Servicios públicos: el subsidio y el lobby

Publicado originalmente acá

El motivo remoto

Según la teoría, las cantidades demandadas por los potenciales consumidores de un producto tenderán a aumentar a medida que el precio disminuya, y viceversa.
De modo inverso, las cantidades ofrecidas por los productores tenderán a aumentar si el precio también lo hace.
Así, a partir de la tensión generada entre la demanda y la oferta, las cantidades ofrecida y demandada alcanzan un hipotético punto de equilibrio a determinado precio, si se cumplen las condiciones de mercado denominadas como competencia perfecta.

Sin embargo, existen ciertas restricciones que hacen que la competencia perfecta sea un tanto esquiva en la realidad. La teoría identifica algunos casos, agrupándolos bajo el tendencioso nombre fallas de mercado. Una de estas fallas de mercado es la que se conoce como monopolio natural. Es el caso de aquella actividad en que la oferta sólo puede ser provista por un único actor, sin competencia alguna. El caso paradigmático es el del servicio público (luz, gas, agua). Sería un derroche inmenso de recursos que existieran varias redes de distribución ofrecidas por diversas empresas que compitieran entre sí por los clientes. Del mismo modo que tampoco sería rentable para estas empresas invertir en la red de distribución de energía eléctrica, por ejemplo, teniendo una baja densidad de clientes por kilómetro de red. Por este motivo, fundamentalmente, suele decidirse que exista sólo un proveedor para cada uno de estos servicios.


El vicio en el monopolio natural

Ahora bien, el monopolio natural se caracteriza, entre otras cosas, por propiciarle al único oferente la ventaja de poder colocar cualquier precio. La disminución de las cantidades demandadas nunca será absoluta. De manera que, a cualquier nivel de precio, el producto se seguirá demandando. De este modo, resulta más económicamente eficaz para el oferente, bajar el nivel de inversión y ofertar pocas cantidades a precio exorbitante.

Para evitar esta desviación es que, los estados regulan este mercado, en general fijando precios.


La microeconomía en la empresa

La eficiencia de una unidad de producción también tiene una forma de medirse en la teoría.
Las variables que se toman en cuenta son dos tipos de costo: el costo marginal (es decir, lo que le cuesta a la empresa generar una unidad adicional de producto), y el costo medio.
En determinadas cantidades y a determinado precio las curvas que describen ambos costos se intersecan. Ese es el punto de equilibrio que determina que la empresa opera al máximo de eficiencia, es decir, maximizando beneficios, tanto para el productor como para el consumidor.

No me lo va a creer, pero la teoría prevé que el punto de equilibrio que mencionábamos antes, el que vincula oferta y demanda, y éste que vincula costo medio y costo marginal, coinciden. Es decir, el precio y las cantidades de producto ofrecidas que maximizan la eficiencia de la empresa, coinciden con los precios y cantidades demandadas, en funcionamiento óptimo del mercado.

Así es que, en el caso de los monopolios naturales, el Estado debería intervenir en el mercado, fijando precio al nivel de eficiencia, según la teoría (que es el punto en que ambas curvas se cruzan).

Los servicios públicos y los subsidios

En algunos casos, como en Argentina estos años, el Estado decide, para incentivar la actividad económica, fijar los precios por debajo del punto de equilibrio. Y compensar a las empresas con subsidios hasta cubrir el valor del costo medio.

A la contabilidad de la empresa esta situación, aparentemente, le sería neutra. Sin embargo, no es así.

Con un precio neto, pagado por el consumidor, menor al de eficiencia, la demanda del producto se estimula. Es decir, los consumidores, ya que no les sale tan caro en proporción con otros bienes consumir estos servicios, los demandan en mayores cantidades.

Para proveer a esa mayor demanda, la empresa comienza a operar a un nivel en el que el costo marginal le resulta demasiado alto.

 

Para las cantidades que se encuentran a la izquierda del punto de equilibrio (donde ambas curvas se cruzan), la empresa opera con costo marginal menor al costo medio (lo que le genera un excedente favorable). Para las cantidades que se encuentran a la derecha, el costo marginal es mayor al costo medio (y el excedente es favorable al consumidor).

 El lobby energético

En este contexto, y para “cuidar la energía de los argentinos”, varias voces

(entre ellas las de ex – ineficientes Secretarios de Energía) se pronuncian a favor de dar mejores “señales de precio” a los fines de mejorar los niveles de inversión en materia energética.

Proponen estos señores que aumenten los precios al consumidor de servicios como la luz, el gas, y también los combustibles, para que, con esas “señales de precio” positivas las empresas se pongan a invertir más. Lógicamente, así, el Estado dejaría de subsidiarlas con sus impuestos, señora (esta es la pata “progresista” del argumento).

