Copio aquí abajo un texto que recibí, con pedido de difusión, de mi amigo y compañero Aurelio Narvaja, director de Ediciones Colihue:
Los conflictos de los que Colihue ha sido involuntaria protagonista, y que han atestado los foros y redes sociales de calumnias magnificadas por la impunidad que crea Internet, me obligan a dar mi versión de los hechos.
Contrariamente a lo que se ha difundido, Ediciones Colihue no tiene deudas previsionales ni tributarias; todos los empleados están, y han estado siempre, en regla y se han reconocido todos los aumentos salariales dispuestos por los convenios colectivos. Uno de los dirigentes del Sindicato de Empleados de Comercio que encabezaron el conflicto y a quienes hemos denunciado penal y civilmente por los graves hechos en perjuicio de mi grupo familiar y de Colihue, Sergio Ismael Ortiz, reconoció que la empresa está entre las primeras 500 (de entre las 33.000 sobre las que ejerce jurisdicción el SEC) por el cumplimiento de sus obligaciones laborales y previsionales.
En agosto de 2009 no puse reparos a la designación del delegado de la empresa, Marcelo Catenacio, como expresión de la voluntad de los empleados, alentando a todos los que me preguntaron a participar, incluido mi hijo. Pensar algo distinto sería desconocerme y cuestionar mis más elementales convicciones. Sin embargo, a los diez días de esta elección se inició un proceso desmesurado, sin motivos que lo justificaran, que sólo puede explicarse ahora, a la luz de lo sucedido, como una neta provocación. El despido “sin causa” de una empleada, de reconocida ineficiencia (quien ha percibido las indemnizaciones legales hace ya varias semanas) y muy posteriormente (luego de una conciliación obligatoria que cerró con la satisfacción de las partes), de un empleado, autor de reiteradas insolencias con la gerencia administrativa, fue la excusa para iniciar la fase más aguda de la protesta bajo la dirección del delegado y a posteriori de haberse cerrado la conciliación obligatoria por acuerdo de partes. Los despidos por el art. 245 de la Ley de Contrato de Trabajo (sin causa) son atribuciones reconocidas del empleador (quien tiene a su cargo la dirección y organización del trabajo) quien debe poner a disposición del empleado certificados de trabajo e indemnización, obligaciones que se cumplieron. Aunque en otras oportunidades evité asumir ese tipo de medidas, muchas veces a contramano de toda lógica, decidí hacerlo esta vez para imponer los criterios de equidad y orden jerárquico indispensables para el trabajo. Más allá de los acuerdos alcanzados y tomando como bandera el despido ya detallado, un grupo de diez empleados decidió una huelga por tiempo indeterminado “en defensa de los trabajadores despedidos”, iniciando el 14 de diciembre un “campamento” a la entrada de la editorial.
Los reclamos que habían llevado a la primera conciliación obligatoria eran tan insustanciales que la misma se cerró, con el aval de las partes, sin reconocimiento por nuestra parte de “hechos ni de derecho”, sin retroactividad alguna, concediendo ajustes que significaron entre un 0,5% y un 3% de los salarios en unos pocos casos, ya que involucraba a los empleados con más antigüedad, los cuales cobraban básicos superiores al convenio en más de un 30%.
El grupo que siguió al delegado Catenacio es heterogéneo. A empleados sin mayor identificación con la empresa, eternamente disconformes, con una amplia foja de faltazos (alrededor de 20 faltas anuales por “inconvenientes de salud” en la mayoría de los casos), se sumaron algunas personas que gozaban de mi confianza y que tenían responsabilidad en la editorial. Me he preguntado los motivos de este rejunte. Tal vez la jornada laboral de una oficina suscite frustraciones, resentimientos, competencias que subestimé. Supongo que también agrava la cosa el lugar del gerente y dueño principal de una PyME de este país, que no puede darse el lujo de ser el rentista de los estereotipos de cierta izquierda, sino que debe convivir y trabajar junto con sus empleados en condiciones que a veces son de tensión. Nada puede sin embargo explicar los niveles de odio que todos los protagonistas del conflicto demostraron no sólo hacia mi persona, sino hacia los compañeros de trabajo que permanecieron en sus puestos (que son más de dos tercios de los que lo hacían antes del inicio del conflicto). La agresividad de esta disputa, estimulada y potenciada por la participación de la patota sindical, manejada por el sindicato tal vez más colaboracionista, que negocia con las grandes patronales pero, como alguna tiene que ganar, no duda por lo que se vio en apretar PyMEs, y luego, por el PTS y el MST de Vilma Ripoll, con su prensa de cuarta, decadentes y dispuestos a cualquier canallada. Todo un extraño maridaje entre la “puta burocracia” y la “zurda loca” según se llaman mutuamente.
Reseño sólo los momentos más álgidos del conflicto. Desde el día 14 de diciembre diez empleados (9 de Colihue y 1 de Del Sol que trabajaba en Colihue) se niegan a ingresar al trabajo en solidaridad con el despedido el 12/12/09 y, acompañados por este y por el delegado Marcelo Catenacio, realizan una suerte de campamento con carteles y entrega de volantes, reclamando la reincorporación del despedido por el art. 245 del LCT, el cese de las “vejaciones” y de la “persecución gremial” (?). Son acompañados de a ratos por algunos dirigentes del Sindicato de Empleados de Comercio, Capital Federal, entre los que “se destacan” Sergio Ismael Ortiz y Jorge López. El día 17 de diciembre, dado que la empresa mal que mal seguía a los tumbos trabajando, deciden cambiar el “método”. Comienza aquí el apriete destinado a rendirnos y el momento donde el conflicto adquiere dimensiones deplorables: a) por la mañana, los empleados en conflicto y su delegado habían repartido volantes, firmados por el Sindicato de Empleados de Comercio, y pegado carteles en mi casa y en las cuadras adyacentes. “Basta de vejaciones”, decían entre otras perlas y me convertían en el objeto de un “escrache” ante los vecinos, procedimiento que, en 27 años de democracia, sólo estuvo destinado a genocidas, y aun así con límites; b) a media mañana, comienzan los empleados en conflicto a pintar con pincel y sintético negro parte del frente y del edificio en que están nuestros locales (una torre de propiedad horizontal) y reparten volantes a los transeúntes. Se incrementan los bombos y demás instrumentos que superan en número a las personas. Ante el comienzo de los daños me cruzo a la Comisaría 11ª, frente a nuestro local, y efectúo la denuncia penal correspondiente, la que queda radicada en la Fiscalía Penal y Contravencional Nº12 de la C.A.B.A.; c) pasado el mediodía un grupo de 60 ó 70 individuos, ajenos por completo a la empresa e incluso al gremio, por lo que se vio, llegan con bombos y carteles del SEC-Capital, “con los dirigentes a la cabeza” Sergio I. Ortiz y J. López y se mezclan en dulce comunión con los empleados en conflicto que los reciben alborozados. Me agreden a mi y a la escribana que había convocado al notar el cariz de los acontecimientos para dejar constancia de los hechos (el dirigente sindical Sergio Ismael Ortiz me puteó, pegado a mi oreja, mientras los otros me rodeaban y pateaban), pintaron la calle, la vereda, el frente del edificio y de la empresa: “Narvaja negrero, hijo de puta, matón”; “No sos progre, no sos monto, sos repatrón”, etc. Junto a estas pintadas dejaron las suyas propias, la marca de su procedencia de alquiler: “Aguante Merlo”, “Merlo Norte” y el escudito de Deportivo Merlo. Tal como quedó documentado en el noticiero de Crónica TV, convocado por los empleados en conflicto, que es prueba contundente de los sucesos de ese día, la horda de manifestantes se colgó de la cortina metálica del local y pretendió entrar a la empresa (no pudo hacerlo porque un candado de la cortina, sujeto al piso, resistió) donde el resto del personal, la mayoría, permanecía dentro, angustiado. La cortina quedó destruida y todo el frente dañado por lo que hemos debido pagar los gastos al consorcio. A partir de esos acontecimientos di impulso a las actuaciones penales correspondientes y fueron despedidos con causa (art. 242 LCT, injurias graves) el 21/12/09 los 10 empleados involucrados (se exceptúa al delegado que goza de fueros especiales y respecto del cual tramitaremos el desafuero ampliamente “merecido”). La protesta recrudeció (impidiéndonos trabajar con normalidad en las Fiestas, obstaculizando el servicio de novedades, etc.), las injurias se multiplicaron favorecidas por Facebook, por los comunicados del delegado, los “testimonios” mentirosos de los participantes, y por sitios que aprovecharon mi militancia en Carta Abierta para “demostrar” las supuestas “paradojas del poder” y la “doble moral” de los que llaman “intelectuales oficialistas”. Esta fue, desde el inicio, desde los primeros volantes, la línea argumentativa: destruirme por la supuesta contradicción entre las ideas que defiendo y mi supuesto carácter de negrero, explotador, etc. En esto no se diferenciaba el sindicato y la izquierda del PTS, MST, etc. que les hicieron la posta, todo con el acompañamiento y el alborozo de los ya ex empleados. Clarín lo sintetizó titulando: “Las dos caras de un empresario K”.
El martes 29/12/2009, los ex empleados hicieron la pantomima de encadenarse a la cortina metálica de la editorial. En realidad se cruzaron una cadena por el pecho y se apoyaron contra ésta, tal vez por temor a que “el ogro” prendiera el motor eléctrico de la misma y los dejara colgados del marco. Lo hicieron con la cariñosa colaboración de miembros del sindicato, los infaltables Ortiz y López entre ellos, y militantes de la izquierda. Cuando los empleados de la editorial intentaron sacar el reparto por la puerta del depósito, que se utiliza como puerta de emergencia, esto fue impedido lo que motivó una nueva intervención de la policía a pedido de la empresa y una nueva denuncia radicada también en la Fiscalía Nº12 por violación al art. 57 del Código Contravencional.
La conciliación obligatoria, dictada a última hora del 30 de diciembre por el Ministerio de Trabajo sin nuestra participación, porque se nos citó en forma ilegal como denunciamos (fuimos notificados formalmente recién el 8 de enero de 2010), implicaba retrotraer la situación al inicio del conflicto y por lo tanto permitir el ingreso de los ex empleados que habían llegado a niveles de violencia inusitada. Tal situación era resistida por mí y por los mismos empleados de la empresa que habían sido objeto de distintas agresiones por parte de sus ex compañeros. Por lo demás, la empresa había denunciado a los dirigentes y al sindicato, había presentado las copias y evidencias que habilitaban la denuncia penal, todo esto ante el Ministerio de Trabajo, por lo que la conciliación obligatoria no procedía debido a la gravedad de los hechos delictivos que configuraban una auténtica “coacción extorsiva”. La empresa abonó a los despedidos los sueldos, aguinaldos, vacaciones, etc. y entregó los correspondientes certificados laborales. El cierre por vacaciones de la editorial, notificado noventa días antes al personal, obligó a un impasse que tornó abstracta la cuestión de la reincorporación, y entonces las injurias y provocaciones continuaron vía Internet.
El día 25 de enero de 2010, fecha de reapertura de la empresa y comienzo de los últimos cinco días de una extensión final de la conciliación obligatoria, manifiestamente ilegal porque la ley sólo la permite cuando las partes están próximas a un acuerdo, decidida contra nuestra protesta expresada en recursos administrativos, fuimos literalmente golpeados y empujados yo y mi hijo que me acompañaba. Nos agarraron de cuello y piernas dos personas que lograron colarse mientras desactivaba la alarma y una especie de “scrum” de militantes del MST y despedidos dio como resultado que siete ex empleados entraran por la fuerza en el local y se instalaran en él, luego de habernos golpeado y herido, lo que dio lugar a una nueva denuncia por lesiones (constatadas por la División de Medicina Legal de la Policía Federal) y usurpación. Esto ocurrió mientras una desbocada Vilma Ripoll vociferaba junto a un grupo de militantes del MST de Filosofía y Letras en la puerta de la editorial, con agravios que incluyeron afirmaciones de tipo sexual a empleados y empleadas que ingresaban a trabajar. Frente a la ocupación de la empresa, luego de la denuncia en sede policial, solicité la intervención de la Fiscalía Nº 4 que dispuso la custodia policial; la misma debía impedir el ingreso de personas ajenas a la editorial y, en caso de que los ocupantes decidieran salir, no dejarlos reingresar. Durante esa semana tórrida, dormí junto con mi hijo Fabián sobre cajas, compartiendo la estancia con los ocupantes que multiplicaron sus provocaciones. Es increíble la degradación periodística del diario La Nación (soy lector desde hace años) que inicia su artículo del viernes 29/01/10, que firma Marcelo Veneranda, “El jefe se pasea en calzoncillos por la editorial…”, sin aclarar que fui empujado, golpeado y herido a la mañana, que estuve obligado a quedarme en el local junto a mi hijo y los siete usurpadores con la ropa que tenía y que en una noche de calor intenso me levanté, sí, a orinar en calzoncillos al baño que está en los fondos del local, lejos de la vista del policía que se encontraba en el hall de entrada y de la única ocupante mujer, que se encontraba inmediatamente después. La escena fue tomada aproximadamente a las 4:00 de la madrugada del martes 26/01/10, repito, en la editorial que dirijo y que estaba ocupada. Tanta es la pobreza de la nota y tanto le gustó lo de mis calzoncillos a Veneranda que en el cierre volvió a mencionarlo. Debería darle vergüenza. ¿Estará para el Pulitzer? Para tranquilidad de los directores periodísticos de La Nación que con tanta probidad han cubierto El Proceso, La Guerra de Malvinas, el Menemismo, el Megacanje, el Blindaje, etc., mi mujer me hizo llegar ese mismo martes una bermuda para “el noni” y mis calzoncillos a pintas perdieron protagonismo. En horas del día el resto de los empleados procuraba cumplir su jornada de trabajo, pese a las presiones de adentro y de afuera. El día viernes 29, frente a la orden de desalojo dispuesta por la Fiscalía que la policía se disponía a ejecutar, los ocupantes decidieron, ante la intimación última del Subcomisario a cargo del operativo, abandonar la editorial. Lo hicieron en el peor contexto, con las manos vacías, pero roñosas de tanta mugre desparramada. En años de militante político (de los que jamás hice ostentación, pese a lo que dice La Nación) nunca he oído los agravios de la más baja calaña que los despedidos y los “chicos” del MST, a caballo de su impotencia, propinaron a los empleados/as, sobre todo a las mujeres a quienes les dijeron las peores cosas, arrojándoles incluso preservativos, gel íntimo, etc. Me cuesta creer cómo se puede cruzar ese límite, cómo se puede reclamar la “unidad de los trabajadores”, cómo se puede hablar en nombre de grandes revolucionarios humanistas y actuar así. En el volante en el que convocaron a la solidaridad del barrio y de las agrupaciones políticas acusaban a la empresa de pagar con retraso los salarios y de falta de aportes previsionales, ambas acusaciones, las únicas de carácter “laboral” que se atrevieron a esgrimir, falsas de toda falsedad. Ni una sola prueba podrían presentar al respecto.
