El Progresismo, de moda

En el espacio social circulan diversos sentidos, muchos de ellos en pugna. En cada momento hay un conjunto de ideas, imaginarios, modos de ver y sentir que se instalan como mayoritarias. Con el fracaso de las ideas neoliberales, en América Latina resurgió cierto ideario progresista, en algunos casos acompañando la asunción de nuevos gobiernos, en otros casos producto de políticas transformadoras de los propios gobiernos. En Argentina este proceso se logró producto de una relación dialéctica entre un gobierno peronista que aprovechó un clima de época (como siempre) y a la vez lo retroalimentó con acciones renovadoras.

Pero el «Conflicto con el Campo» implicó una nueva conservadurización de la sociedad, impulsada, entre otros, por el poder mediático que posee mucha influencia a la hora de proponer ( e imponer) movimiento de ideas. Con el capitalismo salvaguardado mediante la recuperación económica, los sectores de poder salieron a recuperar el tiempo perdido. En términos concretos no pudieron avanzar demasiado más allá de impedir una profundización de las retenciones y asegurarse un buen monto de dinero mediante subsidios y programas. Sí tuvieron un arrollador éxito en términos ideológicos, logrando arrastrar a vastos sectores de la sociedad en su reclamo sectorial, cuestión que se coronó con un triunfo electoral bastante inesperado.

Pero después saltaron de fracaso en fracaso. No pudieron aprovechar el neoconservadurismo que lograron construir interpelando al enano gorila que vive dentro de cada persona de clase media, asustando con la eterna inseguridad, generando identificación con viejos mito inexistentes como el granero del mundo. Dirigentes políticos que no están a la altura de las circunstancias, exceso de codicia que los alejó de la sociedad, una recuperación espléndida del Gobierno Nacional, que salió para adelante con medidas renovadoras que el país no disfrutaba desde hace 50 años. Y sobre todo, una incapacidad asombrosa para adpatarse al juego democrático, acostumbrados a otros mecanismos que hoy ya no corren. Toda esa mezcla les implicó una derrota cultural en poco más de un año.

Así como se le achaca a la izquierda haber desaprovechado miles de oportunidades a lo largo de su historia, esta vez fue la derecha quien se perdió la chance de restaurar el ideario de los 90. No contó esta vez con los sectores mayoritarios del peronismo, como en aquellos años y esto tampoco es un motivo menor.

Entonces, volvió el progresismo a ponerse de moda. El Gobierno repunta en imagen sin prisa pero sin pausa. Dirigentes opositores ahora no ven todo mal en el oficialismo y se permiten reconocer, acompañar y hasta fotografiarse. Pura hipocresía que no debe festejarse como gesto de nada, sino ser ejemplo de la incoherencia que cubre a estos sectores. Son pocos los que aun se animan a confrontar de una manera despiadada: Carrió, Macri, Biolcati, Pino Solanas. No mucho más.

Es profundamente positivo este cambio. Los políticos suelen leer hacia a donde apunta el humor social y avanzan en ese camino. Es decir, que si vemos tantos transformistas que ahora encuentran aspectos positivos en el gobierno que antes defenstraban, posiblemente en la sociedad se estén dando sentimientos parecidos. Es otra de las cosas por las cuales hay que ponerse contento. Pero no hay que descuidarse. No sea cosa que estos oportunistas logren sacar ventaja.

19 comentarios en «El Progresismo, de moda»

  1. te felicito no por lo que dice el post en si, sino porque con ese titulo me esperaba una nota sarcastica tipica del peronista de clase media con ego que critica al progresismo por «blanco»

  2. Ser Anti-K dejó de garpar. La sobreoferta de candidatos Anti-K encima ve achicarse poco a poco su electorado. Alguien sobra, y deberá bajarse ofertando ideas sobre cómo mejorar lo existente. Con «me opongo» ya no alcanza.

  3. Muy buen post, Pomez.
    Permítame disentir un poco en cuanto a que la derecha perdió la chance de restaurar el ideario noventista. Esperemos a octubre del próximo año para confirmar si es así.
    Por lo pronto aparecen muy fragmentados, irresolutos, los bastardean desde los diarios, pero no hay que descartar nada, me parece.

