Estamos jodidos forever

Estuve como un mes fuera de las pistas y por eso por ahí todavía estoy medio perdido. Pero el otro día escuché un rato el programa de radio de Ari Paluch, autor del best seller de (¿no ficción?) del momento El Combustible Espiritual

Después de una noticia sobre una marcha de docentes y alumnos y de un contacto con Nueva York por el US Open dijo algo así como que hay que despertar la «conciencia». Y frases como «no somos de acá pero estamos acá» (?). O que esta es la era de la «espiritualidad». O que no-sé-qué va a pasar en el año 2012. Todo esto con un tono de certeza carrioísta que daba vértigo. 

Solo advierto una cosa. Guarda. Contra ese discurso no tenemos nada, eh. Podemos despotricar contra la «nueva derecha» o como lo hace de manera certera el compañero Baleno contra la «derecha miiltarista petera«. Pero contra el «despertar de la conciencia», siamo fuori de la copa.

Acerca de Nicolás Tereschuk (Escriba)

"Escriba" es Nicolás Tereschuk. Politólogo (UBA), Maestría en Sociologìa Económica (IDAES-UNSAM). Me interesa la política y la forma en que la política moldea lo económico (¿o era al revés?).

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14 comentarios en «Estamos jodidos forever»

  1. No se con quien quedarme si con Ari o con el Profesor Lotitto. Pero si, si los ejes del debate político se corren para ese lado quedamos todos en orsai.

    El sentido común va a ser muy raro.

    Saludos

  2. Término que se usaba mucho en mis viejos tiempos de militancia: «contrabando ideológico». Lo odié y lo descarté, como a mucho de aquel entonces, porque sentía que nos metían un policía político en la cabeza que nos impedía pensar bien, metiendo la lupa de la sospecha en todo. Pero, como a unas cuantas de las cosas aprendidas entonces, estoy empezando a recuperarlo, porque un poco, aunque sea un poco de razón, había en su uso, al menos en ciertas ocasiones. Es lo que hace Paluch. No sé, ni me importa mucho, si lo hace deliberadamente o no. Lo que sé es que en el medio (o detrás, o debajo, o entre líneas) de ese conciliador discurso espiritualizado y misticoide, que llama a ser buenos y a no hacernos problemas innecesariamente, siempre, cada vez que se presenta un conflicto bien concreto (gobierno versus patria sojera, por ejemplo) tira mucho más para un lado que para el otro. Y siempre tira para el lado de los que privilegian su beneficio personal por encima del beneficio de las mayorías. Claro que no lo hace directamente. No, ese es el problema. Lo hace indirectamente, aconsejando reflexionar, no ponernos nerviosos, pero poniendo el mal y la carga negativa de un solo lado, tácitamente, lo que es mucho peor que si lo hiciera explícitamente.

  3. No somos de acá pero estamos acá es más o menos una frase cristiana bastante famosa.
    Pero seguramente Paluch le da un uso bastante distinto, hay que ver cual es su idea de «no mundo», en el caso cristiano es el cielo.

    Del Evangelio según Juan

    11 Y ya no estoy en el mundo; mas éstos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros.

    12 Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliese.(A)

    13 Pero ahora voy a ti; y hablo esto en el mundo, para que tengan mi gozo cumplido en sí mismos.

    14 Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.

    15 No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.

    16 No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.

  4. El otro dia escuchaba a Nik en un reportaje, el tipo decia que desde chico hacia a gaturro, en el Colegio Nac. Bs. As. todos lo reconocian y que los dibujos era lo que sabia hacer… que era bueno en eso. Quizas Ari P, lo que sabe hacer es hablar al pedo para una audiencia mediocre, y eso es lo que sabe hacer.
    Parece que lo importante es saber hacer algo y tener exito con eso que uno sepa. Yo, en esta sociedad colonizada, valoro mucho el saber deshacer.

  5. Yo iba en un taxi, medio distraída mirando por la ventanilla y sin pensar en nada, y de repente comencé a escuchar a Paluch, que hasta ese momento había considerado un naboletti promedio estilo «qué terrible el bache, señora», empezar a hablar de los chamanes y de las energías positivas. Se me heló la sangre, se me heló. Ojo, Rolón no es mejor.

  6. Escriba
    ¿Por qué se enrosca?, de dos pasos atrás y mire el panorama; si no larga la carcajada ha estado demasiado tiempo expuesto a la solemne estupidez.
    A estos Iconos grandilocuentes solo se los puede comparar con las películas de Gassmann y Tognazzi.
    La Jaula de las Locas o La armada Brancaleone, por ejemplo.
    Un abrazo

  7. Un día se terminó cierta hipocresía en el discurso ideológico dominante, que ya no daba para más. Eso de la piedad por el que sufre y la ayuda al «prójimo». Y comenzó la era de la «autoayuda». Lo que se traduce en: «no me jodas con tus problemas, ayudate solo». El sistema enterró la poca culpa por su egoísmo intrínseco, y los triunfadores derraman consejos para ser como ellos. Con los libros de autoayuda se inventó una pared de cemento que devuelve la pelota del sufrimiento humano. Los que sufren se convencen de que la culpa de todos sus males la tienen ellos mismos, y que si no mejora su situación, es porque no hicieron lo que tenían que hacer. Y los vivillos se hacen la redoblona, se sacan de encima a los que sufren, que en su mayoría vienen de la falta de trabajo, y por otro lado consiguen que la carencia se convierta en otro nicho de consumo de mercado. Uno ve que un pobre infeliz perdió su trabajo, se deprime, y un «amigo» le recomienda el libro «Cómo conseguir trabajo», y el tipo se gasta los últimos pesos en ese libro. Se ve claro como el sistema cierra su círculo perverso. En otra época, cuando un amigo estaba en problemas, hacíamos «una vaquita», eso era juntar plata para «darle una mano». Estamos jodidos forever, Escriba.

  8. Los libros de autoayuda se podrían definir como «cómo joder al prójimo sin sentir culpas». Es toda una definición de época.

  9. El argentino medio lee menos de un libro y medio por año, es decir, no lee. Si lo único que lee es autoayuda es una continuidad de su vocación onanista (auto-ayuda).De todos modos, prefiero la autoayuda a Marcos Aguinis o a Kovadloff o a Sarlo. Con esa «literatura» no da ni para una brisa de entusiasmo. Uno se duerme sin erección. Plácidamente. La vida y las letras están a la intemperie. Deseosas de anidar en cabezas vírgenes de educación sarmientina +++ aforismos de Narosky +++ autoayuda a la carta. No se aflijan. Es puro paisaje. Intrascendente como Paluch. Lo único que falta es darle oxígeno a ese plomo,nueva adquisición de la patria tacheril.

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