Política agropecuaria

Es casi un lugar común mediático la frase: “el Gobierno no tiene política agropecuaria”.

Repasemos.

Durante el período 2003-2007 la sola decisión macroeconómica de sostener un tipo de cambio alto, con tasas de interés reales negativas, sirvió para que la actividad agropecuaria (Y más ampliamente la mayoría de las actividades productivas) vivieran un proceso de crecimiento constante. Podríamos hablar hasta aquí de reversión del proceso de valorización financiera, a favor de un modelo con anclaje en lo productivo (y exportador).

Colaboró en este cambio alguna que otra medida (no tomada específicamente en beneficio del sector agropecuario, es cierto), como el congelamiento de tarifas de servicios públicos, y el pisotón a los precios de los combustibles, en un contexto de alza internacional.

Mientras, el Estado terció (a través del accionar de los bancos oficiales) en la resolución de algunos “problemas hipotecarios o crediticios” de productores. El contexto fue favorable para el desarrollo de una actividad que se encontraba un poco deprimida: la producción de maquinaria agrícola.

Mientras tanto se suscribió el ya existente esquema de retenciones fijas significativamente más altas para la exportación de algunos commodities que empezaban a destacarse por sus buenos rendimientos.

El INTA vio multiplicado su presupuesto, y brindó asesoramiento a través de sus Estaciones experimentales a muchos productores. Influyó significativamente en decisiones sobre rotación de cultivos,  sobre optimización de los sistemas de riego artificial,  innovación tecnológica, ampliación de las fronteras agropecuarias sobre todo fuera de la zona núcleo. El Estado se cargó al hombro también la disputa con Monsanto sobre patentes.

 

A partir de 2007 se comienza a verificar, a partir de la indexación de la economía, una licuación de las ventajas competitivas emanadas del tipo de cambio alto. El aumento de costos internos no fue otra cosa que la demostración de que se asistía a un proceso de apreciación del tipo de cambio real, no revertido por la resistencia a convalidarlo ajustando el tipo de cambio nominal. Sin embargo, la actividad siguió siendo rentable, a juzgar por el comportamiento del precio de la tierra (que siguió avanzando pese al “desacople” operado por las retenciones altas).

A partir de este momento, comienza a hablarse en voz alta de la necesidad de un Plan Agropecuario Nacional. Sin embargo, los altos precios internacionales de los commodities suplieron las ventajas perdidas del tipo de cambio alto, incluso en 2008 (donde la apreciación cambiaria ya se sintió un poco más). Lo cual permitió patear para delante la intervención en decisiones de microeconomía.

 

Las intervenciones de la ONCCA en los mercados del trigo, el maiz, la leche y la carne redundan, según los análisis de los expertos, en un horizonte de menores cantidades producidas. ¿Cuál es el beneficio para el Gobierno, entonces, de promover estas resoluciones? Ninguno.

El tema es que varias de estas acciones están motivadas en la tensión generada entre el mercado de exportación y el mercado interno.

No se puede negar que algunos agentes de la cadena (en general con fuerte poder de mercado), avanzaron en el grado de conflictividad, promoviendo acciones que pudieron significar un acto de presión para el Gobierno.

Por ejemplo, subfacturando exportaciones, o suscribiendo operaciones de pase para emular mecanismos como el de “contado con liquidación” para fugar divisas o evitar liquidarlas en el mercado interno, pero principalmente (porque esto pudieron haberlo hecho también con productos cuyos mercados no están “intervenidos”) amenazando con el desabastecimiento del mercado interno.

 

El tema es que prolongar demasiado esta situación no le conviene a nadie. A nadie. Y no es una buena decisión, me parece, ni de uno ni de otro lado, especular con los resultados electorales de este año.

15 comentarios en «Política agropecuaria»

  1. Me gustó porque peina a contrapelo el discurso campero-opositor.

    Omix, ya mismo le organizamos un asado de desagravio al chivo en Sta. Fe… salen muchos de Capital y zona sur.