    Saludos.

  4. Buen resumen pomez. Recordemos que la primera contraofensiva de la derecha fue Blumberg, que tambien terminó un en fiasco. Es indudable el protagonismo de la vanguardia K en el movimiento hacia el progresismo de vastas capas de nuestra querida clase media que nos guste o no es el termómetro del ánimo social y cultural de este país. Sin embargo, tambien hay rasgos institucionales que no se deberían soslayar y se vinculan a la consolidación de la democracia y al emergente de «nuevas cuestiones» que las sucesivas crisis económicas tenían sepultadas, cuando no postergadas. No es menor, en este sentido, que la «moda progresista» se sustente en bases de una economía sólida y pujante fundamentalmente favorecida por un contexto internacional beneficioso en términos económicos, e ideológicos, en síntonía con nuestros vecinos a los que tampoco les va mal. Se podrá decir: en los primeros noventa tambien había cierta bonanza económica que podría haber favorecido el emergente de esas nuevas cuestiones, sin embargo el péndulo en aquella época giraba para el otro lado. Son procesos.

  5. Yo acabo de escribir en mi blog personal algo que bien podría ir en tándem con este post, que felicito, por la enumeración que hacemos ambos de los cambios de humor social que respecto de la administración de CFK han venido dándose desde el conflicto con el «campo».

    Yo creo, y lo digo en mi post, que ha colaborado mucho en la recuperación de la imagen gubernamental, la avanzada desmedida por parte del periodismo en intentar la construcción de una realidad que cada vez menos se fue correspondiendo menos con la realidad.

    Y allí puede que también la recuperación fuerte del ideario progresista, que quedaba devaluado frente a un conglomerado mediático que se dedicó a jugar fuertemente en favor del ideario neoconservador. En el duelo de relatos planteado por el Gobierno, que a la fuerza se terminó dando, y que también a la fuerza (de los hechos, de los resultados) el Gobierno fue torciendo en su favor, el germen de la recuperación de cierto sector que se comió la galletita aquella del «falso redistribucionismo», que en realidad buscaba denostar a las políticas redistributivas.

    Lo que sí, adhiriendo a lo dicho más arriba por Ricardo, pongo en duda que no haya espacio para el repunte del noventismo. A veces parecería que sí, a veces a los opositores se los oye decir nada, y eso -daría la sensación- es debido a que no tienen espacio en el cual meter una línea argumentativa a partir de la cual justificar una alternativa -en lo grueso- al modelo actual, y eso da la sensación de que al menos un piso hay garantizado. Pero también hay Magnettos, UIAS/AEAS, Mesas de Enlace, editoriales bajalínea de La Nación, que te indican no bajar la guardia, porque los cerebros los tienen funcionando full time, pese a los golpes que se están pegando.

  6. siempre actuan el gobierno y por otro lado el poder.Si el primero puede domar al segundo es que la politica,mas humana,triunfa sobre la economia,puro numero.Y los pingos del progresismo y del populismo daran lugar a la metafora:»puesta nomas,compañero…»No se son modas,son tendencias.

  7. Me viene a la memoria un aforismo, creo que debido a Churchill, que decía, mas o menos, lo siguiente:

    Puedes engañar a todos por un momento,
    Puedes engañar a muchos por un tiempo,
    Puedes engañar a algunos indefinidamente,
    Lo que no puedes es engañar a todos todo el tiempo.

    Hay felizmente indicios de que una parte no desdeñable de nuestra sociedad está abriendo los ojos y comienza a cuestionar la realidad virtual que le intentan vender los medios y la oposición ultramontana. Tal vez se pueda frenar la restauración conservadora y derrotarla políticamente. Tenemos un año para hacerlo. De nosotros depende.

  8. Gracias a todos por los comentarios

    Ricardo y Pablo D: coincido con uds en que la derecha aun la puede remontar. Lo que es innegable es que va perdiendo las oportunidades. Un poco también por su sed desmedida.

