En las elecciones norteamericanas, mucho se ha hablado últimamente de la dificultad (por no decir incapacidad) de Barack Obama de conseguir que lo voten los votantes blancos sin educación universitaria (los antiguamente llamados «blue collar» o «white working class.») La victoria de Hillary Clinton por 66% a 27% en el estado de West Virginia) así parece confirmarlo. El sentido común indica que un candidato a presidente demócrata no puede ganar sin el apoyo de este crucial grupo de votantes.
El consenso parece ser que, efectivamente, los votantes blancos sin educación universitaria parecen reacios a votar por Obama, y que seguramente continuarán reacios a hacerlo en la general. ¿Indica esto entonces que Obama está condenado a perder la elección presidencial?
No necesariamente, ya que:
– Los votantes blancos de clase trabajadora son de por sí reacios a votar al partido demócrata, y hace décadas que se vuelcan a los republicanos. De hecho, la transformación reaganista del partido republicano, (la llamada «Southern Strategy«) consolidó el dominio republicano en este grupo demográfico. En las últimas décadas, ningún presidente demócrata ha ganado en este grupo particular de votantes, ni siquiera aquellos que resultaron electos.
– Un estado como West Virginia no interesa a nadie porque West Virgina no es un swing state, sino que es un estado sólidamente republicano. Desde el año 2000, los republicanos ganan allí de manera consuetudinaria, y en 2004 Bush ganó por 13 puntos de diferencia. Ni Obama, ni Hillary, ni Edwards podrían ganar este estado.
– Mientras que ningún demócrata ha ganado las generales sin ganar West Virginia desde 1919, pero en 1912 USA era otro país. Como dice Matt Yglesias:
What’s even more interesting is that no Democrat has won the White House without carrying Minnesota since 1912 (it went for Teddy Roosevelt’s Bull Moose party) so given that Obama won Minnesota and Clinton won West Virginia, McCain is guaranteed to win the general election unless the eventual nominee can somehow completely replicate the social and political conditions prevailing in pre-WWI America. The outlook, in short, is very grim.
Y Obama ganó otros estados considerados buenos predictores para la elección general, como Minnesota.
En síntesis, lo que algunos analistas están viendo es que esta elección va a romper los viejos marcos. Esta elección parece ser una de esas que demuestran los límites de la inducción practicada por la ciencia política: es decir, que demuestran que no se puede hacer ciencia de la política porque el pasado no necesariamente se repite. Así, cosas novedosas están pasando en esta campaña:
1. El aumento de turn out para los demócratas. En todas las primarias demócratas están yendo a votar números absolutamente récords. Esto habla de un gran interés general en la elección demócrata, y es un signo preocupante para los republicanos.
2. El aumento de turn out entre la población afroamericana. El bloque de votantes más fiel para los demócratas, la piedra fundamental de su coalición, son los votantes de raza negra, de cualquier clase social. En las últimas semanas, y de manera concurrente a sus poco veladas referencias raciales, Hillary Clinton ha perdido más votos negros que ganado votos blancos, lo cual explica en gran medida el casi seguro fracaso de su candidatura. Asimismo, una gran parte de los nuevos votantes a las internas son votantes negros, energizados por la candidatura de Obama. Es probable que Obama pueda movilizar nuevos votantes negros en un número tal que que más que compensen la tambíen probable pérdida de votantes blancos.
3. El aumento de turn out entre la «Millenial Generation». Otro fenómeno novedoso es la masiva movilización de votantes jóvenes para votar por Obama. Según una encuesta de Harvard, el 70% de los votantes de entre 18 y 24 años prefieren Obama. Según la misma fuenta, Obama le ganaría a McCain por 20 puntos. Una masa importante de jóvenes que vayan a votar por primera vez podría también compensar la pérdida de votantes blancos de mediana edad y clase trabajadora.
4. Finalmente, la gente no soporta al GOP. Como dato, basta señalar que los demócratas ganaron elecciones legislativas el mes pasado en Louisiana y Mississipi, dos estados rojísimos, en una debacle impensable dos años atrás. Como dice el DailyKos:
This district (en Mississipi) has a PVI of R+10. It voted for Bush 62-37 in the last election. Only seven Democrats sit in comparably red seats – and not a single Republican sits in a seat as blue as this one is red. And almost every major prognosticator (at least at the start) treated this as a safe seat.
