La nota de Raffo en Página 12.

Página 12 de hoy publica un artículo de Julio Raffo: Complicidad y desencuentro.

El mismo es parte de una serie inaugurada por Pino Solanas, en cuyo artículo del 5 de enero (fundador de la serie) se denunció la mortalidad infantil y la complicidad del silencio de los intelectuales de Carta Abierta, entre otras cosas.

Como ocurre en todas las polémicas de las que forma parte Solanas, últimamente, en esta tampoco se pudo eludir la mención del posicionamiento de Pino y Lozano y Proyecto Sur  frente a la 125.

Si Julio Raffo, defensor de Solanas y sus posiciones, no desestimó que se utilizara este recurso para desacreditar cualquier cosa dicha por Pino y su agrupación, sino que se subió al caballo de la crítica y redobló la apuesta, tampoco tendría por qué hacerlo yo (anónimo participante de blogs ajenos).

Así que paso a comentar algunas de las cosas que Raffo dice respecto de este asunto.

Raffo sostiene, en respuesta a la chicana que acusa a Pino de votar contra la 125, que en la misma no se incluyó una denuncia contra la estafa al Estado que significó que algunos grandes exportadores, maniobras contables fraudulentas mediante, evitaran pagar partes sustanciosas de lo que correspondía por retenciones. Acusa al gobierno de tener buenos tratos con uno de los beneficiarios de la estafa, Roberto Urquía, y de haber paseado a un empresario por Venezuela como el “mago de la soja”, queriendo con esto, me imagino, cuidar su “flanco izquierdo, repeliendo lo que calculo que interpretará como una corrida por la ídem.

La verdad es que no queda demasiado claro que Solanas y Proyecto Sur puedan utilizar este argumento para chicanear al Gobierno.

Por varias cosas:

-La denuncia que derivó en la investigación judicial en curso sobre fraude en el pago de retenciones, fue realizada por Ricardo Echegaray (actualmente en la AFIP), quien asumió en la ONCCA a partir de que la misma fuera descabezada como respuesta oficial a las maniobras denunciadas.

-El Senador del FPV Roberto Urquía, titular de Aceitera General Deheza, y por ello beneficiario del supuesto caso de corrupción, votó en contra de la Ley que refrendaba la Resolución 125, replicando la posición de Solanas, Lozano y compañía. Curiosa coincidencia entre el empresario corrupto y expoliador, y el militante libertario.

-Grobocopatel, “mago de la soja”, al que Raffo alude pero no menciona vaya a saber por qué pudor, también se manifestó en contra, no sólo de la 125, sino de la política agropecuaria en general del Gobierno, aunque ésta, supuestamente, haya sido pensada para favorecerlo. También Grobocopatel coincidió, en ese caso, con el revolucionarismo solanista. Por su parte, Grobocopatel fue a Venezuela como parte de la comitiva argentina oficial que viajó a aquel país, con la misión de trasladar sus conocimientos sobre tecnología aplicada para el mejoramiento de la productividad agrícola. Recordemos: como parte de una misión argentina a la república bolivariana, con la finalidad de estrechar vínculos políticos y económicos entre ambos países, cosa que un gobierno “neoliberal” (como Solanas califica a los de Néstor y Cristina Kirchner) difícilmente hubiese hecho.

Por último Raffo también menciona un par de dicotomías que son a esta altura, lugar común: la oposición Tren bala – Tren para Todos, cuando en realidad, mejorar y extender el servicio de trenes actualmente en actividad, aunque sea una asignatura pendiente, es independiente de lo que ocurra con el Tren Bala; y la que menciona bajo el título ampuloso de “opción ético-política que implica pagar deuda externa mientras el hambre y la mortalidad infantil nos azotan”.

Tengo que creer que el señor Raffo pensará que cuando Rodríguez Sáa declaró el default se le empezó a dar de comer a muchos niños que, años más tarde, fueron privados de alimentos por Kirchner, que decidió volver a pagar deuda.  Los datos indican lo contrario. Desde entonces hasta hoy, la mortalidad infantil por malnutrición descendió en casi un 40%.