    Cesar: es verdad que en los 90 giró para otro lado. Pero también era otro el momento de acumulación. Hoy el capitalismo viene del fracaso neoliberal y todas sus consecuencias sociales, con lo cual las condiciones para sistemas más humanizados están dadas. A principios de los 90, lo que se había agotado era el modelo de intervención del estado

    Político aficionado: me gusta mucho mas esa frase que aquella que dice «mienta que algo quedará». Es verdad que depende de nosotros, pero de todas formas entiendo que hay que tener bien en claro cuales son las cuestiones que a este gobierno todavía le quedan por resolver.

  9. Me parece que sobre el resultado final de esa batalla de «relatos» que tanto se hace mención, solo se vera «la verdad» en la elección de octubre de 2011, por ahora son todas percepciones de supuestos cambios de «humor social». Lo demás son los aportes a cada relato que se hace según sea el interesado en que sea uno u otro el resultado final.
    Saludos Cordiales.

  10. Pomez:
    Ya no queda bien hablar del «enano gorila que vive dentro de cada persona de clase media»
    Ahora la ex «clase mierda» se volvió perfumada, digamos a partir de los festejos del bicentenario.
    Por eso el optimismo del gobierno sobre la posibilidad de ganar las presidenciales.
    Incluso tampoco queda bien hablar demasiado agresivamente del «poder mediático», ya que hay fundados indicios de reconciliación con quienes antes de ser enemigos, fueron buenos amigos durante todo el gobierno de Kirchner y parte del de Cristina. Todo pasa, como diría don Julio.
    Y disfrutemos por ahora de las delicias del conservadurismo económico, o sea del «4 a 1» que es igual al «1 a 1» pero con patagónicos progres en vez de riojanos neoliberales.

    1. ¿La caducidad de la licencia de Fibertel formaría parte de estos «fundados indicios de reconciliación»?

      Ayyyy…! Vos sí que ves bajo el agua…! ¡Qué clara que la tenés…!

    2. Cláh…! Como la realidad de hoy te funde los esquemas, ahora la diferimos.

      Como cuando «Vamos a tener que importar carne, trigo y leche», te acordás?

      A4 = Hundido…!

      1. Nunca lo dije. Resisto los archivos.
        También predije el 4 a 1.
        Sobre «…te funde los esquemas…», de onda, aquí va una frase de John Lennon: «La vida es lo que nos pasa mientras hacemos planes».
        Saludos.

      2. No importa si VOS lo dijiste o no dijiste. El mecanismo es el mismo. Como los hechos puros y duros no me dan la razón, difiero su comprobación «hasta que el tiempo me dé la razaón».

        Así cualquiera. Las cosas AHORA caen de arriba para abajo. Pero esperá tres mil años y vas a ver que yo tenía razón.

      3. En un sistema democrático SI importa lo que uno dice. Si solo se «dedujera» lo que el otro piensa por esa cosa del «mecanismo» y se lo atribuye de prepo, estamos a un pasito del peor autoritarismo: Te acuso por lo que sos, no por lo que hacés o decís. Creo que esa mentalidad totalitaria e inquisitorial de la que haces gala no nos hace bien como sociedad.

        Si hablamos de conceptos «puros y duros» digamos lo que es innegable: el peronismo en general y el gobierno en particular son profundamente conservadores.

        Tampoco hace falta esperar tres mil años: Más temprano que tarde el Monopolio y el Gobierno volverán a ser amigos y… y… me juego: Fibertel seguirá en manos del Mal.

      4. «Hablemos de aquí a un año» = «Vamos a tener que importar carne, trigo y leche» = «Ahora no tengo razón, pero esperá un tiempito» = Carrió = Biolcatti = Sarasa. Lo peor siempre está a la vuelta de la esquina. Como no nos pueden cagar el presente, nos cagan el futuro. Cuando el futuro llega y no sucede nada de lo augurado, ya otras nubes negras aparecerán en el horizonte.

        No te dediques al tarot, que te vas a cagar de hambre.

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