Malas segundas lecturas

No hay caso. Miren que ahora hay exceso de oferta en materia de análisis político de excelencia (no como este, claro, que peca de enorme precariedad). Ya no tienen la excusa de que solamente hay para leer las imbecilidades que escriben ignorantes como Van Der Kooy, Majul o Nelson Castro. Y no, no aprenden más.

Leemos en diarios, blogs, folletos y pasquines, desde que la noche del domingo último nos trajo la noticia del triunfo en Catamarca, que «ahora la oposición piensa en armar una coalición más amplia». Una que vaya desde Macri a Pino, pasando por Sanz y Stolbizer, Pinedo y Roy Cortina, Olmedo y Luis Juez. Lo impedirán, desde luego, los vedettismos, porque ya todos sabemos que acá no interesan, en el Grupo A, ni Los Programas de Gobierno, ni La Recuperación del Respeto a la Ley y la División de Poderes, ni Las Instituciones, ni La República.

Chamuyo puro que quedó probado durante todo 2010 en el Congreso, papelón de Resto del Congreso mediante, y a cuya metáfora perfecta asistimos en Catamarca, donde todos, absolutamente todos -excepto los que se la veían venir negra, cosa que, por ser por eso, no les agrega méritos-, Medios, empresarios y peones políticos en busca de cartel, esperaban festejar, colgados de la papada de Brizuela Del Moral, el triunfo re reeleccionista del actual mandatario al que ahora, miserablemente, «descubren» corrupto, totalitario, clientelista, abandonándolo en la mala, tal como hacen las ratas.

No nos importan a nosotros, desde acá, por supuesto, que todo pueda «terminar como la Alianza«, porque acaben juntando agua con aceite. Podríamos, más acorde con el espíritu que guía la intentona que pretenden encarar, equipar esta idea con la que unió a todo el antiperonismo en 1955 y durante dieciocho años. Pequeño detalle: no hay, ahora, armas, como sí las había entonces para imponer lo que impusieron.

Por más que, como hicieron en el Congreso durante 2010, se junten, en una misma alternativa electoral, todos los que dieron vida al Grupo A, no será ese un dato decisivo para abonar a una derrota de CFK en octubre. Porque para que ello ocurriera, falta, hoy, un dato que tal vez sí existió en 2009: relevancia electoral del antikirchnerismo, que permitiría que el votante de cualquiera de las opciones opositoras apueste, en 2011, por cualquiera que termine resultando el candidato opositor al kirchnerismo, suponiendo que terminara, finalmente, habiendo uno sólo.

Ese fenómeno, junto a la «sensación de fin de época» y de «necesidad imperiosa de un cambio», sucumbió justamente a partir del exacto instante posterior a la derrota del kirchnerismo en 2009, producto del golpe cuasi mortal que asestó el kirchnerismo a la credibilidad del conglomerado de medios opositores conductores de la alianza social opositora que lo derrotó en 2009, por un lado -más, esto, para los benditos sectores medios-; y de la reconfiguración de los dispositivos de armado territorial del peronismo (sí que con hegemonía, al interior, del FPV, que se fortalece con la unidad, pero también es determinante de ella, en un ida y vuelta interesante: el FPV impulsa, porque le conviene, unidad, pero los que acpetan, lo hacen porque también ellos ganan apareciendo con CFK) y la decisión de las distintas organizaciones sociales afines de aunarse en una herramienta de construcción orgánica única, por el otro -acá ya más para el voto histórico del peronismo, hacia las afueras de la General Paz-.

Cristina se recuperó producto de la gestión pura y dura (por ejemplo, resolución de la crisis internacional, vía los REPRO), profundización de batallas culturales en tono de épica (Ley de Medios, matrimonio igualitario) y otras que tienen elementos de ambas (y aquí, por excelencia, Asignación Universal por Hijo). Moraleja: no queda lugar para posturas que vengan a por la revisión de lo actuado por el kirchnerismo, sino a por su continuidad y/o profundización. Propositivismo, si se permite el uso de este término.

