Eduardo Basualdo es coordinador del Area de Economía y Tecnología de FLACSO y fundador del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (Cifra-CTA). Junto con Daniel Azpiazu y Miguel Khavisse publicó el muy influyente “El nuevo poder económico en la Argentina de los ochenta”, que buscó descifrar algunas de las marcas que había dejado el período de la dictadura militar en la economía y en la sociedad. Sus estudios sobre el comportamiento de la cúpula empresaria tienen en su último libro “Endeudar y fugar. Un análisis de la historia económica argentina de Martínez de Hoz a Macri”, en el que es editor y también escriben Mariano Barrera, Leandro Bona, Mariana González, Pablo Manzanelli y Andrés Wainer, buscan echar luz sobre algunos aspectos de la dinámica económica y política soslayados por otros enfoques.
Basualdo ha ayudado a dar forma al concepto de “valorización financiera”, una dinámica que toma fuerza entre la cúpula empresaria durante la dictadura y que tiene al endeudamiento externo como una de sus patas, en un flujo que continúa con la valorización interna de esos fondos mediante mecanismos financieros en los que una tasa de interés real positiva es otro elemento esencial y que se completa con la fuga de esas (valorizadas) divisas al exterior. La descripción que hace el autor de esa dinámica junto con la identificación y análisis del comportamiento de los Grupos Económicos Locales (GEL) y Empresas Transnacionales (ET), como dos actores centrales a analizar, recorren esta última obra y algunas de las anteriores.
Basualdo retoma la noción de “transformismo argentino” (que adopta de Gramsci) para describir la dinámica política que va de 1983 hasta 2001 y ofrece algunas claves del gobierno que evalúa con objetivos “nacionales” de Néstor Kirchner y de la transformación que a su entender convierten de los gobiernos de Cristina Kirchner en un tipo de gobierno específico al que llama “nacional y popular”. A esto suma una mirada sobre la gestión del presidente Mauricio Macri, sobre la que explica por qué no es “una repetición de los 90” y en la que identifica un fuerte componente “clasista”, esta vez en un contexto novedoso de primacía de los intereses del capital financiero internacional al interior de un Gobierno. Para Basualdo, el Gobierno plantea un esquema en el que se borran las “mediaciones” propias de todo Estado capitalista, es decir, aquellas que hacen ver al Estado separado de los intereses y del manejo de los propios capitalistas. “Cuando esto se debilita los proceso se vuelven fuertemente clasistas y los enfrentamientos, profundos. Yo creo que estamos viviendo una etapa de esas características en la Argentina”.
“En el capitalismo las deudas se pagan. Más tarde o más temprano se pagan”, es una frase que resuena también de su explicación.
Compartimos a continuación algunos de los tramos de una charla que mantuvimos con Basualdo, Leandro Bona y Andrés Wainer sobre distintos aspectos abordados en el libro publicado por Siglo XXI Editores. Una versión más resumida de la conversación puede leerse aquí.
Las marcas que dejó el período 76-01
(Basualdo)
“Hay varias lecciones. Ha sido un cambio de una profundidad inédita en términos de un tránsito de patrón de acumulación industrial a uno centrado en la valorización financiera. La valorización financiera trae desindustrialización y una distribución regresiva del ingreso, una caída en la participación de los asalariados en el ingreso (…)
Esta complementación entre la fuga y la deuda esconde dos lógicas, dos comportamientos. el primero es uno que es el que determina el nivel de fuga y su relación con la deuda externa porque alude al comportamiento de las dos fracciones principales del capital que actúan en la Argentina que es el capital extranjero y los Grupos Económicos Locales. Es una forma de acumulación de capital que implica el endeudamiento por un lado pero también la fuga de capitales al exterior por otro.
(…)
Alrededor de este patrón de acumulación de las fracciones oligopólicas que conducen la economía argentina está el comportamiento que adoptan distintos integrantes de la alta burguesía argentina, que fugan porque efectivamente son períodos en los que hay altas inflaciones y quieren resguardar su excedente apropiado en el proceso económico. Se trata de pequeños y medianos empresarios y profesionales también que han fugado. Esto forma parte de la estrategia del capital financiero: que participe el conjunto de la gran burguesía porque si (el proceso) no se vuelve intolerable en términos sociales.