  2. Las intervenciones en los mercados tienen que ver con la filosofía ¿morenista?. Y es concentrar, hacerle ganar guita a intermediarios y multis(a costa de los productores) a cambio de poder resolver cosas en una mesa chica. «bajame la milanesa»,»mandale maíz a Analía», «etc, etc».
    Como el productor se da cuenta, y como las intervenciones son espasmódicas y no previsibles, le huye a los productos «de la mesa de los argentinos» como a la peste en la medidade sus posibilidades.
    Son exportaciones que se cierran y se abren, cupos secretos para las exportadoras, acuerdos de precio de compra máximos (con exportación a precio libre), etc, etc.
    Y eso qu te marco es solo uno de los defectos, no empezamos a hablar de las retenciones, ni de las políticas para evitar concenración en la tenencia de la tierra (que sería lo único verdaderamente porgresista en términos agropecuarios).
    Hoy la política tiene dos premisas: 1) maximizar la tasa de extracción 2) Ayudar en la lucha contra la inflación.
    Con eso no se va a conseguir paz social en el interior.

    1. Mariano T.: desde tu visión, entonces, ¿cuál sería el motivo de los vaivenes en estas acciones intervencionistas? Digo, varias de las resoluciones de ONCCA se derogaron o se corrigieron.
      Te lo pregunto en serio, sin chicanas. Respeto tu conocimiento del tema.
      Un saludo.

  3. La verdad no se. Para que te voy a engañar. Es importante detectar la lógica detrás de cada medida para anticiparse.
    Hoy la exportación del trigo esta cerrada, el precio baja y no hay compradores (los exportadores no compran, y los molinos hacen la plancha para que baje). La brecha con el precio internacional(menos retenciones) esta aumentando.
    La exportación de enlatados de carne sigue restringida. Eso hace que una vaca flaca (que por la seca abundan y es lo que el ganadero vende para alimentar al resto) en consecuencia vale 150 $.
    La verdad no se entiende, y podemos anticipar que con el maíz va a pasar lo mismo.
    Al final la soja lo único que tiene son retenciones, pero el mercado es libre. El productor prefiere eso.

    1. Perdón, Mariano T.
      Pero me parece que el hecho de que las vacas flacas estén vendiéndose a $150 tiene que ver con la coyuntura de la sequía.
      Por más que la pudiesen exportar enlatada, no le pagarían ni un peso más a un productor desesperado por vender.
      Saludos

      1. Con la demanda restringida es así. Si la exportación fuera libre, habría competencia por la compra. Con el novillo exportación pasaba lo mismo, pero la oferta se ajustó a la demanda (casi nula) y por eso bajó el peso promedio de faena (el novillo de exportación es el más pesado que acá no se consume mucho)

    1. Siempre hay una ecuación riesgo-ganancia. Los más osados aumentan las dos, los más conservadores bajan las dos. En la Argentina conocimos pocos de los segundos. Acá vienen de afuera los arriesgados a hacer plata rápido, como a Africa, Venezuela, Iraq, etc
      Los más onsercadores, que se conforman con menos, van a otros países, incluyendo 3 o 4 de America atina.
      Pero eso no tiene que ver con el post.

  4. es cuestión de ayudarse con el archivo de algún diario [sugiero La Nación], una busqueda avanzada con palabras clave como «campo», «paro agropecuario», «política agropecuaria», en el período de tiempo que marcas. Te saltan una seguidilla de artículos con medidas del gobierno [o intentos], objeciones de los representantes del campo, medidas de fuerza, levantamiento de la medida. Cada vez que el gobierno intentó intervenir con sintonía fina, se opusieron. No quedó otra que el garrote morenista.

  5. «El INTA vio multiplicado su presupuesto, y brindó asesoramiento a través de sus Estaciones experimentales a muchos productores. Influyó significativamente en decisiones sobre rotación de cultivos, sobre optimización de los sistemas de riego artificial, innovación tecnológica, ampliación de las fronteras agropecuarias sobre todo fuera de la zona núcleo.»

    Sobre estas afirmaciones tengo algunas preguntas:
    ¿Es politica de este gobierno?
    ¿lo podés cuantificar?
    ¿tenés algunos datos del SENASA?

    1. Sopa:
      por supuesto que un incremento de presupuesto que para el 2008 multiplicó por 7 el de 2002 se necesita una decisión política firme. La decisión original de mejorar la participación presupuestaria del INTA se tomó durante el Gobierno de Duhalde, y fue reafirmada y acentuada durante cada uno de los años del Gobierno de Kirchner, y el actual. Hay que darse una vuelta por la página del INTA para ver en cuántos programas y planes participa o mantiene. Cuantificar la eficiencia es un poco más difícil. Por ejemplo, el asesoramiento a productores catamarqueños acerca de la necesidad de aumentar las áreas sembradas, puntualizando la conveniencia o no de aplicar sistemas de riego por goteo o por aspersión, cómo se cuantifica? Un caso que se puede ver es el crecimiento de la cantidad de Estaciones experimentales funcionando, el avance en la confección de mapas de suelos, y el crecimiento de la producción en las áreas asesoradas (aunque esto depende de muchos factores, algunos de los cuales tienen más peso propio que la labor del INTA).
      Sobre SENASA no vi nada, la verdad.
      Saludos

