadísticas en muchas áreas, pero en principio como señala esto nos brinda un panorama en lo mas importante, la vida
Tenés datos del conurbano?
Aca tenes las de PBA, casi el doble que Nación.
http://chequeado.com/el-explicador/2011-provincias-de-buenos-aires-las-18-tasas-de-homicidios.html
Entonces la «verdadera criminalidad» no contempla conurbano o provincia de Buenos Aires y toma datos desactualizados?????
Esconden muertos
Esconden acuerdos
Esconden delitos
Esconden pobres
Esos datos son de un semestre y no son anualizables aún. Además creo que el estudio de la Corte Suprema de Juzticia (aunque toma el Conurbano) es más profundo en su análisis y puede contrastarse con el de Capital ya que es la misma metodología y utilizada desde hace 3 años. El universo es de aprox. 13,5 millones de personas y además la mayor concentración de gente y supuestamente más violento.
Todos los datos de las investigaciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (CABA y Conurbano, incluso por Partido) están aquí: http://www.csjn.gov.ar/investigaciones/
Es una buena investigación, Basurero. Permite ubicar las tasas de homicidio en espacio y tiempo y concluir que estamos mejorando y con una buena ubicación dentro de América Latina. O apreciar que Lugano triplica la tasa de Belgrano.
Basurero, excelente aporte y gran trabajo, tanto en los argumentos como la recopilación de datos.
Hay delito en Argentina, sí. Y hay una gran campaña mediática opositora por inflar la «inseguridad».
Saludos,
Pedro.
Los datos de PBA que menciona Arballo hacen totalmente imposible sostener honestamente el numero de 5,5 homicidios a nivel pais, tasa que debe estar entre 7 y 8.
Y tanto homicidios como robo con armas, estan aumentando sostenidamente desde 2011.
9 como promedio de PBA(en un encenario de lo mas desparejo: Zarate-campana duplican a Lomas de Zamora!!!!) en una serie semestral anualizada, le permiten a ud. afirmar 7, 8 pais??? hable con su contador, por favor.
No caigamos nuevamente en imaginarios, el post busca sostenerse en data: robo con armas no es medida.
Gran post, flor de laburo y coincido con el enfoque. Sin embargo, debo coincidir con Mariano T. Si los homicidios c/100.000 habitantes están en PBA por arriba de 8, en la PBA vive el 40% de la población del país, y una parte no despreciable del 60% restante vive en Gran Rosario, Gran Córdoba, Gran Mendoza y Gran Tucumán (todos con índices por encima del 5,5) es imposible que el número propuesto por la ONU para 2010 se mantenga al día de hoy. Es lamentable que no exista un sistema estadístico fiable al respecto, falencia cuya responsabilidad los ejecutivos provinciales y el nacional comparten los poderes judiciales.
De cualquier modo, y sin negar la gravedad del asunto, sigue en pie para mí la perspectiva del post en cuanto al desfasaje entre la histeria punitiva y los datos reales existentes.
Hasta donde pude averiguar, los datos vienen siempre con demora y uso 2009 ó 2010 porque es lo que está publicado para todos los países. Pero para Argentina (CABA y GBA) están hasta 2013 en los de la Suprema Corte. Y subrayo tus palabras: «desfasaje entre la histeria punitiva y los datos reales existentes».
Y los delitos no denunciados por ser totalmente inútil.
No. Digamos las cosas por su nombre.
ARGENTINA NO PUEDE NUNCA TENER UNA TASA DE HOMICIDIOS DE 5,5 SI PBA TIENE 8. Es imposible.
Así que tenemos que sacar dos conclusiones: 1) O el dato de 5,5 es erróneo. o 2) Esa tasa subió al menos un 50% en los últimos años
La tasa de 5,5 homicidios por cada 100.000 habitantes que señala la ONU a nivel nacional es, huelga decirlo, sobre la población total del país. La cifra de 8 que vos afirmás sería sólo sobre la población de la provincia de Buenos Aires. Perfectamente posible si en otras provincias es menor que el promedio. Las que cito yo de la Corte Suprema son del Conurbano Bonaerense que, creo es lo más violento de la provincia y son hasta 2012.
