Inflación: la vida sigue, a pesar de «el campo».

En un comentario a un posteo anterior, Acerca de la inflación, Nicolás me preguntaba por los controles de precios. Respondí que los controles de precios y los subsidios formaban parte de un escenario complejo, y que para responder sobre ello iba a necesitar más que un comentario. Acá va, entonces, un primer acercamiento a una respuesta.

El tema pasa primero por caracterizar la composición de la inflación argentina, que tiene un núcleo de inflación importada, y elementos propios internos, macroeconómicos, pero también de los otros, que a los economistas no les gusta mucho mencionar.

Tenemos en Argentina una inflación en alimentos que, más allá de la diversidad de opiniones acerca de cómo y quién la mide, rondará un número más o menos parecido al de otros países del mundo. Entonces, la inflación en alimentos tiene un núcleo “importado”, que tal vez esté atenuado por el desacople de precios que suponen las retenciones, los acuerdos de precios y los subsidios como a la leche, por ejemplo (estos elementos trabajan para que el precio interno sea distinto del internacional; a eso se llama desacople). Pero que se compensa con el poder de “mercado” que ejercen algunos agentes en la cadena de comercialización (que les permite erigirse en “formadores de precios”), y con el aumento de costos que supone para algunas actividades la inflación “nacional” en no transables. También, influye, tal vez, una oferta concentrada, con altos costos marginales, que no se muestra como un incentivo para el ensanchamiento de la base productiva ante el aumento de la demanda.

Por otro lado, contamos con otros precios que están muy por debajo del nivel de precios internacional, y que muestran una variación minúscula, en comparación con la que se registra en otros países del mundo. Hablo del gas, los combustibles, la electricidad, por ejemplo. Pensemos que estos “mercados” se parecen bastante a lo que se conoce como “monopolio natural”, que no pueden funcionar sin regulación de precios (pensemos en redes de distribución de gas o electricidad, donde la competencia directa entre empresas es imposible).

Y casos especiales como el de los cables (insumo muy necesario para la actividad industrial) que varía al mismo ritmo internacional, a partir de que siguen los precios de su principal componente, el cobre, commodity que en Argentina no está “desacoplado”.

Ahora bien, el punto de los no transables es crucial. Argentina tiene hoy una inflación en no transables que supera ampliamente la que se verifica en la mayoría de los países del mundo (incluidos nuestros vecinos Uruguay, Chile, Brasil). En algunos casos, superan la inflación en alimentos. Pensemos en: estacionamiento, Medicina pre-paga, Educación privada, servicio de mesa en restaurantes, entradas para espectáculos artísticos, inmuebles.  Esta inflación es interna, y tiene causas, a mi juicio, en la política monetaria, escencialmente (también pasa lo mismo con los precios de los automóviles, por ejemplo, o los electrodomésticos, donde impera el crédito blando).

La variación de precios de todos estos diversos productos y servicios, de acuerdo a la ponderación en la canasta de consumo medio, conforma el índice de inflación (medido por el Indec o por los privados, reitero).

Entonces, una primera aproximación al proceso inflacionario argentino actual, indicaría que el mercado interno se encuentra bastante “desacoplado”. La variación de precios relativos que supone el aumento de los commodities en el mundo, en Argentina forma parte de una variación general del índice de precios. Es decir, inflación. Es decir, todos los precios aumentan más o menos parejamente.

Por supuesto, para cada estrato social (tal vez para cada decil y aún intradecil) podría establecerse una canasta propia de consumos medios. En las mismas, a medida que se fuera descendiendo en la escala social, la ponderación de los alimentos aumentaría. Esto quiere decir que los habitantes de los estratos más bajos gastan mucha más proporción de sus ingresos en alimentos (al punto de que algunos no cuentan con ingresos suficientes como para cubrir las necesidades calóricas de su grupo familiar).

Muy bien, pensemos entonces en una situación hipotética: Argentina decide bajar su inflación (con las recetas tradicionales, que mencioné en mi anterior posteo, que son las verdaderamente efectivas). Aunque variando las causas de los aumentos de precios, no se modificaría demasiado la situación de los alimentos. Presiones al alza en todo el mundo indican que (mientras se utilicen recetas ortodoxas que limiten la capacidad de desacoplar, bajando retenciones y subsidios, por ejemplo) Argentina no sería la excepción.

En lo que sí se verificarían los efectos de las políticas anti-inflacionarias sería en el estancamiento de los precios de los no-transables, principalmente. Así, se produciría una lógica variación de precios relativos entre transables y no-transables.

Usemos números arbitrarios: alimentos y combustibles, inflación del 12% promedio, resto de los precios, variación no mayor al 2% promedio.

¿Y el salario? Y bueno, muchachos, el salario es un no-transable.

12 comentarios en «Inflación: la vida sigue, a pesar de «el campo».»