Sin embargo, el ajuste que las empresas a través de sus lobbystas reclaman, ¿es por precio? No, es por cantidades. Necesitan que el precio neto al consumidor le sea mayor para que ajuste su consumo. Es decir demande menos, es decir le permita a la empresa operar al nivel de eficiencia que marca la teoría, en el que invertir no le resulte tan caro.

 

O sea, lo que piden los lobbystas es que se les permita a las empresas destinar una proporción más baja de sus utilidades a la inversión. “Las señales de precio”, entonces, no son para invertir más, sino para invertir menos. Para que la contabilidad de la empresa se vea beneficiada con el registro de actividades tan provechosas para los argentinos como la remesa de utilidades a sus países de origen, por ejemplo, o a algún paraíso fiscal, desde donde se pueda invertir en fondos de inversión que especulan en el mercado hipotecario estadounidense[1] .

 

[1] esta última línea la escribí hace un año, ¿habrá cambiado la situación?

 


 

 

11 comentarios en «Servicios públicos: el subsidio y el lobby»

  1. Como siempre, electrizante, Mariano. Me dejó en un estado de alta tensión. la corriente del post alterna entre la teoría y la práctica de tal modo que cierra perfectamente el circuito.
    Hay que ejercer una firme resistencia, sin temer a la sobrecarga militante de las redes que desde aquí se conectan.
    Estos textos generan inducción, son magnéticos, y transmiten energía positiva.
    Trataré, en la medida de mis posibildades, de transmitirlo, esperando ser un buen conductor.
    Salud y Resistencia !

    1. Udi, escuchame una cosa: me hice seguidor de tu blog, y resulta que no me lo estás actualizando.
      Me voy a borrar…
      Gracias por leer y comentar.
      Un abrazo.

  2. Es poco probable que una persona consumo menos energia, mas alla de los ahorros como lo pueden ser usar lamparas de bajo consumo.
    La gente no consume menos energia, de hecho, la tendencia siempre va a ser en aumento (compara los aparatos electronicos que tenias hace 10 años atras con los que tenes ahora).
    Si aumentan los precios, la gente hace el ajuste por otro lado. Va menos al cine, menos al restaurant, etc. Pero dificilmente pueda soportar consumir menos energía.
    En el caso de una empresa, consumir menos energía significa producir menos. La relacion es directa.
    No creo realmente que las empresas energéticas apunten por ese lado.

    Es una contradicción del modelo economico K. Ofrece energia muy barata para fomentar el consumo y el crecimiento, pero por otra parte, desincentiva la inversión energética privada, teniendo el Estado que hacerse cargo de esa inversión.
    Los resultados estan a la vista. 2 pequeñas centrales termoelectricas y la promesa de tener atucha en el 2010 son las unicas inversiones importantes que se han realizado en los ultimos 6 años. Y lo peor de todo, que no hay proyecciones de inversión a futuro al respecto.
    Muchos piensas que el tema energetico ha sido solucionado porque no esta mas en tapa de Clarin, sin embargo, dista mucho de serlo. Si no tuvimos apuros en el 2008 es porque el gobierno esta comprando energía eléctrica a los paises vecinos. El año pasado, tuvimos RECORD de importación de energía eléctrica (y eso que no cuento el gas de Bolivia).
    Para tener una idea de como esta la situación energética del pais, recomiendo entrar a la pagina de cammesa y bajarse los informes anuales, con data muy pero muy interesante.

    http://portalweb.cammesa.com/Pages/Informes/Informes.aspx

  3. Esteban: la tendencia de crecimiento permanente en el consumo de energía es innegable, pero puede ser más o menos pronunciada. Los precios altos frenan el crecimiento, así como los precios bajos lo estimulan. Más allá de que la demanda de energía (si nos centramos en energía eléctrica) no sea de lo más elástica, es claro que un aumento de 200% en la tarifa obliga a restringir el consumo (apagando los aires acondicionados, por ejemplo).

    Voy a ver los datos de CAMMESA. Tenía entendido que la importación del año pasado fue del 1 y pico % de la demanda (menos de la mitad de 2007), y que en 2008 se exportó casi lo mismo que se importó.
    Hay siempre este tipo de vaivenes computables en los datos de comercio exterior debido a la estacionalidad de la demanda y de la capacidad de generación (evidente la diferencia en los caudales de los ríos, por ejemplo, en distintos momentos del año). Hay países con características complementarias. Por ejemplo, Argentina le pide a Brasil en febrero y marzo, y le devuelve en octubre y noviembre.
    Gracias por comentar.
    Un abrazo.