Catenacio, el delegado, ha hecho circular (y un medio como La Nación lo ha divulgado con placer y sin ningún tipo de investigación) rumores sobre el aumento de mi patrimonio y mis “contratos” con el Ministerio de Educación. No es nuevo ese recurso que también se utiliza para ensuciar al gobierno nacional. Resulta paradójico que tanto La Nación como los panfletos del MST se citen mutuamente para atacar los negociados del empresario kirchnerista, cartaabiertista, promotor de la piquetera Milagro Sala, y déspota explotador de los trabajadores. Quienes pertenecen al gremio saben que tener una “cadenita de librerías”, con locales alquilados, no es señal de prosperidad hoy día. Ojalá fuera cierto, aunque sea en parte, lo del incremento de mi patrimonio que, por otra parte, está peso a peso detallado en mis declaraciones juradas ante la AFIP; en cuanto al Ministerio de Educación, sí me ha comprado títulos, como a la mayoría de las editoriales que publican en el país, a través de licitaciones públicas o compras directas, repito, igual que a todas las editoriales. También lo ha hecho durante los gobiernos de Alfonsín, Menem, De la Rúa y Duhalde, con quienes es notorio que no tuve mayores afinidades, a través de concursos nacionales y provinciales, mucho más importantes que las de ahora (por entonces teníamos una participación más significativa en el mercado de los textos que hoy controlan los grandes grupos editoriales). El actual gobierno de la Ciudad de Buenos Aires con el que no comulgo políticamente, también nos compra, como a otras editoriales. Colihue tiene sin duda un fondo lo suficientemente amplio y consolidado que nos exime de cualquier aclaración al respecto (el periodismo serio que se dedique a investigar podría dar cuenta de ello fácilmente ya que las compras a todas las editoriales se publican en el Boletín Oficial). Jamás he usado mis contactos para obtener beneficios individuales o empresariales. Creo que las convicciones no tienen que ver con la obtención de prerrogativas, que lo político debe ser ajeno a las ambiciones de los particulares. En el actual conflicto, les pedí especialmente a mis amigos y compañeros, que quisieron interceder, que no lo hicieran; también lo hice con quienes se ofrecieron a venir a desalojar a los ocupantes y/o a los que hostigaban desde la puerta. La violencia fue toda de ellos, de los ocupantes, de mis ex empleados, del SEC, del MST, etc.
Desde los comienzos del conflicto sobrevoló las asambleas y los comentarios en boca de los ahora ex empleados y sus aliados sindicales y políticos, la idea de una cooperativa de trabajadores que nos desplazase en el control y propiedad de la empresa. El día que finalizó la ocupación, eso se siguió voceando como una amenaza. La editorial no tiene deudas laborales, comerciales, fiscales ni previsionales, fuera de las corrientes, por lo que la concreción de tal fantasía implicaría la derogación del Código Civil y de todo derecho existente. Pese a eso, algunos perdieron su trabajo detrás de esta “audacia”, que sólo es discutible en caso de quiebra y/o vaciamiento empresario, alentados por algunos “vivos” que, a izquierda y derecha, se tiraron el lance de quedarse con una empresa en funcionamiento.
Descubrí por último, gracias a este conflicto, la lógica que lleva a que en muchas ocasiones se incite a los trabajadores a formas de lucha que inevitablemente los dejan sin trabajo. Es muy simple: hay organizaciones y dirigentes que se financian con la participación en los honorarios de los juicios por despidos. Si éstos no se producen, no hay honorarios a repartir. Por eso es que la auténtica pelea ahora es por ver quién se queda con los eventuales honorarios de los posibles juicios. Barrionuevo lo había anticipado… Lo dicho no quiere decir que los ex empleados despedidos sean inocentes, “…todos somos responsables de lo que los demás han hecho de nosotros…” (J. P. Sartre)
No dispongo ni del tiempo ni de los recursos para silenciar las múltiples calumnias que proliferan. Necesito, en cambio, orientar la escasa energía que me ha dejado este complicado proceso en levantar la editorial (esta vez no por causas económicas, como en el 2001), cuyo prestigio ha sido fuertemente afectado por estas provocaciones (un “periodista” de un sitio de Internet incita, en una entrevista con Catenacio, al público a no comprar libros de Colihue para castigarme, para castigar este supuesto triunfo del poder y de mis “influencias”, ¿me castigan a mí o a una empresa que por años ha dado empleo digno a sus trabajadores, oportunidades a autores argentinos y buenos libros a sus lectores?, ¿de qué influencias me he valido si no me han ahorrado humillaciones, destrozos, perjuicios materiales y morales, apoyados en el accionar del sindicato, de algunas agrupaciones de izquierda, en las cuestionables decisiones del Ministerio de Trabajo y en la mirada complaciente -en el momento de los destrozos-, de la Policía Federal?). Necesito también preservar la confianza de mis clientes, autores, proveedores, lectores y amigos, muchos de los cuales me han dado emocionantes muestras de respaldo.
Lamento profundamente la absoluta ausencia, en este apoyo, de las instituciones del sector (y de los dirigentes de las mismas): asociaciones de libreros, de editores (CAL, CAP) e incluso de la que nos reúne a todos, la Fundación El Libro. No recibí de ellos ni un mínimo llamado personal. Me es particularmente doloroso el silencio de la Cámara Argentina del Libro (CAL), de la que soy, podría decirse, socio vitalicio, de la que fui consejero en varios períodos, compartiendo responsabilidades con muchos de los actuales dirigentes. Parece que mi condición de participante en Carta Abierta, de simpatizante convencido de las mejores políticas del gobierno nacional, legitiman a sus ojos las agresiones de todo tipo que recibí. En contraste, como queda dicho, la solidaridad que nos expresaron ex empleados, libreros, editores amigos, corredores y empleados de diversas editoriales, etc.
Ediciones Colihue, una editorial argentina que se ha ganado un lugar en la cultura del país a través de casi 30 años de trabajo constante, sus empleados que la han defendido y que confían en ella para mantener a sus familias, requieren de todo nuestro esfuerzo para superar esta deplorable experiencia.
Lamentablemente, una parte de ese esfuerzo estoy obligado a dedicarlo a reclamar penal y civilmente a los autores de las calumnias, injurias y daños, sean estos, grandes medios, cobardes sitios de Internet, supuestos periodistas e incluso ex empleados. Lo siento como una obligación insoslayable.
Quedo a disposición de quien desee solicitarme alguna explicación o aclaración adicional
Aurelio Benito Ramón Narvaja
Director Gerente de
Ediciones Colihue s.r.l.
Buena data. Justo el otro día pasé por la puerta del local de Parque Centenario y vi una movida rara, con unas 8-10 personas con banderas y demás…me sorprendió que pasara algo así en Colihue…es buena la aclaración
Gracias
Supongo que los troskos prefieren andar con la CRA y la SRA.
Obviamente, nuestra propuesta, la de los troskos es la expropiación. ¿Por que tomás como insulto que te digan «patrón» si es lo que sos?.
Ripoll es un chamuyo y su partido (el MST) está en franco proceso de descomposición por (entre otras cosas terribles, ir tras las patronales agrarias, pero también por transar con el gobierno como hizo su gente en el subte, preguntenle al gordo segovia).
Muy bueno, «Es así». Se nota el estilo de Saborido.
Es asi, son unmç desastre no existen usan nombres como partido OBRERO, partido del TRABAJADORES por el socialismo o que se yo pero se olvidan de los trabajdores ¿donde estan? ah claro me olvidaba estan alienados en las garras bonapartistas del populismo ajaja
Tirate un pedo!
Los trabajadores están, sino fijate que pasó en kraft, en subte, en la seccional San Fernando del SUTNA (sindicato del neumatico), en Zanon y el Sindicato ceramista de Neuquén, en colectiveros de la linea 60, en obreros de la construcción, etc. Están, que aun sean /seamos minoritarios no quita que existan.
No diste muchos argumentos para la discusión, solamente utilizaste un concepto marxista (el de bonapartismo), que es cierto, es asi como caracterizamos a los gobiernos como el tuyo, el peronismo y las distintas variantes de conciliación de clase, populismo y reformismo.
Balvanera, ya que vos decís ser un intelectual, supongo que podés contestar con algún que otro argumento.
Ya hubo una discusión en uno de los posts de un tal Tomás, hace un tiempo, en el que se hacía referencia a lo «malo» del 2001. Creo que se llama «sino por medio de sus representantes» o algo así.
Allí la mayoría de todos los opinólogos, pseudo intelectuales, etc, no tuvieron ningún argumento. Espero que se pueda debatir seriamente.
¿Y vos argumentás, qué?
Lucas: hay que entender su léxico. Cuando ellos dicen «argumentar» debe entenderse «recitar». Más de una vez he tenido la experiencia de leer (y es una tarea sacrificada) el editorial de un periódico trosko y, no a propósito, compartir una cena o un café con algún militante de ese partido, y el tipo empezaba más o menos por hablar del tiempo o de la comida o cualquier cosa como introducción, e inmediatamente pasaba a recitar con puntos y comas el editorial como si estuviera diciendo su propia opinión. A eso llaman «argumentar».
No tiene sentido desfigurar la verdad, Emilio, para responder a quienes desfiguran la realidad. Porque, aunque no nos guste, la verdad es que algunos trabajadores tienen, y se hacen notar: en el subte, en Kraft, por ejemplo. No pesan en el conjunto de la clase trabajadora y su mentalidad es de chicos pequeño burgueses que quieren radicalizar todo ya, a diferencia de los trabajadores reales y concretos, que saben lo difícil y lo valioso que es cada conquista «burguesa». Pero nos estamos engañando si decimos que no tienen trabajadores: claro que ni Pitrola ni Altamira ni Ripoll ni Cristian Castillo, esas máquinas de obedecer programas preformateados, tienen nada que ver con la existencia real de los trabajadores y su objetivo central e indelegable es la subsistencia a cualquier costo del aparato de la secta llamada partido, y la justificación ideológica de los medios a los que recurren para sostener esa subsistencia a través de la captación, siempre renovada (porque es gente que, tan rápido como llega, se va), de jóvenes ingenuos y furiosos con un montón de cosas, incapaces de ver nada relativamente y necesitados de certezas absolutas que los guíen hacia algún tipo de salvación compensatoria de tantas frustraciones. Pero en medio de todo eso, en el ámbito sindical, más que en el estudiantil (en el que dan asco) y que en el piquetero (en el que arrean a los pobres como ganado), en el espacio obrero concreto logran captar a alguna gente realmente combativa y valiosa, sobre todo en el enfrentamiento con las dirigencias sindicales corruptas. Porque es verdad que las dirigencias sindicales corruptas existen, si no existieran sería todo más fácil. Y, justamente en el caso de Colihue, se dio una extraña (o no) alianza entre el peor sindicalismo corrupto del gremio mercantil y el troskaje, contra un empresario medio que siempre pagó muy bien y al día a sus trabajadores, pero que cuando decidió sacarse de encima a un par de vagos tuvo que pagar muy caro por razones estrictamente políticas, y digo «políticas» en el sentido más pequeño y mezquino de la palabra.
Recién leo tu contestación Balvanera, por lo menos vos aceptás y reconocés nuestra incersión y trabajo en la clase obrera; si los sectores más combativos y formados de la clase obrera se acercan a nosotros por algo será. Creo que subestimás demasiado, primero a los trabajadores en su conjunto (ya que suponés que solamente buscán conquistas burguesas, que no tienen la capacidad de actuar por si mismos, de hacerse cargo de lo que representan, de lo que son: una clase, la más revolucionaria de la actualidad y de la historia, esa misma que está llamada a destruir las cadenas que nos atan, aquella que será la que destruirá la mano del cruel opresor para terminar de una vez por todas con la explotación del hombre por el hombre), a los trabajadores más combativos que se acercan a nuestras organizaciones, a los estudiantes y militantes que forman parte de los partidos de izquierda, etc.
Quiero aclararte que, por un lado es cierto que algunas direcciones partidarias pareciera que quieren cuidar su «kiosco», es cierto también que en algunas organizaciones hay militantes rentados (el caso de Altamira es paradójico), pero algunos otros no. Te nombro a quien se que no lo es, Cristian Castillo, profesor de la UBA y la UNLP. Para poner en claro las cosas.
Me parece que en esta discusión lo que ocurre es que se dan vuelta los argumentos históricos, generalmente los populistas, reformistas y demás conciliadores de clase han criticado a la izquierda por ser los «iluminados», quienes «tiene LA VERDAD», etc; esta vez me parece que es al revez, quien está tomando ese rol sos vos.
Segundo, si en las Universidades y en los secundarios fueramos «una mierda» no seguiríamos teniendo apoyo en las mayoría de las facultades y colegios en los que hay actividad política. Los únicos que competimos con Franja Morada somos nosotros, los peronistas están en alianza con Franja Morada y el Partido Socialista (como por ejemplo en la dirección de la UBA, Hallú es el paradigma, o las alianzas en la facultad de sociales que hizo la ex-vallese).
Para aclarar una cosita, primeramente el «troskaje» (como te referís a nosotros despectivamente) no sólo no se alía con la burocracía corrupta y amiga de los milicos como es Cavallieri, tenemos a un compañero, Ricardo Ham, trabajador del Coto Spinetto que fue golpeado salvajemente por los matones de la burocracia, asi que nosotros no somos quienes transamos con esa burocracia, tal vez su gobierno si.
En los hechos se verá quien logra tener más apoyo de la clase obrera, este año va a ser muy activo para todos los compañeros que militamos en busca de la Revolución Socialista.