 

 

14 comentarios en «La nota de Raffo en Página 12.»

  1. Lo que me impacta en el artículo de Raffo es lo grande que aparece la palabra «cómplice». Siguiendo la línea de lo que empieza Solanas, el principal rasgo de Carta Abierta es la complicidad. Sí, Raffo, sí, gracias a usted lo he descubierto y estoy dispuesto a enmendarme. ¡Soy cómplice, soy cómplice! Qué vergüenza me doy, qué asco, no me atrevo a mirarme al espejo, cuán lejos estoy de la luz de la verdad.

  2. A mi lo que me impacta, balvanera, es cómo se puede llegar a decir las cosas que dice Hugo Brieva (¿es el mismo que trabaja de gerente de Canal 7?) cuando habla de la disminución de la mortalidad infantil por desnutrición crónica o aguda. O Mariano al final del post. Porque soy médica y sé bastante bien de lo que hablo, y me parece que ustedes no tienen ni la más mínima idea.

    En general, la mortalidad y la morbilidad infantil por desnutrición disminuyen ligeramente cuando hay crecimiento porque disminuye la pobreza. Hay una mejora de la alimentación y la calidad alimentaria, aunque a veces insuficiente, lo que, por otra parte, tampoco evita la morbilidad derivada de episodios anteriores de desnutrición crónica, de los que nadie habla ni se ocupa. También la mortalidad y la morbilidad por desnutrición disminuyen un poco más cuando hay organizaciones sociales que la combaten, en la medida que se intenta proveer alimentos focalizadamente en áreas de exclusión.

    Pero ninguna de esas cosas termina con la morbilidad y la mortalidad estructuralmente porque, en el momento que vuelve a incrementar la pobreza, vuelve a incrementarse la tasa de mortalidad y la tasa de morbilidad. Tampoco altera mucho la fotografía allí donde hay pobreza extrema. Pensar que la mortalidad y la morbilidad por desnutrición desciende de manera estable si no cambian las condiciones estructurales o no hay políticas sociales y de salud constantes al respecto, que reequilibren los efectos del ciclo económico, es una zoncera derivada de la ignorancia.

    Por otra parte, los episodios de desnutrición se acumulan sobre otros episodios de desnutrición anteriores. Y la morbilidad, además, se acumula em el tiempo y generacionalmente. Lo que no afecta sólo a los niños. El problema afecta a otros grupos de población, como los ancianos, que tienden a la «subnutrición» cuando los precios de los alimentos suben. En un país donde las dos terceras partes de los ancianos tienen jubilaciones menores al salario mínimo, es un problema oculto, del que tampoco nadie habla.

    Asimismo, el concepto de mortalidad infantil y morbilidad infantil asociada con la pobreza es bastante más amplio que el asociado con la desnutrición aguda o crónica: si pasamos de un concepto a otro, pasamos de una estimación de 8 niños muertos por día a una cifra mayor. Si les interesa pueden leer toda la literatura médica relacionada con la mortalidad y la morbilidad asociada con la pobreza, que la hay y mucha.

    El gobierno, en seis años, no movió ni un dedo para afrontar en serio el problema de la mortalidad y la morbilidad infantiles asociadas a la pobreza. El descenso se debió, en todo caso, al crecimiento económico y la labor de las organizaciones sociales. Ni siquiera tenemos un relevamiento estadístico suficiente para hacer epidemiología rigurosa de la desnutrición crónica y otras enfermedades asociadas con la pobreza. Algunas organizaciones sociales intentan elaborar un Mapa del Hambre, pero apenas llega a 40.000 familias, sin que sepamos cuáles son los centenares de miles de familias pueden estar afectadas por problemas de desnutrición crónica o aguda. Lo que vemos en hospitales y centros ambulatorios nos dice que debe haber muchísimas más. Las cifras son estimativas y, posiblemente, a la baja. Nadie puede asegurar en cuanto descendió, teniendo en cuenta la pobreza extrema estructural en muchas áreas: hay estimaciones un poco más optimistas, otras menos. En el NOA hubo más de un problema de manipulación de estadísticas por parte de gobiernos provinciales, que alteran el cómputo. Se excluye a los segmentos de población que no tienen contacto con los sistemas de salud o sociales. Y lo que está sucediendo en Salta, sólo para poner un ejemplo, es una vergüenza.

