Feinmann y nosotros los internautas

Que columnón se mandó José Pablo Feinmann en el Página de hoy. Esta es una de esas notas que movilizan las neuronas, las pone en movimiento.

Mientras trato de hilvanar pensamientos comparto algunas frases que repiquetean en mi cabeza.

La transformación del número en fuerza es la consigna de la hora. ¿Cómo se consigue? Tiene que penetrar en el sujeto libre la necesidad de expresar esa libertad a través de la praxis política. Tiene que surgir la pasión de compartir una causa. De participar de la historia. De sacar el culo de la silla que tenés frente a Internet o frente al televisor. De salir de la soledad a la que el universo mediático te condena. Si te gusta el twitter, seguí. Pero no es lo mismo twittear que mirarle la cara a un compañero. Que verle los ojos. Olerlo. Tocarlo. Abrazarlo, ya en la desdicha o el triunfo. No es lo mismo querer hacer la historia que mirar cómo otros la hacen. No es lo mismo ser protagonista que ser pasivo, inerte, poco o nada.
Para empezar a poner en orden los pensamientos nos preguntamos: ¿A quién va dirigido este mensaje?

Está claro que a vos y a mi. Tipos de clase media (económica o cultural) que se conectan a internet y, que particularmente, dedican horas a consumir información y tratar, con mucho esfuerzo, de articular algún pensamiento.

Por lo que he leído y visto a Feinmann, se de su prédica docente sobre la necesidad de que el sujeto deje su pasividad frente a la pantalla (a la cual se encuentra sujeto) para empezar a ser artífice de su propia vida.
Lo cual refleja en eso de dejar de ser un sujeto «pensado» para ser uno pensante.

Y en eso tiene razón. Nosotros, apasionados cibermilitantes, debemos reconocer la enfermiza tendencia a la comodidad. Con los años ya no queremos sentir demasiado calor, demasiado frío, no queremos sentir dolores y tomamos cuanta medicina nos recetan sin siquiera pensar sobre los verdaderos motivos de nuestros dolores.

En lo que creo que Feinmann se equivoca es en la estrecha asociación que hace entre un televidente al estilo Homero Simpson y un internauta.

Tanto la nota que escribió en el 2008 sobre eso que «Cualquier boludo tiene un blog», la cual traté de responder en su momento, como este notón que acaba de parir, Feinmann subestima la comunicación que se establece entre quienes manejan estos nuevos códigos.

Me pregunto si, acaso, la cibermilitancia no ha tenido «ni un poquito que ver» con la masiva movilización de jóvenes durante la despedida a Kirchner. No porque los haya convocado, sino por el singular relato que aquí se hace respecto al que hacen los medios, incluso el que él escribe.

Sabemos que un abrazo o una mirada son mensajes inigualables. Llenan el alma.

Pero también sabemos de la fuerte conexión entre un lector que maneja los nuevos códigos (como naturalmente lo hacen los pibes) con personajes como el «Emo Peronista», «Anarkoperonista» o con «la voz marciana de DerekDice».

Desgraciadamente para esta discusión, estas experiencias son intransferibles. Quien lo haya vivido podrá dar testimonio de ello.

A pesar de esa burlona caracterización que hace de los internautas, nos alegra saber que JPF seguirá ilustrándonos, ahora, de la mano de Sarlo.

Mientras tanto, nosotros los «Garrafa Sánchez» del pensamiento nacional, seguiremos despuntando el vicio mientras buscamos nuevas formas de despegarnos, al menos por un rato, de esta maldita pantalla.

Acerca de Rob Rufino

Ingeniero Electrónico, desarrollador de Sistemas en Lenguaje C/C++, Sistemas embebidos en Java (J2ME) y Sistemas de Automatización Industrial (PLC-SCADAS) Hincha de Rosario Central Futuro político de raza

Ver todas las entradas de Rob Rufino →

14 comentarios en «Feinmann y nosotros los internautas»

