Pesar por el fallecimiento del periodista Oscar Raúl Cardoso

Ayer por la tarde Oscar Raúl Cardoso no comementó ningún acontecimiento de aquellos que desvelan al mundo. Un breve artículo en la versión digital del diario Clarín saludó al periodista e informó que Cardoso ya no estaba entre nosotros.

Su extensa trayectoria y pluma impecable nos tenía acostumbrados a comprender la realidad geopolítica desde esa lateralidad propia de aquellos periodistas que brillan en las salas de redacción por su capacidad de analizar con datos precisos todo tipo de sucesos.

Este lunes escribió acerca del golpe militar en Honduras, sobre el que advirtió “una suerte de agujero negro histórico en el que la región no debe deslizarse”. De vez en cuando aparecía en televisión y se le notaba la gráfica en su tono despreocupado con la estética de los noticieros.

A continuación se reproduce una breve entrevista cedida al ciclo Nota al Pie, en la que Cardoso tuvo la gentileza de explicar los intereses políticos que fundaron el ataque israelí a la Franja de Gaza, a comienzos de este año.  Sólo un pretexto para escucharlo una vez mas, a modo de despedida.

Clickear aqui para escuchar el audio:

Pesar por el fallecimiento del periodista Oscar Raúl Cardoso

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Lic. en Cs. de la Comunicación. Especialista en Planificación y Gestión de la actividad periodistica (Fsoc. - UBA)

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6 comentarios en «Pesar por el fallecimiento del periodista Oscar Raúl Cardoso»

  1. Si quedaba un motivo para comprar Clarín (su columna de los sábados), acaba de morir. Era una isla. Como ejemplo, la nota que publicó una semana después de desatada la operación VENEZUELA por su propio diario, que le dedicó al episodio Techint y sus repercusiones las primeras 10 páginas de un sábado. Una semana después, el gordo explicaba cómo en todos los países del mundo existe potestad constitucional de «estatizar», sin la cual, por ejemplo, el estado no podría ni construir autopistas. Así de independiente DE VERDAD era este señor. Lo vamos a extrañar.

  2. Conocí al gordo en diciembre del 83, cuando por un accidente gravísimo en Barajas, nuestro avión fué desviado a Sevilla, desde donde, y después de interminables discusiones para recuperar nuestras valijas, abordamos un taxi junto a César Arias (quién iba a buscar a Isabelita para convencerla de que volviera a presenciar la asunción de Alfonsín) y de otro muchacho, para llegar a Madrid, cosa que hicimos después de 8 horas de viajar apretadísimos y a merced de un tachero andaluz borracho que nos cobró a razón de u$100 por barba.
    A las 4 de la mañana, ya entrando a Madrid, el gordo me pidió que le prestara esos u$100, jurándome que me los devolvería en 10 días en Buenos Aires.
    Nos encontramos muchas veces después, el gordo siempre morfando platos inmensos y últimamente muy desmejorado de su diabetes a la que no le daba bola y negando enfáticamente su deuda entre risotadas.
    Junto a Osiris Troiani, Cardoso debe haber sido el mejor analista de política internacional que tuvo el país.
    Un lujo de tipo.

  3. Ahora sí, se tapó la corneta definitivamente. Hace unos años cuando murió Jorge Gottling, el pasquín de la Noble quedó herido de muerte periodística. Hoy, con el adiós del Gordo Cardoso, Clarín no servirá ni para envolver batatas. Sólo para envenenar al país y darle de comer a unos (demasiados) hijos de perra.

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