Basurero averigüa bien, estoy casi seguro que la ONU NO tenía los datos del conurbano.
Me parece que la ONU si tenía datos del conurbano pero eran datos viejos. El más reciente, de donde surge el 8,28 para el total de la provincia en 2013 está acá, procesado por Gustavo Arballo:
http://www.saberderecho.com/2014/04/delitos-en-provincia-de-buenos-aires.html
Es el 40% de la población del país. Para bajar hasta 5 c/100.000 habitantes en el resto del país tendría que ser realmente bajo, lo que se da de cabeza conque alrededor del 30% del 60 restante (unas 7 millones de personas) vive en las áreas metropolitanas de Rosario, Córdoba, Mendoza, Santa Fe, San Miguel de Tucumán y Salta. Y ninguno de esos lugares son Suiza.
Pero insisto: el discurso de la inseguridad toma una dimensión de histeria tal que está completamente desfazada de los datos reales. Aún en los distritos judiciales con las tasas más altas en la provincia de Buenos Aires (en uno de los cuales casualmente vivo) la cifra, aunque preocupante, está muy por debajo de las tasas de Houston (12.9), Buffalo (16.5), Atlanta (17.2) y Washington (19) y son de menos de la mitad de Miami (24), Baltimore (30), Detroit (36) y Nueva Orleans (62) según los datos que comparte Basurero. Lo mismo puede decirse con respecto a la mayoría de los países de Latam. Los datos EUA, además, vienen a cuento porque se trata de un sistema judicial mucho más ágil y de fuerzas de seguridad mucho mejor equipadas, socialmente respetadas y con ingresos más altos. Es decir que la cuestión viene por otro lado.
Es una cuestión que debe tratarse seriamente, sin ignorar el problema pero sin hacer oposicionismo bobo y tratando de ajustarse a la realidad.
Basurero, aqui tenes un estudio de Unesco sobre tasas de criminalidad, con metodologia explicada. El segundo link es a la seccion latinoamericana, con tasas de crimenes varios. La tasa relativa de robos en Argentina es mucho mas alta que en otros paises con tasas de homicidio mas alta.
http://www.unicri.it/services/library_documentation/publications/icvs/statistics/
http://www.unicri.it/services/library_documentation/publications/icvs/statistics/c04_57.PDF
Guillermo:
Te contesto todos los comentarios en este.
* Exacto, ningún método de medición es perfecto, y menos aún si la seguridad de realización de las denuncias en cada uno de los tipos de delitos no es equivalente entre los países, que es lo que expliqué más arriba.
Mi «ridículo» comentario no dice lo que vos interpretás, yo dije: «¿es coherente decir que que un país que tiene el doble, el triple o más de homicidios que Argentina tiene menos robos o hurtos? ¿Que es más seguro? ¿Es lógico afirmar que se roba mucho más en Argentina (cuya tasa de homicidios es de 5,5 asesinatos por cada 100.000 hab.) que en países como Uruguay (5,9), Seychelles (8,3), Costa Rica (10), Brasil (21,8), México (23,7), Puerto Rico (26,2), Bahamas (36,6), Jamaica (41,2) o ciudades como Los Ángeles (9,2), Chicago (11,6), Washington DC (19), Miami: (24), Detroit: (36) o Nueva Orlean (62)? ¿Qué quiere decir, que acá nos dedicamos a robarnos sin matarnos pero en esos países se dedican a matarse pero sin robarse?»
Nunca menciono a Holanda, sino que dudo bastante que sea mucho más «seguro» vivir en Nueva Orleans, Miami, Washington DC, Jamaica, Puerto Rico, México o Brasil que en Argentina, porque la ONU me dice que allí se mata mucha más gente que acá, y además dudo mucho de que en esos países donde se asesina tanta gente más que acá, la tasa de asaltos sea muy inferior que en Argentina. Puede que me equivoque, por eso busco datos serios que me lo corroboren.