  1. suponemos que algunos necesitaran el romanticismo 70’s para miilitar y otros no lo necesitamos para nada. Suponemos que Feinman es un hombre grande y necesita expresarse de las maneras que el conocio de joven. Suponmos que si vos no se vas a realizar una accion concreta como llevarle algo a alguien o salis a la calle para apoyar en una manifestacion, es obvio que necesitas ir en persona . Tambien es ovbio que es muy lindo abrazar y el calor de los cuerpos pero tampoco se nos escapa la cantidad de patadas en el culo que le dariamos a esos hippies que te abrazan con tanta efusividad y palmaditas como si te conocieran de toda la vida.
    La muerte de Nestor nos puso tristes. Tb nos parece muy bien que adquiera caracteristicas de mito, es necesario para ir cada vez mas hacia un pais mejor, pero piensen que no todos van a recibir la efusividad adolescente como si fuera el MUST de esta hora

  2. La nota es mucho mas larga,la lei el domingo en Pagina 12 y en todo el contexto del editorial que escribio no lo interprete de esa forma.Sí creo que está en una edad y un momento distinto al nuestro y estas cuestiones le llegan como un eco de lo que vivió y perdió y le costó la vida a mucha gente que el conocía y quería. Tendrá miedo que nos quedemos sentados solo usando un teclado y no pongamos el cuerpo en esto y la realidad que 100.000 mails no tienen la misma potencia que 100.000 personas en una plaza. Lo de Sarlo me parece una ingenuidad nostálgica de su parte’tiene que ver con que la Sra. Beatriz alguna vez fue de izquierda en sus años jovenes y luego le encantó trabajar en La Nación. Esta muy bien discrepar y criticar’ jamas perdamos eso. Pero no confundamos. Jose Pablo es uno delos nuestros’ lo demás son matices generacionales.

  3. aver a ver , releemos esto y quisieramos ser mas claro. Muchas personas se sienten movidas por la epica de las reformas, por agradecer » que grande este tipo todas las cosas que hizo para que el pais este mejor», pero no necesariamente por la epica de la revolucion, por ese «dar la vida por la causa»
    El mesaje de JPF tratando de llevarnos a los arazos, al » cara a cara» parece mas bien un pedido de que nos contagiemos de su folklore. Y no tenemos porque. ¿Porque tendriamos que poner limites culturales para definir lo que es el kirchnerismo si luego la mitad de la gente que fue a la plaza no se identificaria con el?
    Por ejemplo a Tineli lo ningunearon bastante. Como si no fuera del palo. Y esa es la ultima barrera que hay que romper. Mil veces le diriamos a Tinelli vos sos un forro, otras mil veces nos dejaria indiferente y otras nos arrancaria alguna sonrisa, pero quien sos para ningunear al tipo que te va a acompañar cuando el tb entierra un muerte que siente suyo.
    Recordamos como en los 80’s nos dieron un uniforme cultural (que olia a naftalina recien saido de la bolsa) justo en la puerta de entrada de la militancia centro izquierdista. No me gustaria que intentemos eso nuevamente. A quien le sirve? A quien realmente representa?

  4. Le encuentro los mismas hallazgos y defectos, Rob. Decía yo en alguna parte de AP que la militancia inorgánica es un venteo de esfuerzos. Sin organización política, sin canales de participación, los esfuerzos no se suman sino que se promedian. Sabrán quienes conducen cómo abrir esos canales de participación. Se necesitan de modo URGENTE, antes de que se disipe tanta energía acumulada.

    Por el otro lado, claro, lo único que tiene en común un televisor y una compu es la pantalla. El televidente es un consumidor pasivo, cuya única participación consiste en seleccionar un canal. El «internauta», por el contrario, busca informacion de modo activo. Y de ser el caso (como aquí, en los blogs, tuits, etc.) participa. Si alguien manda fruta, difícilmente lo deje pasar sin chistar.

    Por supuesto que carece(mos) de los calores humanos setentosos. De cualquier modo, quienes sostenemos la tesis de que la realidad no pesa tanto como su percepción, entendemos que en ese sentido hacemos un aporte que «promedia», aunque no suma. Lo único que suma, en política, es la organización. Que no haya 100 boludos haciendo la misma cosa. Propósitos, estructuras, órganos, funciones, roles a distribuir a lo largo de un cronograma. Éso suma. Lo demás, es venteo de esfuerzos sin un propósito común.

    Espero que los cuadros más formados, los que conocen qué y cómo abrir los canales de participación, lo hagan pronto. Los necesitamos.

