El debate que nos debemos

La inseguridad se ha convertido en una cuestión en sí, con su léxico y sus debates propios, los cuales parecen ser los únicos espacios de reflexión para quien se pregunte acerca de cómo reducirla: funcionamiento de la policía, accionar de los jueces penales, prisión a menores, pena de muerte, etc.

 Esta manera de encarar un asunto relevante de nuestra sociedad es generada tanto por las conversaciones cotidianas como por los medios que imponen las cuestiones que elegimos consumir. Se trata de un proceso que se retroalimenta hasta el punto en el que la palabra inseguridad se relaciona unívoca y exclusivamente con estos subtemas en los que se aloja el debate.

 Por supuesto que éstos hacen a la discusión de cómo atenuar la inseguridad, pero son menores. El quid de la cuestión, lo que genera la inseguridad, es nada más ni nada menos que la pobreza. Ahí es donde el espacio de reflexión debería abrirse y romper el cascarón legal/coercitivo en el que se ha encerrado. El problema de la pobreza nos lleva a considerar cuestiones económicas y políticas que van mucho más allá de los jueces que se pongan en la Corte Suprema o el código penal. La inseguridad debería ser una grieta que nos permitiera entrever el debate que, marginado por los temas de moda y este cascarón de subtemas, nos debemos como sociedad. Debería como problema hacernos notar que hay una falla aun más importante que no estuvimos resolviendo.

 Es curioso sin embargo que a través del conflicto del campo se haya puesto en duda el modelo de país, mientras que a raíz de la cuestión de la inseguridad no. Y es irónico que la opinión pública se haya dirigido en su mayoría hacia una solución agroexportadora mediante la cual un puñado de multinacionales recaudan millones y el alimento que tanto nos sobra no llega a aquellos que por no poder costear la comida terminan matando. Las palabras del rabino Bergman en la denominada “marcha por la seguridad” (tan excesivamente promocionada por el grupo Clarín) ejemplifican al máximo esta ironía: “Nos solidarizamos con nuestros hermanos del campo, que trabajan de sol a sol para el bien de la Nación”. La oposición al gobierno kirchnerista ataca con los problemas del campo y de la inseguridad proponiendo (si es que se puede hablar realmente de propuestas) un modelo igual o más perverso que aquel en el que vivimos. Tanto la opinión pública en su mayoría como los partidos más importantes de la oposición dejan de lado el flanco más débil del gobierno y siguen avalando implícitamente un régimen en el que el poder económico está en manos de las grandes corporaciones que lucran con nuestros recursos y/o se enriquecen gracias a una dañina permisividad por parte del gobierno.

En resumen, mientras la inseguridad siga siendo tratada como un tema sin conexión con el modelo económico que pocos en la oposición y casi nadie en los medios de comunicación cuestionan, el problema no comenzará a resolverse.

6 comentarios en «El debate que nos debemos»

  1. Es cierto,la solucion de fondo tiene que ver con la cuestion economicayeducativa,justamente para evitar que la oposicion la utilice como argumento politico.

  2. «El quid de la cuestión, lo que genera la inseguridad, es nada más ni nada menos que la pobreza»…

    o sea,si sos pobre…o sos un chorro,o asesino,o violador,o secuestrador etc…o,muy probablemente,vayas en camino de serlo…aja.

    si la pobreza crea delincuentes…por propiedad transitiva podriamos afirmar q entre los ricos no hay delincuentes,por la sencilla razon de q no son pobres…es esto cierto???

    no se,pienso,si buscas un ladron de pasacasettes…muy probablemente habria q buscarlo en una villa…ahora,si buscamos un gran evasor de impuestos,o un vaciador de bancos o empresas,o un politico corrupto…tambien hay q buscarlos en un villa???…o habra q buscarlos en algun otro lugar no tannnnnnnn pobre???

    por no hablar de los asesinatos de maria marta belsunce,o norita dalmasso q no ocurrieron en barrios «pobres» precisamente…(por poner un par de ejemplos nada mas…pero podria pasarme la noche hablando de delitos de toda indole cometidos por gente de «alto handicap»).

    y entonces???…de donde sacan estas afirmaciones tan temerarias,POBREZA=DELINCUENCIA,la muchachada «progre»???

    q pensaran los pobres de estas facilistas afirmaciones???…los cartoneros,el villero q se levanta a la 4 de la mañana para ir a laburar al centro (y no precsamente a una oficina con aire acondicionado),a las madres solteras q lburan de costureras 12 horas por dia y mandan a sus hijos religiosamente a la escuela…entre otros tantos pobres…

    le decimos…SOS POBRE,SOS CHORRO…lo siento.

    la verdad q eso de estigmatizar o todo un estrato social…lo creia mas propio de derechosos reaccionarios…mas q a «politicamente correctos» jovenes progres (aunque con el «progresismo kirchnerista» aprendi q lo reaccionario…tiene doble via).

    digo,no seria mejor pensar la inseguridad como un producto de la IMPUNIDAD??? (impunidad representada por una justicia lenta y corrupta,libre acceso a la falopa,acceso a las armas,corrupcion policial y politica,y por q no…a una alta tolerancia a la violencia social de todo tipo y estrato).