Y también:
The Democrats have now officially pushed Republicans under the 200 mark in the House — 236-199.
Republicans haven’t won that many seats since 1946. Not even during the heralded «Republican Revolution» of 1994 did Republicans hold that many seats.
And this is just the beginning. Dozens more Republicans are at grave risk this November.
Como dice Frank Rich:
But this isn’t 2004, and the fixation on that one demographic in the Clinton-Obama contest has obscured the big picture. The rise in black voters and young voters of all races in Democratic primaries is re-weighting the electorate. Look, for instance, at Ohio, the crucial swing state that Mr. Kerry lost by 119,000 votes four years ago. This year black voters accounted for 18 percent of the state’s Democratic primary voters, up from 14 percent in 2004, an increase of some 230,000 voters out of an overall turnout leap of roughly a million. Voters under 30 (up by some 245,000 voters) accounted for 16 percent, up from 9 in 2004. Those younger Ohio voters even showed up in larger numbers than the perennially reliable over-65 crowd.
Obviamente, Obama puede perder. Pero, en todo caso, no será solamente por los votantes blancos.
Muy bueno, MEC. Aparte, como decía un artículo citado por AP ayer (White on White, The New York Times), «Obama doesn’t have a white working class problem so much as a regional problem». Las limitaciones de Obama han sido en las Appalachias (que incluyen a West Virginia y Kentucky, y tambien zonas de Ohio y Pennsylvania). Oregon es un estado mayoritariamente blanco, relativamente menos rico que otros, y sin embargi votó a Obama. Y en última medida, como indicás, la campaña de Obama apunta a una recomposición de la alianza electoral de los demócratas.
Yo no creo que ganarle a los republicanos sea tan fácil, McCain es mucho mejor candidato que Bush en el 2004. Y los democratas no eligieron buenos candidatos par hacerlo (una mujer o un negro). si lo logran va a ser gracias a eso, a un construcción de un electorado por fuera de los causes tradicionales, pero pareciera que los democratas apostaron de un inicio a perdedor (o al menos, demasiado confiados!). Quizás yo tenga una mirada demasiado superficial del tema pero una cosa es una interna y otra la nacional y los republicanos, en la forma en que se alinean detrás de un candidato, son lo más parecido a los peronistas que yo haya visto…
Todo OK, pero espero qu, en caso de que gane Obama, no nos hagamos muchas esperanzas y empecemos a ver a los EE.UU. como «confiables» o «amigables». El poder yanqui y las líneas fundamentales de la política yanqui no pueden cambiar mucho. Lo mejor que podría ocurrir, dentro de lo no milagroso, es que empiecen a sacar tropas de Irak, a buscar negociaciones con Chávez y a quizá levantar algunas restricciones en el embargo a Cuba. Y eso con suerte. Me parece muy factible, además, que el racismo profundo de la sociedad norteamericana y el odio a cualquier indicio de progresismo que están tan metidos en el sentido común de «la mayoría silenciosa» le hagan la vida imposible a este hombre.
Siguiendo con la linea de balvanera y apelando al conocimiento de los artepolitologos ¿Realmente hace la diferencia si gana las elecciones el partido demócrata o republicano? ¿Cual es el alcance que tiene el poder real de un presidente norteamericano? ¿Hasta que punto puede cambiar las cosas?
Al contrario que Primo Louis, no veo a McCain como mejor candidato que Bush en 2004: un presidente «en guerra», bastante popular, con una economía en alza, es un candidato muy fuerte. Me gustan las chances de Obama y respondiendo a la pregunta de B-K, creo que ahora sí hace diferencia si ganan demócratas o republicanos. En el pasado, había muchas menos diferencias ideológicas entre ellos debido a la composición de sus votantes pero en las últimas décadas se han convertido en partidos con mayor coherencia ideológica, disciplina partidaria y plataformas bien distintas. Claro que eso tiene límites en política exterior (los países tienen intereses reales, después de todo) pero una administración con menos entusiasmo por empezar guerras sería un buen cambio.
Si ganan demócratas o republicanos es todo medio igual, pero no completamente igual. Buenos no hay, está claro. Pero el sentido del post era otro.
«Esta elección parece ser una de esas que demuestran los límites de la inducción practicada por la ciencia política: es decir, que demuestran que no se puede hacer ciencia de la política porque el pasado no necesariamente se repite.»
