La Departamental Quilmes No Mide. Nunca Midió

Con el correr de las horas, y a medida que en la tele, las radios e internet se van conociendo más detalles sobre «el caso Bergara», van quedando cada vez más expuestos los muchachos y las chicas de la Departamental Quilmes, unas verdaderas joyitas dentro de ese inmenso alajero que es la Bonaerense.
Es difícil remontarse al génesis de las tropelías que se producen en esta jurisdicción, pero desde ya que la dictadura marca un antes y un después en la historia de la policía quilmeña y alrededores. En esa zona estaban los Centros Clandestinos de Detención: «Pozo de Quilmes», donde actuó el nefasto médico Bergés; «Puerto Vasco»; la Escuela Vucetich; «Los Plátanos»; y la Comisaría 1ra. de Quilmes, de la que más adelante me voy a ocupar.
Ya en democracia, la región compuesta por los partidos de Quilmes, Berzategui y (en menor medida) Florencio Varela, se fue convirtiendo, como otros lugares del conurbano, en uno de esos territorios donde la policía tiene un accionar propio, autónomo y autárquico (porque se financia a sí misma) respecto del poder político de turno. Dicho sea de paso, cuando hablo de estos temas me gusta aclarar que me niego a caer en ese lugar común de facturarle la Maldita Policía al ex gobernador Tachuela: No señores, sepan que los gobernadores Alejandro Armendáriz y Antonio Cafiero, contribuyeron enormemente a la existencia y crecimiento del monstruo. Armendáriz no tocó nada (pero nada, eh) de la vieja estructura que había heredado de la dictadura. Mientras que Cafiero, en fin, Cafiero…
Por supuesto que durante el reinado de Pedro Anastacio Klodzyck, la cosa se potenció y al calor de las gestiones Piotti, Pettigiani, De Lázari, y Brown, todos ellos incompetentes eficaces (bueno, Piotti era algo más que eso), los «pata» convirtieron a «la fuerza» en una empresa (Ragendorfer dixit).
Quien por ese entonces dirigió la Brigada de Investigaciones de Quilmes (hoy DDI) fue el inefable Comisario Inspector Mario Naldi, un hombre que en los 4 años que estuvo al frente de la Regional multiplicó su patromonio hasta convertirlo en incalculable. Por solo mencionar dos hechos resonantes que tuvieron lugar en Quilmes durante la estadía de Naldi, se sabe que el empresario Ricardo Ospital, antes de ser asesinado por la banda de policías y ex militares que lo secuestró, estuvo cautivo en la zona. También la operación «Cafe Blanco», montada dirigida por la SIDE, contó con la preciada colaboración de Naldi y sus muchachos.
Gustavo Prellezo, uno de los asesinos de José Luis Cabezas, también anduvo por Quilmes en los noventa.
Arslanian (dos veces) y Lugones, en sus gestiones al frente del Ministerio de Seguridad de la provincia, intentaron terminar con esto. En algunos lugares pudieron, en otros no. La Departamental Quilmes es uno de esos lugares en donde no.
El principal problema de «las purgas», sucesivamente impulsadas por Arslanian y compañía, fue que habiendo tanto títere para dejar sin cabeza, una vez que terminaba la limpieza, se encontraban que el remedio era peor que la enfermedad, dado que solamente quedaban para poner al frente de las Jefaturas a lobos con piel de cordero, o a comisarios muy jóvenes, que poca experiencia tenían en lidiar con ciertos bueyes. Esto se profundizó con Stornelli y es lo que ocure en Quilmes en la actualidad, donde el Jefe de la Departamental, el comisionado (?) Adrián Cisterna, venía de dirigir a la policía de Esteban Echeverría, distrito donde durante su administración se produjeron tres resonantes casos de secuestros extorsivos, uno de ellos terminando en la muerte del abogado Cristian Vazquez luego de trece días de cautiverio.
No es casual que el oficial de más alta jerarquía entre los detenidos del «Caso Bergara» sea el capitán Cardozo, hombre de estrecha confianza de Cisterna, y Jefe de operaciones de la Distrital Berazategui.
Durante la breve gestión de Cisterna, además del secuestro de Bergara, se produjeron la aparición del cadaver de un joven, asesinado y quemado dentro de su auto al costado de la Autopista Bs. As-La Plata; el tiroteo de un gendarme y unos supuestos delincuentes en pleno centro de Quilmes; el aumento de los robos y de la violencia en los mismo, según varios medios de la zona; y algunos hechos menores como la detención de dos policías en Berazategui vinculados a la desaparición y posterior asesinato de un hombre, y un misterioso principio de incendio en la comisaría 1ra, al día siguiente del allanamiento que se hiciera el 14 de enero, donde se quemaron «algunos papeles».
Ah, la comisaría 1ra: ex CCD durante la dictadura, trístemente célebre hace poco más de cuatro años cuando en un incendio murieron cuatro menores que no debían estar detenidos allí, esta seccional queda en el centro de Quilmes. En Alem y Sarmiento, muy cerca de la estación y, por una de esas casualidades de la vida, a metros de la casa de Leonardo Bergara.
En la 1ra. de Quilmes suceden hechos que realmente son graves, como la planificación y ejecución de un secuestro extorsivo, y otros que también están vinculados al mundo del delito, aunque de una manera un poco más bizarra, que serían graciosos, si no fuera porque sus protagonistas casi siempre son policías.

No se que opinás vos Escriba, pero para mí la Departamental Quilmes no mide ni un poco che.

3 comentarios en «La Departamental Quilmes No Mide. Nunca Midió»

  1. Uy dio. Mucha data esa. Ud. lo ha dicho. Hasta donde yo sé del tema, el sistema de Arslanian era como una forma de reducir conflictos. O sea, eliminar las departamentales e imponer UN jefe policial, UN fiscal general, UN intendente. Si esos tres «actores» de la cuestión se ponen de acuerdo (digamos, si se saben dividir bien la cuestión como buenos muchachos) a lo que se suma alguna directiva de arriba del estilo «bueno, los secuestros extorsivos ya fueron, a ver si se dedican a otra cosa», entonces la cuestión anda. Pero eso es muy endeble y siempre puede saltar por el aire. Más si se le agrega que las reformas un-poco-más-de-fondo de Arslanian quedan truncas (Buenos Aires II, no a un jefe de toda la Poli, etc). Las purgas no me parece que fueran malas: Arslanian estaba dispuesto a rajarlos a todos si era necesario. Pero el tema es la continuidad de las políticas y el quiebre de cierta estructura del
    aparato del PJ, como ya ha dicho Saín.
    Saludos

  2. «cafiero, en fin cafiero…» cafiero que? odio cuando hacen esos comentarios que no explican nada pero dando a entender que se saben todos los puntos oscuros del tipo criticado. A ver si tiran que hizo cafiero, en fin cafiero, en esta. Porque con esa expresion pareciera que duhalde es un nene de pecho al lado.

    1. Efectivamente Fran, Eduardo Alberto Duhalde es un inescrupuloso y posiblemente haya tenido alguna responsabilidad en las muertes de Kosteki y Santillán pero hasta donde yo se, no firmó ningún decreto que ordenara a los militares aniquilar a nadie. Cafiero sí lo hizo. No quería ponerlo porque me iban a decir que no tenía nada que ver con el post, pero ya que insistís….

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