Así que, humilde consejo (en voz baja, tampoco es cuestión de andar avivando giles): júntense, si quieren, todos los que están diciendo que quieren juntarse. De poco les valdrá. Y el que avisa…

Acerca de Pablo D

Abogado laboralista. Apasionado por la historia y la economía, en especial, desde luego, la de la República Argentina.

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5 comentarios en «Malas segundas lecturas»

  1. Wainfeld escribio hoy en pagina «los partidos de la oposicion estan partidos porque son partidos». Como el mismo dijo, parece el rabino Blumberg, pero tiene mucho sentido. Solo el desprecio por el votante que puede tener un periodista multimediatico, puede llevar a creer que politicos que representan a posiciones antagonicas se van a juntar para sumar. Aun cuando su secreto afan es llevarle agua a Magnetto, saben por instinto que juntos llevan menos agua.

    A la oposicion les queda una alternativa, el frente opositor aun mas amplio (FOAMA). Es un arma escondida que tienen los equipos tecnicos de Sanz. Para saber mas Posteo.
    De paso promociono el post, que no es mio, pero Rinconete se compromete a devolverle los clics 2 x 1.

  2. Una posible alianza entre la oposición es como un golpe de estado sin armas; El kirchnerismo perdió en el 2009 por culpa de los medios.
    Pero es Nelson Castro el que escribe boludeces.

    1. a) ¿Dónde dije que la unidad de la oposición sería como un golpe de Estado sin armas? Dije que los une el mismo espíritu que los unía a aquellos que se unieron en 1955: oponerse a Perón, ayer; oponerse a CFK, hoy. Si vos tenés ganas de tergiversar es problema tuyo. Animate a demostrar que al Grupo A lo une otra cosa que no sea el antikirchnerismo y discutimos si querés.

      b) Tampoco dije «el kirchnerismo perdió por culpa de los medios» en ningún renglón del post. Sí creo que fue importante en la articulación de las dos alianzas que enfrentaron al Gobierno nacional, por un lado; y que influyeron donde más despliegue tienen. Felipe Solá mismo dijo «no tenemos militantes, no tenemos juventud, no tenemos intelectuales… en suma, no tenemos nada». Y todas esas cosas, por más que vos quieras decir que no existen, son necesarias en la política. Y como no tienen nada, lo reemplazan con la inserción que les garantizan los medios.

  3. Desde la blogósfera, y de buena onda (je), hace rato que advertimos eso. Yo escribí, allá por agosto del año pasado que:

    «…No quieren gobernar después de Kirchner, porque el mandato es gobernar en lugar de los Kirchner 2003-2011. Quieren retrotraer la situación al pasado, abonando la teoría de que los K son o serán una «anomalía» del sistema. Un error debido a las condiciones extremas luego de diciembre de 2001.

    Hacer post-kirchnerismo sería superador. Hacer retro-kirchnerismo no…»

    (http://loshuevosylasideas.blogspot.com/2010/08/post-kirchnerismo.html)

    Después Sarlo me afanó el argumento:

    «…La respuesta no es que hace falta una oposición unida para ganar. A los Kirchner no hay que ganarles de cualquier modo, en un rejunte sin principios, sino mejor y para adelante…»

    y no me pagó los 8.000 mangos que es el sueldo básico del bloguero rentado, pero bueno, no importa (http://loshuevosylasideas.blogspot.com/2010/08/hola-beatriz-sarlo-lee-este-blog.html).

    No lo «advertimos», claro, en el tono de Morales Solá, que más que una advertencia parece una orden. Hasta Julio Blank se da cuenta de que pretender ganarle a Cristina, así como lo están intentando, es una paparruchada.

  4. El flaco este no tiene otra idea mas q hacer post haciendo foco sobre el relato. No se de q analisis serio surge esa teoria de la Alianza recargada. Lo q si presumo es q el «Grupo A» va a aprender de los errores del año pasado en el Congreso y van a poner enfasis en los denominadores comunes y no en las diferencias para asi marcarle la cancha al oficialismo.

    Se puede tranquilamente ser aliados en congreso y competidores en las elecciones.

    Y creo q en el combo pegarle a los K+ propositivismo, los mejores parados serian el posible frente (ojala) Pino-Binner-Juez; ademas el unico en condiciones de disputarle el voto joven no-neoliberalista a los K.

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