    Lo paradójico es que bastante fácil combatir la desnutrición crónica con políticas sociales universales y políticas de salud efectivas con un sistema único de salud. Si no se hace es porque no hay voluntad política: al fin y al cabo, los pobres no tienen voz. Hace decenios que sólo hablan a través de algunos ventrílocuos, que son los mismos que luego no construyen hospitales o los construyen sin dotación, sin presupuesto ni tecnología, sin ninguna idea de cómo se hace política de salud, o que montan negocios legales, paralegales e ilegales en torno a la salud. Los mismos que mantienen infraestructuras de salud que se caen a pedazos. Convertir el descenso de la mortalidad infantil por desnutrición del 2003 al 2006 en un «mérito» del gobierno, que no hizo nada, y además confundir mortalidad y morbilidad, es de un cinismo que no tiene nombre, mero comercio retórico sobre la vida y la salud humana. Desde el 2007, la mortalidad empezó a crecer de nuevo. De la morbilidad, ni hablemos.

    Quizá, en lugar de tanta politiquería de cuarta, habría que empezar a pensar en los problemas del mundo real. Al menos, las denuncias de Pino Solanas ponen encima de la mesa estos problemas, como las denuncias de organizaciones sociales de todo tipo y color. Ciertamente, si no hay políticas sociales universales y un sistema único de salud, no vamos a ninguna parte. La labor del gobierno durante años fue ignorar la desnutrición, lo que no me extraña de un gobierno que es capaz de mentir sobre las mismas estadísticas de pobreza para obtener «réditos» políticos. Los medios dejaron de hablar de eso y al gobierno ya le iba bien.

    No sé si callar es ser cómplice. Tampoco todo el mundo puede hablar de todo. Pero deformar como hace Brieva sí que es una canallada.

  3. Creo que también sería interesante leer la otra nota en respuesta a la de Pino, de Hugo Barcia. Ninguna de las dos cierran. Eluden la discución de fondo.
    Es cierto que el número de muertes por desnutrición infantil ha decrecido, pero se toma a partir del período post crisis 2001 donde el número era trágicamente elevado.
    No por casualidad he leído en varios blogs que apoyan al gobierno ironías sobre crear un ministerio de desarrollo social, o plantear seriamente crear un ministerio de la niñez y adolescencia. Es algo que existe, cuentele al cura Olmedo en Jujuy, no es sano confundir críticas serias con el carriotismo o cualquier oposición furibunda en busca de la nota en Crítica.
    Por otro lado, Mariano, la deducción que ud hace del pago de la deuda en realción al default promovido por Rodriguez Saa es absurdo. No fue intención de este ex presidente dejar de pagar la deuda externa para alimentar chicos, como tampoco de Kirchner de pagarla para hambrear a los pibes.
    Ahora, no podemos creer en la posibilidad de que se aumente el presupuesto destinado al desarrollo social, con parte de las arcas de un Estado sumamente preocupado por cancelar las deudas?? Es tan ilógico el planteo?
    Ver más anuncios de este ministerio para variar, unpoco, de los de Obra pública? Y ojo, que quizá es solo un problema de estrategia públicitaria y De vido quizá es más ducho que Alicia Kirchner.
    No no sirve de nada los huevos de Correa al crear (y darle bola) la comisión de investigación sobre deuda externa?
    Más allá de esto creo Raffo y Pino se equivocan al hablar de la «complicidad» o «silencio» del espacio Carta Abierta. Me parece que no entienden la función de tal espacio.

