Podemos discutir toda la vida si el Gobierno se corre a la derecha o no. Si las medidas que se anuncian son un «ajuste» o no.
Debatamos sin fin, dale. Se puede analizar si el Gobierno siempre estuvo a la derecha o no. Si somos de derecha, podemos chicanear a nuestros amigos kirchneristas «de izquierda». Si somos de izquierda, podemos chicanear a nuestros amigos kirchneristas «de derecha». Si somos peronistas podemos chicanear a nuestros amigos kirchneristas «progres» («tenemos ‘huevos’ para hacer ‘ajustes’, ustedes son tiernitos»). Si somos «kirchneristas ortodoxos» convocamos a acciones «épicas» por» la Patria».
El discurso de la presidenta Cristina Kirchner en la Conferencia Anual de la UIA fue complejo. Tratemos de quitar de en medio las etiquetas y de enumerar algunos elementos principales. A mi entender:
- El mundo no encuentra las nuevas ideas y los nuevos liderazgos que lo saquen de esta situación de crisis en la que está.
- América Latina no va a adoptar las recetas del FMI, que fueron un desastre para el continente (Dilma Rousseff, como cita de autoridad).
- El Banco Central no va a aplicar un programa monetario de metas de inflación. La política monetaria se va a seguir manejando «políticamente», a pulso. Y sin imposiciones.
- Lo que se hizo hasta acá, hecho está. Tuvimos el crecimiento más alto de los últimos 200 años.
- No habrá medidas drásticas en contra del capital (por ejemplo una ley que impida la remisión de ganancias al exterior).
- El Gobierno no apoyará una ley de distribución obligatoria de ganancias entre los trabajadores.
- Parece haber una crítica directa a Hugo Moyano. Mi impresión es que se trata de una disputa de poder. Cristina acaba de entrar en el «club de los reelegidos» de la historia política argentina con un caudal récord de votos. No está como para disputarle liderazgo ahora la cosa. Fijémonos que la Unión Industrial antes tenía otro presidente que decía otras cosas. Bien, sigo.
- Hay una advertencia a las grandes empresas que no intenten más corridas porque ya se demostró que no sirven para imponerle políticas al Gobierno.
- Hay otra advertencia a las grandes empresas de que no tomen los beneficios que les da el Gobierno para fugar fondos al exterior.
- La parte que parece pedirle a los empresarios en el marco de una especie de «pacto social» es un nuevo nivel, más acotado, de distribución de utilidades entre socios y la necesidad de reinvertir el resto.
- El ajuste con exclusión social no va más, no es sustentable políticamente. «La competitividad que solamente es sustentable con inclusión social». ¿Qué quiere decir eso? Iremos viendo.
En el marco de la «sintonía fina», y de una crisis financiera internacional que no sabemos dónde termina (no nosotros, Angela Merkel, la mujer más poderosa del mundo no sabe dónde termina), el Gobierno parece ir hacia la gestión del aterrizaje del «plan 33 al plan 18«. Eso implica, como señaló Cristina, tocar los siguientes temas: «(re) inversión, cuestiones salariales, inflación, subsidios».
Trazando un paralelo, pregunto, por ejemplo. Este discurso famoso de Perón ¿es de derecha o es de izquierda? En esa alocución de 1944 Perón le dice a los empresarios «es necesario saber dar un 30 por ciento a tiempo que perder todo a posteriori». Luego lo quisieron meter preso.
Salvando las distancias, Cristina parece decirle tanto a los empresarios como a los trabajadores (no los que están en situación de vulnerabilidad social, trabajadores) «es necesario saber dar un 30 por ciento». O algo. Un porcentaje. ¿Cómo es la administración política de eso? Lo iremos viendo.
Pienso también que el plan económico de Gelbard en el 74 fue considerado de derecha por algunos peronistas de la época. Sigo pensando.
Aquí y ahora sólo el tiempo dirá. Ahí vamos.
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