  4. Mariano:

    Suponiendo que en la Argentina, como afirmás, el Estado esté compensando a las empresas con subsidios HASTA cubrir el valor del costo medio (desconozco si esto es exactamente así), de tu propio análisis se desprende que el subsidio implica un exceso de demanda -efecto buscado- que debe ser satisfecha a un costo marginal mayor -que suele ser creciente-. Por lo tanto, en tal caso, un aumento de tarifas no necesariamente implica lo que señalás en tu conclusión: que sea así o no dependerá de su magnitud y su distribución según origen de la demanda. En otras palabras, podrá implicar llevar la demanda a un terreno de menor costo marginal (si no se llega al punto de equilibrio), al costo medio (si llega) o a lo que vos indicás (si lo supera).

    El costo marginal, por otra parte, cuando se está cerca del máximo de capacidad de generación, aumenta hasta el infinito. Es el caso argentino. Una prueba de eso es el fueloil, el gasoil o el GNL importado en estos dos últimos años, a precios 2 a 5 veces superiores a los del mercado interno, las mayores importaciones de gas natural a precio semi-internacional, etc. En este tipo de situaciones, algo hay que hacer. Lo más justo sería una combinación de reajustes paulatinos de tarifas a los sectores más pudientes con asignaciones específicas de fondos para invertir en lo que no se invirtió en todos estos años. Se puede sujetar a concretar esas inversiones el que se mantenga cierto nivel de tarifas dentro del marco de las concesiones.

    No entráré a calificar ni a ex ni a actual(es) secretario(s) de energía. Pero resulta evidente que no se ha planificado y en los últimos años no se corrigió esta situación, más bien se la agravó. Tampoco se actuó para tender a mejorar el perfil de la matriz energética, basada en más de un 80% en hidrocarburos; las reservas cayeron y la producción también, esto también es innegable y no suena muy coherente. A su vez, agregar la producción de una unidad de energía no térmica suele tener un costo marginal mayor, pero se debe abordar inexorablemente, tanto por efecto del cambio climático como por el hecho de que el petróleo volverá a aumentar muchísimo en los próximos años. Siquiera planificar algo en este sentido ha estado claramente ausente.

    La inequidad del subsidio generalizado también es evidente; no es lo mismo una familia pobre que una rica, etc. A eso debe agregarse que ese subsidio suele limitarse, en la práctica, al GBA, casualmente donde se toman los datos para la inflación. Hace tiempo que todo el interior paga tarifas eléctricas o de gasoil, por ejemplo, mucho más altas. El efecto secundario de eso es que el interior subsidie por omisión al GBA, tanto a través de impuestos como a través de menores costos reales para realizar en el GBA cualquier actividad productiva en la que la energía sea un costo central, lo cual ayuda a aumentar el desequilibrio territorial. Y esto sin mencionar a los que usan autos gasoleros (por efecto del cracking de petróleo, la cantidad de gasoil es limitada; la Argentina tiene la mayor proporción de vehículos a gasoil de toda la región; debe importar, mucho más caro, lo que le falta; en general, en otros países se trata de limitar el gasoil a lo productivo).

    Por último, en el informe de los ex secretarios, no se sujeta todo a ajustes de tarifas, amén de que se agrega el concepto de tarifa social -que en parte este gobierno ya aplica-. Basta ver que propenden a que se creen fondos específicos -auditables- «para cooperar con externalidades que no puedan ser financiadas únicamente por tarifas».

    La energía debe concebirse integralmente. Se debe actuar sobre la eficiencia del consumo, la eficiencia del transporte, y la generación (eficiente y crecientemente diversificada). Cualquier discusión centrada sólo en tarifas que no vea esto integralmente me parece que es ver una parte apenas del problema.

  5. EduaA: la verdad muy buen comentario como para darle una respuesta a la misma altura.
    En algunos posteos anteriores aquí discutimos algunas de las cosas a las que hacés referencia. Si tenés tiempo y ganas, podés pegarles una ojeada y ver qué te parece.

    Una cosa sobre la primera objeción.
    Mi opinión es que la única forma en que las «señales de precio incentiven la inversión» es con cantidades demandadas que alcancen, como máximo, el punto en que costo marginal y costo medio coinciden. Si el aumento de tarifas es menor a eso, no cumple con el objetivo antes mencionado.
    Lo mismo vale para la tarifa social: alguien la paga. Es incompatible con las «señales de precio que incentivan la inversión».
    Yo quiero tarifa social, pagada por las empresas con la guita que no pueden remesar a sus países de origen.

    Un comentario que vale también para Esteban. Se puede incluir en el análisis a las distribuidoras de energía eléctrica y no sólo a las generadoras. Para éstas también los costos marginales se vuelven carísimos con demanda creciendo como en este período. De hecho, las redes de distribución tuvieron más problemas que las generadoras para abastecer la demanda.