  4. No tengo motivo para no pensar, Patricia, que usted tiene una información de la que no dispongo. Seguramente es así, y sin duda alguna la cuestión de la mortalidad infantil es prioritaria y todo lo que se haga -lo haga Solanas o quien sea- contra la mortalidad infantil está más que bien. No se discute. Lo que no me parece es que eso pueda servir de pretexto para la demonización de Carta Abierta. Me parece un poco sucio como recurso, le veo mala leche. Como querer sacar rédito político, y de paso pegarle a compañeros (el narcisismo de las pequeñas diferencias) utilizando en provecho propio un drama, o, mejor dicho, una tragedia.

  5. Patricia: yo le agradezco que aporte tantos datos que seguramente parten de su conocimiento. Por otro lado, paso de largo, para no pelear, la acusación de canalla. La de ignorante por ahí la merezco.
    Ahora, empiezo con la aclaración de lo que usted considera «politiquería de cuarta».
    Si los datos de mortalidad infantil que empleamos los canallas para decir que el no pago de la deuda externa no garantiza que se mejoren esos índices, no sirven para demostrar eso, tampoco sirven para decir que no se ha hecho nada. De manera tal que, después de hacer una gran exposición técnica como la que hizo usted, tendría vedada la posibilidad de argumentar diciendo que de 2007 hasta ahora la mortalidad y la morbilidad infantil han crecido.
    Por otro lado, no entiendo bien en qué se relaciona eso con la estúpida acusación de la «opción ético-política» entre atender la desnutrición infantil o pagar deuda externa. Justamente, si el crecimiento de la economía en el marco de la normalización de las finanzas públicas y la recuperación del aparato productivo motivaron una mejora del 40% en los índices, creo que el efecto no habría que subestimarlo. Y mucho menos subestimar como hace usted, en defensa de Raffo, los efectos positivos en disminución de la pobreza que genera el crecimiento de la economía. Seguramente el complemento de políticas asistenciales para atacar la pobreza estructural es necesario e importante, pero no a riesgo de abortar cualquier tipo de crecimiento de la economía en el marco del capitalismo, como sugieren (ya que no se animan a proponer) algunos dirigentes hartos de la «politiquería de cuarta». Resumiendo, los datos estadísticos que yo levanté, que no son falsos por otra parte, no venían a significar que el Gobierno de Nestor o el actual de Cristina habían hecho una tarea extraordinaria en el combate de la pobreza estructural, sino a negar la realidad de que exista una dicotomía tan lineal entre «pagar deuda» y «combatir la pobreza».
    Lamento que en su función de comisario de la ignorancia ajena no se haya tomado el trabajo de observar la intrínseca estupidez de un argumento tan fácilmente distribuible, como erróneo y mal intencionado.
    Gracias por comentar, un saludo.

    Marcos H.: lo de Rodríguez Saa y el pago de la deuda es, efectivamente, un absurdo usado para demostrar lo absurdo de oponer tan haraganamente el «pago de la deuda externa» con el «combate de la pobreza».
    Gracias. Un saludo.

    Andrés y Balvanera: gracias por comentar. Saludos

  6. Mariano, a usted no le llame canalla. Lo llame al otro, que lo publica en la prensa con todo desparpajo. Usted hace un comentario personal comentando puntos de un artículo, que es otra cosa, no una nota desde P/12. Sobre usted sólo manifeste asombro: léame bien. Soy respetuosa con quien dialogo, no se sienta aludido. Tampoco llame canalla a balvanera, lo interpelé, que es muy distinto, dado que se identificó como integrante de Carta Abierta.

