Martes 26, noche avanzada en la Taberna Baska de la calle Chile. Una pareja cena allí, luego de asistir a la charla de Norberto Galasso en el ND Ateneo en el marco del curso sobre «América Latina Unida». La charla pasa sobre la claridad y el compromiso del director del curso, y de los otros expositores, cuando ingresa el Diputado Nacional Miguel Bonasso con acompañantes.
Rato después, nuestro comensal se cruza en el baño con Bonasso. El lugar sagrado es ideal para un breve intercambio entre dos personas que no se conocen personalmente. Y el intercambio se produce…
Comensal: No afloje, diputado…
Bonasso: Vió?. Los hicimos transpirar con la 125, y ahora les hicimos lo mismo con Aerolíneas.
Comensal (sorprendido): No, yo le decía que no afloje en la defensa de la democracia…
Bonasso (también sorprendido e incómodo): Ah, si si, por supuesto…
Telón…
¿Vale preguntarse que pasó? ¿Bonasso se acordó de Moreno y su incidente en el Laurak Bat, y quiso evitarse algo parecido, quizás evaluando que su interlocutor tenía un «physique du rol» campestre?.
¿Bonasso es un militante kirchnerista que además escribe en Crítica? ¿O es un periodista de Lanata, que además trabaja de diputado?
CarpeDiem: Excelente la anécdota y el cuestionamiento. Yo voté a Bonasso y pude haber tenido el mismo intercambio. Menos mal que con todo, votó la 125. Creo que (por ahora)la pregunta final se responde con: las dos cosas. Pero está en un equilibrio delicado, espero que «caiga» para el lado bueno.
La anécdota tiene un sabor agridulce. Si algo nos dice es que el autismo de la «mesa chica» es tan cerrado que se aliena hasta lo impensable.