Porque saben muy bien lo que hacen

La definición mas elemental de ideología (sí, ese concepto que hoy no produce más que un arranque de risa sarcástica) sería la clásica fórmula marxista: “ellos no lo saben, pero lo hacen”. El problema es que esta idea de la falsa conciencia como representación distorsionada de la realidad social, en donde los sujetos actúan en contra de sus propios intereses de clase, parece hoy una fórmula obsoleta e incapaz de rebatir la evidencia mediática de que las cosas son como son y lo que se ve es lo que hay.

Sin embargo sospechamos que la realidad no suele ser tan sencilla y que la mayoría de las veces puede llegar a estar llena de trampas y multiplicaciones. Para mencionar un caso concreto, sorprende hoy cómo los partidos que se denominan “progresistas” y las llamadas coaliciones “de izquierda” colaboran activamente a dotar por anticipado de instrumentos a una derecha que, una vez que llegue al poder, solo va a tener que aplicarlos y desarrollar para lograr sus objetivos. No se trata de los documentales del Pino Solanas (esos paquetes argumentativo-testimoniales para clases medias cultivadas) sino precisamente de la necesidad de estos personajes por ganar las elecciones en los grandes centros urbanos y fundamentar sus decisiones en argumentos técnico-administrativos (así Lozano vota contra la 125 y se ausenta con la movilidad jubilatoria).

Pero dejando de lado a la “izquierda” (por mencionar una tradición y un concepto que no consideramos vetusto) hoy, como siempre, resulta mucho mas urgente la crítica al establishment y a la derecha. Como bien dice el tano Agamben, “No hay nada más nauseabundo que la procacidad con que los que han hecho del dinero la única razón de vivir agitan regularmente el fantasma de la crisis económica, y los ricos se revisten de austeridad para advertir a los pobres de que van a ser necesarios sacrificios para todos”. Hoy, el capital financiero a través de sus flujos irracionales, premia simbólicamente las “buenas señales” de los gobiernos tercermundistas amenazando con alejarse ante tal o cual política redistributiva. Visible sólo por sus efectos, omnipresente en todas las manifestaciones de la civilización, el capital flotante circula por el mundo dando vida a ciertas regiones y dejando morir en otras como un Dios invisible al que todos, o casi todos, rinden culto. Y quizás, siguiendo a Zizek, este sea el funcionamiento actual de la ideología: no el esconder una realidad objetiva y real sino el de construir una fantasía que sea el soporte de de nuestra “realidad”, una illusio que estructura nuestras relaciones sociales efectivas. Se trata de una forma nueva de “mentir con el ropaje de la verdad”, cuya máxima expresión es el cinismo. Hoy todo el mundo sabe que detrás de los gurúes financieros o las calificadoras de riesgo hay intereses de poder, pero de todas maneras todos actúan como si eso no fuese ningún problema. Es decir, se reconoce el interés particular que se esconde detrás de la universalidad ideológica, pero aún así la gente encuentra motivos para conservar la máscara. Para mencionar un ejemplo concreto, todo el mundo sabe que el Grupo Clarín tiene intereses particulares que esconde bajo el discurso del “periodismo independiente” (y resulta increíble la impunidad con la cual conservan ese eslogan sin que nadie diga nada), pero aún así la gente acepta esta lógica de los intereses del poder sin denunciar nada. Como dice Sloterdijk, la fórmula que describe hoy el mecanismo por el cual funciona la ideología es: “ellos saben muy bien lo que hacen, pero aún así, lo hacen”.

Ahora bien, para evitar la concatenación de preguntas teóricas sin fin alrededor (esas del estilo ¿Quién habla?, ¿De qué habla?, ¿Cómo llegó a hablar de lo que dice?, ¿Cómo, por qué y para qué llegué yo y usted (“hipócrita lector, mi compañero, mi hermano”) a leer/escribir esto?), propongo el análisis de una situación concreta.