    Lee mal la realidad, Mariano. La pobreza crece y crece sin amortiguador como resultado de la ausencia de políticas sociales universales, que en ningún lugar del mundo constituyen un obstáculo para el crecimiento, sino todo lo contrario. Era en el buen momento que debían haberse establecido. El gobierno lleva negando que la pobreza crezca desde que intervino el INDEC. A partir de ahí, todo lo que dice usted se cae por su propio peso. Que el crecimiento tiene efectos positivos, no lo duda nadie. El problema es que no tiene los mismos para todo el mundo: los ricos tiraron manteca al techo, incluidos el club de Néstor Kirchner, y los pobres recibieron las migajas. Ahora a lo mejor reciben más: es año electoral. No sé si los datos estadísticos que levanta usted son falsos o ciertos. Técnicamente, lo que usted da no es un dato, sino una tasa de variación, que parece tomada a partir del 2001, es decir, del momento peor de la crisis. Es una tasa de variación manipulada, porque lo correcto sería verlo a partir del 2003. La tasa de variación mide una secuencia: una secuencia arbitaria produce resultados arbitrarios. ¿Cuánto descendió con Duhalde, lo sabe? Los datos son el número de muertos por desnutrición. Y, para saber eso, hay que tener primero claramente identificado el origen de la muerte. Y luego, hacer un relevamiento fiable basado en datos fiables.

    A la deuda externa, no la mencioné. Me hago cargo de mis afirmaciones, no de las de otras personas. Aunque la línea de interpretación de Raffo me parece cada vez más consistente.

  7. Creo que dormir me hizo bien.
    Me quedé pensando, quizá ayer no lo podía bajar a la escritura. Sacando el tema de la pobreza y desnitrución infantil, sobre la que dejé mi posición asentada.
    Porque digo que ni Pino ni Raffo entienden a Carta Abierta? Y digo esto más allá de que comparta en líneas generales la visión de Pino.
    Porque interpelan al Grupo Carta Abierta como si fueran un espacio político con decisión de participar activamente en el proceso de gobierno. Como si fuera un espacio creado antes de la maldita 125. Lo interpelan como si fuera un espacio de acción sobre diferentes ámbitos de política nacional. Lo atacan como si fuera a existir sin el kirchnerismo, como un espacio independiente, y no crítico como es.
    El surgimiento (o la exposición mediáditica) de carta abierta a raíz del conflicto con el campo (verdaderas obras de arte socio político, aunque no yo no comparta muchas cosas) manifiesta la necesidad de un grupo de intelectuales de dar su apoyo a un gobierno que consideran que es Lo mejor que puede haber en estos tiempos. Más allá de las críticas al Indec, a la personería de la Cta y a otra serie cosas más, es apoyo.
    Por eso es completamente errada la catalogación de «complices» o de hacer silencio frente a ciertos temas, porque (quizá me equivoco y Balbanera puedA clarificarme) el Espacio CA no pretende injerir sobre las políticas de gobierno kirchneristas, sino defender los avances que consideran se vinieron dando, de las críticas de una oposición furibunda político-empresarial.
    Ahora sobre la influencia que puedan ejercer sobre la «opinión pública» es otro tema, pero Complices?? lo dudo.
    Saludos

  8. Patricia: aunque usted no haya sido quien mencionó el tema deuda externa, sí manifestó asombro ante mi respuesta a ese tema, de manera tal que sí lo ha tocado, aunque más no fuera que lateralmente.
    Y la postura de Raffo no puede ser consistente en ese punto, porque plantea una dicotomía falsa. Un estado que no tiene saneadas sus cuentas, que no accede a recursos que le permita mejorar la infraestructura básica para el desarrollo de las actividades productivas, que vive bajo amenaza de ver embargados sus activos, etc., es un estado que no puede plantearse resolver los problemas de la pobreza en el corto plazo.
    Por lo tanto, dejar de pagar la deuda externa no es una solución. Le diría que hasta sería un estímulo para el crecimiento de la pobreza. Sin ir más lejos, el ingreso de muchos jubilados está atado a la suerte de la deuda pública ya emitida.

    Le vuelvo a decir: si la secuencia arbitraria produce resultados arbitrarios queda invalidada para cualquier uso que se le quiera dar. Usted la desecha cuando esta sugiere lo contrario de lo que le gusta, y la retoma, o crea una secuencia tan arbitraria como la otra, cuando le sirve a su línea argumental.