1) El término es «inserción», no «incersión». 2) No dije que los sectores más combativos y formados de la clase obrera se acercan a «ustedes». Hay muchos sectores muy combativos y muy formados (más combativos y formados aun que en el troskaje) en los movimientos sociales realmente populares, incluidos los kirchneristas. Acabás de dar un ejemplo típico de cómo sus cabezas preformateadas entienden nada más que lo que quieren entender. Lo que escribí, sí, es que «logran captar a alguna gente realmente combativa y valiosa», no que «los sectores más combativos y formados de la clase obrera se acercan al glorioso movimiento dirigido por la izquierda esclarecida y pura que marcha firme hacia el socialismo con la vista en alto». 3) Sos tan zoquete, dada la imposibilidad de pensar más allá de esquemas férreos a que los acostumbra la militancia troska, que cuando digo que los trabajadores buscan conquistas burguesas no te das cuenta que la palabra «burguesas» está usada irónicamente. 4) Sos vos el que no se da cuenta de que los trabajadores pueden pensar por sí mismos, no yo, como creés: creés que para pensar un trabajador tiene primero que ser adoctrinado por las teorías elaboradas por un cónclave de eruditos que a su vez tiene que ver si todo se adecúa a ciertos cánones muy elaborados y a ciertas doctrinas, y así les va yendo desde que existen. Después ocurre el 17 de octubre y dicen que la ciudad es invadida por monstruos, lúmpenes y seres extraños manejados por la policía. 5) «la mano del cruel opresor»: ¡jua! ¿de donde lo sacaste? ¿de algún himno nacional? ¿te lo escribió Saborido? ¿no te da risa de vos mismo? ¡¡Campeonazo!! 6) Eso de que son partidos «de izquierda» corre por cuenta tuya. No basta con decir y vociferar que se es de izquierda para serlo. Yo también digo que soy joven y lindo, pero las mujeres no me creen. 7) «Algunas direcciones partidarias»: sí, eso es típico de los troskos cuando se ponen críticos: siempre son los troskos de los otros partidos troskos los que tienen los defectos, no los suyos. 8) No se escribe «revez», se escribe «revés». 9) ¿Que tengan el apoyo en las facultades y colegios prueba que no son una mierda? ¿Por qué? ¿Eso probaría entonces, en la ciudad de Buenos Aires, que Macri no es una mierda? 9) Sos un as: te diste cuenta de que cuando digo «troskaje» lo digo despectivamente, es que es la alta preparación política que te da tu partido la que te permite semejante sutileza. ¡Felicitaciones al gordito Castillo, toda una conquista teórica! 10) Me parece que esa frase, «este año se verá quién logra tener más apoyo de la clase obrera» ya la leí o escuché otras veces a lo largo de mi demasiado larga vida. Contando una por año (son muchas más, pero contemos una), unas cuarenta veces.
genial, Balvanera.
Uh que genio sos, me marcás mis errores de ortografía, intelectual tenías que ser. Yo no dije que solamente hay sectores combativos y formados en nuestros partidos, entendiste mal me parece; te recomiendo que leas nuevamente. Lo de preformateada me da un poco de pena, ¿vos te pensás que tener una ideología significa estar “preformateado”?, si es así, vos también lo estás. ¿O no tenés ideología?, ¿o no citás autores?, ¿o no tenés libros de cabecera?; vos aunque creas que no también tenés esquemas mentales, estructuras de pensamiento, formas de leer la realidad (para utilizar el lenguaje propio de los relativistas como vos).
Es muy graciosa tu forma de expresarte y de creer que sos un gran pensador libre, que las teorías anteriores no te tocan. Muy propio de esta etapa histórica es tu pensamiento, ¿o te creés que hablás en abstracto, sin ningún tipo de influencia del pensamiento pasado?, muy postmoderno, ese relativismo vomitivo, esa hermeneútica pequeño burguesa.
Nunca dije que fueramos la izquierda esclarecida, más bien tu predica se acercó a eso. Nosotros vamos a las fábricas, a los lugares de trabajo, etc; a aprender, a enseñar y a aprender. Nosotros podemos hacer análisis basándonos en la historia y eso puede servir como herramienta para la lucha de los trabajadores (la de todos nosotros, por que todos los militantes luchamos en nuestros lugares de trabajo para organizarnos en contra de los patrones – como por ejemplo tu amigo de Colihue), pero a su vez aprendemos muchisimas cosas de los obreros. Nosotros no les imponemos nada, si no están con nosotros no les mandamos patotas (como si hacen los “nacionales y populares”) ni los compramos (nuevamente como los “nacionales y populares”, como los “sindicalistas peronistas”), ni carnereamos una lucha (como si hacen los “peronistas”).
Sos tan zoquete vos que no te das cuenta que yo hago uso de tu ironía tomándola literalmente. Un ejemplo en el que se ve como los trabajadores buscan conquistas burguesas (sin comillas por que yo lo utilizo literalmente) es el reconocimiento del Sindicato del Subte, es una conquista burguesa la de crear un nuevo sindicato, pero igualmente la buscamos y la apoyamos con todas nuestras fuerzas, no la boicoteamos como ustedes.
Nosotros confiamos en los trabajadores, en su capacidad de acaudillar el movimiento revolucionario; creemos que seran los obreros quienes encabecen la Revolución Socialista, pensamos que ellos tienen la capacidad de tener un proyecto independiente de las distintas fracciones de la burguesía. A los trabajadores no les sirve ser furgón de cola de un proyecto burgués, por que siempre las crisis (que son inevitables) del sistema, la terminan pagando los trabajadores. Esto se vió claro en el 75, los trabajadores cansados de tanta conciliación de clases y de Pacto Social (que siempre, indefectiblemente, beneficiará a los patrones) terminaron arrancándole una huelga general a la burocracia traidora y asesina (por que Lorenzo Miguel, Rodriguez, etc fueron los mentores de la AAA, oh casualidad todos “nacionales y populares”, “peronistas”, que pensaban igual que vos sobre el “troskaje”, hasta utilizaban las mismas descalificaciones), desbordando por completo a estas lacras, mediante la organización de coordinadoras (de gremios en lucha) de comisiones internas y delegados de base.
La mano del cruel opresor, no lo saqué de ningún lado en especial, para mi si hay crueles opresores, si hay explotación e injusticia, que Roggio (dueño de la empresa de Subtes) se cague de risa en Miami mientras trabajan los compañeros enriqueciendoló a él, y siendo subsidiado por el Estado (kirchnerista, ya que es parte de la “burguesía nacional”). Ahora que recuerdo, términos como estos usaba también el Che Guevara, no se si este mismo.
No se, preguntale a Moyano y a Anibal Fernandez que piensan de los delegados de base y de la nueva comisión interna de Kraft-Terrabusi. Me parece haberlos oído utilizar términos como “ultraizquierda”, etc. Tal vez ellos te puedan instruir.
Que tengamos el apoyo en las facultades y colegios no prueba que no somos una mierda, lo que si prueba es que los peronistas y radicales son peores.
flaco, porque hace 50 años que no los vota nadie?
debe ser porque no creen en las elecciones burguesas, claro, que iluso que soy yo…
Dos objeciones nada más, y un acuerdo: 1) «Nosotros no les imponemos nada, si no están con nosotros no les mandamos patotas»: Colihue prueba flagrantemente, incluso con filmaciones, lo contrario. 2)En un momento, me incluís dentro de un «ustedes». A ese «ustedes» lo imaginás porque no lo integro, pero es típico del ustedes que sí integrás el etiquetar a la gente. El acuerdo: sí, los radicales son peores, y algunos peronistas también.
En cuanto a lo demás: Pepe, dejalo. Debe ser muy nuevito, creo que dice sinceramente las cosas y supone que son así. Si tiene un poco de inteligencia y capacidad de aprovechar la experiencia y aprender del contacto con la realidad, ya va a despertarse.
Pepe, como bien dijo Balvanera: «que tengas los votos no significa que seas bueno». El sentido común es conservador, la Revolución es algo casi único, excepcional, fuera de lo común.
Segundo, por elecciones burguesas no se hacen las Revoluciones; si llegás por elecciones (como fue el caso de Salvador Allende) te bajan, es así de simple y lineal.
No digo que nuestro discurso haya sido ni sea el mejor, no es fácil la llegada a las masas, pero lo que digo es que es más fácil desde el sentido común. El Kirchnerismo quiere hacer unas mínimas reformas (en las que se tocan intereses de una parte de la burguesía – ya que a la vez se promueve a otra parte, eso de la «burguesía nacional») se encuentra con una resistencia feroz, propia del interés de la clase dominante; esto muestra los límites que tiene el bonapartismo nacionalista (el caso más ejemplar es Bolivia, Evo tuvo que tranzar con la oligarquía separatista), y esto muestra también que las masas no siempre siguen el proyecto que más las beneficia. Menem ganó las elecciones en los lugares más pobres, en los barrios obreros que él mismo (su modelo político-económico) destruyó.
Con esto quiero decir, no siempre las masas actuan acorde a sus intereses; eso de clase en si puede que cierre justo. Nosotros luchamos para transformar a la clase trabajadora en una clase para si, dueña de su propio destino, independiente, combativa y revolucionaria.
PD: En Colihue lo que ocurrió no fue tan simple, allí participa un grupo (que para mi no puede ser llamado de izquierda, ya que es repulsivo su oportunismo, su seguidismo a distintas variantes conciliadoras y reformistas; y por sobre todo por su actuación en el conflicto con las patronales agrarias) que es el MST de Vilma Ripoll, que con el afán de golpear a «k» (como se refieren ellos al kirchnerismo, al igual que el diario La Nación) realizó cualquier maniobra, desde aliarse con los patrones rurales hasta ir de la mano de la burocracia de Comercio.
Pero la realidad es que igualmente a los obreros no se los fuerza a afiliarse a nuestras corrientes (ni el MST hace eso), ni se los matonea jamás. Eso lo hace la burocracia (que es de la CGT y de la CTA, de ambos sectores de la CTA: los de yasqui y los de degenaro y lozano).
Es asi:
es asi..es cierto que los votos no significan en ultima instancia que seas bueno, pero el 3 por ciento que sacan los troskos, te aseguro, tampoco es bueno.
ademas suelo ver mas gente en los actos de Moyano que en los de Castillo. Y no me vengas con clientelismo… esto se da porque en los lugares pobres hay mas presencia peronista, politica, economica y culturalmente.
luego, el tema de las elecciones y la revolucion, te lo digo sin chicanas, lo tendrias que discutir con alguien que le interese hacer la revolucion tal como la conocemos (Cuba) a mi no. Pero creo que el problema de los troskos es creer que todas las sociedades son iguales. Yo no creo que la sociedad argentina, sus trabajadores quieran hacer la revolucion.
¿Por qué lo quizo la sociedad cubana? ¿o la clase obrera y campesina en Cuba?; ¿Por qué aca no?. Yo no me atrevería a hablar por la clase obrera, pero lo único que puedo decirte es: en 1975 la clase trabajadora sobrepaso a sus dirigentes burócratas, el sindicalismo clasista tuvo una fuerza impresionante, la izquierda era enorme. ¿Cuantos votos sacó la izquierda en la elección del 73?. La democracia burguesa no es del interés mayoritario, a las elecciones cada vez concurre menos gente, casi un 35 % de ausentismo con voto obligatorio es una cifra muy importante.
En cuanto a la cantidad de gente que va a los actos hay que hacer un análisis un poco más profundo. Por un lado, es cierto que en los «actos de moyano» hay más gente que en los de «castillo»; esto es primeramente por lo que ya dije antes, es mucho más dificil salir del pensamiento establecido, del sentido común, del reformismo y pasar a un pensamiento revolucionario. En los actos del sindicalismo burócrata existe una importante logística (micros, alimentos, bebidas, etc) que un partido de izquierda no puede costear (conste que no hablé de clientelismo, por que los trabajadores camioneros sienten respeto y admiración por Moyano y las conquistas que logró; aunque en la mayoría de los gremios hay «clientelismo»); por que los actos que realiza el sindicalismo burocrático sos esporádicos, muy pocos; en cambio la izquierda realiza actos y manifestaciones bastante recurrentemente.
Otra cosa: «la revolución tal como la conocemos» no es solamente la cubana; hubo muchas: la rusa, la china, etc. Todas con distintas formas (estrategias) para la toma del poder.
No creemos que todas las sociedades son iguales, creemos que existen (en todo el mundo) 2 grandes clases sociales (con sus subclases) que están determinadas por el modo de producción en el que vivimos actualmente, el capitalista, que supone la apropiación en manos privadas (y concentración creciente) de los medios de producción, lo que genera la existencia de una clase poseedora de estos (una absolutamente minoritaria franja de la población mundial) y la gran masa de trabajadores que no poseen los medios de subsistencia.
PD: Creo que los trabajadores (la clase trabajadora en su conjunto) no quieren hacer la Revolución por que implica un gran sacrificio, un gran esfuerzo; pero creo que la van a hacer por que se van a dar cuenta que si no hacen la Revolución, siempre van a depender del mercado de trabajo, del mercado mundial; en cualquier momento pueden quedar desempleados, les pueden bajar los sueldos, etc; esto es lo que entendieron los revolucionarios históricamente y por eso los pueblos han hecho grandes proezas.
Comprate un libro de historia y date cuenta lo para el orto que vivieron después de hacer esas revoluciones. ¿O te pensás que es casualidad que surjan esos fascismos rojos tan amenudo tras esas revoluciones?
Parecés el Pastor Jiménez hablando así. Un poco de autocrítica, querido. Éste foro venía siendo medianamente serio. A los pibes adolescentes los agarran en la etapa de rebeldía íntima y de ese modo, con lo que Uds proponen, canalizan la líbido de ese momento, pero después se pasa, porque lo de Uds no es serio, es un kioskito.
Diego, me parece que al que le hace falta un libro de historia es a vos. Fijate históricamente como les fue a los obreros, a los trabajadore en tu preciado sistema. Claramente los burocratismos han sido terribles, no sólo para los revolucionarios, sino para toda la clase obrera. Al caer la URSS (un asco, burocratizada absolutamente, stalinista, represora, que creo su propia burguesía – la burocracia) el retroceso para la clase obrera a escala mundial fue devastador.
El pastor jiménez es anticomunista, al igual que vos amigo.
A los pibes adolescentes que se suman es por que tienen pelotas para cambiar el mundo, y no se suman adolescentes nomas, también se suman obreros de distintas edades; preguntale a los compañeros obreros de Subte, Kraft, Siderar, Tenaris, Fate, etc.