  5. los limites de JPFeimann estan dados por su interpretacion»fiel»de J.D.Peron en su analisis historico dejando en la maceta a Cook y a los Monto y nuiendose al grupo de los que observan un futuro apocaliptico para nuestra especie,desgraciadamente.

  6. El párrafo que le dedica a Sarlo es de una bajeza y arrogancia increíble.
    Es mucho más inteligente que vos pavote.

    1. No lo tomés así Francisco. Feinmann es un grande. Su estudio del Peronismo es de lectura obligatoria. Sus clases de Filosofía en Encuentro son realmente magistrales.

      Pero respecto a internet tiene formada una opinión que, para mi, es equivocada.

      Y lo de Sarlo está en línea con lo de Garrafa Sanchez…

      Pregunto: No será ud Santo Biasatti no?

  7. Me enloquecí con el texto de JPF el domingo. Lo empecé a leer en voz alta y no pude parar. Qué clarito y continuado que escribe. Envidiable. Y «Filosofía aquí y ahora» en Encuentro, coincido que es obligatorio verlo.

    Recomiendo también los dvd que editó Página 12: «A pensar de todo» sobre distintos temas.

    Abrazo.

  8. Muy buen post.
    El que leyó «La sangre derramada» de Feinmann, se va a dar cuenta de la coherencia con la nota de Pagina/12. Me refiero al tema de la violencia cuando el alienta a participar pero TERRITORIALMENTE y jamás utilizar la violencia. No creo que sea una opinión generacional influída por el temor y no objetiva; en el libro está muy bien fundamentado.

    Saludos

    1. Comparto la idea de una lectura, o reelectura en su caso, del libro de Feinmann «La sangre derramada». Obra muy rica, especialmente en sus notas.- Puede que el mismo autor debería leerlo también.
      En estos momentos, que se habla del proyecto de los 70, nada mejor que citarlo a Feinmann:
      «Tal vez sea adecuado decirlo: este libro está escrito entre otras cosas, para refutar los garantismos metafísicos, las utopías aseguradas, los sentidos inexorables. No sólo son inadecuados para una lúcida praxis política, sino que desde ellos se han exaltado, justificado y practicado ejercicios de violencia. Todo aquel que se siente históricamente instalado en una utopía garantida concluye que -desde su posición- tiene l sacralizado derecho de ejercer la violencia contra el Otro, es decir, contra quien impide la realización del garantismo.»
      y: «¿Hay una violencia legitima? Desde mí punto de vista no hay violencia buena, ni violencia justa, ni violencia legitima. La violencia es -en sí- mala. Expresa una derrota: la de no poder tomar al Otro como un fin en sí mismo, la de no poder respetarlo en su humanidad. Esto no anula el deber de luchar contra la injusticia y el despotismo. Pero advierte severamente que en tanto esa lucha se instrumente a través de la violencia terminará por instaurar un nuevo rostro del despotismo y, por lo tanto, de la injusticia.»
      Pags.329, nota 37 y 357, de la edición de Ariel, 1999.-
      No podemos estar en desacuerdo con ello, son advertencias que valen para todos, incluido el autor, por supuesto.-
      Saludos.-

  9. JPF no es un enamorado de Perón y los que tuvimos el gusto de leer su historia del peronismo lo comprobamos facilmente, de la liturgia peronista el tipo es un adherente a las políticas sociales de Eva. El viene de una izquierda formada por Hegel, Marx, Sartre, Fanon, y como muchos de nosotros (tambien soy de izquierda) hartos de ver la atomizacion de los partidos de izquierda, encuentra en algunas banderas y leyes peronistas el ideario socialista. Pero con Perón y sobretodo su regreso es muy duro, muy crítico, implacable realmente, claro que su vision de internet es arcaica, el tipo tampoco tiene blogs ni nada de eso, aunque en algun lado de toda la nota le reconoce a la web un poder de convocatoria fuerte y real. El equilibrio, que es un lugar muy angosto, es responder a esas convocatorias con el cuerpo presente, si uno cree en la causa, y leer estos blogs y otros más que escapan a la informacion monopolizada y contienen mucha informacion de nuestro futuro.

Responder a Eternauta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *