¿Se acuerdan de cuando alardeaban de “democráticos”? ¿Y cuando hablaban de “calidad institucional”?

Sentado al lado de Pinedo y De Narváez, acabo de ver (y oir) a Macri anunciar que, si el envío al Congreso del decreto de las retenciones móviles “no termina con el conflicto”, no tiene sentido entonces enviarlo al Congreso, es una pérdida de tiempo. ¿Soy muy mal pensado si lo pienso como una extorsión? ¿Y si lo vinculo con lo que dijo el dirigente de CRA, “si no derogan las retenciones, hay que disolver el Congreso”? Porque, se supone, el conflicto debe terminar con el acatamiento de lo que decida el Congreso, pero Macri da por sentado que sólo se termina si se aprueba lo que demanda la Mesa de Enlace. ¿El Congreso vale solamente entonces como instancia para convalidar lo que la Mesa decidió? Casualmente o no, esa fórmula, “terminar con el conflicto”, empalma con la de “diálogo”, en el sentido que concretamente dan a ambas la mayor parte de los medios, los caceroleros y las patronales agrarias.

Uno de los motivos por los cuales en el último caceroleo participó bastante más gente que en los anteriores fue, además de la solidaridad con el “reprimido” De Angeli, que esta vez la consigna no fue tanto “con el campo” sino “por el diálogo”. Se entiende: la gente está harta del conflicto, quiere que se termine. Está harta de clima tenso, cortes de ruta, falta de productos, aumento de precios y etcétera. Lo lógico, entonces, sería que reclamen que paren con los cortes, el lock out, el desabastecimiento, los aprietes y demás yerbas, pero no: ellos, los que cortan, paran y desabastecen no tienen la culpa, la culpa la tiene el gobierno, y la única posibilidad de que haya diálogo y/o se ponga fin al conflicto es que el gobierno ceda en todo. La comparación es excesiva, pero no puedo dejar de ver alguna semejanza con lo que ocurrió después del bombardeo a Plaza de Mayo en el 55: una declaración de la UCR decía que la culpa de esos cientos de muertes no era de los sacrificados aviadores sino del gobierno al que los que arrojaron las bombas querían derrocar.

Acerca de balvanera

Daniel Freidemberg. Argentino, nacido en 1945 en Resistencia (Chaco), residente desde 1966 en Buenos Aires, actualmente en el barrio de Balvanera. Más información en el blog "días después del diluvio".

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5 comentarios en «¿Se acuerdan de cuando alardeaban de “democráticos”? ¿Y cuando hablaban de “calidad institucional”?»

  1. Y.. viniendo del mismo Macri que siendo diputado estaba en la cabeza del ranking de los que más faltaban y menos votaban no debería sorprendernos..
    Saludos

  2. Estoy en completo desacuerdo con que los caceroleros salieron a protestar porque están hartos del clima tenso y bla, bla. Yo estoy harta del clima tenso, de los cortes, del desabastecimiento y no salí. Es más, estoy harta de todo eso y fui a la Plaza. Basta con ver los mensajes que dejan en diarios panfletarios como Crítica donde ahora ya no se menciona la palabra campo: se trata hoy de un mar de mensajes llenos de insultos, faltas de ortografía y pedidos casi unánimes: «Ke se caye esa perra», «cretina andaaaa a labar los platos», «KK y todos los negros que no lavuran y ke van a la plaza por el vino y el chori k paga el puevlo», «k me das azco». Dónde ves que estén motivados por la situación tensa? Por favor, che. En la tele los primeros mensajes de la gente con cacerolas eran: qué se vaya esa hdp!!! Enseguida los del canal 2 les sacaron el micrófono y aseguraron: nooooo, esta gente pide diálogo. Lo del campo ya fue, no piden nada de diálogo, quieren otra cosa.

  3. A mí también me parece acertada la descripción de Anyuletta. Es el tan mentado clima destituyente, que algunos se obstinan en negar. Lo que quise decir es que los que estuvieron caceroleando desde un principio sumaron el lunes a más gente (hubo caceroleos en Boedo, en Almagro, acá frente a mi casa en un conventillo miserable) y que esa gente (la que se sumó) fue ganada por el cansancio y por que terminaron por hacerle creer el verso de que el conflicto sigue por culpa del gobierno. En todo caso, lo que me importó hacer notar es el uso que se le está dando a la idea de «diálogo» o de «ponerse de acuerdo», «evitar la confrontación».

  4. ¿Vieron la tapa de la última Gente? Ni Susana Giménez ni Tinelli ni Legrand ni Araceli: foto de chicas caceroleando y un gran titular, «Queremos paz y diálogo». Tal como están funcionando concretamente las cosas, «Paz y diálogo» es el modo políticamente correcto de decir «Ke se vaya la puta guerrillera». Los insultos que los lectores de Crítica escriben en sus mensajes ponen a la vista el verdadero contenido de las exhortaciones dialoguistas de Macri, Gente, América TV o Llambías. ¿Y de las de Binner también? Supongo que no, pero en los hechos pasan a formar parte del mismo juego.

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