Voy a hacer mi bautismo de letras en este ambiente donde escriben (y leen) algunos por quienes siento respeto intelectual, asique lo hago, pero no sin un poquito de cagaso. Esta sería algo asi como la 2.0 de lo que escribí en mi blog personal. Gracias.
The two most abundant things in the universe are Hydrogen and stupidity.
Harlan EllisonNo hay hechos, sólo interpretaciones
Friedrich Nietzsche
Con el clima caldeado que generó «lo del campo», expresarse a favor o en contra, tomar partido, parece ser necesario en la mesa del almuerzo o en un comentario del pasillo. Putear contra el gobierno va a tener casi siempre una aceptación inmediata en muchos círculos, y muy pocos peros. Se parece a contar un chiste y que todos se rían, pero sin la risa. Ser un oficialista debe estar difícil fuera de la sede del partido o de una plaza llena de manifestantes de convicciones políticas… variadas. Incluso está difícil el sólo albergar una idea crítica hacia los medios periodísticos, que en estos últimos días han demostrado ser peligrosamente poderosos.
Quizá dejamos que eso suceda porque vivimos en la creencia de que la ineptitud, la irresponsabilidad y la maldad están siempre de un solo bando: La otra cara del amor al caudillo. Se parte de asumir a un gobierno como un dios inepto, todopoderoso pero idiota o malvado, o ambos, en lugar de lo que interiormente nadie duda que es: Una consecuencia de nuestra propia idiosincrasia. «Ellos», no son otros que otros «nosotros».
Mientras tanto los medios de comunicación y el periodismo gozan y abusan del aura de la letra impresa (o proyectada, o digital, aunque no la tenga tanto ésta) y amplifican o minimizan realidades; la construyen de acuerdo a intereses editoriales y preferencias de las familias propietarias. Es cierto que hasta ahora la guerra comunicacional la ganan los medios y el campo. Siempre va a ganar el que esté del lado de los medios. Ellos escriben la historia reciente, son la capa inpermeable que hay entre el pueblo y lo real. El fenómeno, diría Kant. El clero del «dios estúpido», digo yo.
Los gobiernos no tienen herramientas directas para comunicarse salvo las cadenas nacionales, los actos en plaza de mayo o el INDEC. Las dos primeras son muy deficientes y las estan usando pésimamente; la última, la estadística, esta en un estado de descrédito que ha llegado a la sorna.
«El campo y los medios están ganando», me dice un amigo. La guerra comunicacional, digo yo, la pierde el gobierno y la tiene perdida desde el comienzo, y eso lo expresó La Barcelona en su tapa. Lo que opositores deberían recordar es que un gobierno que cae significa debilidad de instituciones, imagen de republiqueta ante el mundo y la burla de las democracias más viejas, sin contar que sería la culpa y la derrota de todos. Sobre lo que los oficialistas deberían meditar, es el pobre uso de la propia imagen que viene haciendo el matrimonio Kirchner, y el flaco favor que le hacen los mamarrachos mediáticos de matones de poca monta que nada tienen que hacer en la defensa de un estado de derecho.
Quizá es culpa de la doctrina cristiana que pensemos en terminos de bien y mal, de justo o injusto; o como el Escriba diría, de forma binaria. Los paganos, con sus Olimpos o Valhallas llenos de dioses éticamente cuestionables quizá estaban menos condicionados en su percepción de la realidad, manteniendo así una estructura de pensamiento más analógica. Si asumimos la existencia de otros «dioses» o actores políticos y no los santificamos por omisión o mero facilismo intelectual, quizá podamos ver adonde nos dirigimos realmente antes de despeñarnos por el acantilado.
http://es.youtube.com/watch?v=95yA_1Q3D3E
Me acaban de pasar esto. ¿Es «El pez por la boca muere» o «quizá no estamos todos tan en desacuerdo, entonces ¿porque carajo no laburamos todos juntos?«. Me inclino por la segunda, es mas constructiva.
Leonardo: Venías bien hasta que te salió el «el flaco favor que le hacen los mamarrachos mediáticos de matones de poca monta que nada tienen que hacer en la defensa de un estado de derecho.»