Es tan poco serio que le tocamos tanto el culo a los poderosos que tuvieron que matar a 30 mil compañeros; le tocamos tanto el culo que tuvieron que utilizar a las fuerzas armadas, aca, en Chile, etc. A Cuba la tuvieron que invadir los marines (y aun asi perdieron).
Cuando hablas de «facismos rojos» (un oxímoron) te equivocás, el facismo surgue como contrapartida del marxismo; tu pensamiento (anti marxista) se acerca más al facismo que «los rojos». Eso por definición nomás. Un libro de historia no viene mal.
Qué triste que los galardones que tenés para mostrar sean los muertos que sentís como propios. Qué triste que después de esas muertes absurdas sigas pensando igual. Y el oxímoron es tuyo: Lo formás a lo largo del comment, porque si 51 años rezándole a dos hermanos no es burocracia, la burocracia dónde está, querido. O te gusta la Cuba de los Castro o te gusta la burocracia. Todo no se puede en esta vida…
Volvé a tercer año del secundario y repasá todo lo que sea ciencias humanas de nuevo. Sí, el fascismo surgió así como vos decís, pero el siglo XX fue muy largo, por eso, aquellos tiempos en los que el comunismo parecía liberador quedaron más lejanos Alaska caminando. Mucha muerte en el medio. Mirá lo que terminó siendo China, después de Mao, su revolución cultural y todo, seguramente la computadora desde la que te conectás la hizo algún proletario oriental… Y para eso se erigieron como Partido Único, mirá vos. ¿Si no te quejás de todo lo rojo que gobernó durante el siglo XX, con qué cara te quejás de, por ejemplo, Macri? ¿Te vas a horrizar por la pistolita eléctrica? Ya abrió la inscripción para la escuela de arte dramático, eh.
Los muertos que se sienten como propios se lloran, no se festejan. Ese embrollo ahora lo confesás vos con todas las letras, nuevamente, sin querer hacerlo porque tu pensamiento es una contradicción andante, pero hace rato que esta punta de lanza se nota en la calle.
Por todo esto que te digo y por tantas otras cosas más es que Uds son 4 gatos locos y está bien que así sea.
P.D.: El pastor Jiménez es anticomunista pero tiene tu misma forma argumentativa: Le habla a una verdad trascendente repitiendo siempre la misma cantinela independientemente de la respuesta que haya del otro lado y quedando totalmente cubierto por lo que pase en este mundo con sus aseveraciones. Él le habla a los hijos de dios del mismo modo que vos te referís a la clase obrera.
Diego la rompe!!!!
Notable aporte el tuyo, Martín. Esclarecedor, sobre todo. ¿Así que quien defienda a los regímenes del fenecido campo burocrático del socialismo real no tiene derecho a criticar las políticas de Macri? ¿Pensaste bien la simplificación atroz que estás respaldando al respaldar eso? Estoy de acuerdo en que el pastor Jiménez tiene la misma forma argumentativa que la militancia de la autoizquierda (y que no pocos del campo nacional y popular, ya que estamos), pero a Diego y a muchos representantes del republicanismo y la devoción por las instituciones les haría bien recogerse en unas largas jornadas de meditación y pensar si ellos no hacen lo mismo cuando hablan de «institucionalidad», «consenso», «pluralidad» y el resto de ese vocabulario que nos prodigan a diario como el colmo de las virtudes a aspirar. Ojo, no digo que están mal las instituciones ni el consenso ni la pluralidad: propongo que hagan el esfuerzo de autoindagarse y ver si ellos no están también hablando a una verdad trascendente y repitiendo una cantinela independientemente de la respuesta que haya del otro lado, y quedando totalmente cubiertos por lo que pase en este mundo con sus aseveraciones. Propongo que se pongan a pensarlo muy seriamente. Que lo hagan los tipos honestos como él, por supuesto, no Carrió, no Gerardo Morales, no Cobos.
Y no podés avalar el argumento de que hubo «mucha muerte en el medio». No queremos la muerte. No quiero la muerte. Estoy en contra del desprecio a la muerte y estoy a favor de eliminar de los discursos de izquierda o populares todo lo que tenga que ver con el desprecio a la muerte. Lo estuvo durante los 70 y lo estoy ahora. Pero no basta como argumento. Sobre todo cuando la muerte la produce el otro, el enemigo. Diego es honesto e inteligentísimo, pero al fin y al cabo simplifica. Si lo apreciás, no avales sus simplificaciones.
Es asi me dice que no tiene que ser necesariamente la revolucion cubana sino podriamos fijarnos en la Rusa o en la China….
mas alla del detalle de que la revolucion China mato mas gente que Hitler, y ni hablar si le sumamos a Stalin, !ya conocemos el final de esas historias! mira lo que son hoy esos dos paises!
ademas, a vos te parece que es viable hoy pensar en algo como la revolucion de Octubre? una cosa es no creer que hayan muerto las ideologias pero esto es demasiado, algunas cosas SI murieron.
y a esas revoluciones que hoy derivaron en capitalismos salvajes no las «bajo» nadie, cayeron pro peso propio.
¿Qué carajo te pasa Daniel? Me refiero al modo en que Diego le cierra el orto al trosko. La verdad, tu acovachamiento y tu predisposición a colgarte en discusiones gansas va a poner en riesgo tu salud, pero no me interesa cómo discutís vos por izquiera con un pelotudo como «Es así». Pero que subas un post y te recibas de policía del post es aburrido.
¿Y qué «carajo» te pasa a vos conmigo, Martín? No hay vez que no discuta algo respecto de algo que escribís (y creo que lo estoy discutiendo bien, porque lo aprecio a Diego), que inmediatamente salís a advertirme algo respecto de mi salud mental y mi estado de ánimo. Yo soy policía del post y vos parece que sos mi enfermero. Cualquier cosa con tal de que no te discuta. No te voy a discutir, quedate tranquilo.
Balvanera,
Aunque te cueste creerme, en otros ámbitos tengo el impulso condicionado de salir a cortar el fluir de otros discursos (neoliberales, católicos integristas, cientificistas, etc.) También depende la época. Por algo mi blog se llama dudo de todo. Y siempre me meto en lugares que prestan complejidades, chocando contra las mismas es como me pulo yo mismo. Ese trabajo de pulimiento es el que le veo a los comments.
En términos generales -porque no voy a eludir el bulto -entiendo que no se sostiene por medios argumentativos un sistema socio-político que no tome en cuenta las diferencias y las opiniones más no sea en elecciones periódicas como las que conocemos bien. Las injusticias, siguen, por supuesto, pero no hay clases predestinadas a hacernos felices a todos. Entonces tendrá que ser algo más parecido a un constructo.
Saludos
Diego: en términos generales, y hablando en abstracto, estoy de acuerdo con todas y cada una de las palabras de tu último comment.
Pelotudo vos infeliz de mierda, que venis a putear la concha de tu madre. Yo no insulté nunca, pero vos saltas al pedo y sin argumentos. Gil de mierda.
El Carrioista este de Diego no me cerró el orto un carajo.
Primero y principal, no le rezo a nadie, mucho menos a los hermanos Castro. Para mi lo que ocurrió en Cuba fue un proceso de burocratización (al igual que en Rusia, China, Vietnam, etc) que en los hechos son capitalistas; son facticamente contra lo que combatimos. La Revolución pudo en Cuba hacer que no haya muertos de hambre, que todos tengan salud y educación (esto es algo impresionante comparandoló con los paises centroamericanos como Cuba).
Lo que dije en cuanto a Cuba es la estrategia para la toma del poder, me parece que no entendiste. No dije que repudio a la Revolución Cubana, fue un ejemplo de lucha simbolizado en el Che. Pero, aclarando esto te digo, la estrategia cubana para la toma del poder, la guerra de guerrillas, es inaplicable en nuestro país por que la población campesina es muy poca (no considero campesinos a los Deangeli o Buzzi – ¿o Bussi era?). Esto solamente.
En cuanto al concepto de «muertes absurdas» es muy complejo y dificil de definir. ¿Qué es una «muerte útil»?, etc. A los compañeros desaparecidos se los llora, pero también se los remplaza en la lucha. La mayoría de ellos luchaba por la transformación social, por la liberación nacional y social que no es otra cosa que el Socialismo.
Es que volves a equivocarte con el tema del facismo; el comunismo no parecía liberador por ser estar en las antípodas del facismo; el facismo surgue como reacción de las burguesías europeas en contra del comunismo. El marxismo era antes del facismo visto como liberador.
Creo que ya te expliqué lo que pienso que son esos regímenes de partido único (China es más capitalista que Estados Unidos) y su degeneración burocrática. Justamente por no estar a favor de estos regímenes de partido único soy troskista.
Justamente por ser consecuente, critico a los supuestos paises «comunistas» igual o más fuerte que a los capitalistas (con todas las letras); es por esto que critico a Macri por su policía represora (que en realidad es una reiteración, la policía fue, es y será siempre eso, el brazo armado de la clase dominante, la defensa armada del sistema) y critico a la KGB o a la policía secreta china.
¿Cómo voy a «festejar los muertos»?, todo lo contrario, fue la máxima derrota que tuvimos los revolucionarios, no los festejo; sería buenísimo que estuvieran con nosotros, en la lucha; o mejor aun: que hubieran triunfado ellos y no la reacción. Pero hay 2 opciones ante los muertos: llorarlos y hacer de ellos una «estatua» o un «héroe»; o seguir su ejemplo y continuar su lucha. Yo elegí la segunda.
Si es que somos 4 gatos locos, no te preocupes por nosotros; después veremos cuantos somos y que podemos hacer.
Para terminar, lo nuestro no es una verdad trascendente; nostros hablamos para este momento histórico; la diferencia con lo tuyo es que no caemos en el relativismo postmoderno, quietista, conservador y reaccionario.
PD: Martín, ya que te referís a la policía, los que usan el adjetivo «trosko» son los fachos, policías, milicos, servicios, etc.
Por mí discutí lo que quieras. Y para cuidar ya tengo a mi abuelita. Yo celebro cómo Diego discute y se la banca en dos respuestas a «Es así» y vos saltás histérico cómo si te estuvieran pisando un jardín, ¿por qué no releés la seguidilla y te serenás? A mi me interesa discutir con cualquiera en la medida en que el piso sea razonable, o sea: cuando es evidente que se está discutiendo. Cuando lo que domina es un reflejo más o menos paranoico me aburre.
Che «Es asi», ponete un link, porque la verdad es que te leo y llego a dos conclusiones: o escribís en chiste o sos un pelotudo.
Entonces aprendé a leer por que evidentemente el pelotudo sos vos. No escribí ninguna fórmula matématica o química imposible. Lee un poquito que no te va a hacer mal flaco.
El chiste me parece que sos vos por que todavía no te vi contestar nada en serio.
Martin, lo puteas a Balvanera pero el discute, podemos debatir y tener miles de diferencias pero él expone sus argumentos; vos en cambio puteas nomás. Para guapo por internet hay que ser medio cagón eh.
Diego, es muy lindo tu discurso: «dudo de todo», es el típico argumento del intelectual pequeño burgues, el relativismo postmoderno; ya te lo dije antes, eso es nada, quietismo, inacción, conservadurismo, en otras palabras, reaccionario e individualista.
Yo también dudo de todo, hasta de las teorías que afirmo, pero es la base para hacer un cambio que transforme a la sociedad y permita que la gran mayoría de la población históricamente vilipendiada y explotada pueda estar mejor, pueda dejar de sufrir miserias. Yo me guío por eso, y no tengo tiempo para andar dudando de todo, mi duda individual no puede hacer que no haga nada; hago y después me critico, estudio históricamente para no equivocarme; sigo la teoría (la más aplicable en la práctica) que menos dudas me genera y que mejores resultados le puede traer al pueblo oprimido.
No alcanzo a entender, Martín, para qué me llamás por teléfono «para aclarar las cosas» y me decís «somos amigos» si después me dejás acá pagando como un estúpido. Mi decisión, como dije, era no seguirla con vos, pero tu psicopateada tuvo efecto: la expresión «por qué no te serenás» es el recurso típico del que trata de, en una sola operación, tapar la boca al otro y dejarlo en ridículo, ya que su «falta de serenidad» le quita razón o sentido a cualquier cosa que diga. Pero el que tiene que serenarse sos vos. El que se calentó sos vos. Yo discutí política, bien o mal, en tanto vos te sentiste personalmente afectado, no estaba caliente en absoluto cuando lo hice. Vos sí, y tanto que no reparaste en ningún momento en los argumentos políticos. En todo caso puedo disculparme por la frase que suscitó tu reacción, «Notable aporte el tuyo, Martín. Esclarecedor, sobre todo.», y que, según me dijiste, sentiste como agresiva. Me sorprendió tu reacción, ese «qué carajo», porque yo la entendí como un chiste, precisamente, «entre amigos». Creí que se iba a notar, pero no es la primera vez que me equivoco en eso, y debo tomar nota de cómo funciona la lectura en la web. OK, me disculpo. Pero lo cierto es que el que se calentó sos vos, y está tratando como loco de hacerme calentar, apelando a mis desequilibrios emocionales, que vaya si existen, pero no en este caso. El problema, Martín, y que debería importarte, presumo, es que no eso impedís que se considere lo que hubo de discusión política. Es muy triste, es lamentable, que en este medio estemos encarando esto, pero si te hubieras ahorrado expresiones como «histérico», «reflejo paranoico» (que es exactamente tu caso) y «por qué no te serenás» no habría ocurrido. La discusión política sigue pendiente, porque el tramo ese de Diego que alabás tanto, y que acabo de releer, me parece políticamente aun más grave de lo que me había parecido al leerlo antes, aunque estoy de acuerdo con él y con vos en los aspectos que vos celebrás. Pero tiene otros que, a mi criterio, merecen discutirse seriamente. Vos lo trasladaste todo a la discusión personal, y así no se puede.