* Tu escéptica acusación contra «mi método» peca de error de lectura: el método es el de la ONU y de la Suprema Corte de Justicia, yo sólo interpreto humildemente sus datos. En cambio tu método se basa en partir de la premisa de que en Argentina nos están matando a todos y que cada vez es peor y dudar de los datos de la ONU y la Suprema Corte…
* Dejando de lado tu acusación de «deshonestidad» de mi parte, te aclaro que las cifras del estudio que vos citás como ejemplo ¡son del año 1996! y, a lo sumo, ratifican lo que digo en la nota sobre esa década nefasta. En cambio en un estudio del mismo organismo posterior, el último que encontré y por eso no lo menciono porque no reflejaría la actualidad, es de 2005 con datos de 2003/2004 y allí dice (en inglés):
«En promedio, las tasas (de victimización) por ciudad son mayores en los países en vías de desarrollo (28,4%) que en los países desarrollados (19,9%) pero tres de las seis ciudades de los países en vías de desarrollo están dentro del rango de las principales ciudades de los países desarrollados. El ranking de ciudades en términos de victimización coloca a Phnom Penh y Maputo en la cima. También se encientran tasas relativamente altas en Londres y Buenos Aires. Tallin, Amsterdam, Rykjavic, Belfast, Dublin y Johannesburg tienen tasas por encima del promedio global.»
Lo que no difiere mucho -a grandes rasgos- de lo que sugiero en la nota. Sí, dice que Buenos Aires y Londres tienen tasas de victimización similares, más del 30%, pero es evidente que hay más cantidad de homicidios en Buenos Aires que en Londres y quizá la distinta cantidad de armas pululando en ambas ciudades sea la respuesta, aunque no podría afirmarlo.
Estos datos representan el porcentaje de gente que fueron víctimas de alguno de los 10 delitos que analiza el estudio. Sin embargo, el informe no es comparable con la nota porque tanto los delitos relevados como los universos estudiados son distintos.
Informe completo: http://www.unicri.it/services/library_documentation/publications/icvs/publications/ICVS2004_05report.pdf
Insistís con la tasa trucha de 5,5?
Mariano:
Yo no insisto con esa tasa, lo dice la ONU o la Corte Suprema de Justicia, en todo caso podés dirigirte a ellos e impugnarles sus informes con tus argumentos…
Guillermo, si la tasa de robos en Argentina es mayor que en otros países latinoamericanos con tasas de homicidio más altas lo más lógico es suponer que aquí las víctimas lo denuncian más. Otras hipótesis para explicarlo deberían asumir que en otros países la gente es más propensa al homicidio pero mucho más respetuosa de lo ajeno o bien que aquí se roba mucho pero con flor de códigos, nada de andar a los tiros.
El estudio es de hace tiempo, pero lo de las tasas comparadas sigue siendo vigente.
Basurero, lo que objeto es que vos uses un estudio sobre homicidio, por detallado que sea, para 1)en base a eso sacar conclusiones sobre tasas no documentadas de otros crimenes 2) sobre la base de esas cifras supuestas cuestionar la sensacion de inseguridad.