  1. Donde hay 12%?
    Y el aumento del año pasado no significa que se mantenga en el 2008, tal vez sea como vos dijiste, un cambio de precios relativos y no una tasa.
    El hecho es que hoy, si admitimos esa inflación importada del 12, y el nivel general es el 25 o 30, y hay cosas que aumentan 0,00 (como los sevicios públicos) el conjunto de los no transables asta aumentando arriba del 30, y eso es mucho más que la suade salarios.

  2. No hay duda q el componente importado afectaria, sin embargo la inflacion global hay q analizarla dentro de un esquema mas complejo, q incluye, entre otros actores, al tipo de cambio. Si dejara caer al dolar, la apreciacion del salario real, mejoraria el impacto negativo de los granos. Xq? xq gran parte de la suba general en los comodities, es en realidad, una devaluacion del dolar a nivel mundial, q se da contra todos los activos, no solo contra las demas monedas. X lo tanto, si el trigo sube 50%, pero el dolar cae contra el peso 50%, no tenes inflacion. El segundo problema es el de los precios relativos, el subsidio absurso hace recalentar la actividad economica, q luego ajustara x escasez. Dos errores aqui, el primero el subsidio global, q llega en su mayoria al q podria pagar mayores precios, en contra del q menos tiene. El segundo, comportamiento economico basico, es el dasaliento a las inversiones en explotacion de gas y petroleo, q lo pagamos con menor oferta, y obviamente mayores precios.
    La inflacion actual desnuda la vulnerabilidad de la caja fiscal, sentada hoy dia en la recaudacion inflacionaria (q de paso es festejada penosamente x los ministros), y en una distorsion de precios relativos q ajustara tarde o temprano, x precio o x cantidad.
    Luego si, estan los vivos q se benefician, pero no son determinantes de la inflacion, son aprovechadores de ella. Si queres frenar la escalada, sin erosionar al pobre y al salario real, tenes q soltar al dolar, pero lo q quedara demostrado, es q el gasto publico se fue de madre, y q el q menos tiene, le transfiere ingresos al Estado.
    Saludos

  3. Mariano T.: advertí que los números eran arbitrarios. Ahora¿usted supone que la inflación mundial en alimentos es menor? ¿y en combustibles?
    Por otro lado, en ningún lugar digo que la inflación local de alimentos y combustibles ACTUAL sea de 12%. Digo que es compatible con que no exista la variación de precios relativos entre esos transables y los no transables que hay en otros lugares del mundo. Digamos, aquí, una y otra cosa aumentan igual, por causas internas. de no existir esas causas internas, aumentarían mucho los alimentos y los combustibles y el resto no tanto (casi nada). Entre lo que llamo «resto» está el salario.
    Saludos.

    Kaloma: estoy de acuerdo con usted en la cuestión de los subsidios. Más de una vez he criticado en comentarios en este y otros blogs los subsidios a la Hood Robin como los del gas y la luz.
    Lo que no le puedo dejar pasar es que me diga que apreciar el peso respecto al dólar evitaría la inflación sin golpear a los sectores de bajos ingresos. Habría que calcular el efecto en el empleo de una baja del dólar del 50% (para usar su ejemplo). No quiero esas soluciones mágicas. Otra vez, no.
    Un saludo. Y gracias, como siempre.

  4. Mariano:
    Le consulto por el control de precios y hace un post con el control de salarios ??? :)
    Le agradezco su opinión, me quedan algunas dudas, fundamentalmente que la inflación en alimentos siga la suba internacional.
    Saludos.

  5. Mariano,
    magia?????? perdon pero:
    el dolar fijo de los 90, fue una cruz para la economia xq mantenian en desequilibrio al nivel del dolar, q, de no mediar dicha convertibilidad, hubiera ajustado a niveles acordes con la productividad domestica. Hoy dia, la magia es mantenerlo artificialmente devaluado. Si lo soltas, bajara cuando exista exceso de dolares y subira cuando las importaciones se vayan de mambo. No tiene xq ser generador de desempleo en absoluto. Brasil es prueba de ello. La ficcion es comprar para subsidiar a un sector, mientras x otro lado erosionas al q menos tiene con inflacion.
    Es importante no confundir los 90 con este momento economico. Antes el dolar era la moneda mas revaluada del Mundo, ahora es la mas castigada, los demas paises emergentes son el mejor ejemplo de ello. Los unicos q pueden hacer politica de tipo de cambio son los q tienen factores productivos ociosos, como fue la Argentina 2001-2006, o como China q puede meter mano de obra sin restriccion.
    Pero aunque no me creas, igualmente el tipo de cambio real, q es el q realmente determina el factor de cambio se aprecia cuando la inflacion actua sobre un tipo de cambio fijo. ES LO MISMO, los precios en dolares van a equilibrarse igual. La clave esta en el durante….y en nuestro durante el q pierde es el pobre y el asalariado y los q ganan son el estado y las empresas q pueden capturar esa bicicleta. Le reitero el ejemplo, Brasil tiene un problema de inflacion xq se les esta moviendo del 5 al 7%…….claro no, nosotros estamos en 30. La revaluacion es inevitable, ud puede elegir el camino. Finalmente el tipo de cambio no es el unico responsable, el gasto creciendo al 40 anual tiene un impacto enorme, o alguien pretende seriamente q los precios se mantengan, cuando 1/3 del PBI nominal crece al 40 anual…Le repito, si las variables se equilibraran, el q queda en offside es la caja fiscal. Ahi esta el problema, lamentablemente una situacion recurrente en nuestra economia. Los politicos hacen MAGIA en vestirlo diferente cada vez q nos empoman.
    Saludos