    pero claro,la IMPUNIDAD,nos engloba a todos…ricos,pobres,clasemedieros etc…y hasta a los «bien pensantes» progres…asi q,para q complicarse la vida no???…si total,podemos endilgarle todo a los pobretones…

    ahhh…y si les da la «sensacion» q hay mas delincuentes pobres q delincuentes ricos…es por la sencilla razon q hay muchos mas pobres q ricos en el pais…»estadistica proporcional» creo q le dicen…

    si fuese cierto el «axioma»…con la cantidad de pobres q hay en el pais (pese a las «bondades del modelo k» q algunos intentan presevar a toda costa)…les puedo asegurar q ustedes,amigos clasemedieros mios,no podrian asomar las narices a la vereda sin ser achurados a los dos segundos…por un pobre obviamente…

    asi q,por favor…dejemonos de afirmaciones facilistas fuera de la realidad…

    P.D: aca en el barrio donde vivo hay chorritos pesados y otros q no lo son tanto…pero hasta ahora no conoci ninguno q robara para comer…afanan para falopearse,irse de putas,comprarse unas nike de 500 mangos…pero les aseguro q para morfar…no afana ninguno…

  3. Por esp dije que la solucion no es solo econmica sino tambien educativa(y no merefiero solo a la escuela).Sin duda,lo que cuenta es la,historia personal,y ser pobre no es necesariamente ser delincuente,pero la necesidad puede ayudar.Claro que hay neesidades primarias y secindarias;estas creadas por ola economia consumista.Por eso hoy el robo no pasa tanto por comer,sobre todo en un pais como este,se roban autos o celulares,se roba por la droga,causa y destino del robo.Hay delincuencia en todas las clases sociales,y la mayor impunidad la tienen los ricos que se la compran.

  4. Aca,en el pueblo donde vivo el mayor chorro es el dueño de una inmobiliaria,que se quedo con 2 mllones de dolares de ahorristas que confiaron en el,que bien»asesorado»sigue como si tal cosa.

  5. No distraigamos la discusión. Ni el rabino Bergman, ni Susana, ni Blumberg, ni De Narváez hablan de esa inseguridad. Están hablando del del asalto, del choreo, del asesinato relacionado con asalto; no del robo «de guante blanco» o de los crímenes mafiosos o pasionales. Si la discusión se desvía hacia la comparación con las estafas, evasiones y demases de alto vuelo, ya se perdió «el debate que nos debemos».

    Son asuntos importantes, incluso creo que más importantes, pero el que subió el post creo que hablaba de lo que la «inseguridad» en el sentido que le dan los medios.

    Está claro que hay muchos que afanan pero no para comer. Sólo que parte de lo que afanan sí va para comer. Si no, ¿qué comen? Porque trabajo no parece que tuvieran. En muchos casos, se comienza afanando para comer y se sigue afanando para los demás gastos, incluidas las putas y la droga. Por supuesto, hay muchos otros en que se empieza por las necesidades secundarias.

    Hasta ahora falta un elemento esencial en el debate: la exclusión. La pobreza genera exclusión, reforzada por la vida en la calle o en las villas. Y de esa exclusión se pasa al delito. O bien a la droga, que lleva derechito al delito.

    Uno de los comentarios más brillantes e irónicos sobre el asunto se lo oí a D’Elía: «este chico (por el que le pegó diez tiros a un tipo hace unas semanas) nació en medio de la ola de desocupación de Menem. ¿Qué querían? ¿Que naciera con un pan bajo el brazo? Ese pibe nació con una 9 bajo del brazo.»

    Como para abrir el debate sin apartarse de lo central, nomás.

    Marcelo

  6. Leandro,

    Paso a aclarar algunos puntos porque malentendiste en gran medida mi artículo.

    1) Cuando escribí “El quid de la cuestión, lo que genera la inseguridad, es nada más ni nada menos que la pobreza” en ningún momento aclaré ni impliqué que fuera una relación unívoca y determinante. Si yo digo «lo que genera a las mujeres en el mundo es que existan fetos» eso no quiere decir que todos los fetos vayan a generar mujeres. Pueden tranquilamente generar hombres. Tu argumento contiene una falacia que lo invalida.
    Ya que viene al caso la lógica, aplicar la propiedad transitiva para decir que entonces entre los ricos no hay delincuentes es totalmente erroneo. Estás suponiendo que el conjunto de delincuentes estaría compuesto solamente por pobres, cosa que tampoco dije yo. Aún si todos los pobres fueran delincuentes, podría ser que entre los delincuentes hubiera además gente rica.

    2) Vos hablás de la impunidad como fuente de la inseguridad, en la manera en la que ya definiste impunidad. Yo te digo que el problema del libre acceso a las drogas y las armas que generan esta inseguridad tiene que ver de nuevo con la pobreza, la marginación. Un tipo con un laburo estable, no marginado, humilde pero no pobre quizás, no va a necesitar recurrir a las armas ni va a perderse en la droga para escapar a la miseria de su vida. Después está el tema de la corrupción, claro, y la injusticia. Eso es un problema, pero no creo que sea la causa de la inseguridad. Aún con justicia perfecta y corrupción 0 habría problemas de inseguridad si ciertas personas son condicionadas por su pobreza y exclusión a cometer estos delitos. La justicia es un paliativo para mantener el status quo, no una cura.

    3) Como bien dijo Marcelo, creo que era obvio que no me refería a la inseguridad en un sentido amplio, sino a la que ocupa a los medios últimamente. No estaba hablando de los ladrones de guante blanco, el crimen organizado, los corruptos, los crímenes pasionales, etc.

    Saludos,

    Bruno

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