1) No saco conclusiones sobre tasas no documentadas de otros crímenes sino que digo que vivir en Argentina es menos peligroso que en los lugares que cito en la nota, y que en relación a otros delitos la misma ONU firma que «en promedio, las tasas (de victimización) por ciudad son mayores en los países en vías de desarrollo (28,4%) que en los países desarrollados (19,9%) pero tres de las seis ciudades de los países en vías de desarrollo están dentro del rango de las principales ciudades de los países desarrollados.» y » También se encientran tasas relativamente altas en Londres y Buenos Aires» lo que trato de explicar diciendo que «tienen tasas de victimización similares, más del 30%, pero es evidente que hay más cantidad de homicidios en Buenos Aires que en Londres y quizá la distinta cantidad de armas pululando en ambas ciudades sea la respuesta, aunque no podría afirmarlo. Estos datos representan el porcentaje de gente que fueron víctimas de alguno de los 10 delitos que analiza el estudio. Sin embargo, el informe no es comparable con la nota porque tanto los delitos relevados como los universos estudiados son distintos». Y nada más
2) No mezcles los datos que muestro con lo de sensación de inseguridad porque digo claramente que esto último es algo subjetivo y no mensurable con hechos concretos. Leé nuevamente la nota y vas a ver que afirmo que son dos cosas bien distintas.
Es perfectamente coherente suponer que un pais tenga tasa mas alta de homicidio y mas baja de robo. Es muy posible que en Estados Unidos, donde la gente tiene armas de fuego como si fuera el cepillo de dientes, haya una tasa muy alta de homicidios domesticos, o mucho mas alta de lo que seria si no fuese posible comprar armas a piacere. Es perfectamente posible que haya comunidades islamicas en Londres u otras ciudades europeas con una tasa infinitamente mas alta de mutilacion genital femenina que el resto de la comunidad, pero seria absurdo suponer que la tasa de homicidio, o violencia domestica,en esa comunidad, seria proporcional a ese delito en particular.
Lo que vos estas haciendo es usar estadisticas de un hecho en particular, que es un tema de actuario, y transferir ese resultado a calculos especulativos de otras tasas, que de actuario no tiene nada, para sacar una conclusion francamente politica disfrazada de ‘evidencia’.
Te repito lo que dije para que veas que no hablé sólo de EE.UU.:
“¿es coherente decir que que un país que tiene el doble, el triple o más de homicidios que Argentina tiene menos robos o hurtos? ¿Que es más seguro? ¿Es lógico afirmar que se roba mucho más en Argentina (cuya tasa de homicidios es de 5,5 asesinatos por cada 100.000 hab.) que en países como Uruguay (5,9), Seychelles (8,3), Costa Rica (10), Brasil (21,8), México (23,7), Puerto Rico (26,2), Bahamas (36,6), Jamaica (41,2) o ciudades como Los Ángeles (9,2), Chicago (11,6), Washington DC (19), Miami: (24), Detroit: (36) o Nueva Orlean (62)? ¿Qué quiere decir, que acá nos dedicamos a robarnos sin matarnos pero en esos países se dedican a matarse pero sin robarse?”
Como no tengo datos tan completos de los EE.UU. como los que da la Corte Suprema sobre nuestro país, sólo dudo que en EE.UU. se cometan delitos muchísimo menos (dije «muchísimo») que acá cuando, como vos bien decís, compran armas como cepillos de dientes, pero no voy más que ahí. Por eso dije:
«dudo bastante que sea mucho más “seguro” vivir en Nueva Orleans, Miami, Washington DC, Jamaica, Puerto Rico, México o Brasil que en Argentina, porque la ONU me dice que allí se mata mucha más gente que acá, y además dudo mucho de que en esos países donde se asesina tanta gente más que acá, la tasa de asaltos sea muy inferior que en Argentina. Puede que me equivoque, por eso busco datos serios que me lo corroboren».
Tampoco hablé de violencia doméstica porque uso datos que no los discriminan, salvo los de acá.
No sé a qué conclusión «política disfrazada de evidencia» te referís, pero sí afirmo que: no somos relativamente (dije «relativamente», es decir, en el contexto mundial) un país altamente peligroso para vivir como se suele argumentar y que: «Para preservar nuestra vida debemos cuidarnos principalmente del tránsito, luego de nosotros mismos y de nuestros familiares o conocidos y, por último, de los extraños. Y, fundamentalmente, evitar la presencia de armas de fuego».
