Como caso testigo, una petrolera canadiense con actividad en la Patagonia emitió una comunicación a sus inversores en la que celebró el nuevo esquema cambiario argentino. “En un día, nuestra deuda cayó un 30%”, destacan.
La reciente devaluación del peso, más allá de las consecuencias macroeconómicas futuras, generó ganadores inmediatos en el ámbito empresarial. El primer efecto se tradujo en una caída de sus costos de operación y una merma en el peso de sus deudas. El caso testigo lo ofreció Crown Point Energy, una compañía canadiense de petróleo y gas, que difundió recientemente un balance para sus accionistas e inversores, detallando los beneficios que la medida económica representa para el universo privado internacional.
El pasado 21 de diciembre, la firma reveló que “la devaluación del peso argentino reduce los costos y los gastos de capital”, dado que “el 100 por ciento de la financiación e impuestos, el 80% de los gastos generales y administrativos y el 70% de los costos de operación” están atados a la moneda local.
En contraposición, la totalidad de sus ingresos por petróleo y el 85% de sus ingresos por gas natural están valuados y facturados en dólares, pese a que fueron establecidos en pesos al momento de recibir sus concesiones, según destaca este documento.
Así como se licuaron los costos de producción, también se alivió el peso de sus deudas: “El 16 de diciembre de 2015, antes de la eliminación de los controles de divisas, la deuda de la compañía (por líneas de financiamiento locales) era de 3,2 millones de dólares aproximadamente. El 17 de diciembre, después de la eliminación de los controles, el importe de deuda estimado pasó a ser 2,3 millones”.
Es decir, según destaca la propia firma, que su saldo pendiente de pago se redujo de un día para el otro en un 30 por ciento.
Este balance empresarial contradice la argumentación del macrismo, que durante las elecciones alegaban que la devaluación ya estaba hecha, dada la cotización ilegal del dólar. La comunicación de Crown Point confirma que sus deudas, cálculos de costos e ingresos estaban calculados sobre la base de un peso oficial que rondaba los 10 pesos, y no sobre el valor residual del blue.
Pero, además, la firma recibió a modo de incentivo bonos del Programa Petróleo Plus que “están protegidos del riesgo de devaluación”, porque están nominados en dólares, pero se establecieron en pesos al momento de la venta. Es decir que también se incrementaron sus activos por este costado.
Crown Point Energy es una empresa canadiense, con un directorio conformado por algunos ex Repsol, que mantiene actividades en Mendoza, Neuquén y Tierra del Fuego. Su caso es sintomático para comprender los beneficios inmediatos que una devaluación representa para las firmas internacionales que tienen actividad en el país.
En resumen: mejor cotización para sus bonos, menos deuda en pesos, descensos en los costos impositivos, laborales y de operación es el coctel positivo que la devaluación dejó a este tipo de firmas.