Abasteceme, abastecete

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Capítulo I. Blindando Cadenas:

El sector productor del acero, se caracterizó desde 2002, frente a los demás sectores, en llevarse el primer puesto, a la hora de fomentar la concentración y la inflación. Previo al estallido del 2001 sus ventas y precios, locales e internacionales eran los más bajos en décadas. Apenas concluye el 2002, el año con mayor inflación de esa década en Argentina, los precios de sus mercaderías habían superado en un 10%, a la inflación acumulada en nuestro país.

Algo que siguieron repitiendo a lo largo de los últimos 12 años.

Nunca importó la situación financiera del país, las condiciones macro y micro económicas, las exportaciones o importaciones, ni el precio del dólar, ni las reservas, o el congelamiento al principio, o los aumentos de salarios posteriores, de acuerdo a las paritarias. Siempre los precios de sus productos estuvieron un 10% por encima del nivel inflacionario general y real. A medida que fue creciendo la demanda, fue apareciendo el pulpo globalizador. Sus brazos se fueron quedando con las empresas del sector, que en inferioridad de condiciones, se vieron “tentadas” a vender.

Así fue como en San Nicolás, Fortunato Bonelli y Cía. empresa creada en 1926 y laminadora desde 1939, más Lamorsan S.A. una especie de complemento de la primera, pasaron a formar parte de Acindar Argentina S.A. Años más tarde, la misma se fusionó con el internacional Grupo Arcelor y Mittal, dueño hoy del 55% del mercado local y primer productor de acero del Mundo.

Sus 2 actuales competidores son Aceros Bragado, de capitales nacionales, que cuenta apenas con el 20% del mercado y Sipar Aceros S.A. que se fusionó y pasó a ser el Grupo Brasilero Gerdau, responsable del 25% del mercado. En ese caso, la eterna promesa de fabulosas inversiones derivó en realidad hasta este año en importación de material desde Brasil, ya sea en barcos o camiones, con una producción local casi irrisoria frente a su principal competidora. Hasta este año siempre aparecieron las excusas de turno para no invertir (que el tipo de cambio, que es el año de las elecciones, que la crisis mundial del 2008, etc). Como es de esperar, son competidores en los papeles pero “aparentes amigos” a la hora de componer e imponer precios, en el mercado interno.

Mientras tanto Siderar, (monopolio de la chapa) favorecido por el cierre total de importaciones con el fin de que se fortalezca, tenía el mismo estilo de aumentos (situación que lo llevó en su momento, al actual Ministro de Economía, frente a ese abuso, preguntarles si pretendían que se reabriera la importación, algo que fue distorsionado por los medios, como una supuesta amenaza).

Pero tras la estatización de las AFJP, el Estado pasó a formar parte del paquete accionario con un poco más de presencia y desde ese momento, los precios se «congelaron». ¿Qué hicieron entonces? Dolarizaron sus listas y los aumentos “cesaron”, luego de haber triplicado sus precios en dólares desde la época del 1 a 1. En los últimos 4 años esos precios (base), ya altísimos de todos modos, sólo aumentaron un 10%.

¿Pero que sucedió? el dólar pasó de $3.80 a los $8.40 actuales, con lo cual los incrementos en sus precios dejaron de ser en dólares, pero pasaron a ser en pesos. La distribución de su mercadería recae en unas pocas empresas revendedoras, en las cuales el minorista termina adquiriendo el material. Algo que sí se le puede reconocer, es que al menos en este caso, cuando alguien paga la mercadería, automáticamente se congela el precio. (Más adelante notarán el porque de la aclaración, de algo tan lógico)

Concluimos entonces que, un tipo de cambio fijo o una devaluación, siempre es motivo, para que estas empresas aumenten, aumenten y aumenten.

Finalmente, Acindar a partir de 2006, decide subir la apuesta y convertirse en fabricante, distribuidor y vendedor de sus productos, directamente al público. El método utilizado, fue en principio crear bocas de expendio propias. Pero el resultado, aparentemente, no cumplió con las expectativas. ¿El motivo? Se supone que… «las costumbres del argentino» esas mismas costumbres que llevan, a que aún subsista el almacenero del barrio, frente a las cadenas de supermercados. (Nada mejor que la cercanía de Don Pepe, para fiar y cortar el fiambre, con una sonrisa, un chiste y un caramelito de regalo para la criatura)

¿Cuál fue la estrategia a seguir? Puede haber sido la que se utilizó para quedarse con las empresas que le hacían competencia. «Comprar a Don Pepe, su almacén y sus empleados» Esta vez, el turno fue para algunos grandes comerciantes del sector, que tenían una o varias sucursales al público (debe ser “irresistible la tentación” de dejarle todo, al que te provee el 80% de los insumos que vendes) Es por eso que hoy en día, en esos tradicionales comercios del sector, se puede apreciar el cartel que dice así… “Fulanito de Tal” Red Acindar.