      1. El INTA viene trabajando bien desde hace muchos años, la multiplicación por 7 del presupuesto, sabiendo de tu optimismo acerca de nuestro gobierno lo voy a dejar en duda.
        Sobre el SENASA recuerdo como por falta de presupuesto montón de controles se hacían por teléfono!!!
        Cuando me hago un poco de tiempo te cuento mi impresión sobre la falta de politica agropecuaria o si preferís fracaso de la política agropecuaria.

  6. Mariano, creo que el gobierno tiene política agropecuaria, es incompleta, mala o las dos. Yo diría que es mala porque es incompleta.
    Comenzado por donde se inicia la historia reciente, 20001-2002 creo que la referencia a la devaluación-pesificación de Duhalde-Remes-De MEndiguren, es ineludible. Si esto hoy nop estaríamos ni siquiere discutiendo sobre política agropecauria.
    Después vino Néstor quien con la cosa más tranquila, el campo en mejores condiciones (+ingresos -deudas) no supo, pudo o quizo hacer una buena política agropecuaria.
    Digo esto porque no resolvió ni sentó las bases para resolver los problemas fundamentales del agro argentino (no solo el de la pampa húmeda) 1º) falta de capital y 2º) falta de tecnología.
    Entonces los precios internacionales altos, el tipo de cambio alto y el gas-oil «barato» fueron bloqueados, por las retenciones, la falta de créditos (creo que lo de la tasa de interés negativa no se aplica), los precios «sugeridos» y «acordados», el cierre de exportaciones total o parcial y otras yerbas. A la vez faltaron y faltan inversiones en infraestructura, trenes (Belgrano Cargas), riego, caminos.
    POr supuesto que en esto, hay ganadores claros, soja por ej., perdedores claros ganaderos y otros sectores que la van remando y sobreviven, mucho depende del lugar del país donde estén, del tamaño de la explotación.
    Además están el desprecio y la soberbia que mostró el gobierno con la actividad durante el conflicto por la 125 y las revanchas después del voto de Cleto, aportan par adecir que la política es mala.
    Respecto del INTA creo que si mejoró la cosa, sin dudas el aporte de guita del gobierno ayudó a eso, pero además en el INTA hay gente muy competente.
    Respecto del aporet del gobierno para resolución de los problemas crediticios del sector el grueso se hizo con Duhalde, si esto gobierno o el anterior hiceron algo fue muy poco. Los créditos son pocos y cuando vas a pedir no están, los rechazan por boludeces.
    saludos

    1. Agustincho: una sola cosita.
      Con tasas de interés negativas me refiero a las que ofrecen los bancos para plazos fijos en dólares, y (aunque un poco menos) en pesos. Esta tasa de referencia marca el ritmo de la «bicicleta».
      Creo que esas tasas negativas pudieron mantenerse hasta hoy, salvo en los momentos de episodios de amague de corridita en que tendieron a subir (las tasas en pesos).
      Si bien el crédito de largo plazo pudo ser escaso y caro por falta de fondeo de largo plazo de los bancos, hubo una tendencia bastante fuerte a la reinversión de utilidades, y esto sí redundó en ampliación de la base productiva (entodos los sectores, también el agropecuario).
      Un abrazo

      1. Se agradedc la explicación de las tasas, yo creía que tasas negativas eran las activas contra la inflación.
        Coincido parcialmente con lo de la reinversión de las utilidades, ya que creo que no se dió en todas las actividades agropecuarias a la vez ni por el mismo lapso atento a las distitnas rentabilidades. Algunas perdieron plata directamente.
        Quizás si el gobierno implementara retenciones que acompañen la suba y baja de los precios, paritendo de alícuotas más bajas que las actuales y pudiera segmentar por zona de origen de los productos, se podría recuperar parte de las utilidades. Si no se puede creo que las alícuotas tendría que estar fijadas para que el productor más chico y de zona marginal gane. El gobierno perdería guita, los de la zona núcleo ganarían más pero los eternos marginados de la agricultura argentina ganarían.
        Me fuí de tema.
        saludos

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