Pensemos en el caso de Macri. Quizás podamos decir algo sobre su rotunda victoria electoral del año pasado y los errores que cometió el oficialismo durante la campaña a jefe de gobierno. Ante la evidencia de que Macri era un empresario con un pensamiento de derecha y con una familia con un pasado sospechoso (como el haberse enriquecido a través de negociados con el Estado durante los ´90s), el oficialismo decidió derribar su discurso electoral (aquel que nos presentaba a Mauricio como un administrador serio, moderno y con preocupaciones sociales) recordándole a la gente que eso era mentira. Es así que abundaban los eslogans del tipo “Mauricio es Macri”, recordándonos a todos que Mauricio no era lo que aparentaba ser. El problema es precisamente que todo el mundo sabía que Mauricio era Macri, un empresario con intereses particulares y con un pensamiento de derecha, y que aún así todo el mundo lo votaba y de hecho, por eso mismo lo votaba. Es decir, lo que se pasó por alto es que aquello por lo cual se lo criticaba era el mismo rasgo por el cual la gente lo votaba.
De la misma manera, poco efectivo resulta hoy sostener carteles que digan “Clarín miente”, en definitiva la mascara va a seguir estando. Se trata de aquella fantasía que hace a los individuos identificarse y reconocerse a sí mismos como sujetos, individuos aislados o socializados, individuos racionales. Dueños de su voluntad, de su acción, de sus sentimientos, de su destino. Dueños de su conocimiento, de su verdad, su estupidez, su debilidad. Sujetos dueños de sus deseos, intereses y palabras. Culpables de si mismos y de las circunstancias que los rodean. Dueños de su herencia, de sus hijos, de sus autos y libros. Propietarios de sus aberraciones y preferencias. Personajes. Sujetos que niegan su nada y su muerte. Y si eso no es ideología, la ideología donde esta.

Usamos en este post, predominantemente la primera persona del plural y casi nunca la del singular. Opciones: a) parecería un diario íntimo, b) dudamos de la evidencia de un yo que hable, c) por cobardes.

Nuevamente, el autor de la foto.

24 comentarios en «Porque saben muy bien lo que hacen»

  1. Estaba a punto de remarcar los análisis que sobre esto hace Zizek hasta que lo ví nombrado.
    De todas formas creo que el motivo por el que la gente votó a Macri fué la figura apolítica chaunceygardinerezca que lo desliga de las imagos políticas colectivas. Pero sobre esto se habló y mucho (no se si acá porque no hace mucho que leo el blog).
    Y en cuanto al postulado «Clarín miente», creo que nos quedamos cortos al creer de que la gente no lo sabe. Como bien se explico, ellos saben que lo hacen (mienten). De hecho el grueso de la cuidadanía sabe que saben que mienten. Y en esto último hay una especie de subestimación y un inmediato llamado a Doña Rosa (expresiones de moda condensadoras si las hay). Ahora, el problema es cuando desde el gobierno se usa este slogan para dar veracidad a los propios.
    En fin, hay que creerle al gobierno porque Clarín (efectivamente) miente. Y ahí se nos terminan las teorías.

  2. Tomo la última parte de tu texto: sujetos que se reconocen como dueños … culpables … propietarios. Construcción de fantasía que habilite el ser dueños y propietarios de sí y para sí mismos entre pares (las risas after hour), pero dueños de la culpa para el otro. Si estos sujetos (bah, nosotros)niegan/negamos la nada y la muerte ¿advertirán o advertiremos el tránsito a la propia nada y el estar ya en la muerte? Cada vez que eso ocurra volverán los reclamos de ser oídos y vistos como dueños y propietarios y se intentarán borrar las culpas frente al otro.

  3. En el caso de Clarín estás obviando lo más importante.

    El «Clarín miente» del gobierno no pegó porque fue algo muy repentino, fue basicamente darse vuelta como una media. A mi me pareció ridículo y gracioso.

    Bastante antes del Clarín Miente, ya gran parte de gorilaje se había pasado a La Nación o Perfil porque encontraban a Clarín demasiado kirchnerista.
    Los comentaristas de lanacion online odian a Clarín.

    El grupo Clarín pasó de ser un grupo privilegiado por el gobierno en sus negocios a un enemigo mortal de un día para el otro.
    No se acuerdan de la gran primicia que el gobierno le dio a Clarín cuando hace algunos domingos Clarín era el único diario que tenía la nota en la tapa del acercamiento de Kirchner con Lavagna para reorganizar el PJ, con fotos de ellos en la quinta de Olivos?

    http://www.clarin.com/diario/2008/02/03/elpais/p-00301.htm

  4. Tal vez, el fracaso de la distinción entre verdad y mentira sea a la vez el fracaso y el éxito de la sociedad espectacular de consumo dirigido. El fracaso porque en la imposibilidad de distinguir entre lo verdadero y lo falso se manifiesta la crisis de su modelo civilizatorio. El éxito, porque es precisamente esa crisis, es la conversión de esa crisis en permanente lo que en realidad mantiene vivo a este modelo de comunidad. En ese sentido, las alegrías por la actual crisis financiera son una reacción infantil ante un fenómeno que no es una excepción a sino un proceso clave de la reproducción social tal como la experimentamos actualmente.
    Saludos,

  5. A mi me gustó lo de «paquetes argumentativo-testimoniales «, y es tal cual. El documental de Pino iba a ser sobre Scalabrini Ortiz, en cambio, le puso mas fuego a la parrilla, lo quemó un poquito pa´ que no parezca crudo, y lo mando a las salas.