    Y yo no hablé de que las políticas sociales universales fueran un obstáculo para el crecimiento. Sino de que la alegría con la que se menciona la necesidad de dejar de pagar deuda pública para atender «el hambre» elude la dificultad primera que esto generaría, que sería la de hacerse de los recursos necesarios para llevar a cabo tales políticas. Usted podrá hablarme de que el gasto público no es lo eficiente que debiera, o que falta la decisión política necesaria como para asignar recursos priorizando la solución de ciertos problemas en lugar de los que se atienden, pero el resultado de la discusión debiera ser mucho más complejo que la opción de pagar o no pagar la deuda.
    Saludos

  9. Es tan simple como considerar la secuencia desde la asunción de los Kirchner, no dé tantas vueltas, no desde el 2001. Es decir, la parte que corresponde a su gestión.

  10. 1ª semestre de 2003 54% de personas bajo la línea de la pobreza. 2º semestre de 2006, 27%. Es posible, sin embargo, que se haya duplicado en los dos años en que no se realizó la EPH.
    Saludos

  11. Estaríamos mal de la cabeza, deliraríamos, si pretendiéramos incidir en las acciones del gobierno. No tenemos ni de lejos esa fuerza, ni los medios. Hay gente en el gobierno que está agradecida por el respaldo ante ciertas situaciones, como la intentona de «el campo», pero nadie en el gobierno se interesa en preguntar a Carta Abierta qué tiene que hacer ante tal o cual coyuntura, ni en Carta Abierta esperamos que lo hagan. Hay toda una imagen de CA que anda circulando y que es pura imaginación, y que incluso nos ve como un grupo mucho más homogéneo de lo que realmente somos. Se trata de una cantidad variable de gente, que más o menos entra en la categoría de «intelectuales», que se reúne para discutir de política y que de tanto en tanto saca declaraciones. Pero si bien no se deja de discutir la coyuntura y los grandes problemas (se ha hablado también de la minería, o del hambre), el objetivo principal es tratar de repensar la política. Sacar el pensamiento político de los lugares comunes en los que está encerrado. Es mucho más complejo que eso: lo digo para resumir. Sin contar que, habiendo tanta gente y tan diversa (en cuanto a ideas, profesiones, edades, trayectorias y etc), en las asambleas y las reuniones se puede escuchar de todo.

  12. Mariano,

    Usted sabe muy bien que yo hablaba de mortalidad infantil por desnutrición 2003-2009, y usted usaba 2001 como referencia. También hablaba de morbilidad. Ninguna respuesta. Luego me responde otra vez con otra cosa: hablando de la pobreza 2003-2006, obviando 2007-2009, etapa INDEC falsificado, donde borran la existencia de varios millones de pobres, y la distribución regresiva del ingreso. La conclusión es que usted se dedica a la propaganda. Que le vaya bien.

  13. Bueno, Patricia. No se enoje. Los datos que hay disponibles son los del INDEC. No hay otra fuente. La Encuesta permanente de hogares está suspendida desde 2007, debido a la falsificación del IPC (el valor de canasta básica, cruzado con los resultados de la EPH arrojan datos de pobreza). No es que quiera ocultar los datos: no están disponibles. Si usted tiene, apórtelos. No me tome examen. Yo no conozco otra fuente que el INDEC (con todos los defectos que tenga).
    Los datos de 12 chicos muertos por día por problemas en la nutrición son de 2002 (el año anterior a la asunción de Kirchner).
    La «conclusión» de que me dedico a la propaganda habla más de usted que de mí. Yo le hice el reconocimiento acerca de un montón de problemas de las dos gestiones Kirchner en cuanto al combate a la pobreza. Pero usted parece no acostumbrarse a que haya gente que diga algo distinto de lo que a usted le gustaría escuchar. Por lo tanto no acepta que alguien diga que, con problemas y todo, con falta de decisión política, y aún sin abordar la cuestión como prioritaria, existen claras diferencias respecto de los resultados que generó el modelo neoliberal. Usted no lo acepta, y yo calculo que debe coincidir con Raffo o Solanas, en que este modelo es también neoliberal. Cada uno puede pensar lo que quiera.
    Un saludo.

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