 

Capítulo II. Encadenando Vástagos:

Allá por 2001, frente a la crisis de precios y la poca demanda mundial que soportaba este sector del acero, cuando alguien solicitaba comprar mercadería, la entrega era inmediata y el pago podía hacerse hasta en 90 días, pos entrega, con (pequeños recargos) (Recordemos había al menos cuatro empresas pujando).

Desde hace un lustro, con sólo dos empresas con espalda y una que hace lo que puede, las condiciones de compra en este sector se establecieron de la siguiente manera. Pague, realice el pedido, y el pago anticipado no congela precio. (Sí, leyó bien).

Por supuesto, nadie firmaría algo así, y mucho menos (como ocurre) si esto no figura escrito en ningún lado. Esas son las condiciones expresadas, sólo de palabra.

Las listas de precios que se envían por la web, jamás están homologadas por la empresa. Desde hace años que no aparece un logo que las identifique. Son apenas un Excel sobre una hoja en blanco. Las bonificaciones, no son expresadas en las listas, son acordadas de palabra con el corredor y dependen del consumo mensual, la categoría otorgada en años anteriores y una mínima atención, por un pago anticipado prácticamente obligatorio. Con mucha suerte 7 días.

A modo de ejemplo, algo muy común que ocurre, es que un cliente realice un pedido para la compra de 10 toneladas de material digamos (hierro de construcción). Se realiza la transferencia o se deposita el dinero o cheuqes en la cuenta de la empresa, por $100.000. El dinero se acredita, a las 24 horas. Si en el periodo que transcurre entre el pago y la entrega de mercadería, hay un aumento, digamos del 5%, pueden pasar 7 cosas (no mucho mejores que las 7 plagas):

A) Que la empresa se digne a despachar esa mercadería lo más rápido posible facturando antes del aumento. (Pocas veces ocurre)

B) Que la empresa no cuente con el material solicitado y entregue otra mercadería diferente, compensando el importe del depósito, para evitar facturar con el aumento. (Esto condiciona al cliente a recibir lo que no necesita, para «zafar» del aumento). Pero al mismo tiempo lo condiciona también, a disponer de nuevo dinero para comprar más tarde y con el aumento, lo que realmente necesitaba. (Nadie te obliga)

C) Que la empresa facture la mitad de la mercadería solicitada, con precio viejo y la otra mitad unos días después, con el precio actualizado. (Es decir te embocan, pero no tanto. A veces es un 60% contra un 40%, llamate afortunado)

D) Que la empresa diga que no cuenta con el material, aunque los camioneros luego digan que las fábricas están llenas. (Mientras tanto el dinero del cliente, genera intereses para la empresa, en la cuenta de la empresa y para cuando se entregue todo el pedido con el precio actualizado, el cliente perdió unos $5.000 por los 100mil depositados.

E) Que la empresa no tome reclamos, pero envía regularmente formularios para expresar como es la atención al cliente

F) Que el corredor para apaciguar ánimos, prometa en la próxima compra, un descuento extra (Por única vez), para compensar la pérdida. (Pero esa atención es tan mínima en % que para que compense lo que se perdió, la próxima compra debe tener un monto muy elevado)

G) Que el corredor recomiende hacer silencio, porque reclamar, traería peores consecuencias, que perder el dinero del aumento, como por ejemplo, que la empresa decida unilateralmente reintegrar el total del dinero depositado y se cierre la cuenta.

 

Capítulo III: Cadenas de Desacuerdos:

Luego de este pequeño repaso que nos muestra ciertas actitudes y tendencias, empresariales -gente seria y distinguida- vamos a lo sucedido en el último año. Hace 12 meses, se reunían en el Sur del País, los principales Representantes del Empresariado Nacional (?) y La Presidenta de La Nación.

La idea, un pacto social que fortalezca y mantenga el poder adquisitivo y las fuentes de trabajo. Apenas un mes después, los precios al consumidor en los supermercados comenzaban su carrera alcista con el fin de erosionar los buenos aumentos jubilatorios, las asignaciones, planes sociales y salarios por paritarias.

Al mismo tiempo, en los sectores vinculados al acero, en un claro contraataque al Plan PROCREAR, único reactivador serio, del sector de la construcción, primer eslabón dinamizador del resto de la economía, comenzaron a llegar los nuevos aumentos injustificados. Por primera vez en años, rompían la barrera del 30% anual. Alcanzando niveles de aumentos similares al año 2002, en incomparables situaciones.

De Enero a Octubre de 2013, el aumento carterizado, había sido del 30% en los derivados del acero, que volverían a aumentar un 4% en noviembre. Nadie de aquella reunión, estaba cumpliendo con su parte del pacto, salvo el Poder Ejecutivo que aguantaba, todo lo que le tiraban.