Te propongo algo, Martín, porque no quiero que las cosas queden de esa manera: haceme el favor de borrar mentalmente esa desdichada primera línea, hace como que nunca existió. Si fue agraviante para vos, te pido disculpas. Todas las disculpas que quieras. De acuerdo, no me manejé bien en eso. Bueno, a partir de ahí, si querés hacerlo, leé el resto del comment. Eso es lo que me importa. Y no es, como te dijeron, que «te pego». Ni de lejos. Estoy discutiendo ideas, criterios, visiones. Me interesa eso. No podés salir a decirme que me pongo en policía del post porque ejerza mi derecho a discutir de política o me de el gusto de discutir de política. Ahí, sin calentura ni nada parecido, hay dos o tres ideas. No las leíste ni consideraste. Me gustaría que las leyeras. Cuando las escribí lo pensé como un diálogo con vos y Diego sobre ese tema.
Vamos por partes. Balvanera: mi llamado es posterior a todo comment. O sea, es algo personal, como un mail, o como toda la cantidad de comunicación privada que hemos tenido en el tiempo, y que ha sido mutua, y fue para aclararte porque estoy caliente con tu interpretación equivocada no de las cosas que se discuten sino de la secuencia mecánica de la discusión, o sea: que me saltes encima como si yo hubiese aplaudido en Diego algo que él discutía con vos, cuando lo que aplaudo en Diego es el modo en que discute hasta agotar a un izquierdista sin «correrlo por izquierda», y te aclare que le presté atención a ninguna otra. Ahora, seguís actuando medio raro, porque seguís por comentarios aclarando lo que ya hablamos. La verdad… a esta altura, no tengo ganas de leer más las pelotudeces que se discuten con un adolescente al que le caben todos los trillados discursos sobre todas sus trilladas ideas. Aplaudo el modo en que Diego agota a un interlocutor, el modo en que lo empuja a discutir lo que se da por hecho, Diego empuja a discutir hacia adelante algo que está un paso más atrás, y no necesariamente en un lugar pre-político del debate, sino en un lugar constitutivo que trama los futuros errores políticos de los sujetos. Uno es el lugar de la muerte. Ahora, Daniel, yo te llamé porque me parece que por comentarios no puedo terminar de hacerte entender, pero tu ridiculización del llamado («somos amigos») te convierte en un verdadero pelotudo, incluso, que no es capaz de medir el modo y el lugar en el que se desarrollan las conversaciones. La privacidad mínima de un diálogo que, por otro lado, tampoco fue amistoso, ya que te llamé caliente y corté caliente.
Amigo trosko,
¿te pensás que desde tu laptop sos menos “pequeño burgués” que yo? ¿O esa retórica de pasillo de CBC te compensa los gustos caros?
Yo no dije que el solamente del fascismo el comunismo parecía que iba a liberar a las sociedades. Fijate bien lo que puse. El tema es que no estamos en 1920. Y hoy sólo una nostalgia historicista se puede pensar que el marxismo puede liberar algo. Todo aquello quedó en la nebulosa de la historia. Lo único que podemos hacer nosotros ahora es no volver a cometer aquellos errores. Y no, muertes útiles no hay por más que tu discurso haga utilitarias a las muertes propias. Lo útil no tiene nada que ver con la muerte. Si aquellas muertes fueron inútiles se debió a que todavía quedaba mucha vida en esos cuerpos. Y cada vida va mucho más allá de esa idea de luchita revolucionaria que ya en la década del ’70 del siglo XX no tenía ninguna chance de éxito. Eso es una muerte absurda. Tenían mal el mapa. Esto por supuesto –vale la aclaración –no exculpa para nada a los asesinos que los mataron como a perros sarnosos. Por eso lo que ahora se juzga es la destrucción de esas vidas más allá de cualquier cosa que desearan o pensaran. La vida humana en sí. Derechos Humanos. Lo otro era un disparate, y uno bastante jodido, de hecho.
Entonces, si no estás a favor de ningún régimen de partido único, ya no tenemos más nada que discutir ya que se supone que no vas a reivindicar a ninguno de los socialismos reales que esta humanidad conoció. Lo único que te pido es que borres de tu credo a los símbolos que coronaron a dichos regímenes. Ej.: Revolución de Octubre de 1917, Che Guevara, Lenin, etc. A Trotsky te lo dejo.
Saludos
Primero no tengo laptop (si es que se escribe así). Segundo, la extracción social de la que se proviene no determina la ideología y el proyecto que se tiene. Para el caso es muy interesante el ejemplo de Lula, un proletario con todas las letras, un obrero metalúrgico; y aun así su proyecto y su ideología son de pequeño burgués (hasta te diría de la alta burguesía).
No reivindico a ninguno de los «socialismos reales»; les hago críticas a los procesos revolucionarios, no soy un dogmático, tengo miles de críticas como ya te puse anteriormente; pero aun así soy un revolucionario (o mejor dicho, intento serlo).
En cuanto a los símbolos de los que hablás justamente son lo contrario a lo que yo critico; Lenin luchó contra la burocratización, el Che también; ambos fueron internacionalistas militantes; revolucionarios que dieron su ejemplo. Después la degeneración de los regímenes en autoritarismos; en Estados capitalistas en los hechos; pero ellos lucharon contra esta; ni que hablar de Trosky (a pesar de que el fue uno de los más importantes dirigentes de la Revolución de Octubre, y además creador y General del Ejército Rojo).
Sobre mis gustos, quedate tranquilo que no son caros, tengo la computadora para laburar.
Sobre el tema de la «nostalgia historicista», es algo bastante trillado (para utilizar términos suyos), en 1917 decían lo mismo; la Comuna de París «había demostrado la imposibilidad del comunismo». Es el mismo argumento una y otra vez; también luego del stalinismo; en toda la década del 30 era una locura pensar en revoluciones socialistas, el comunismo se estaba extinguiendo. Es siempre lo mismo.
Bueno aca si hay una diferencia importante; nosotros (los revolucionarios, palabra que a mi personalmente me queda muy grande) no vemos a la militancia revolucionaria como una «parte más de la vida»; es nuestro objetivo en la vida; es algo que nos llena, nos gusta, lo hacemos con placer y a la vez con la carga de quién siente la obligación de hacer algo por el resto. Eso es algo que vos no podés entender y nunca lo harás; la «luchita» a la que vos te referís era La Vida de la mayoría de los compañeros desaparecidos. Las familias mismas quedaban relegadas por la acción revolucionaria. Hablá con algún militante que haya ido preso, o con algún combatiente revolucionario, etc; ellos te lo van a saber explicar mucho mejor.
Las similitudes con el pastor Jiménez te las buscás vos solo, eh… Por lo menos, de los que a mí me hablaron, eran gente que tenía mucha más cabeza que la que se necesita para alcanzar el punto de obcecación ese que vos tenés con la revolución. Pastorcito… Ni siquiera un hegeliano, un marxista que se haya tomado el trabajo de leer a Hegel y que crea en lo mismo que creía Marx, puede tomarse en serio esa actitud fanática tal como vos mismo la manifestás. En el mejor de los casos la Revolución “vendrá” por las contradicciones del sistema, mucho no van a “ayudar” Uds con su dale que dale que dale todo el día. Revolución sin pueblo es como cumpleaños sin invitados, ¿no te das cuenta que sin cientos de miles en las calles no tiene sentido hablar de revolución? Ah, y no te quepa la menor duda: Lula es 34 veces más proletario que vos gobierne como gobierne. ¿Sabés por qué? Porque en primer lugar laburó de metalúrgico muchos años. Y en segundo lugar, lo quieren 100.000.000 de brasileños. ¿Lo vas a venir a bochar vos? ¿Desde qué trascendencia? La actitud esa de descalificar a Lula es la de una mirada trascendente, tal como te lo había indicado en algún comment anterior. A Lula le podés criticar tal o cual medida de política que haya tomado, siempre tratando de decir qué hubieses hecho vos en esas mismas condiciones. El resto es delirio, infantilismo.
Y para terminar te digo que si Lenin y el Che tenían almas anti-burocráticas realmente me apena mucho pensar lo tristes que se habrán muerto. Las obras de sus vidas fueron monumentos a eso que ellos le tenían alergia. La historia es la historia de los actos, no de las buenas intensiones. Deberías saberlo, por respeto a Marx.
Qué se yo, ser marxista, hablar de la dialéctica de la historia, hacer una revolución y a los 10 años querer zafarse de la misma pero salvando a los símbolos que la constituyeron, es querer la chancha y los veinte. No es serio.
Claramente tenían mucha cabeza, eran tipos muy preparados, muy leídos, muy inteligentes; pero a la vez tenían el mismo compromismo del que te estoy hablando, el de entregar su vida (metafórica y literalmente) en pos de la Revolución. Ya te lo dije y te lo vuelvo a repetir, hablá con algún militante de esa época, el te lo va a decir mucho mejor que yo.
Primero que el marxismo no dice: «la Revolución vendra por las contradicciones del sistema solamente», eso espontaneismo; eso es determinista totalmente. El marxismo (leninismo) sostiene que es fundamental la creación y estructuración de un partido revolucionario. Esto contradice tu crítica al marxismo. Estás muy equivocado; talvez los dogmáticos piensen eso del marxismo, pero no es así. Marx mismo crea ligas proletarias; no dice «la Revolución se da, surgue de las contradicciones del sistema». Lo que dice el marxismo es: a partir de las contradicciones del sistema (las crisis cíclicas propias del mismo y todos sus derivados) el movimiento revolucionario puede meterse en la pelea, puede influir en la lucha de clases que se da. Estás equivocadísimo; aunque esa es una de las críticas más usuales al marxismo, debe ser por desconocimiento. Marx habla de clase en si (la conformación objetiva de un conjunto de personas con los mismos intereses, pero que no se reconocen como iguales) y clase para si (es el grupo de personas con los mismos intereses que se reconocen como iguales y que entienden que su salida, que su victoria es unirse en contra de la clase que los explota); esta es la famosa conciencia de clase.
Tu relativismo de pseudo intelectual (del sistema absolutamente) no es nada novedoso, y mucho menos genial; es el sentido común de los intelectualoides postmodernos, ¿o te creés excepcional?.
Claramente tienen que ser miles para hacer la Revolución; miles en las calles, en las fábricas, en los barrios, en las universidades, en las escuelas; miles como eran en los 70, pero a su vez deben tener una dirección revolucionaria que les permita hacerse del poder.
En el momento del Rodrigazo, (con la AAA actuando a destajo) la clase obrera en su conjunto, se levantó desde las bases (por que quienes le arrancaron el paro general a los burócratas como Lorenzo Miguel no fueron los intelectualoides relativistas, fueron los trabajadores de las coordinadoras clasistas) y decretó de hecho el paro general, empujó a Lorenzo Miguel y a toda la lacra burócrata a las calles; por esto los milicos «necesitaron» matar y desaparecer a 30 mil compañeros. Los que les metió miedo no fueron las reformas al sistema, fueron las amenazas de Revolución. Esto es muy claro cuando ves la forma en que se «organizó» la represión militar: Por un lado el ejercito se ocupó del 70 % de la represión, se centraron en los delegados de base y los militantes y combatientes del PRT-ERP, estos eran los «irrecuperables para el sistema» se los asesinó a todos; por otro lado la marina se «encargó» de los «recuperables», miembros de montoneros; y el restante 10 % fueron los que eran de otras organizaciones de izquierda y de estos se «encargó» la aeronautica.
Está muy claro, lo ves desde el enemigo, el miedo que tuvieron ellos nos marca lo cerca que estuvimos nosotros.
Evidentemente no entendiste nada, a Hitler también lo apoyó la gran mayoría de la población alemana y aun así es lo que es; su proyecto era la defensa más fuerte que tuvo la burguesía contra el movimiento revolucionario. Lula en Brasil actúa para la burguesía de la misma forma (obviamente no es lo mismo que el facismo, pero el facismo nace como fuerza de choque contra la clase obrera organizada en Alemania, la cual era muy fuerte y combativa; en cambio en Brasil la clase obrera está en una etapa mucho menos desarrollada, es una clase en sí, sin conciencia de clase), es lo que para los marxistas sintetiza el concepto de Bonapartismo.
En cuanto a decir lo que hubiera hecho yo en lugar de Lula, está bastante claro me parece, mucho más claro que tu pensamiento, el de balvanera y el de martín. Yo digo exactamente que pienso hacer si tomamos el poder, es muy claro, no ando con vueltas; como diría D´elia: «yo soy blanco o negro, no soy gris». Ya habíamos dicho antes (y todos coincidieron) que los «números», el «apoyo popular» que tenga un gobierno o un régimen no significa que sea lo mejor, lo más útil para los objetivos de cada uno.
Si, evidentemente murieron tristes en cierto sentido; pero eso no es importante para el movimiento revolucionario, el individuo no es lo más importante; si querés preocuparte por vos mismo, anda al psicoanalista lacaniano y listo, ese te aliviará de tus «cargas y problemas» pequeño burgueses. El hombre Nuevo que proponía el Che era comunista, el mismo Che lo dejó bien en claro en la carta que les deja a sus hijos antes de irse a Bolivia cuando les dice que no les deja nada material, que el Estado revolucionario les dará lo necesario para vivir y que ellos tendran que sentir en los más profundo de sus seres cualquier injusticia cometida en cualquier lugar del mundo, por que esa es la cualidad más hermosa de un Revolucionario.
Tenés severos problemas epistemológicos para discutir: De tus posiciones tomás las bellas intenciones (las cartas del Che a los hijos, por ej.) y de los otros, sus realidades.
Eso te mantiene en el limbo. En cambio Lula tiene que lidiar con uno de los países más grandes y más injustos del mundo, por el que en estos últimos años hizo bastante desde el punto de vista más concreto y humano que lo puedas ver, pero como dejó de reportarle al credo, lo condenás. Más fácil hubiese sido escribirle una carta a los hijos y tirar una molotov por año en las afueras de Sao Paulo, ¿no?
Lenin construyó la URSS, ese imperio fascista que 80 años después implosionó dejando de lado las características básicas de lo que había hecho llamar socialismo en la Modernidad. El resto es el Lenin privado.
Conozco todos los vericuetos del marxismo y te aseguro que no se simplifican con esas consignas que vos utilizás.
Por favor, dejá de utilizar a los muertos para legitimarte. Para empezar, voy a dejar de darte el derecho de usarlos, no son más tuyos que de nadie. En segundo término, ya te dije que el proyecto político no tenía ninguna chance de éxito. Les hubiesen tirado aceite hirviendo desde los balcones como en las Invasiones Inglesas si por esas cosas improbables de la vida llegaban a quebrar la línea militar. ¿No viste que se jugó y se festejó un Mundial de fútbol mientras se torturaba en la ESMA? Eso quedó para la autorreflexión del pueblo argentino, pero que el agua de mar era salada, era salada…
Es muy jodido lo que pasó en éste país, por eso que gente como vos siga usando estos temas para apalancar sus ideas políticas, es muy choto. Es un signo de que no se aprendió nada.
CHE MAMERTO ES ASI, ¿POR QUE MIERDA NO SE VAN A JODER A «CÚSPIDE» A «TINTA FRESCA» A «OLÉ»? ¿A QUE NO FORMAN UNA COMISIÓN INTERNA EN «TN»? ¡FORROS! USTEDES SE LAS AGARRAN CON EDITORIALES CHIQUITAS Y LES TIENEN CAGAZO A CLARÍN PORQUE CON ELLOS TRENZAN Y PUEDEN SACAR GUITA. SON RETRUCHOS USTEDES Y SU DEUDO TROSKISMO, EN REALIDAD SON PARTE DE LA IZQUIERDA CIPAYA.
Uh que genio sos, me marcás mis errores de ortografía, intelectual tenías que ser. Yo no dije que solamente hay sectores combativos y formados en nuestros partidos, entendiste mal me parece; te recomiendo que leas nuevamente. Lo de preformateada me da un poco de pena, ¿vos te pensás que tener una ideología significa estar «preformateado»?, si es así, vos también lo estás. ¿O no tenés ideología?, ¿o no citás autores?, ¿o no tenés libros de cabecera?; vos aunque creas que no también tenés esquemas mentales, estructuras de pensamiento, formas de leer la realidad (para utilizar el lenguaje propio de los relativistas como vos).
Es muy graciosa tu forma de expresarte y de creer que sos un gran pensador libre, que las teorías anteriores no te tocan. Muy propio de esta etapa histórica es tu pensamiento, ¿o te creés que hablás en abstracto, sin ningún tipo de influencia del pensamiento pasado?, muy postmoderno, ese relativismo vomitivo, esa hermeneútica pequeño burguesa.
Nunca dije que fueramos la izquierda esclarecida, más bien tu predica se acercó a eso. Nosotros vamos a las fábricas, a los lugares de trabajo, etc; a aprender, a enseñar y a aprender. Nosotros podemos hacer análisis basándonos en la historia y eso puede servir como herramienta para la lucha de los trabajadores (la de todos nosotros, por que todos los militantes luchamos en nuestros lugares de trabajo para organizarnos en contra de los patrones – como por ejemplo tu amigo de Colihue), pero a su vez aprendemos muchisimas cosas de los obreros. Nosotros no les imponemos nada, si no están con nosotros no les mandamos patotas (como si hacen los «nacionales y populares») ni los compramos (nuevamente como los «nacionales y populares», como los «sindicalistas peronistas»), ni carnereamos una lucha (como si hacen los «peronistas»).
Sos tan zoquete vos que no te das cuenta que yo hago uso de tu ironía tomándola literalmente. Un ejemplo en el que se ve como los trabajadores buscan conquistas burguesas (sin comillas por que yo lo utilizo literalmente) es el reconocimiento del Sindicato del Subte, es una conquista burguesa la de crear un nuevo sindicato, pero igualmente la buscamos y la apoyamos con todas nuestras fuerzas, no la boicoteamos como ustedes.
Nosotros confiamos en los trabajadores, en su capacidad de acaudillar el movimiento revolucionario; creemos que seran los obreros quienes encabecen la Revolución Socialista, pensamos que ellos tienen la capacidad de tener un proyecto independiente de las distintas fracciones de la burguesía. A los trabajadores no les sirve ser furgón de cola de un proyecto burgués, por que siempre las crisis (que son inevitables) del sistema, la terminan pagando los trabajadores. Esto se vió claro en el 75, los trabajadores cansados de tanta conciliación de clases y de Pacto Social (que siempre, indefectiblemente, beneficiará a los patrones) terminaron arrancándole una huelga general a la burocracia traidora y asesina (por que Lorenzo Miguel, Rodriguez, etc fueron los mentores de la AAA, oh casualidad todos «nacionales y populares», «peronistas», que pensaban igual que vos sobre el «troskaje», hasta utilizaban las mismas descalificaciones), desbordando por completo a estas lacras, mediante la organización de coordinadoras (de gremios en lucha) de comisiones internas y delegados de base.
La mano del cruel opresor, no lo saqué de ningún lado en especial, para mi si hay crueles opresores, si hay explotación e injusticia, que Roggio (dueño de la empresa de Subtes) se cague de risa en Miami mientras trabajan los compañeros enriqueciendoló a él, y siendo subsidiado por el Estado (kirchnerista, ya que es parte de la «burguesía nacional»). Ahora que recuerdo, términos como estos usaba también el Che Guevara, no se si este mismo.
No se, preguntale a Moyano y a Anibal Fernandez que piensan de los delegados de base y de la nueva comisión interna de Kraft-Terrabusi. Me parece haberlos oído utilizar términos como «ultraizquierda», etc. Tal vez ellos te puedan instruir.
Que tengamos el apoyo en las facultades y colegios no prueba que no somos una mierda, lo que si prueba es que los peronistas y radicales son peores.
tengo un deja vu
Pepe/Es así:
Para los que todavía, contra viento y marea, sueñan con la revolución, nada mejor que una lectura de este texto: Hilb, Claudia. “Moldeando la arcilla humana: reflexiones sobre la igualdad y la revolución.” Ponencia presentada al Encuentro Internacional Política y Violencia, Córdoba, 3 y 4 de noviembre 2005. en: http://www.clubsocialista.com.ar.
Sintetizo sus conclusiones: “Tomando, insisto, la imagen más favorable del proyecto revolucionario cubano, Cuba nos alecciona acerca del resultado al que conduce el intento de realizar una utopía que pide lo imposible a los hombres y mujeres de nuestro mundo –que les pide que se conciban como piezas de un proyecto colectivo cuya cifra está en posesión del poder, que les pide que sean actores voluntarios, activos, de una idea que les es impuesta- y que, al pedirles lo imposible, sólo puede realizarse bajo la forma de un régimen de dominación total y de terror, que obliga a los hombres y mujeres modernos a ser lo que ellos no son, pero que deberían ser, y de lo que cualquier utopía modeladora de la humanidad, lejos de convertirlos en ello, sólo puede alejarlos: Cuba nos muestra un régimen que, con el propósito de convertir a los hombres en el motor de un régimen post-capitalista, solidario, ajeno al individualismo y al egotismo del sujeto moderno los transforma en materia inerme de la lógica de una idea. Bajo esta lente, la observación de la experiencia cubana nos deja como lección principal no la lección banal de la deriva burocrática de cualquier sistema centralizado, sino ante todo la lección de la deriva totalitaria de un igualitarismo radical sostenido desde la cúpula del poder político. Ahora bien, si reconocemos que la deriva totalitaria es inseparable de la ambición de instalar, contra viento y marea, un igualitarismo radical, que en otras palabras la vocación de conformar una sociedad sin diferencias sólo es posible al precio de la supresión violenta de toda singularidad, supresión organizada desde un punto de mira que observa la sociedad desde su vértice, entonces debemos revisar de manera radical no sólo los medios, sino preguntarnos también acerca de los fines que perseguíamos. Si la revolución designaba la instalación de una comunidad radicalmente igualitaria sostenida sobre un hombre nuevo debemos, como decía antes, revisar radicalmente la idea de revolución. Si además hacemos el diagnóstico de que este proyecto suponía modelar a la masa humana en un sentido que exigía a la vez suprimir todo resurgimiento de las diferencias, y confiar a un equipo restringido la tarea de modelar esa masa, caemos además en la cuenta de que el proyecto, además de terrorífico, era autorrefutatorio (y acá sí volvemos a la deriva burocrática y diferenciadora de los regímenes totalitarios): el proyecto, decía, además de terrorífico era autorrefutatorio porque bien cabe preguntarse: ¿qué disponía al modelador a estar exento de los vicios de la masa a modelar? ¿Quién le había otorgado –quién nos había otorgado- el brevet de profeta ascético? El ascetismo revolucionario, muchas veces férreamente cultivado entre los integrantes de las organizaciones armadas en los ’60 y ’70, ese ascetismo cuya imagen emblemática era el Che Guevara, era inseparable del ideal del hombre nuevo: de un hombre genérico que expresa la más alta de las capacidades humanas, que ha trascendido el egoismo y el individualismo y que encuentra en la dedicación al Bien común la más alta felicidad. Extraña figura, terrible figura, la del asceta revolucionario moderno, que lejos de apartarse del mundo, como el estoico, se propone actuar sobre él para transformarlo a su imagen y semejanza. Para ello, empero, tendrá que lograr que los hombres, por la convicción o por la fuerza, se conviertan en aquello que deben ser: en hombres nuevos. No todos los militantes revolucionarios fueron, de hecho, ascetas revolucionarios –aunque sin duda algunos estuvieran cerca de serlo. Pero el discurso redentista del ascetismo revolucionario y de la transformación del hombre en hombre nuevo brindó el horizonte que hacía pensable y justificable el proyecto de moldear la arcilla humana –de moldear la arcilla, y de descartar el material inservible.La deriva de la Revolución cubana nos alecciona, y con esto concluyo, que la figura del asceta/ profeta revolucionario, que actúa violentamente sobre el mundo para moldearlo en conformidad con la idea, se prolonga necesariamente en la figura del líder totalitario: dadas las características de la materia, que tiende a retomar la creatividad de su forma singular, dadas las características de una materia que muere y se renueva, la tarea revolucionaria de moldear la arcilla humana no tiene fin. La revolución, para ser tal, es necesariamente revolución permanente.”
Saludos.-
Claramente, la Revolución debe ser permanente e internacional, mundial. El Socialismo en un sólo país es impracticable, a lo sumo es un capitalismo de Estado (como fue la URSS o mismo Cuba). Soy troskista por lo que pienso exactamente eso. Pero también soy guevarista, por que creo que las ideas del Che del Hombre Nuevo, del trabajo voluntario y de la solidaridad revolucionaria es la forma para llegar a crear una nueva sociedad, verdaderamente justa, sin explotadores ni explotados.
Después podemos discutir por que no se logró el ideal del Che (por qué se fue de Cuba). Por esto concluyo igual que el texto de Daio, la revolución es permanente, no tiene fin, el hombre es perfectible pero imperfecto; la supresión del sistema de explotación capitalista es un paso más para la humanidad.
igualmente aclaro que se a que lleva el discurso de Daio, la quietismo: «la revolución es permanente» puede tomarse desde ciertos ángulos para decir: «es imposible, hay que hacer reformas al sistema».
Fíjense cuál es el enlace al que remite Daio para ver su cita de Claudia Hilb: ¡¡El Club de Cultura Socialista!! ¿Tienen idea de la trayectoria del Club de Cultura Socialista? ¿Tienen idea de quién es Claudia Hilb? Todo ese párrafo de la Hilb es pura cháchara: ideología pura, discurso incapaz de sostenerse en otra cosa que en el discurso mismo, no menos que Ezequiel o Es Así, aunque con más estilo y menos ingenuidad. Los troskitos viven en una nube de pedos teóricos, pero por lo menos son sinceros y quieren de veras hacer algo por los demás, pero los intelectualosos subvencionados por los grandes capitales, tipo Hilb, me producen un triste desprecio cuando se me aquieta la ira. Y a Diego lo conozco desde hace rato: es un tipo inteligente, pero cuando aparece, aunque sea de lejos, la sola idea de izquierda o de socialismo o algo así, se le sube una nube a los ojos y arremete como toro furioso, es como un reflejo condicionado. Tenía cosas para decir, pero no puedo, esto se convirtió en una pelea entre fanáticos.
Balvanera:
Dos opiniones similares a la de Claudia Hilb. Los dos iniciadores de «Carta Abierta», y Forster plenamente identificado con el modelo K.-
En los setenta se concluyó en una catástrofe histórica por “profundas desinteligencias y violencias intestinas dentro del peronismo, por lecturas y políticas profundamente equivocadas y militaristas de sus fuerzas de izquierda organizadas y otras fuerzas extraperonistas, y por un golpe militar que interrumpe el crítico proceso democrático e instaura el Terror” y que es esta caracterización “la que explica el Estado exterminador, y no la aplicación desde 1976 de un modelo económico liberal”. Por ello la palabra guerra ahora incomoda, molestando a la tragedia de los desaparecidos, redactándose así una historia sin historia, cuando ya tanto Perón como Cooke en sus cartas de 1956 “hablaban de ella para radiografiar el destino del peronismo”. Casullo, Nicolás. Pensar entre épocas. Memoria, sujetos y crítica intelectual. Grupo Editorial Norma. Bs. As. 2004.
En la Argentina de los setenta se repetirán prácticas de violencia que ya habían fracasado en otras geografías y así “persistía un ideal emancipatorio que parecía deslizarse no hacia las comarcas de la libertad, sino a profundizar los desatinos de una historia monstruosa”.-Las críticas que en esa época referían al modelo del socialismo real fueron ignoradas, y no influyeron en las nuevas experiencias revolucionarias: “Las guerrillas en América Latina sortearon esas interpretaciones demasiados arduas, eludieron por teoricistas las críticas del leninismo y se preocuparon por volverse aún más dogmáticas en su afirmación. La critica de las armas reemplazó a la crítica de los libros”. Forster, Ricardo. Carta a Oscar del Barco. Revista pensamiento de los confines nº 17.–
Y hay muchos más dentro de ese pensamiento.-
Bueno amigo Balvanera, me parece que Diego es un pobre Carrioista, un republicanista barato; pero a vos también se te sube una nube a los ojos al hablar de Socialismo.
Por que no expresás tu pensamiento para que podamos debatir mejor. Todos debemos conocer que quiere cada uno, como piensa que se cambia el sistema (si es que creés que hay que cambiarlo o no).
El discurso de Hib no tiene estilo, es un rejunte del pensamiento socialista, unido con el autonomismo y el relativismo postmoderno. Es una copia barata y baja de Negri o Holloway.
No entendés nada de nada, Es así. Seguí en lo tuyo, qué se le va a hacer.
Que respuesta con argumentos balvanera. Muy bien ahi.
Se puede forzar cualquier cosa para hacerla encajar. Es una operación a la que gustan recurrir tanto el marxismo dogmático como ustedes, los creyentes en la religión republicana.
Agrego: en general, con matices, que se pueden discutir, estoy de acuerdo con lo que escriben en ambos textos Casullo y Forster. Te corresponde a vos ahora, si estás dispuesto a poner en juego un poco de inteligencia y esfuerzo, y tenés un mínimo de honestidad, tratar de ver en qué se diferencian (¡y se diferencian mucho!), lo que escriben Casullo y Forster por un lado, y por el otro Hilb, y que vos ponés alegre e irresponsablemente en una misma serie.
Vayamos a otros textos de Casullo y Forster, para observar que hay bastante coincidencias entre ellos y con Hilb, ninguno descree del pensamiento de izquierda, pero:
Casullo, en un capítulo de “Las cuestiones” que titula “Arqueología del marxismo”, al tratar sobre el “caso” Padilla, efectúa un análisis de la revolución cubana, similar al de Claudia Hilb, que resumo: “La figura de una revolución que era y no era: el carácter de las realidades socialistas. La movilización totalitaria y vigilante sobre el conjunto de lo social como modelo de “hierro” para enfrentar una inmensa galería de enemigos. La ausencia de democracia política en el socialismo y todas sus consecuencias en lo social y cultural. Las variables policíacas, el desprecio por las libertades tildadas de “pequeñoburguesas”, las políticas de terror sobre los planos intelectual y estético, la imposibilidad de una crítica real deslindada, el inquisidor moralismo burocrático revolucionario, la represión de toda diferencia ideológica y política real. Es decir, esas sombras eran el fracaso de la revolución bajo la argumentación política marxista. Solo remediable con la emergencia de la hipotéticamente auténtica revolución por venir”.- (págs. 280 y sgts.-)
Más terminante es en “Des-armando la izquierda”, “No se trata de revisitar la revolución (hoy concluida) como una forma, por interpósita persona, de llevar también a la izquierda a venerable o derrotada tradición. Ha pasado de lo moderno, como sucede de manera tan asidua en este tiempo de estatización permanente de la política. Más bien la tensión interpeladora necesita plantearse en sentido contrario: politizar críticamente la política y su historia. Discutir lo actuado sin concesiones. Reconocer que en esta dimensión de la crítica interpretativa la izquierda resulta la memoria irreductible de un suelo de justicia. Por lo tanto no puede dejar de ser un presente que abre siempre sus nuevos idiomas desde esa huella originaria de iniquidad e insumisión. Desde esto la izquierda fue la propuesta de otra verdad pensable para la historia. A protagonizar por los justos hasta adquirir fisonomía propia, lenguaje identificador. Una historia por demás fallida, equívoca y policíaca. …La verdad teórica como purificación irrebatible y suprema de los credos, que pretendió la revolución intelectual en los años 60. Las tesis de las irrefutables y míticas políticas de masas que planteó el marxismo del 900 como alumbramiento desde un subconsciente tecnológico-fabril-bélico, a captar y unificar por el liderazgo de Partido. La empresa jacobina de fines del XVIII en tanto ruptura violenta y total de paradigmas políticos contra los enemigos del proyecto, a cargo de una postrera elite iluminada. Estas tres variables son formas y argumentaciones claramente perimidas pertenecientes a una primera y extensa edad moderna ya conclusa.” (En Pensamiento de los confines” nº 20, págs. 63 y sgts.-)
También Forster, recuerda el sufrimiento de Hölderin, quien adelantándose a lo que sobrevendrá observa que las grandes promesas libertarias que encerraba el impulso ilustrado se transforman en nuevos y más relucientes mecanismos de dominación y sometimiento y que cada vez que “el hombre ha querido hacer del Estado su cielo, lo ha convertido en su infierno”. “Lo que el pensamiento de la izquierda no quiso o no pudo ver es precisamente esa relación entre poder soberano y nuda vida. Sus prácticas políticas, allí donde se constituyó en poder absoluto, no se diferenciaron en nada de las formas burguesas de dominación o, tal vez, fue más consecuente en la reducción de los seres humanos a “vida expuesta a la muerte”. El estalinismo fue el régimen que más ejemplarmente llevó con total consecuencia esta política que volvió a todos sus ciudadanos homo sacer del poder soberano. Pero ya antes, en el tiempo del comunismo de guerra y bajo la dirección de Lenin, la construcción de la dictadura del proletariado se hizo sobre la base de una exclusión inclusiva, cuyos homo sacer fueron los identificados con la burguesía. El exterminio durante los terribles años de la colectivización del campo, de la clase de los kulaks estuvo signado por la misma lógica que fundó el poder soberano y la máquina estatal moderna. La izquierda no pudo ni quiso sustraerse al paradigma reinante.” (En: “Notas sobre la barbarie y la esperanza”. Pág. 111.-
Para los tres, entiendo, la época de la revolución concluyó y sus resultados lo han sabido describir muy bien, demostrando una profunda honestidad intelectual, muy lejana, por cierto, del actual discurso oficial sobre esos años.-
Todas las ideologías fuerzan cosas para hacerlas encajar en ese sentido en el que vos hablás. Todo análisis social es «forzado», ningún proceso social es idéntico al anterior. No por esto dejamos de utilizar parámetros de comparación. El relativismo tuyo lleva a negar el análisis sociológico.
Es así:
Contestando varias entradas tuyas, veamos un poco la doctrina marxista, lógicamente desde una postura crítica.
Carlos Marx tenía razón: existen leyes que operan con necesidad de hierro, que permiten comprobar que la historia está sujeta a un padrón progresivo que puede ser detectado en el pasado y extrapolado al futuro.- Una de esas leyes, quizás la más importante para su teoría, aunque él no llegara a conocerla, se expresaría de esta forma: “Toda aplicación del sistema marxista a una sociedad concreta lleva inexorablemente al estalinismo”.- Ocurrió en todos los lugares en que se aplicaron esas ideas.-
Como ha señalado Michael Löwy, el marxismo en las sociedades poscapitalistas se transforma en ideología de Estado, al servicio de un orden opresivo y explotador. Si bien ese autor entiende que esa transformación no es una desviación teórica, sino que es un fenómeno característico de la historia del siglo XX: “La formación en las sociedades que han abolido el capitalismo de un Estado totalitario y/o autoritario –en algunos periodos terrorista- monopolizado por una capa estamental con intereses propios, distintos y opuestos a la de los trabajadores: la burocracia”, sin embargo es difícil escindir este fenómeno de la aplicación de las ideas marxistas.- En: Marx un siglo después. El Rodaballo. Revista de cultura y política. Año 1. Nº 1. Bs. As. Nov. 1994.-
No ha de creerse que Stalin fue el implementador de este Estado, sólo perfeccionará el que había comenzado a construir Lenín. No debe olvidarse en este sentido que fue éste el autor de la resolución secreta del 16 de marzo de 1921 por la que se proscribían las facciones dentro del Partido Comunista, quedando en consecuencia fuera de la ley la formación de todas las agrupaciones del partido independientes del Comité Central, con lo que la revolución de octubre se alejará para siempre de la vía democrática. Esta decisión que equivalía a “dentro del Partido, todo; por fuera del Partido, nada”, tendrá su equivalente en el discurso de Fidel Castro a los intelectuales, 30 de junio de 1961: “dentro de la revolución todo; contra la revolución, nada”.-
No debe olvidarse que al ser el marxismo un producto de su tiempo, moldeado por necesidades sociales, forma parte de la trama de la historia, no constituyendo por lo tanto una erupción sin precedentes o una realización sin igual. Si su doctrina exalta la identidad entre teoría y práctica, parecería lógico averiguar cuáles fueron los efectos causados en el mundo social. Sin embargo muchos marxistas entienden que no se puede culpar a la teoría por los fracasos políticos a la que ha estado asociada, tratando por ejemplo de disociar el estalinismo de toda connotación con el marxismo. Sin embargo luego de más de ochenta años de revolución “Las viejas enfermedades subsisten, pero los remedios antes propuestos para curarlas, el marxismo inclusive realmente no han mejorado las perspectivas humanas”, sostiene Gouldner, Alvin W. Los dos marxismos. Alianza. Madrid. 1989. Págs. 20/40.-
Frente a la evidencia de la crisis sin embargo “Queda siempre, por supuesto, otra opción, -dice Perry Anderson- que consiste en el expediente sencillo de desconocer los hechos y perseverar en la antigua fe contra toda evidencia; insistir obstinadamente en el tipo de triunfalismo que cree percibir síntomas o anuncios de una transformación radical próxima en los fenómenos más disparatados.”
Si el capitalismo crea las condiciones “objetivas” que van a dar origen a la sociedad socialista, parecería que no fuere necesaria la revolución. Sin embargo el marxismo busca cambiar el mundo e induce a hacerlo por la vía revolucionaria, entrando en una contradicción, fruto en parte de la herencia idealista recibida de la filosofía de Hegel, de la cual Marx pretendió diferenciarse, expresando que no perseguía realmente un ideal “sino que (como Sócrates) sólo era una comadrona que ayudaba a nacer a lo que se había gestado en el útero de la historia, e instaba a otros a hacer lo mismo.-
Fredric Jameson considera “que en el propio acto de declarar al marxismo muerto históricamente, se lo salvaría como teoría. Al dar cuenta de sus propias condiciones actuales de imposibilidad histórica como práctica política, demostraría su vitalidad y su superioridad teórica, rescatándoselo en consecuencia como saber, frente al carácter de verdad que tuvo históricamente. Lógicamente al apelar a las categorías marxistas para explicar su actual crisis, al mismo tiempo que se declaran a esas categorías como obsoletas e ineficaces para intervenir sobre la realidad se incurre en una absurda contradicción. Sería como el caso del médico que informa a los familiares del paciente que la operación fue un éxito completo, aunque lamentablemente aquel falleció, dice Palti, Elías José. Verdades y saberes del marxismo. FCE. Bs.As. 2005. Pág. 25, 51/54, 80.-
Hoy no existen dudas que la fenomenología de las sociedades posrevolucionarias cuestionan directamente el pensamiento marxista, el que sin embargo no ha tratado mayoritariamente de explicar por qué la promesa que anunciaba una nueva sociedad en realidad no hicieron más que reforzar la historia de crímenes y tormentos del sigo XX, no habiendo podido probar su cientificidad.- Hoy queda la sospecha de que su doctrina no es la sal de la tierra ni que los revolucionarios son un criterio de verdad, y que en vez de refutar con ira a quienes lo impugnan, más bien harían en meditar sobre las razones de esa sospecha.- Terán, Oscar. Una polémica postergada: la crisis del marxismo. Punto de Vista. Nº 19, Bs. As. diciembre 1983, Págs.19/21.-
Es lógico preguntarse como lo hace Jürgen Habermas: “ por cuanto tiempo una idea puede resistir contra la realidad?”
Los individuos que viven aquí y ahora tienen derechos que nos impiden sacrificarlos como peones en el gran juego de la historia y si aún dejáramos de lado esos derechos y nos limitáramos al mero cálculo utilitario, el sacrificio actual en aras de las futuras generaciones, sólo se justificaría si fuéramos capaces de conocer con certeza que ello implicaría el triunfo de una teoría que busca una sociedad más justa. Pero “Quizá la parte más desastrosa del legado del marxismo sea la soberbia intelectual implícita en el convencimiento de que se pueden conocer y predecir con seguridad los resultados de los conflictos diarios y utilizar este conocimiento para justificar las estrategias adoptadas en la lucha.” Los modernos revolucionarios no deben olvidar que “Marx se equivocó al no reconocer cuál excepcional era la sociedad que observaba. Mucho de lo que dijo puede haber sido una aproximación a la verdad para la época, pero al proyectarlo hacia atrás o hacia delante fue menos afortunado.” Elster, Jon. Una introducción a Karl Marx. Siglo XXI. México, 1992. Págs. 96/105 y 194/196.-Saludos.-
Y agrego, también es diferente lo que escribe Casullo que lo que escribe Forster. Es bastante diferente.
Contundente Daio. No creo que Balvanera tenga respuesta.
Sombra: yo también pienso que la idea de la revolución concluyó, en general y tal como la conocíamos. Por lo menos por ahora, porque no soy futurólogo, jamás me atrevería a hacer pronósticos de nada y el futuro me parece una incógnita, incluido el día de mañana, literalmente. Pero eso no quiere decir que coincida con Hilb, ni lo hacen Forster ni Casullo, en lo importante y fundamental, más allá de que se puede señalar un montón de coincidencias puntuales, que se puede tener con cualquiera, hasta con quien piensa exactamente opuesto a uno. Pero no me obligue, por favor, a encarar esto como un desafío, a ver si tengo respuesta o no, a ver si tengo o no la última palabra. No quiero entrar en semejante chiquitada, todo esto cansa mucho. Si quieren sentirse ganadores de cualquier manera y eso les va a hacer pasar un feliz domingo, bueno, no cuesta nada: ganaron. Con tal de no perder más tiempo al cuete les acepto cualquier cosa.
Balvanera:
No es cuestión de ganar o perder. Creo que en los debates todos debemos ganar, en cuanto podemos reafirmar algo, o conocer lo que ignorábamos, o darnos cuenta de que estabamos equivocado -lo que nos cuenta mucho-, etc.-
Uno por ahí abusa de las citas o los libros, lo hago creyendo que mientras más conozcamos mejor para todos y entiendo que estamos muy lejos de conocer lo que nos ocurrió en los 60/70, especialmente porque la «historia oficial», se ha limitado a una reivindicación acrítica de la militancia, para lo cual ha cometido entre otras burradas, cambiar el prólogo del «Nunca Más», un documento oficial. Eso es estalinismo puro, y lo describió bien Orwell en «1984». Por eso hay que aprovechar que cierto sector de la izquierda revolucionaria está contando lo que pasó, y consultar sus libros, no para juzgarla, sino para comprenderla y comprender lo que nos pasó.-
Sé que a muchos esto no les gusta, lo que quedó en evidencia con el debate originado por la carta de Oscar Del Barco, pero hay que hacer de tripas corazón.-
Saludos.-
2 cositas nomas porque no vale la pena gastar mucho en contestarle ni a un solo reaccionario (Narvaja, Balvanera).
1) Que increíble pensar que a 14 personas tan heterogéneas sin el mas mínimo antecedente de militancia política como bien dice Narvaja no se le encuentre otro motivo para protestar que fines políticos. Bien Narvaja por tu ausencia completa de autocrítica, bien Balvanera por defender a ultranza ese discurso político como si fuera algún tipo de explicación del conflicto. ¿De verdad se les ocurre que 14 personas estuvieron casi 60 días en la calle, unidos hasta el final, exigiendo el restablecimiento efectivo de sus puestos de trabajo por las razones que esgrime Narvaja?
2) Balvanera, por suerte mucha gente no cree lo que vos en cuanto a las revoluciones, caso contrario estaríamos juntando oro para la tumba del próximo Faraón. Y si de verdad sos amigo de Narvaja y no sólo un lacayo político, o amigo del poder, o defensor por conveniencia, pedile a tu «amigo» Narvaja, que se ponga los pantalones y, tras este barato discurso político, haga una verdadera autocrítica, que, aunque no la publique, no le va a venir mal tanto
por lo que le queda de vida a él como así para demostrarle a sus hijos y continuadores que, al menos, algo aprendió de todo esto.
PD: 14 empleados que de buenas a primeras decidieron hundir a Narvaja, de verdad, no se la cree ni el mas obtuso de los lectores. Por favor les pido, infórmense bien, total no cuesta tanto ahora que se saben victoriosos, porque demostraron, una vez mas, que el sistema está bien aceitadito, sobretodo para destruir a 14 infelices que no le pueden hacer daño a nadie.
Nada veo en lo que decís que me permita suponer que haya en eso que decís algo de cierto. Que vos lo digas no quiere decir que sea cierto. No sé por qué tendría que creerte y, por el contrario, que te pongas de esa manera a regalar adjetivos vuelve más desconfiable lo que decís. Como no estuve presente en los hechos, no puedo hablar por mí mismo, de modo que es tu palabra contra la de Narvaja. ¿A quién le creo? A Narvaja lo conozco bastante bien, como amigo, como compañero y hasta como patrón, con un montón de claroscuros, y a vos no te conozco pero sí conozco, por experiencia, el modo de actuar del MST. A Narvaja, con quien tuve muchas veces, y en cierto modo sigo teniendo, divergencias diversas y de diverso calibre, básicamente le creo lo que dice respecto de este conflicto, porque los motivos que tengo para creerle son muchos. Como son muchos los motivos que tengo para saber que alguien vinculado al MST va a tender a distorsionar todo, a resignificar cada cosa a piacere, a hacer de la verdad mentira y viceversa, a la medida de sus conveniencias políticas, y a justificar ideológicamente o con cualquier pretexto supuestamente “clasista” las peores canalladas, porque siempre los vi actuar así. Pero tengo además otra fuente: algunos trabajadores de Colihue pertenecientes a la inmensa mayoría que no quiso parar ni protestar y siguen trabajando en la empresa, y que me dijeron que respaldan a Narvaja, aunque le critican muchas cosas, y que sobre todo no quieren saber nada con sus ex compañeros, cuya actitud repudian completamente.
Esa de defender a los carneros es buenísima, ya estamos para el borda amigo.
Si no es cuestión de ganar o perder, a qué vino eso de «No creo que Balvanera tenga respuesta»., propio de quien celebra la jugada que supone que le dará la victoria. Qué tiene que ver esa actitud con afirmaciones tan saludables como Creo que en los debates todos debemos ganar, en cuanto podemos reafirmar algo, o conocer lo que ignorábamos, o darnos cuenta de que estabamos equivocados. Debería alegrarle que tuviera una respuesta, si fuera así. Ojalá sea cierto que es eso lo que usted busca. Tiendo a desconfiar, por supuesto, y me sobran los motivos, pero si hubiera aunque sea un poco de sinceridad en esa afirmación suya y si de verdad estuviera intentando eso, me alegraría.
Como tengo algunos años, en los 70 estuve muy cerca de los hechos y me pareció que después del triunfo del 73 había que apostar a apoyar al gobierno, dejando de lado la violencia, pero desde la izquierda y desde la derecha -en casi su totalidad del mismo pernonismo- destruyeron un proyecto democrático, porque no había existido proscripciones, que merecía mejor suerte.- Por eso rechazo toda violencia y trato de estudiar y difundir a quienes elaboran una historia honesta de esos años y soy crítico de las interpretaciones economicistas, por eso acudo a Forster, Casullo y especialmente a Hugo Vezzetti, muy poco citado éste último.- Creo que esto debemos estudiarlo como pasado, para evitar que no tengamos futuro, por más que perduran secuelas en muchos de los partícipes de esos años, lo que no podemos dejar de reconocer.-
Saludos.-
No puedo seguir el diálogo porque estamos en condiciones muy desiguales: a usted, evidentemente, le sobra el tiempo, y yo tengo muchas otras cosas de las que ocuparme, pero no puedo dejarle pasar esta: suponer que hay algo en común entre Vezzetti, por un lado, y Forster y Casullo, por el otro. Entiéndalo así si quiere, pero está claro que, precisamente, usted entiende lo que quiere entender.
No dije que Vezzetti tenía algo común con los otros dos, solamente que los tres -y muchos otros- eran estudiosos honestos. Creo que Vezzetti es más concreto, estudia desde la sociología, los otros dos son más bien filósofos.-
No es que me sobre el tiempo. Soy un pequeño abogado de provincia que debe trabajar hasta que Dios lo decida, puesto que nunca tuve empleo, ni estatal ni privado, ni tendré esa jubilación. Trabajo de mañana y de tarde, como tengo a mano en el estudio la computadora, picoteo de vez en cuando y tengo algunos miles de libros, textos en la computadora, trabajos publicados en un periódico local -Paraná- que me permiten acudir a fuentes rápidamente, y es lo que me gusta.-
Saludos.-
Depende a qué llame honesto. Y además, si se informara apenas un poco, sabría que Vezzetti es psicólogo.
Hasta siempre.
Balvanera:
Tengo los trabajos de Vezzetti aparecidos a partir de los 80 en «Punto de Vista», sobre psicología, aunque sus trabajos sobre los 60/70 se realizan desde el campo de la sociología política. Muchas cosas que se hicieron en esos tiempos eran locuras, de ahí que su especilididad le debe servir de algo.-
Adios.-
Un pelotudo importante este Es Así, no? Incluso ese nombre imperativo, doctrinario, intransigente… que de paredes se va a encontrar en la vida con esa tozudez. Lo lindo de todo esto, es que los peronistas lo somos toda la vida. A estos pibes se les pasa al año de dejar la facultad.
Jajaja. Por que no te vas a cagar infeliz. ¿Ustedes no son dogmáticos?, siguen las «enseñanzas» de un milico hermano, y me dicen a mi dogmático y que no tengo pensamiento propio. Las mismas paredes contra la que te encontrás vos también. No voy a la facultad flaco, tienen una muy mala información de lo que es un partido de izquierda; ojo no los tomemos por sorpresa como en Kraft, que se quedaron todos como boludos sin saber que pasaba.
¿Esa entrevista de pinino solanas a Perón no se llama «actualización doctrinaria»? jajaj, después me dicen a mi dogmático y doctrinario. Toda ideología tiene su doctrina. La diferencia es que la mía defiende la independecia de la clase trabajadora y su potencial revolucionario, la suya es furgón de cola de todos los proyectos burgueses «nacionales» e internacionales; la suya es la conciliación entre clases.
El peronismo como se lo conoce (el histórico, el del 45) solamente se puede dar en períodos de expansión económica; en períodos de excepcionalidad, de crecimiento económico mundial, apoyado por un crecimiento del trabajo industrial. Es por esto que el kirchnerismo pudo hasta ahora ser «peronista» y es por esto mismo que el menemismo fue neoliberal; en la posición de Menem, Perón hubiera hecho lo mismo.
El peronismo es pragmático, fluctua como el sistema.
Segundo, todas las interpretaciones posteriores sobre el peronismo que le han hecho los «peronistas» las han inventado: Jamás durante los primeros gobiernos el peronismo adhirió al revisionismo histórico (como luego del 55 todos los peronistas dieron por hecho), utilizó la historiografía mitrista, liberal y «antipatria». Jamás peleó contra la iglesia católica (el nicho más conservador de la sociedad argentina y principal sostén del sistema), todo lo contrario, implantó la enseñanza religiosa en las escuelas públicas, etc. Lo que ocurrió en el 55 con la quema de iglesias fue propio del manotazo de ahogado por que se veía derrotado por los golpistas oligarcas. Jamás fue «progresista», tuvo entre sus filas a la alianza libertadora nacionalista y a nazis confesos (lo que no infiere que Perón fuera nazi, esa es una crítica oligarca).
Perón mismo sintetizó su pensamiento en un discurso que dió en la bolsa de comercio; primero habló del rol del «sindicalismo peronista»: «Es un grave error
creer que el sindicalismo obrero es un perjuicio para el patrón. En manera alguna es así. Por el contrario, es la
forma de evitar que el patrón tenga que luchar con sus obreros». También en este discurso da un apoyo tácito a Franco: «Un cataclismo social en la República Argentina haría inútil cualquier posesión de bie-
nes, porque sabemos -y la experiencia de España es concluyente- que con ese cataclismo social los valores se
pierden totalmente y, en el mejor de los casos, lo que cambia pasa a otras manos que las que eran inicialmente
poseedoras». Aqui muestra como cuida los intereses de la «burguesía nacional» y le pone límites «razonables» a las luchas obreras: “Para evitar que las masas que han recibido la justicia social necesaria y lógica no vayan en sus
pretensiones más allá, el primer remedio es la organización de esas masas para que, formando organismos res-
ponsables, lógicos y racionales, bien dirigidos, no vayan tras la injusticia, porque el sentido común de la masa
orgánica termina por imponerse a las pretensiones exageradas de algunos de sus hombres”. Y por último, se confiesa lo que realmente fue Perón: «Se ha dicho, señores, que soy un enemigo de los capitales, y si ustedes observan lo que les
acabo de decir, no encontrarán ningún defensor, diríamos, más decidido que yo, porque sé que la defensa de
los intereses de los hombres de negocios, de los industriales, de los comerciantes, es la defensa misma del Estado», lo que además demuestra la tesis marxista de que el Estado es el representante de la clase dominante.
Sigan los dogmas y la doctrina de su general, pero sepan que siempre trabajó para la burguesía.
Es Así:
No es tan así como que “Jamás durante los primeros gobiernos el peronismo adhirió al revisionismo histórico (como luego del 55 todos los peronistas dieron por hecho), utilizó la historiografía mitrista, liberal y “antipatria”.
No interesa si Perón era o no revisionista. El peronismo era en su concepción un movimiento y definirse por alguna postura, aunque esta refiriere a los estudios históricos, implicaba dejar afuera al otro sector. Por eso Perón trató de no pronunciarse sobre los muertos ilustres y decía: “Bastante problemas tengo con los vivos para ocuparme además de las historias de los muertos”.-
A pesar de ellos los revisionistas, en gran parte, se identificarán con el peronismo y Rosas y Urquiza se introducirán en la política como antes no lo había sido, convirtiéndose el Congreso en el ámbito de resonancia de estas polémicas sobre el pasado, donde los revisionistas tratarán de lucirse, dirigidos especialmente por John William Cooke.-
Pero el revisionismo, y en eso tienes razón, nunca se convirtió en la “Historia Oficial” durante el periodo 1946/1955, y tuvo éxitos y fracasos en sus intentos. La resistencia peronista sí va a recepcionar más ampliamente la historia revisionista.-
Para los que les interesa profundizar, el tema está bien tratado en: “Los males de la memoria. Historia y política en la Argentina”, de Diana Quattrocchi Woisson. Emecé. Bs. As. 1998. Págs. 220/331.-
la asbtraccion trokista lo puede todo… del conflicto de colihue no decimos un choto, saltamos directamente a la revolucion intergalactica del super proletariado internacionalista…
estos giles saltan de la burbuja de los comics al troskismo…que lindo ser sectario freak, no?
Prefiero que me digan sectario que apoyar a un milico que dice lo que dijo en la bolsa de comercio en el 44.
Hace un par de días hice un comentario, no le falté el respeto a nadie, sólo era una visión del conflicto desde adentro del conflicto mismo. Nunca lo publicaron.
En algunos momentos, sobre todo los fines de semana, la moderación se demora un poco. El comentario ya está publicado.
Balvanera: Una persona que dice que le cree a otra por el sólo hecho de ser X persona, que se jacta de su ignorancia (cito textual: «Como no estuve presente en los hechos, no puedo hablar por mí mismo») y aun así no duda en calificar, poco merece mi atención. Pero te dejo un par de conceptos gratis, porque el resto del camino, si no lo hiciste a esta altura de tu vida, difícilmente lo puedas hacer de acá en mas, ergo, no gasto pólvora en chimangos. 1er concepto: No opinés de lo que no sabés, o al menos informate y luego opiná. Divulgar esta barbaridad porque conocés a quién te lo provee es opinar. 2do concepto: Nunca te metas en conversaciones ni discuciones que, por la diferencia de capacidades de los interlocutores, no puedas sostener. Cualquier ser humano con 2 dedos de frente entiende por donde pasa tu discurso, reaccionario, fascistoide.
No formo parte del MST, formo parte del conflicto, y hasta el 22 de diciembre trabajé en Colihue, ahora, evidentemente a balvanera le viene mejor creer que soy del MST para contestarme desde su mezquino conocimiento (generalizar del modo «todo X es Y» denota hasta para el mas obtuso de los lectores «incapacidad» para comprender, y se la dejo barata, porque, repito, hasta el mas obtuso de los lectores comprende de que calaña es balvanera) porque de otra manera tendría que poder sostener su opinión, fundamentarla con algo un poquitito mas conciso que «a X lo conozco y por eso le creo». Una opinión sin fundamento vale tanto como una moneda de 3 australes.
Me convenció, Rubén. Me arrepiento de mi discurso reaccionario y fascistoide.
Ahhhh, mejoraste un montón (IRONÍA), porque ya no sólo te dedicás a elegir la parte del contenido que te conviene para opinar sino que subís la apuesta y respondés con un recurso tan bajo, burdo y barato como la ironía, y no como parte en tu respuesta sino como un todo en la misma.
Lo bueno de todo esto es que quién te lee , y pueda o quiera entender, no necesita que te contesten para entender lo que sos. No te preocupás ni en hacer que el lector te tenga que leer entre líneas. Sos el claro exponente de que la edad por si sola no hace sabio ni respetable.
sr. balvanera
que poco conoce a narvaja.