Como ex-gorila, reconozco a mis ex-congéneres a una legua de distancia. Quién te dijo que debías calificar de «matones de poca monta» a quienes están de acuerdo con el gobierno y lo defienden poniendole el cuerpo? No serán precisamente los medios que criticás? Vos mismo lo decís: «mamarrachos mediáticos«.
¿Porqué, si D’Elía declara tener una gomera se convierte en Bin Laden, mientras que si el poronga del agroterrorismo declara tener una motosierra para descuartizar gente (o sería para podar los ligustros?) «es un pobre paisano perseguido por la justicia K»?
Quién te está bajando línea de la mañana a la noche para permearte lo que tenés que decir? Qué historia te están contando? Y cómo te la están contando?
Es lo mismo decir «Borges escribió un libro» que decir «Borges gastó papel», aunque una acción conlleve la otra?
Es lo mismo decir «San Martín libero países» que decir «San Martín mató gente»? Porque por supuesto, con caramelos no lograba que los godos se fueran.
D’Elía ocupó una comisaría x 3 horas, luego de que un buche de la 24 matara a un dirigente social, el Oso Cisneros. El agroterrorismo ocupó un país entero durante 100 días para bajar(se) un impuesto. Se gual?
D’Elía le metió un saque a un provocador que lo venía puteando desde 100 metros para lograr su objetivo (que lo fajaran en cámara). Por TV, sólo pasaron la piña. El agroterrorismo mató en Laboulaye a un pobre tipo que tuvo un infarto y no dejaron pasar a la ambulancia que lo llevaba a Río Cuarto. Y por supuesto, matonearon a cerca de un millón de camioneros, colectiveros y transeúntes durante 100 días, pero esa parte «se les chispoteó». Se gual?
Esto es lo que te contaron. No te contaron que D’Elía desbarató (con una cámara oculta) a la mafia de los «ticket canasta» que le ofrecía una coima cuando era legislador; o el apoyo a la Fundación Carlos Cajade del padre Farinello; o a la construcción de viviendas en el MOI de La Boca; o en la FTV de Solano o a Los Chicos del Pueblo.
Los medios, con su impecable «objetividad periodística», te contaron que «Borges gastó papel» y «San Martín mató gente». No te culpo, sos otra víctima, pero todavía no lo sabés. O estás empezando a saberlo.
Te pido que reflexiones sobre lo que vos creés que decis «libremente», a ver si es tan así.
Que me llames gorila me resulta gracioso, en otros ámbitos me dicen Pingu. :P
Con respecto a D’Elia, hablé de su manejo de imagen. Quizá no es su vocación, pobre tipo… Se le fue la lengua con «Los Odio» y la mano con la ñapi que le pegó a otro. Me estás reconociendo que cayó en una trampa, bueno, eso es mal manejo de imagen.
La doble moral del periodismo en general no se me escapa, creo que de eso se trata lo que dije.
Respecto a ser víctima de una realidad construida desde los medios, ¿quién puede decir que no es víctima?
Salutte.
Leo: En lo referido a gorilismo, leé nuevamente el párrafo que te marqué, cerrá los ojos y ponele voz de Mirtha Legrand o algún primate equivalente.
Qué habría que decir para ser catalogado de gorila? «Quiero fritar a todos los negros cabeza del tetra y el chori en la Plaza de Mayo»? Lamentablemente en estos días aciagos a mi gorilómetro se le fundieron las pilas y le saltaron los fusibles, pero bue…
Ahora, si ya pasamos de «mamarrachos mediáticos de matones de poca monta» a «mal manejador de su imagen pública», ya vas ascendiendo en la escala zoológica, y producís un relato diferente al original. Es, nada más ni nada menos, que la diferencia que quise ilustrar con Borges y San Martín. El qué y el cómo los medios cuentan la historia.
Todo bien, como ex-primate entiendo la buena intención general de tu texto. Pero no podía dejar de señalarte que en ese párrafo puntual se te salió la cadena y te sumaste al coro de señoras gordas. Te invito no a que me contestes sino a que simplemente reflexiones sobre el punto.
El gorilismo no es un viaje de ida… Fuerza que se puede! Aguante Leo!
De todas maneras me intriga mucho eso de ex-primate. Yo si creía que era un viaje de ida, pero bueh, Darth Vader se redimió al final. :)