Podemos seguir esto ad infinitum. La sensacion de inseguridad es un hecho en Argentina, o al menos en la gente de las zonas urbanas, que es la gente que mas conozco. Yo soy mas conciente del tema seguridad en la calle en BA que en otros lados, no solo porque la gente lo menciona, sino porque conozco mucha mas gente que ha sido victima de robos en la calle alli que aqui, por ejemplo. Si eso es creacion de los medios, no se, a la que gente que conozco que dice que le ha pasado le creo.
Que haya menos asesinatos que en Jamaica o Washington DC no quiere decir que haya menos robos que en Jamaica o Washington DC. A lo mejor si, pero no hay motivo para suponer que la situacion al respecto en Argentina es ‘normal’. Simplemente porque todo el mundo te dice que hay mucho mas que antes, cosa que no tiene nada que ver con lo que pase en Jamaica o Washington DC. Si a vos te cortan el sueldo a la mitad vas a estar mucho mejor que alguien en Africa sub-sahariana, pero no quiere decir que en tus terminos estes bien.
De acuerdo, por eso para terminarlo diría que:
En ningún lugar de la nota digo que estamos bien o mal en términos absolutos, sino que hablo en términos relativos, comparado con otros países o momentos, que es lo que vale para cambiar la realidad. Por eso, de acuerdo a la ONU en materia de seguridad ciudadana (pérdida o no de la vida) estamos mejor que en la década pasada y no somos un país muy inseguro para vivir dentro del contexto mundial y estamos entre los más seguros de la región.
Y que de acuerdo a las investigaciones de la Suprema Corte de Justicia los mayores peligros de perder la vida son los que presento en la nota, donde el robo no es el primero, ya que:
«Es un hecho que la cantidad de homicidios en ocasión de robo bajó, y que representan sólo un 15% del total en C.A.B.A. y un 20% en el Conurbano.
«Se verifica también que la cantidad de homicidios causados por conflictos intrafamiliares o entre vecinos también bajó, y que representan un 9% del total en C.A.B.A. y un 13% en el Conurbano.
«En cambio, la cantidad de homicidios ocasionados en discusión, riña o venganza (… ) aumentó en estos años y representan un 39% en C.A.B.A. y un 42% en el Conurbano.
«A su vez, si se considera la existencia de una relación previa entre víctima y victimario, este tipo de homicidios representan al menos un 41% de los casos en C.A.B.A. y al menos un 43% en el Conurbano.
«Los homicidios efectuados con arma de fuego representan más del 68% en C.A.B.A. y en el Conurbano son el 63% de los casos. Si comparamos la incidencia de las denominadas drogas prohibidas (7,10%) con la de las armas de fuego, resalta claramente dónde se debe trabajar más para bajar la tasa de homicidios.»
Y la «sensación de inseguridad», esa preocupación de La Nación desde hace algunos años y que manda a medir por encuestas, no puede compararse con los datos que ofrezco aquí, pero sí con lo que dice la BBC sobre el tema y que también presento en la nota.
Un abrazo.
Basurero:
Nuevamente agradezco su esfuerzo por traer datos fundamentados, y defenderlos tan bien.
Es muy interesante ver la ausencia de otros datos fundamentados en todos los que protestan.
Creo que la frase clave aquí es:
‘La sensación de inseguridad es un hecho en la Argentina’.
Eso resume todo.
Dice lo mismo que muchos decimos, claro. Y mucho más brevemente.
Pero como en este país se opera mucho, cuando Aníbal Fernández usó esa misma expresión le cayeron encima (y todavía se la siguen endilgando, cuando la expresión comenzó con La Nación).
Hay un antecedente interesante en Artepolítica. Se puede ver en los archivos.
2009, epidemia mundial de Gripe A.
Me acuerdo del barullo mediático.
Se publicaban cosas como esta:
http://www.lanacion.com.ar/1159251-la-argentina-esta-primera-en-el-numero-de-muertos-por-gripe-a
Las mismas personas que hoy en AP discuten las estadísticas de delitos sostenían que: éramos el país con mayor número de muertos, la gente caía como moscas, todo era por la ineptitud criminal del sistema de salud pública (y el gobierno), además se mentía y se ocultaba la estadística.