 

Capítulo IV: Desencadenando Problemas

Durante los días calientes de Diciembre de 2013, Guillermo Moreno, alguien demonizado por los medios por enfrentar a este tipo de grupos, debía dar un paso al costado. Días después sobrevinieron rebeliones en las fuerzas, principios de saqueos, cortes de luz en días de altísimas temperaturas.

El 2 de enero de 2014 cuando el dólar oficial cotizaba a unos $6.55 Los Grupos del Acero, incrementaron sus precios en pesos hasta un 16% como regalo de reyes y como anticipó del año que pretendían (recordemos que en todo el 2013 sus aumentos habían rondado el 35%) y por si el «regalo» parecía poco, al mismo tiempo, dolarizaron sus listas.

Teniendo en cuenta, lo que había sucedido años atrás con la chapa y otra empresa, era de esperar que se viniera algo fuerte. Y así fue. Apenas 20 días después la moneda local, era presionada en su cotización y se produjo una devaluación del 23%. Poniendo al dólar en $8.- y porque el Gobierno decidió clavarlo allí. Sin dudas pretendían mucho más. Automáticamente este sector trasladó ese aumento a su mercadería.

Salió entonces el Gobierno a intervenir durante un fin de semana y acordaron retroceder los precios a cuando el dólar estaba a $6.88 y a partir del 1 de marzo acordar un nuevo acomodamiento.

La mercadería comenzó a faltar durante febrero. Los precios se respetaron a un dólar de $6.88 pero las empresas quitaron bonificaciones equivalentes al 5% (algo indetectable para el Gobierno) esta quita fijaba un dólar a $7.23.

El primer aumento pos devaluación (recordemos listas en dólares) llegó la última semana de febrero. El BCRA había bajado casi 40 centavos la cotización del dólar y esa baja se recuperó con ese aumento. Se debe dar por hecho que cuando el dólar volvió a $8, ese aumento había quedado en el olvido. Para Junio de este año aquel 23% que el Gobierno les había hecho retroceder, ya había sido compensado totalmente. A eso se le debe sumar el 5 % de aumento del dólar hasta el día de hoy, que cotiza a $8.41

Hubo aumentos autorizados y otros encubiertos. Los aumentos autorizados se realizaban mediante el cambio de precios base, en las listas nuevas y los encubiertos, mediante quita de bonificaciones según cada cliente.

Tan sólo el costo del flete, que por supuesto lo paga el cliente, en apenas 6 meses aumentó un 30% (hoy una camión completo -25 Toneladas- le cuesta al comerciante unos $10.000). Un producto cualquiera, que en diciembre de 2013 costaba la tonelada $4600.- hoy cuesta $6700.- En apenas 9 meses un 43% de aumento. Como se expresó capítulos anteriores este sector siempre está un paso adelante, del resto, a la hora de generar inflación.

¿Cual es la nueva ocurrencia por parte del sector?

Ante la estrepitosa caída en las ventas, (producto de los exagerados y desproporcionados aumentos auto provocados) ahora exigen, para mantener las mismas bonificaciones, que los clientes, se acerquen lo máximo posible a los volúmenes de compra en toneladas al año 2013. De lo contrario se recategorizarán las bonificaciones, acorde a las compras (Es decir MÁS AUMENTOS ENCUBIERTOS)

 

Capítulo V: Limando Cadenas

Luego de ver como actúan estas Corporaciones, surge la idea de una Nueva Ley de Abastecimiento

La nueva ley, que de ser aprobada debe pasar por la Cámara de Diputados, propone un «marco regulatorio para las relaciones de producción, construcción, procesamiento, comercio y consumo sustentado en la constitucionalidad de las acciones de intervención estatal para evitar abusos y la apropiación indebida del excedente de la cadena de valor» El proyecto también faculta al Poder Ejecutivo a «intervenir en estados previos de la cadena de valor, sin contacto directo con el consumidor, fijando márgenes de utilidad, precios de referencia, así como niveles máximos y mínimos de precios». El oficialismo modificó la iniciativa que originalmente envió el Poder Ejecutivo para excluir de sus alcances a las pequeñas empresas y a las medianas que no tengan un rol predominante en el mercado y también se cambió el proyecto para dejar aclarado que el allanamiento a una empresa sospechada de infligir la Ley de Abastecimiento se realizará «previo requerimiento del juez». Nuevas regulaciones para los consumidores, es otra de las iniciativas que será tratada. Es la de la creación de un nuevo fuero en la justicia nacional que debe encausar y dar solución a las controversias originadas en el ámbito de las relaciones de consumo. Los «damnificados» ya proponen recurrir a la Justicia, utilizando los mismos artilugios, con los que se demoró la Ley de Medios, con lo cual no sería extraño, que para cuando se aplique, si es que se logra, ya nadie recuerde de que se trataba, ni quien fue que impulsó este proyecto. ¿Quien podría estar en desacuerdo con una mayor Intervención y Regulación Estatal?

Observa quién se queja y sabrás quién pierde privilegios.

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