  6. Alejandro,
    En un texto subyace el concepto de ideología más vinculado a la perspectiva marxista clásica: que hay una verdad y que puede ser develada.
    El problema es que detrás de la ideología sólo hay ideología, detrás del velo sólo hay otro velo por la simple razón de que la cultura y el lenguaje son artificios, son verdades porque funcionan, porque producen efectos de verdad, no porque reflejen el mundo «tal cuál es». En esa lógica casi tautológica que construimos los seres humanos, lo que importa es como se articulan los discursos y quiénes los pronuncian (el poder produce verdad y no tan sólo al revés). Sólo así se explica la naturalización, no sólo de Macri como candidato (que es casi menor) sino de condiciones de vida pauperrimas (que nos confrontan mucho más con «lo real» con «la nada y la muerte» como dice Santiago)) y que sin embargo se hacen tolerables, no sólo para quién las observa indiferente ante la injusticia, sino para quién las sufre y las acepta como destino.
    Esto es lo terrible de la ideología, pero es también lo que nos permite aceptar lo difícil de la vida y seguir adelante.

  7. Graciela, gracias por el comentario, viene bien dentro de mi decayente proceso de narcisización intelectual.
    Lurker, es cierto, pero no coincido. En todo caso habría que ver porqué no se le acepta al Estado manejarse como la política lo indica (basicamente con retórica y rosqueo) y sí a los grupos privados. De hecho, ese discurso «institucionalista» (que recorre toda la opocisión hasta la linea editoria lde Perfil) siempre me sonó a farsa destinada a limitar, de una u otra manera, el poder del Estado. En verdad todo esto pasa porque el Estado ya no existe mas, si es que en este país alguna vez existió.

  8. La verdad que un gusto leer este post. Un objetivo clave a mi entender en la batalla cultural que hay que dar es combatir la ideología de la no-ideología. Esa que instala al ciudadano en un lugar «apolítico» como observador neutral y externo de los procesos políticos. Hay que desnudar ese ropaje de sentido común y lograr concientizar a la sociedad de que esa postura es indiscutiblemente ideológica.

    Por esto es que me pareció muy bien la estrategia de Kirchner de salir con los cartelitos de «Clarín miente». Al apelar diréctamente a la corporación, la traslada del cómodo lugar -en el imaginario social- de «espejo de la realidad» a actor político. En el momento en el que la gente deja de percibir al medio como un vidrio transparente y toma conciencia de su rol político y sus intereses, la situación cambia. Todavía estamos muy lejos de lograr esta conciencia acerca del rol del ciudadano, de las corporaciones y de los medios en la política; todavía sigue siendo una mala palabra y sigue siendo demonizada.

    Coincido también en esto que decís: «Pero dejando de lado a la “izquierda” (por mencionar una tradición y un concepto que no consideramos vetusto) hoy, como siempre, resulta mucho mas urgente la crítica al establishment y a la derecha.», justamente a eso me referí varias veces en las últimas semanas ya que veo con pena como se concentran las críticas virulentas hacia un espacio como Proyecto Sur que, por más diferencias que pueda haber, no son los enemigos de un proyecto nacional y popular.

    Un abrazo y muy bueno el post.

  9. Primo Louis: supongamos que «detrás del velo sólo hay otro velo por la simple razón de que la cultura y el lenguaje son artificios, que son verdades porque funcionan, porque producen efectos de verdad, no porque reflejen el mundo ‘tal cuál es'», entonces podemos suponer, también, que hay un efecto de verdad, que es la verdad; y que hay un efecto de realidad, que es la realidad. Si aceptamos que la cultura es un artificio, en el afán de no sustancializar, entonces, pongamos como artificio la existencia de una realidad detrás del velo, la existencia de lo falso como contrario a lo verdadero. En ese caso: » el fracaso de la distinción entre verdad y mentira sea a la vez el fracaso y el éxito de la sociedad espectacular de consumo dirigido». Y que, con esencias o artificios, verdades que construyen poder o poderes que construyen verdades, si seguimos así, nos vamos a la mierda.

  10. Bueno Santiago, no presumo de estar muy familiarizado con la obra de Zizek, pero según él, ¿no es paradójico el reconocimiento de lo ideológico? ¿No es el intento de situarse fuera de lo que percibimos como ideología el mecanismo por el cual ella nos somete?
    Quizás la identidad, la capacidad de agencia y el sentido de responsabilidad individual sean ideológicos, pero también pueden servir como base de una movlización política, y su denuncia o negación no puede ser menos ideológica.

  11. Esteban, efectivamente es paradojico intentar situarse por fuera de la ideologia, si bien es lo que intentaron tanto el marxismo como buena parte de las ciencias sociales durante las ultimas decadas, y aun persisten. Sin embargo, lo mas paradojico es que la afirmacion de que no hay dos planos (uno verdadero y otro ideologico), sino que solo hay un plano sin un «por afuera», es la afirmacion tipicamente ideologica (es decir, aquella que dice «la ideologia no existe, que es un invento»). Yo creo que hay algo de verdad en lo que dice Graciela, en eso de que la verdad tiene estructura de ficcion. Pero lo importante es no caer en la inmanencia (de lo que se ve es lo que hay) y en la apuesta disparatada al consumismo, que a pesar de poder darnos el placer -discutible, controversial- de adquirir un Rubick´s Cube o alguna cosa así, una Vespa, alguna poronga cara, tipo un ladrillo de porro, o una maquina de café, retoma el circulo vicioso del trabajo y la alienacion. En fin, hay que volverse a la trascendencia y al infinito de la alteridad.

  12. No es eso lo que dije. Justamente, pretendí mostrar que aún con todo el aparato deconstructivista, podemos dar una vuelta de tuerca y volver a colocar la verdad o la realidad, en el mismo lugar que lo coloca la filosofía tradicional: supongamos que todo es ficción, entonces construyamos una ficción donde exista una sustancia y unos accidentes …, por ejemplo. En el mismo sentido, podríamos hablar de inmanencia y trascendencia. También creo que esta jugada de la no sustentabilidad deja el puro presente al descubierto. El fin de la acción, entonces, se torna risible. Y sin fines ¿a qué nos dedicamos?

  13. Santiago,

    El tema es que sólo hay intereses particulares. Hablar de intereses generales suena obseno, chanta, es algo que la sociedad ha superado en tanto retórica, así como también ha superado votar lo que la autoridad religiosa le mande. Aceptar que los intereses son particulares es un paso, NO LA SOLUCIÓN. El debate es en esos términos. Entonces, si ganan elecciones personajes no muy lúcidos como puede ser Macri en parte se debe a que al menos «entra en esa órbita» del tiempo presente. Yo no lo vote, pero entiendo que pueda ganar, entiendo que mucha gente lo vote aunque sepan que se enriqueció afanando y que lo más probable es que haya entrado a la política para seguir con esas prácticas.
    La derecha tiene la virtud de renovarse. Cavallo no va a aparecer en ninguna voleta en 2009; lo que no implica un cambio de figuritas para que todo siga siendo lo mismo. Si aceptamos que Prat Gay es de derecha, no podemos reconocer del mismo modo que sea lo mismo que Cavallo. Es otra cosa, plantea otro mundo en múltiples matices, y eso se siente. La izquierda tiene que renovar no sólo caras, sino discursos y símbolos, lo que incluye pedir perdón (de manera más o menos explícita) perdón. Y todo esto sin entrar en el debate de si tiene sentido seguir dividiendo al arco político del modo tan tajante entre derecha e izquierda.

    Saludos

  14. Graciela,
    Es que no es «la verdad» lo que está en juego, sino el poder que se construye y a quién beneficia. Si asumimos entonces que lo construimos tampoco es verdad sino un artificio que, suponemos, beneficia a más gente, le permite ser más libre, es esa apuesta lo que funda nuestro hacer político y no ya el ser poseedores de la verdad.
    Es reconocer que nuestro relato político es también un relato. Y que la forma en que se construye poder hace a una lógica fundada en su coherencia, sus objetivos y una idea de lo que debe ser la sociedad y no en que es verdadera en última instancia.
    Pero más importante, es una forma de enfrentar «lo real» y de cómo lidiar, como sociedad y como cultura (como artificio autoproducido), con ella y su emergencia ineludible.
    Saludos!