México tenía muchos muertos porque era un país serio que decía la verdad, en cambio Argentina tenía muchísimos más muertos (sí, se aseguraba contundentemente) pero no los confesaba, los escondía o los enterraba clandestinamente (o algo así).
Sólo tenemos que ver cómo quedaron los números cuando se disipó el humo.
Raúl;
No sólo estoy de acuerdo con tu comentario sobre las incongruencias que se dijeron sobre el combate contra la Gripe A y las operaciones al respecto sino que en su momento lo traté en mi blog y mostré cómo pasamos de ser una «vergüenza para el mundo» al elogio de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) por el tratamiento de la pandemia en Argentina. Ver http://basureronacional.blogspot.com.ar/2010/11/el-odio-en-los-tiempos-de-la-gripe.html
Basurero:
– Muchas gracias por el link. No tenía presente el post, pero es muy probable que lo haya leído en su momento. Es muy útil y fundamentado. Estos trabajos son a las ‘operaciones’ como el thinner a la pintura…
– Los comentarios sobre la gripe A en AP por parte de los conspicuos de siempre, eran desopilantes.
– Otro de los mecanismos ‘operatorios’:
Por un lado se dice ‘la sensación de inseguridad es un hecho en la Argentina’ (es decir, se le da a una ‘sensación’ la categoría de ‘hecho’).
Por otro lado, cuando usted muestra ‘hechos’ (cuantificados) le contestan que sólo es ‘su sensación’…
Insisto en que la tasa de 5,5 es seguramente errónea, y no es consistente con los números de la Provincia de Buenos Aires.
De ahí lanzarse a sacar conclusiones es medio paja mental.
http://www.saberderecho.com/2014/04/delitos-en-provincia-de-buenos-aires.html
Esos datos son mucho más actualizados y tienen más consistencia.
Para los que nos interesa la política y los problemas que tenemos en la sociedad, es interesante este artículo. Pero me hago una pregunta sincera: ¿sirve para explicarle a quienes viven atravesados por el miedo y/o tienen una ideología de derecha? Quiero decir, cualquier persona cuyo discurso esté atrevesado por la inseguridad, es muy difícil explicarle cualquier cosa ya que estamos hablando del miedo más intimo que tiene todo ser humano y es el de la muerte. No es casual que la «inseguridad» sea el caballito de batalla de todos los medios de comunicación a nivel mundial, saben que pueden entrar directo a la mente de las masas, y que no habrá luego datos, ni teorias, ni comprobaciones empíricas que puedan desarmar el discurso del miedo. Realmente es preocupante, muy preocupante. Cuando se habla de la manipulación mediática, este es el verdadero problema. No creo que los medios de comunicación puedan obligar a los ciduadanos a votar por tal o cual candidato, pero tienen un poder superior, que es el de manipular sus miedos más humanos, más profundos, y eso es alarmante.
Corolario: hay que modificar el funcionamiento de los medios DE VERDAD, y enseñar filosofía.
Basurero:
Muy bueno tu informe con estadísticas oficiales, también muy bueno el debate generado. Yo puedo comentar algo de experiencia personal. Por cuestiones de la vida he vivido tanto en Los Angeles, como en DC. Los Ángeles que es una ciudad demasiado grande, con un área metropolitana muchísimo mas grande, y en términos generales es mas segura que Buenos Aires. En que me baso esto. Si bien es cierto que la tasa de homicidios en Los Angeles, en 2012 fue de 7,8 (no de 9,2. Fíjate en el informe anual del FBI, o del LAPD, hay tener un error en tu informe. Es una tasa que va en descenso desde la ultima década), la realidad es que los homicidios se comenten en casi son gran mayoría en cierto barrios, principalmente donde hay conflictos de pandillas. Barrios como SouthCentral, East LA o Watts. En el resto de la ciudad, o en el área metropolitana, la tasa de homicidio es muchisimo menor. Te pongo un ejmeplo, el OC, el otro gran condado del Area de Los Angeles, que tiene como 4 millones de habitantes, tuvo una tasas de homicidio en 2012 de 1,8 cada 100 mil hab. West Hollywood (que no es Hoillywood) tuvo una tasa de homicidio de 0 por 100 mil hab. Santa Monica registro una tasa de homicidio de 2 por 100 mil, mientras que Burbank una de 2.2 cada 100 mil. Te estoy tirando algunas localidad realemente populosas del Area de Los Angeles. SouthCentral, con 700 mil habitantes, es uno de los barrios mas peligrosos de USA, y es ahi donde se cometen casi la totalidad de los homicidios. Cuando vivís en Los Angeles, sabes que en esos barrios (que son verdaderas ciudades), son peligrosos y es donde se comenten los crímenes, y la personas no van. Tenes que tener en cuenta que Los Angeles, es una ciudad de 18 millones de hab, y que un barrio con 700 mil hab, es uno mas. En el resto de la ciudad, donde viven el 90 % de los habitantes, las personas están totalmente tranquilas (mas alla de la paranoia americana). Esto que pasa en Los Ángeles, pasa en la gran mayoria de las ciudades de USA. O sea barrios ghettos donde se concentran la criminalidad, y el resto de la ciudad, con una gran tranquilidad. Ahora miramos BS As. Tomando los datos de 2012, bs as tiene una tasa de homicidio de 5,46 por 100 mil hab, según el informe de la CSJ. Pero Buenos Aires tiene un área metropolitana que es el Gran BS As (donde si ves bien las noticias tanto de TN,C5N,America y demas) es donde se comenten la mayor cantidad de homicidios. La tasa del GBA (con La Plata incluida) fue en 2012 de 7,66 por 100 mil. Esto hace que el AMBA tenga en 2012, según la Corte Suprema, una tasa de homicidios por 100 mil de 6,93. En comparación, el Área de Los Ángeles, tiene una tasa de homicidio de 3,4 por 100 mil., de los cuales la ciudad de Los Angeles que esta dentro del area metropolitana tiene una tasa de 7,8 por 100 mil. A que voy con esto?? Que uno puedo dar datos, pero hay que saber leer los datos, y saber de que se tratan los datos.
Vos bien lo mostraste en el mapa sobre la ciudad de bs as, la zona sur tiene mas homicidios que la zona norte, pero para hacer una comparación, hay que ver que pasa en cada ciudad que comparaste. ¿la tasa de homicidios es igual en toda la ciudad, en una parte, en una parte marginal?. La zona norte de capital federal es mucha mas insegura que el resto de la ciudad de los ángeles, sacando los barrios que te mencione. En USA podes ver el tema de la seguridad al minuto. Todos los diarios, tienen un Crime map, donde se registran los delitos, desde hurto hasta homicidios, en los últimos 6 meses. Asi que la hipótesis de que los medios crean la sensación de inseguridad, es bastante discutible. Por otro lado en tu detallado informe, te olvidaste de mencionar la tasa de robo, que también hace a la sensación de inseguridad. De acuerdo con un informe que realiza una dependencia de la Organización de Estados Americanos (OEA), nuestro país tiene una tasa de 973 robos por cada 100.000 habitantes, por encima de países como México, Brasil, Uruguay y Chile.
México tiene 670 robos; Uruguay, 542; Brasil, 415; Chile, 410 y Estados Unidos, 123 por 100 mil hab. Argentina no es el peor país en cuestión de seguridad, y dentro del marco de América Latina, es uno de los que mejor esta en cuestión de seguridad. Ahora, mas allá de los datos, esto de experiencia persona. Ya hace unos años que volví al país, y desde que volví a Bs As, viviendo en la zona norte de Capital Federal, ya me robaron dos veces y me desvalijaron la casa. Y eso, en USA nunca me paso.