Caramba. ¿En Ciencias Políticas es necesario aclarar eso? Para los que hemos transitado la carrera de Historia es una afirmación misteriosa. Como, en general, no estamos muy dotados para la abstracción, tal vez se nos escapa algo que no vemos bajo la superficie de lo obvio.
Pero va con onda ¿eh?. De hecho el análisis me pareció bastante bueno (aunque no tengo los elementos de juicio de, digamos, el Criador).
Y, sí, el cambio existe y por eso hay Historia. En particular, los ocho años de Bush arruinaron a amplias capas de pequeños burgueses (autónomos, profesionales «losers») que perdieron acceso al seguro de salud (algunos se mudaron a Buenos Aires sólo por eso) y ahora los créditos hipotecarios. Lo notable sería que las lealtades políticas se mantuvieran incólumes.
Claro que contra la estupidez humana es difícil aspostar al futuro. Y a los ciudadanos de un Imperio les cuesta admitir que las cosas cambiaron. Veremos.
Roberto, hay un montón de gente que cree que la ciencia política es ciencia. Entre ellos, varios profesores míos.
Como ciudadano del imperio, y gran fan de artepolitica, tengo un par de cositas que quisiera aportar. Primero, y como decía Patricio, el «problema» que tiene Obama es una cuestión regional más que simplemente asunto de raza o clase. Oregon es más pobre que Ohio o Pennsylvania, más viejo que Pennsylvania(en términos de cantidad de población con más de 65 años), y más blanco que West Virginia. Y sin embargo Obama arrasó, y hasta ganó a lo que en los medios norteamericanos se conoce como clase trabajadora, que viene a ser los blancos sin educación universitaria (parece que los negros no cuentan como trabajadores, según Hillary y esta curiosa manera de encarar las cosas). En fin, que tiene muchas posibilidades de ganar y que eso no implicaría la llegada del Mesías ni el comienzo de un proceso revolucionario, pero sí unos cambios muy notables.
Lo otro me parece más interesante. Cierto es que los demócratas fueron grandes impulsores del neoliberalismo, y que básicamente se volvieron un partido neoliberal en los años Clinton, sobre todo en cuanto a política exterior, y también en gran medida en política fiscal. Su constante apoyo a Menem es un dato. Por otro lado, no ha nada que haya favorecido a la izquierda latinoamericana más que la inoperancia y torpeza de la administración Bush. Dificilmente Chávez estaría todavía en el poder, si no fuera por la promoción norteamericana del golpe, su apoyo y subsidio a lo peor (pero también lo menos efectivo)de la oposición venezolana, y sobre todo por la guerra en Irak. Sin embargo, el rol de la administración Bush en la caida de 2001 fue fundamental, y si bien el record demócrata en el continente es muy mezclado, no hay una sola cosa que haya hecho la administración Bush con respecto a latinoamérica que no es malevola y desastrosa. Y McCain en eso será la continuidad completa. O sea que alguna diferencia hay…
1) El concepto de «ciencia» como saber predictivo basado en la induccion no me convence. La categorizacion del conocimiento de los fenomenos politicos y sociales como ciencia no depende de que la historia se repita.
2) No es lo mismo que ganen los republicanos o los democratas, No era lo mismo en el 64 que ganaran Johnson o Goldwater (sobre todo para los African-american), y no fue lo mismo en el 80 que ganara Reagan o Mondale. Como dice charrua, la diferencia es mas grande ahora. Mas alla de la «bondad» o «maldad» de los candidatos y los partidos, y de lo que puedan hacer una vez que sean elegidos, no creo que de lo mismo -ni para los americanos ni para el mundo- 4 anhos de mccain o 4 anhos de Obama.
3) Balvanera:
sus generalizaciones sobre la sociedad yanqui son bastante poco cientificas, eso si. «el racismo profundo», «el odio a cualquier tipo de progresismo»: el dia que las parejas homosexuales se puedan casar en dos provincias argentinas (no union civil, ca-sar-se) y el aborto sea legal en todo el pais charlamos sobre progresismo.
Hay racismo en Estados Unidos, y hay votantes republicanos que odian cualquier tipo de progresimo, pero yo no caracterizaria asi a todo el pais.
perdon:
reagan vs carter: 1980
reagan vs. mondale: 1984
Que es ciencia?