  15. Primo Louis. Todo intento de comprensión de la sociedad es un ejercicio ficcional y la verdad es una construcción. Pero la idea de lo que éstas deben ser no resulta de un relato más entre muchos relatos, porque no sabríamos por qué establecer uno en lugar de otro (y nos aferramos, sin embargo, a nuestra idea). En una época de fragmentación de las relaciones sociales, de licuación de las relaciones individuales, sería deseable rastrear algún núcleo constitutivo de esa dispersión, que nos permita comprender cómo/desde dónde/a partir de qué se produce la irradiación de sentidos que nos impregna y contra los cuales estamos luchando. ¿La búsqueda de la «coherencia», en lugar de la «correspondencia», no nos hará perder el eje de lo «real» y terminar dando vueltas como trompos alrededor de los que dominan el juego simbólico del imaginario colectivo?
    Saludos

  16. Graciela,
    Algo así como volver al estado de naturaleza? ¿o de retomar las condiciones objetivas eliminando el lenguaje y la cultura? Además, ¿alguien puede, por sólo gesto de voluntad dominar «el juego simbólico del imaginario colectivo»? Me parece que no.
    La lucha es simbólica por la hegemonia y por lo tanto no es a través de «recuperar el lazo entre referente y discurso» que, creo, se generan alternativas políticas que permitan hacer crecer el campo popular.
    Es terrible porque implica reconocer que no hay ninguna garantía de victoria ni de razón. Es descorazonador pensar que nuestro discurso es tan válido como cualquiera, la diferencia estará en sus efectos sobre los cuerpos, sobre nuestras nadas y nuestras muertes.
    No es porque tengamos razón, sino porque apostamos a construir con otros y a reconocerlos como sujetos.

  17. Lamentablemente se persiste en varios errores. El primero de ellos es considerar que Macri gana más por sus virtudes (o su pensamiento de derechas) que por el defecto de sus contrincantes y las gestiones anteriores.
    Me sorprende que varios amigos de lo que podríamos llamar el «filofrepasismo noventista» que se enorgullecían de vivir en el bastión progre del país menemista hoy acusan a los porteños de ser unos derechistas, seres despreciables que votan empresarios inescrupulosos y viles, inclusive gorilas (en el peor sentido de esta palabra, o sea el gorila que no duda ante el peronismo por sus formas sino que lo desprecia por su cercanía con los sectores populares y el gen igualitarista de algunos de sus momentos). Ni muy muy ni tan tan. Macri gana porque hubo antes una década de gobiernos que se definieron como progresistas que no hicieron bien las cosas; y llegó al ballotage precisamente contra un hombre que formó parte como ministro de una de esas gestiones y era la espada de un gobierno nacional muy criticado por, según el porteñaje tan sensible a estas cosas, el escaso apego a las formas republicanas de gobierno (casos de corrupción, superpoderes, etc.).
    Otro de los errores es insistir por varios dispositivos (cartas abiertas, presuntas lecciones de filosofía política, teorías sobre la ideología -recomiendo leer a Althusser antes que el chanta de Zizek) que este es un gobierno de izquierda, básicamente porque las alternativas serían mucho peores. Hay un conformismo, un poquito de vagancia y una postura forzada para sostener esta posición. Sobre todo porque hay que fracturar el campo político en 2 sectores antagónicos, definidos en base a quién sabe qué criterios; así Puigross es tan buena como Pichetto y Macaluse es tan malo como Patti. Esto lleva a despreciar a Lozano y otros diputados o dirigentes de espacios cercanos no porque hacen lo correcto (mantener sus posiciones hasta tanto no tengan en el horizonte cercano la chance de formar parte de una coalición de gobierno -o con miras a serlo) sino porque no se someten al esquema de un gobierno en franco retroceso. Entiendan, sumarse hoy al kirchnerismo resta. No porque esté perdida la batalla por la redistribución sino porque el cambio repentino de discurso y la exacerbación son signos de debilidad y no de fortaleza. Nada de lo que venga de ese espacio es creíble.
    Saludos.

  18. Buenísimo tu comentario. No pensaba que hubiese alguien con esa claridad ideológica. Porque hasta hace un tiempo la dominación se atribuía sólo a la ignorancia, ahora vemos que eso no es así. Que el poder está siendo investido todo el tiempo, conformado por nuestras aprobaciones. Si bien tuviste una ayudita con Zizek, ésta no quita la brillantez de tu artículo.
    Gus

    Pd: estoy haciendo una investigación sobre la criminalización y exclusión social que genera la nueva onda cínica e imparable sobre la prohibición de fumar. Alguien podría ayudarme?

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