  6. Nicolás: disculpá, se hace lo que se puede.
    Saludos.

    Kaloma: yo te puedo asegurar que hay en el Valle de Río Negro, o en Cuyo, por poner dos ejemplos, productores de jugo de manzana concentrado o de vino, que miran de reojo constantemente la cotización del dólar para saber si van a poder colocar sus productos en los mercados más baratos que sus competidores. Y que una baja del dolar de 5% los hace ponerse a llorar. Así hay muchos ejemplos. Tal vez no pasa con las actividades y los agentes que han conseguido una competitividad genuina. Para estos casos, es muy cierto lo que decís sobre el tipo de cambio real (aunque mientras el BCRA tiene capacidad de esterilizar, no toda la absorción de dólares se traduce en inflación, o apreciación real del tipo de cambio; las retenciones, por ejemplo, alivianan mucho esta tarea).
    Respecto a Brasil, es un excelente ejemplo de Estado que protege subsidiando su desarrollo industrial y la diversificación de su producción.
    De hecho (tal vez exista y yo no lo sé) no conozco una sola potencia industrial que se haya convertido en tal sin actividad estatal (subsidios, digamos).
    Un saludo

  7. Julián: la lógica indicaría que el gas de red debería subsidiar al de garrafas y no al revés.
    Respecto de las tarifas de servicios públicos, me gustaría que se respetara un consumo mínimo universal a precio actual (subsidiado) y dos o tres escalas de consumo marginal que aumenten progresiva y dramáticamente los precios. Digamos (por decir un número al azar) hasta 1000 Kw, pagás el precio actual. Los primeros 350 Kw extra que consumís los pagás el doble. Los 300 Kw extra siguientes, más caros y así sucesivamente. De esta manera, dejás de subsidiar el gas que calefacciona piletas de natación en pilar, o la iluminación de la cancha de golf del country.
    Pero no sé si sería viable. Es una idea.
    Saludos

  8. Mariano:

    No hay nada que disculpar, era sólo una broma.
    Con respecto a lo que Ud. dice sobre el tema de los servicios, hace poco tiempo atrás leí un informe que decía algo así:
    Consumo de luz 300 KW -> 45$
    Consumo de luz 1800 KW -> 105$
    y explicaba esto por la escasa diferenciación de tarifas acorde al nivel de consumo y por el cargo fijo que, a menor consumo representa mayor porcentaje del valor final.
    Saludos.

  9. Nicolás:
    ahí hay un ejemplo, con números mucho más consistentes que los míos, que eran desastrosos, de que las cosas deberían ser al revés. El consumo marginal es más barato que el consumo básico, lo cual constituye un subsidio de los que menos consumen a los que más consumen.
    Gracias. Saludos.

  10. Creo que el cambio de políticas de subvenciones, debe estar acompañada de un cambio en el cobro de impuestos. Porque como no es justo que los que menos ganan, paguen la luz y el gas más caro, para mantener piletas climatizadas, canchas de golf y equipos de aire acondicionado; tampoco lo es que quien compra un litro de leche pague el mismo IVA que el que se compró el LCD de 42″ último modelo o peor aún, que tal vez, discrimina IVA y lo compensa. Hay ciertos productos de la canasta básica que no pueden esperar más por la baja del IVA (e incluso algunos deberían no pagar), y que lo compensen subiendo la alícuota a los bienes suntuosos (tecnología, viajes, autos mayores a determinado precio, etc.).
    El tema de los impuestos es otro caso a analizar, porque hoy en día se paga mucho más por m2 de un dpto. en Constitución o Soldati que por una casa con pileta y parque en Olivos o Martínez. Ni que hablar que muchas funciones públicas, como jueces, no paguen impuesto a las ganancias, cuando ganan en un mes, lo que un empleado gana en 2 años que si está gravado.
    Por último, hay que regular algunos temas también, como por ejemplo, quienes colocan equipos de GNC en sus autos, combustible que está subvencionado también. Yo he visto 4×4 cargando gas, una vergüenza!!!

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