(…)
El tercer punto, puede verse a partir de la privatización periférica que se perfeccionó en los 90 con Menem. Esta es una consideración que creo que es importante para los sectores populares: en el capitalismo las deudas se pagan. Se paga el capital y los intereses. Más tarde o más temprano. Pero se pagan. Esto es lo que significó ya a mediados de los 80 los programas de capitalización de deuda en América Latina y en la Argentina y a fines de los 80 y principios de los 90 la gran privatización de las empresas estatales. Esto tiene que ver con el pago de la deuda externa. Cuando en una economía, en una sociedad determinada, las divisas no alcanzan para pagar amortizaciones e intereses se paga con capital y el principal capital del Estado eran sus empresas públicas”.
(…)
Lo que sí queda claro es que las deudas se pagan. Esto es importante tenerlo en cuenta porque estamos en una etapa de un endeudamiento inédito en nuestro país, aún comparándolo con la dictadura”.
El 2001
(Andrés Wainer)
“(El 2001) básicamente es la demostración de la insustentabilidad de este tipo de esquemas en el largo plazo, cuando no hay una creación de riqueza en la economía real en esta lógica de valorización financiera. El 2001 es la consecuencia de esta lógica de endeudar y fugar, de sustentar en cierta medida la valorización del capital, obtener divisas, los dólares que es un recurso fundamental para la economía argentina a través del endeudamiento en un esquema muy rígido que era la convertibilildad”.
(Basualdo)
“Una de las cuestiones importantes del 2001 es la ruptura del bloque de poder. El enfrentamiento a partir de la crisis que comenzó en el 98 a partir de este efecto contagio en el que estaba (la crisis de) el Sudeste asiático, Brasil, etc, que se va a prolongar hasta el 2002. ¿Qué ocurre ahí? Que dadas las limitaciones objetivas de un patrón de acumulación que estaba llegando a su agotamiento se rompe el bloque de poder, este acuerdo entre el capital extranjero financiero y no financiero y los Grupos Económicos. Y se abren dos proyectos alternativos para la salida de la convertibilidad.que eran las políticas devaluacionistas por un lado y la dolarización por el otro. Menciono esto por lo siguiente: esa ruptura no se suturó y esto es muy importante. Hoy tenemos una situación donde los Grupos y el capital financiero internacional invierten su situación. Antes eran los Grupos los que tenían capacidad de definir la acción del Gobierno (de 1976) hasta antes del 2001, durante la valorización financiera. Hoy es el capital financiero internacional el que lo hace. Y no incluyen a los Grupos en su gestión. Creo que es una discusión muy intersante.
“El transformismo argentino”
(Basualdo)
“Es una categoría analítica muy importante, no sólo para Italia, que estaba pensando Gramsci, sino también para el caso argentino. Como toda categoría tiene variantes y el caso italiano analizado por Gramsci tiene sus características específicas y el caso argentino también. El concepto es muy importante para mí en términos de la teoría política. En resumidas cuentas Gramsci dice que entre la situación de gobiernos de fuerza (dictaduras) y la gobernabilidad, como se diría hoy, tradicional donde los sectores dominantes hacen concesiones a los sectores subalternos de distinto carácter hay otra situación que es cuando los sectores dominantes aseguran esa gobernabilidad otorgando e integrando dentro de la esfera de poder a los representantes de los sectores populares pero no hacen concesiones a los sectores populares. Y esto es bien distinto. Quiere decir, como diría Gramsci: decapitan a los sectores populares y por lo tanto inhiben su organización, movilización y lucha. En la Argentina desde mi punto de vista, terminada la dictadura hay una profunda transformación en el sistema político y de representaciones en la Argentina en este sentido. Los sectores dominantes se dan la tarea de incorporar a las conducciones de los sectores populares y no darles reivindicaciones a sus bases. Este es uno de los orígenes de la crisis de representación en la Argentina. Que se oscureció durante el kirchnerismo por el fuerte liderazgo de ese ciclo de gobierno pero que me parece que se está expresando con mucha fuerza en la actualidad. Este es el orgien del tránsito de la bruocracia sindical al sindicalismo empresario: ‘ustedes también pueden ser empresarios, ahora tenemos que arreglar cómo garantizamos que este proceso sea posible’”.
La posconvertibilidad
(Andrés Wainer)
“Lo que sucede a partir del default es que se acaba con esta lógica de valorización financiera. Argentina estaba afuera de los mercados pero hay decisiones políticas como la cancelación de la deuda que Argentina tiene con el FMI. Hay un cambio muy fuerte de lógica donde los sectores que más van a crecer son los sectores productivos a partir de la devaluación y algunas otras medidas.
(…)
Es un tipo de crecimiento que empieza a mostrar sus límites más o menos a partir de la crisis internacional (2008). Este es un cambio significativo.(…)
Uno puede hablar de ciertas continuidades, por ejemplo a partir de 2007-2008 empieza a haber de vuelta una importante fuga de capitales. Y acá parece haber una línea de continuidad, sin embargo es una fuga de capitales que tiene una característica distinta a la del período previo. Básicamente porque si bien el objetivo sigue siendo conservar el valor de esos capitales, el origen no es ya a partir del endeudamiento externo, haciendo la valorización financiera interna, es decir, endeudarse para valorizar internamente y volver a fugar, sino a partir de las abultadas ganancias corrientes que obtuvieron sobre todo las grandes empresas en ese período. Esto de que había altas tasas de ganancia y que Cristina dijo alguna vez ‘la juntaron con pala’.
Sigue habiendo fuga que va a condicionar la emergencia de dificultades en el sector externo, la restricción externa pero con otro origen. Una de las diferencia más marcadas es que tenemos un crecimiento de la industria muy fuerte, un proceso de reversión de la desindustrialización previa pero esa estructura no tiene grandes cambios de la heredada. Una estructura industrial más o menos similar con las deficiencias que podía tener antes”.
Los gobiernos kirchneristas
(Basualdo)
“Para mí tiene el kirchnerismo un rasgo sorprendente. Sienta un precedente internacional, que es la renegociación con quita de la deuda. Que da lugar a la posibilidad de reindustrialización más allá de las deficiencias que plantea Andrés (Wainer) y que yo coincido. La deuda se paga en el capitalismo. Se pagan intereses y se paga capital. No es que el kirchnerismo no pagó pero introdujo una quita muy significativa en términos nominales y reales, que permitieron este proceso de expansión de la economía, del consumo popular y yo diría de la inversión. No es cierto que el kirchnerismo avanzó hasta el 2008, hasta el momento de la crisis mundial, sobre la base de la capacidad ociosa instalada -que por supuesto existía a partir de la crisis del 98-02- ni del denominado ‘viento de cola’ que es la reversión de los términos de intercambio en favor por primera vez en muchas décadas de los países latinoamericanos, entre ellos la Argentina. Hubo política económica. Hubo inversión significativa.
(…)
Y por otro lado, en el marco de la crisis mundial que se abre en el 98 y que perdura en la actualidad, y quiero poner énfasis en esa crisis porque es la primera desde los años 30 que tiene como epicentro al imperio, a Estados Unidos, lo cual no es poca cosa y estamos en todo un proceso donde los países centrales están corriendo la crisis a la periferia, cuando antes la periferia era la que más había crecido. Estas dos son circunstancias que enfrenta el kirchnerismo a partir del enfrentamiento con el agro y del enfrentamiento con los grupos económicos que eran considerados hasta el momento el núcleo de la burguesía argentina por parte de estos gobiernos. De allí que uno pueda pensar que hay un salto de calidad en términos del kirchnerismo porque de una situación donde el kirchnerismo está reivindicando intereses nacionales pasa a reivindicar intereses nacionales y populares y este es el núcleo del enfrentamiento del gobierno de Cristina Kirchner.
(…)
Va a contramano (de la dinámica del transformismo). ¿Y ese salto de calidad por qué se da? Una característica, que es la centralidad primero del Estado, cosa que es indiscutible en estos gobiernos que estamos mencionando. Pero la otra característica es que los gobiernos nacionales y populares no enfrentan la dominación capitalista como tal: enfrentan cierto tipo de dominación capitalista que tiene que ver con el patrón de regulación que los antecedió, es decir en este caso con la valorización financiera. Es a partir de la crisis del campo que el kirchnerismo, en la práctica, reconstruye (frente a sí) el bloque de poder políticamente de la valorización financiera. Porque hasta ese momento, el enemigo fundamental era el capital financiero internacional que había explotado a la economía y a la sociedad argentina, pero a partir de la crisis del campo, del conflicto con Clarín, que en realidad expresa el conflicto con el resto de los grupos económicos, dice ‘no, esta fracción también forma parte de los sectores dominantes que hay que disciplinar en la Argentina’. Ese me parece que es un rasgo muy importante a tener en cuenta para entender la lógica de lo que viene después porque efectivamente recrudece un tema de fuga (de capitales) que cambia su sentido. Hasta ese momento, la fuga desde mi punto de vista tiene que ver con esta lógica que mencionaba antes con fracciones del capital que en el marco del neoliberalismo a nivel mundial redefinen su carácter: lo financiero es el núcleo de sus respectivos procesos de acumulación. A partir del 2008 lo que se agrega es la disputa de poder por parte de estos sectores ¿Por qué? Porque hay un fuerte proceso de redistribución del ingreso -en términos relativos, estamos hablando una participación de los asalariados en el ingreso que de acuerdo a los cálculos que hemos podido hacer ronda el 40 % , no es lo de la sustitución de importaciones o de mediados de los años 70-, pero está en el marco de una crisis mundial. Y de hecho ese proceso de fuga muy acentuado y con mucho impacto en la situación del sector externo es acompañado de retención de la liquidación de cosechas, de todo lo que conocemos de ataque a la regulación en el mercado cambiario”.
Sobre la fuga de divisas
(Basualdo)
“La fuga efectivamente está vinculada a la alta burguesía argentina y extranjera. Ahora, lo que se fuga es la inversión. No es el consumo. No es que los sectores de altos ingresos restringen su nivel de consumo para fugar en aras del proceso de acumulación del grupo en su conjunto o de los sectores medios y altos para asegurar sus ahorros. Es inversión. Por eso es sistemático que en los momentos en que predomina la valorización financiera, en la economía real haya desindustrialización y crisis porque falta un ingrediente fundamental que es la inversión. Esto es lo que logró romper el kirchnerismo a partir de interrumpir el ciclo de valorización financiera.
(…)
Fue muy importante la renegociación con quita, muy importante. Fue criticada por muchos sectores de izquierda pero fue muy importante porque violenta una ley no escrita y rigurosamente seguida por el capitalismo a nivel internacional, sobre todo el capitalismo financiero. Uno mirando el proceso en su conjunto podría ver cómo la contraofensiva a esa quita y proceso de expansión y jerarquización de la economía real fue el conflicto de los fondos buitres. No es un conflicto en el que se ve solamente al fondo buitre accionando sino que es la Justicia norteamericana avalando una estafa sin igual, cuando en términos internacionales y nacionales era una política que tenía una apoyo muy significativo. Había que acabar con esa posibilidad de violentar por los laterales y en circunstancias críticas esta ley de que la deuda se paga con capitales o activos”.
¿Qué estaba en discusión en la campaña de 2015?
(Andrés Wainer)
“Lo que me parece que estaba en discusión era si esto (desequilibrios macroeconómicos) implica de alguna manera cambiar por completo todo el modelo o hacer ajustes sobre el mismo esquema. La opción de Cambiemos era un cambio bastante radical en esta concepción del manejo económico. a partir de un determinado diagnóstico de esto que decía (Javier) González Fraga, que ‘se fomentó demasiado el consumo, nos estamos comiendo lo que tenemos, la energía y no se fomentó la inversión’, que no es así. Esta idaea de sincerar la economía, de dar señales al mercado para que se acomoden las variables, se vuelva al equilibrio y vuelvan las famosas inversiones extranjeras que hasta el momento no han llegado para generar un crecimiento supuestamente sustentable sobre otras bases. Esto generó cambios importantes en términos de apertura comercial, mayor liberalización del sector financiero.
(…)
Uno puede ver que hasta el momento no se han resuelto las cuestiones estructurales, de fondo, que se criticaban. No hay una solución de la situación externa del país a partir de generar nuevos sectores exportadores sustentables. Básicamente se cerró el capítulo con los buitres pagándole y se volvió a los mercados financieros internacionales y a un nuevo ciclo de endeudamiento, el más fuerte desde la dictadura para acá. Esto permite traer esos dólares para permitir desarmar estos controles, liberalizar la economía.
Estos ciclos de endeudamiento y en tanto ese endeudamiento no esté orientado a producir una modificación sustantiva de la estructura productiva terminan en grandes crisis, que ya lo hemos vivido”.
(Basualdo)
“Los gobiernos nacionales y populares son, como dije antes, los más urticantes para el poder establecido en la Argentina, en distintas sociedades. Esto es una forma de gobierno. ¿Qué ocurre? ¿Qué era lo que se discutía volviendo a tu pregunta original? Bueno, cómo solucionar la viabilidad y garantizar el avance en términos de esta disputa por el ingreso en la Argentina y garantizar la sustentabilidad en términos del sector externo. En ese sentido hubo políticas bien interesantes (del gobierno de Cristina Kirchner) de la negociación con China, de romper esquemas establecidos de financiamiento que por otro lado se le negaban a partir del conflicto con los fondos buitre, que era el tapón que impedía tomar en todo caso financiamiento externo en los mercados de capitales institucionalizados. Eso, las negociaciones con Brasil, lo de la Corporación Andina de Fomento que dio mucho financiamiento a la Argentina en esa época. En fin, diversificar su fuente de financiamiento pero para garantizar ese proceso y la profundización o por lo menos mantenimiento durante la crisis mundial de la situación en la Argentina.
Cambiemos es una propuesta tremendamente clasista ¿en qué sentido? Es la restauración del poder dominante en la Argentina, la ruptura de ese proceso y replantear no sólo la distribución del ingreso, sino la dinámica social en la Argentina. Yo creo que en ese sentido son propuestas antagónicas que cada vez más expresan un fenómeno muy complicado en términos políticos, que es una expresión que el conflicto de clase que está en la base del funcionamiento del capitalismo, entre el capitalista y el trabajador se empieza a trasladar directamente a la política, no hay mediaciones. Una de las funciones del Estado en el capitalismo es plantear que la igualdad ante la ley expresa la igualdad en el proceso productivo. Esta es la tergiversación: poder instaurar una mirada que unifica ambos espacios, uno de las estructura y otro de las representaciones pero bajo la mirada de las representaciones donde efectivamente todos somos iguales porque efectivamente podemos votar, etcétera. Cuando esto se debilita los proceso se vuelven fuertemente clasistas y los enfrentamientos, profundos. Yo creo que estamos viviendo una etapa de esas características en la Argentina.
Esto no es una repetición de los 90. Es otra variante de la valorización financiera. Hay varias características (diferentes) que uno podría citar. Una de ellas es, efectivamente, que no hay mediación política. Los partidos políticos que fueron aliados al PRO en realidad fueron subordinados al PRO: este es el papel del radicalismo. Entonces, efectivamente, este es un gobierno de los ricos. Gobernado por los ricos. ¿Pero de qué ricos? Capital financiero. ¿Y qué capital financiero? Sobre todo, internacional. Entonces se vuelven muy densas las contradicciones sociales en procesos de estas características.
¿Gradualismo?
(Basualdo)
“Lo del ‘gradualismo’ es una paradoja. En realidad Cambiemos no es gradualista, no tiene más remedio que ser gradualista porque hay un grado de movilización social en la Argentina que es inédito en las últimas décadas. Uno dice en el kirchnerismo hay mucha adhesión sobre todo de sectores populares. Acá hay una movilización de resistencia social muy notable. Cada patrón de acumulación tiene sus expresiones, sus luchas sociales particulares. Si uno mira la segunda etapa de sustitución fueron unas: resistencia peronista, lucha armada. Si uno mira la valorización financiera, bueno, ahí se rompe el sindicalismo, nace la CTA en los 90, los piquetes y la resistencia las privatizaciones, a la exclusión de mano de obra. Hoy estamos en la etapa de las grandes movilizaciones populares. Es una de las cuestiones que quieren empezar a limitar porque esto se les está yendo de mambo, mediante represiones como las de la movilización popular por Santiago Maldonado. En realidad (el Gobierno) no es gradualista. Es una paradoja. Porque esto es lo que le permite decir ‘somos gradualistas’, en contra de los halcones y aparecen de vez en cuando las propuestas de máxima. Y esta es la importancia que tienen estase elecciones. Porque el actual gobierno lo que busca desde mi punto de vista con estas elecciones es yo no diría lograr sino hacer creer que es una victoria rotunda y que eso habilita todas las políticas que no ha podido aplicar en estos dos primeros años. Están en la agenda la reforma impositiva, jubilatoria y las reformas provinciales. Yo quisiera recordarle a los compañeros de las provincias que el proyecto del capital financiero en el 2001 era entre otras cuestiones acompañar la dolarización por una reforma en el sistema político, en el sistema de representaciones. Esto era la regionalización de la Argentina que empezó a hacerse. La Pampa era la capital de la Patagonia. Esto es unificar las distintas provincias en regiones, lo cual implica cambiar el mapa político de la Argentina. Cuestiones como estas se están barajando.
Y estas selecciones desde mi punto de vista tienen un contenido principal que es una pugna de proyectos nacionales en provincia de Buenos Aires. Y hay efectivamente expresiones de conflictos y dinámicas regionales y provinciales.
Efectivamente hay una disputa de proyectos en estas elecciones. No es que finalmente sea una puesta en escena para el 19. No es así. Es la habilitación de qué tipos de políticas hay a partir de octubre del 17, que no es lo mismo”.
Deuda
(Leandro Bona)
«Por la velocidad y volumen inédito de endeudamiento externo, difícilmente haya casos con parangón en el resto del mundo
El año donde más endeudamiento hubo en todo el período 76-01 fue el año 82, precisamente el de la guerra de Malvinas. a valores de hoy, ese año el gobierno nacional se endeudó en un poco más de 18 mil millones de dólares, que es mucha plata.
Ahora, el año pasado, el endeudamiento del gobierno nacional y el banco central superó los 40 mil millones de dólares, es decir más del doble de esa cifra.
En los primeros siete meses de este año llevamos más de 26 mil millones, con lo cual probablemente estemos empatando en 2017 los 40 del año pasado.
En tan solo una año y medio ya aumentamos 50 por ciento el total del endeudamiento externo del sector público nacional sin contar las provincias, que ya se endeudaron en más de 10 mil millones de dólares en este período lideradas por la pba, con más de 4.500 millones de dólares.
ESto dicho así en números tal vez no alcance a dar cuenta de la dimensión que asumen.
En realidad el endeudamiento que hay con esta dinámica en este momento es que:
- Por mes hay un endeudamiento externo del gobierno nacional de más de 3.400 millones de dólares
- Eso da que por día son casi 115 millones de dólares
- Por hora casi 5 millones de dólares. Y en lo que va de la entrevista nos debemos haber endeudado unos 8 millones de dólares aproximadamente.
Ahora, por ejemplo:
- Con el endeudamiento del años pasado Argentina podría haber construido 10.500 kilómetros de autopistas
- Con lo que nos endeudamos tan solo en un mes podríamos haber hecho el tren a Tucumán nuevo, con la más moderna tecnología
- Y con lo que nos vamos a endeudar hoy podríamos construir tres clínicas de once pisos con 180 camas.
Todo esto no lo vemos, no está, pero lo vamos a tener que pagar a todo, lo equivalente a eso en el largo plazo, en algunos casos hasta dentro de 100 años. Es muy importante dar cuenta de la dimensión que está tomando esto porque se habla de los aumentos en las tarifas, de la caída del salario y la deuda está teniendo en este momento un protagonismo que es central y lo vamos a empezar a padecer entre todos en muy breve plazo.
La fuga de capitales, que una de las promesas de la actual gestión era generar confianza para atraer inversiones, prácticamente se revirtió. Hay un ritmo de fuga de más o menos mil millones de dólares por mes acelerándose en este año. La lógica de este par, inversión versus fuga, por ahora va ganando por goleada la fuga de capitales”.
(Basualdo)
“Se habló de la pesada herencia, uno puede pensar que en realidad este endeudamiento viene a cubrir obligaciones contraídas con el exterior durante los gobiernos anteriores, hasta el 2015. El 2017 es un años de vencimientos extraordinarios. Vencen entre deuda nueva y deuda vieja 68 mil millones de dólares y uno dice “bueno, es una cifra realmente espectacular”. La mayor entre 2015 y 2023. Pero de esos 68 mil millones, 23 mil son de obligaciones contraídas con anterioridad a diciembre de 2015, 44 mil, el 64 por ciento son deudas del actual gobierno. Lo cual me parece importante para complementar la visión que daba Leandro. Efectivamente no es que esto lo vamos a seguir viendo dentro de cien años. Lo estamos viendo ahora y lo vamos a ver en los próximos años, es decir en el corto plazo. El pago de las obligaciones con el exterior ya significa aproximadamente 9 por ciento del gasto público, lo que implica superar el gasto en educación. Es realmente una cifra significativa en términos de intereses y por supuesto va a haber que pagar los intereses y el capital”.
“Brotes verdes”
(Andrés Wainer)
“Hoy no se puede hablar de una nueva dinámica virtuosa. Por ahora se viene comparando con un año muy malo, que fue el año pasado.
El consumo popular no repunta cuando se ven las cantidades físicas que se venden. Sí repuntan algunos sectores vinculados a algunos mercados externos.
Cuando uno analiza qué pasó con la inversión extranjera en este tiempo lo que se ve es que son menores los niveles con respecto a los gobiernos previos sino que no logran compensar la remisión de utilidades de las empresas extranjeras. Hasta ahora sacan más dólares que los que ingresan por inversiones
Buen aparte de esto se sostiene gracias a este fenomenal endeudamiento. La construcción en obra pública se financia a través del endeudamiento. Ahora: como dice Eduardo, más en el corto que en el mediano plazo esto va a haber que pagarlo, se podrá refinanciar una parte pero esto también depende de las condiciones internacionales, de qué pasa con la tasa de interés.
Esa recuperación se está basando en endeudamiento y en algunos sectores particulares que no traccionan al conjunto de la economía
Tampoco está pasando esto de transformarse en supermercado del mundo, más bien todos los supermercados del mundo están llenando los supermaercados argentinos. No se ve que sea sustentable.
Esto no quiere decir que el año que viene la economía caiga un 10% pero no se ve que haya un sendero sustentable”.
(Basualdo)
“Estamos en un año electoral sumamente importante.
Qué cuestiones convergen para estabilizar la depresión económica. Todavía estamos por debajo del 2015 en muchos indicadores. Por un lado las paritarias que terminaron y están en pleno funcionamiento. Por otro lado el blanqueo, Esta reivindicación clasista que puso en marcha cambiemos, que es increíble en términos de sus costos, donde se les cobra como máximo un 10% cuando la mayor alícuota de Ganancias de un año es 35%, cuando acá hay fugas de décadas en el exterior y por el otro lado no se les exige que queden en el país esos fondos y además ya está establecido que se anula el impuesto a los bienes personales. (…) Por otro lado los créditos hipotecarios que están lanzando, promoviendo y otorgando el gobierno y efectivamente el núcleo central de esta estabilización de la situación económica en el nivel de 2016, sin llegar a 2015 tiene como columna central la construcción, impulsando la construcción privada y la obra pública, han puesto recursos significativos en la obra pública. Esto tiene una vida efímera, como los alguaciles antes de la tormenta. Y tiene que ver con esta disputa política y social en la Argentina. En el horizonte están las reformas que quieren habilitar a partir de las elecciones”.
Capital financiero y Grupos Económicos en el Gobierno de Macri
(Basualdo)
“Me parece importante comentar que desde nuestro punto de vista esa ruptura en el bloque dominante que se produjo entre 98 y 01 y que dio lugar a lo que conversamos no se suturó. Esto es importante para los trabajadores y los sectores populares porque implica que (en la actualidad) no hubo una reconstrucción del bloque dominante de la valorización financiera. Hay una variante de la valorización financiera que reconoce al capital financiero internacional como su columna vertebral, quien maneja y despliega la política y la otra fracción del capital, los Grupos Económicos, a partir de lo que analizamos sobre el gabinete tienen una escasísima presencia. Y en realidad los Grupos Económicos tienen otra expresión política distinta a Cambiemos, que es el Frente Renovador. Ambas fracciones del capital, Capital Financiero y Grupos Económicos Locales están de acuerdo en que hay que disciplinar severamente a la clase trabajadora argentina porque ellos quieren aumentar su tasa de ganancia y competencia en el mercado internacional. Ahí no hay desacuerdo alguno. Ahora, sí hay desacuerdo en los negocios y en el tipo de ajuste y de política que hay que desplegar para reconstituir la dominación. No es que va a tener expresiones inmediatas graves pero hay conflictos. Por ejemplo, el conflicto de Techint en Córdoba y la importación de tubos sin costura de China. Para Techint es un conflicto muy importante porque China es el principal competidor a nivel internacional.
Está el tema de los laboratorios y la importación de medicamentos y el conflicto con los grupos económicos centrados en la producción de medicamentos, los líderes son Bagó y Roemmers. Está el tema de los aeropuertos, toda la definición del sistema aeroportuario en Argentina, el Grupo Eurenkian. Los conflictos con el Grupo Clarín parece que se van encauzando, el fútbol lo puede todo.
(…) Cambiemos le está disputando a los Grupos Económicos el liderazgo de la propiedad de la Pampa Húmeda, de esa fracción, de ese capital agrario. Estas son disputas muy relevantes. Si puede arrebatarle la conducción de ese sector, los dejó aislados (a los Grupos Económicos Locales).
¿Por qué ahora?
(Basualdo)
“El capital financiero internacional por primera vez puede tener un gobierno en Argentina porque ha transcurrido el suficiente tiempo para que un sector de la alta burguesía tenga esa representación. El gran problema de los organismos internacionales, del capital extranjero, era que el control del Estado no lo podían tener sino indirectamente. Bueno, ahora el capital financiero lo tiene directamente. Esto lo expuse en el Congreso con lo de los fondos buitre. La agencia bloomberg cuando gana Cambiemos saca como gran título ‘Wall Street de nuevo controla la Argentina’. Bueno, es esto. Y esto no es ninguna novedad lo que estoy diciendo, ha sido percibido por los sectores populares claramente, por esta cuestión: por la falta de mediaciones políticas que oscurezcan el contenido clasista de un gobierno”.
¿Quién es el presidente Mauricio Macri?
(Basualdo)
“El presidente Macri tiene una representación que es la del capital financiero.
(…)
Se ha exacerbado la centralización del capital también en la Argentina. Acá hay sectores donde su unidad económica es una empresa y puede ser grande, independiente, que no esté integrada a un grupo. Pero la unidad dominante del capital en la Argentina cambió. Es el grupo local o transnacional. Y eso implica dinámicas muy diferentes a una empresa, en sus horizontes, en sus procesos de acumulación. Y además en una fase del capitalismo donde predomina la valorización financiera. Los Grupos tienden a participar fuertemente de esa valorización financiera y de allí la escasa inversión a nivel internacional. O son grupos que están controlados por capitales financieros, como pueden ser fondos de jubilaciones y pensiones que le exigen una rentabilidad acorde a la ganancia financiera.
Este grupo Macri que en sus orígenes y desarrollo está fuertemente vinculado al grupo Fiat, esa es la matriz donde se monta el grupo Macri, actúa como capital financiero. Está enfrentando lo que era sus correligionarios en términos de Grupos Económicos en la argentina y que él denomina el ‘círculo rojo’. Eso es el ‘círculo rojo’: los otros Grupos Económicos. Y acá hay un proyecto distinto no porque tengan contradicciones insalvables. Tienen intereses distintos”.