    Y quiero aclarar lo de los ex-secretarios de energía. Tenés razón: no soy quien para juzgar su eficiencia o no. Pero, describen una situación energética tan caótica, sin reparar en que la «foto» energética siempre (no hay que ser especialista para saberlo) es resultado de lo hecho en los últimos 30 años, que indirectamente ellos mismos se califican de ineficientes.

    Muchas gracias por el enriquecimiento que genera tu comentario.
    Saludos

  6. no se si es tan asi…en los paises desarrollados es comun gravar el despilfarro de energia…

    en europa,la nafta es mucho mas cara q en USA por ejemplo…con eso logran desinsentivar el uso de automoviles…

    en alemania las empresas energeticas q usan procesos renovables (energia eolica por ej.) reciben grandes desgravamenes impositivos…

    en california,los q compran autos ecologicos…tambien tienen beneficios impositivos.

    en canada,las casas no vienen equipadas con bidet…zarparse en el uso de agua corriente…te puede salir muy caro…

    en un pais donde los porteros limpian la vereda a «manguerazo» limpio…lo de canada,suena a ciencia ficcion masomenos…

    el post viene a cuento por la mentada «vuelta del estado» q algunos defienden del kirchnerismo…por las causas q el post explica muy bien,estos ultimos años era el estado quien regulaba las tarifas energeticas…(o sea,el nestor y sus amigotes) entonces uno se pregunta,por q hasta hace unos meses los q vivian en barrio norte o puerto madero pagaban en concepto de tarifa eletrica,proporcionalmente,lo mismo q un habitante de jose c paz o berazategui??? (afortunadamente se «avivaron» hace poco…y dieron aumentos selectivos a los barrios mas pudientes).

    otro tanto para hablar del gas…mientras el kirchnerismo subsidiaba alegremente el gas natural para las clases medias y altas q son en su mayoria los q tienen red…los argentinos,en su mayoria pobres,q usan garrafa…pagaban precios exorbitantes por una garrafa q apenas les duraba una semana (año 2005…la garrafa llego a costar 36 pesos…epoca en q el gas natural no superaba los 25 pesos por bimestre)…y asi un monton de ejemplos.

    (ahhh…cuando bajo la administracion kirchnerista,se «logro» q los bolivianos nos aumentaran el gas q importamos,toda la progresia argentina aplaudio a rabiar…quien termino pagando ese aumento???…los usuarios de gas licuado…o sea los q usan garrafas…o sea los pobres…d locos¡¡¡¡…jajaja,la verdad q me rio para no llorar)

    (sigo…como si esto fuera poco,los bolivianos le venden a lula el gas a menor precio…y bue,todo sea por la hermandad latinoamericana)

    pero eso si,mas de uno se llena la boca hablando de la «redistribucion del ingreso» del modelo k…y bue,asi son las cosas en este pais…(el «modelo k» debe ser el unico modelo del mundo,donde cuando «redistribuyen»…los pobres se hacen mas pobres todavia¡¡¡…este pais parece un sketch de los tres chiflados la verdad)

    uno no pide q los pobres paguen lo mismo q los ricos para q las empresas inviertan…uno pide por lo menos,q los ricos no paguen como los pobres¡¡¡…es mucho pedir???

    ahhh los lobbys???…seguro q son cipayos del imperio asi q no se «calienten» (q hay q ahorrar energia che)

  7. Leandro: todos los ejemplos que ponés de lo que hacen países del 1º Mundo reafirman lo que expresé en la entrada. Ahora, ¿son esas cuestiones deseables para países del 3º con ganas de desarrollarse? Vamos a crecer eliminando los bidets?
    En esos países existe un sobreconsumo de energía que multiplica varias veces el del resto del planeta y pone en riesgo la sustentabilidad del mismo.
    Por supuesto, si nosotros ponemos la nafta barata para incentivar el uso de automóviles (que aún así sigue siendo 200 veces inferior al de todos esos países) somos unos derrochadores irracionales que no incentivamos la inversión (o en realidad no la desincentivamos, no sé, a esta altura me confundo).

    Y finalmente, la chicana por el tema de los lobbies de la última línea, me parece que no me la merezco. Creo que en mis entradas demuestro que no siento mucho apego por el dogmatismo, más allá de algún que otro exceso que pueda tener.
    Ahora, si vos lo que me querés decir es que Montamat, por ejemplo, o Guadagni, no guían su discurso de acuerdo a motivaciones políticas o comerciales dejame decirte que estamos muy en desacuerdo. Tienen el derecho a hacerlo, no lo niego. Es fundamental que todos hagamos política y defendamos un ideario. Lo que no hay que hacer es escudarse en el saber técnico para falsificar las motivaciones profundas.
    Gracias por comentar. Un abrazo

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