Soy progre y kirchnerista y existo (o de la importancia de los discursos, además de los actos)

oy miembro de una especie particular: el kirchnerismo de centroizquierda/progre no peronista. Tal vez seamos menos que antes, pero existimos. Así que, arrogándome una representación que nadie me ha otorgado, por pura prepotencia de posteo, voy con algunas precisiones para propios y ajenos, para propios en esto y ajenos en aquello, sobre ese difuso espacio al que pertenezco.

En tanto que progres/ centroizquierdistas, nos importan los discursos. Los hechos también, por supuesto, pero los discursos, en tanto que progres, ocuparán siempre un lugar importante para nosotros. Somos progres raros, progres cansados, y cito una excelente frase largada por Bob Row en este blog, de la «inoperancia testimonialista de cuño pequeñoburgués», pero progres al fin. Y como buenos progres, los discursos nos importan mucho.

El kirchnerismo tiene un discurso de centroizquierda. No sólo discurso, por supuesto (no voy a entrar ahora en la discusión sobre los hechos; remito al interesado a las 200 razones para votar al kirchnerismo de Rob Rufino que han circulado por todas partes), pero discurso también. Y los discursos forman un sistema con las acciones, las limitan, construyen un horizonte de expectativas.

El progresismo no kirchnerista se divide en dos: los puros y los prolijos. Los puros rechazan al kirchnerismo porque no tienen la perfección de izquierda que ellos tendrían si gobernasen, pero son tres y medio. Los prolijos (que son quienes se consideran de centroizquierda y les gusta Binner, por ejemplo), cometieron el pecado mortal para el progre: renegaron del discurso. Abandonaron los discursos calientes que tanto nos gustan a los progres, y se convencieron de que se pueden hacer cambios en voz baja. Los puros siempre se pueden corromper, je, pero los prolijos se enamoraron del consenso y la moderación y de ahí no creo que se vuelva.

Nuestro amor al discurso también condiciona nuestras acciones dentro del kirchnerismo; por eso, amigos peronistas kirchneristas, no seguiríamos jamás a Scioli para presidente. Los argumentos que nos quieren dar para votarlo eventualmente a él implican lo mismo que los argumentos para votarlo a Binner: pasar más allá del discurso. Dejar de lado la ausencia absoluta de identificación de Scioli con cualquier izquierda, dejar de lado el extremismo en la moderación de Binner, que juega cada vez más para el mantenimiento del statu quo (retenciones cero por 6 meses, por el amor de Dios). Los de nosotros que viven en provincia votarán y convencerán de votar por Kirchner-Scioli, pero una cosa es un diputado y otra un presidente. Sabemos que el kirchnerismo no peronista pesa menos que el kirchnerismo peronista (somos progres pero no delirantes), pero sentimos que este proyecto también es el nuestro y que, en tanto que parte de la izquierda no peronista que lo sigue apoyando, somos parte de su identidad. No apoyaríamos un gobierno de un peronismo más de derecha, porque pensamos que eso debilitaría las chances del peronismo de izquierda de volver a las riendas del PJ (¿complicado? Y bueno, ya aclaré que somos progres).

Nos somos puros, no somos (la boca se me haga un lado) prolijos. No somos peronistas, somos antigorilas. Somos progres y kirchneristas. Somos progresistas negros.

Acerca de Comandante Cansado

Uno con esquizofrenia virtual (acá hablo de política y en El teclado excéntrico de poesía).

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22 comentarios en «Soy progre y kirchnerista y existo (o de la importancia de los discursos, además de los actos)»

  1. Comandante Cansado:
    los peronistas necesitamos a muchos como Ud para no caer en la tentación de volvernos oligarcas.

  2. Me preocupa la division y subdivision.En esta calesita hay caballitos rojos y caballitos celestes(purospor izquierda) y prolijos (centristas)y no vaya a ser que los negros se crean los mas blancos…

  3. Clarísimo. Sobre por lo de la adhesión «al discurso». Signos, símbologos, palabras, singnificantes, significados, referentes. Testimonios del apoyo encarnado en la semiología.

  4. Todo bien, me gustó su post, pero recuerde que decir siempre es un hacer. Porque siempre hay una práctica, aún una omisión representa una acción. Así que su discurso compañero, resulta en una práctica y en una construcción política. Me gustaron sus palabras pero no se olvide de eso. Bienvenidas sean posturas como la suya. Mis respetos.

    1. Ladislao: por supuesto. Recién en mi blog (no pongo el link porque MEC me pega :) )le respondía a Bob Row, que me hacía un comentario parecido al suyo. Discurso y acción conforman una dinámica. Sólo quise recuperar para el discurso la parte que le corresonde, no elevarle una estatua. Así que estamos de acuerdo. Y muchas gracias por su elogioso y elegante comentario. Mis respetos también.

    2. Y para que vea cuánto acuerdo le cito el primer punto del Decálogo del Progresista Negro (sobre todo la última frase):

      «1. De las peores intenciones pueden salir buenas cosas. Las razones “verdaderas” u ocultas de legisladores y gobernantes para impulsar tal o cual medida no tienen la menor importancia; lo único que importa son las medidas en sí.»

  5. q complejo se volvio todo…

    en el 2003-2004 todo era mas claro…se englobaban en el «campo progresista»…y ahi entraban todos…nestor,cris,curto,rudy ulloa,urquia,parrilli,bonasso,kunkel,cristobal lopez,anibal y alberto fernandez,sabatella,victoria donda,ibarra,telermann,scioli,d’elia etc etc etc…pino y lozano eran «adherentes»…(y hasta grobocopatel tenia un lugarcito).

    y ahora???…»progres puros» «progres impuros» «progres prolijos» «progres anti k» «progres pro k» «progres pequeños burgueses» «progres colgados de la palmera» «progres de centro» etc etc etc…

    y si…los problemas de fijarse mas en el «discurso» q en los «hechos»…y bue…

    P.D: la verdad q haber hecho de scioli (ex delfin menemista) un importante elemento del «progresismo» vernaculo…es toda una proeza…

    1. ¿Leandro, usted tiene TOC (trastorno obsesivo compulsivo)? Por los puntos suspensivos, digo… Si es así, todo bien, suerte con el tratamiento. Si no es el caso, tómese el trabajo de escribir mínimamente claro si quiere que lo tomen en serio. Claro que si la idea es simplemente trollear, siga adelante entonces que va muy bien.

  6. Me siento identificado en aquello de progresismo negro, aunque odio la palabra progresista….
    ¿por qué odio esa palabra? Porque si se toman los discursos progres podemos afirmar que De Narvaez, Solá, Duhalde, Binner, Ibarra, etc, etc, etc tienen discursos progres…entonces?

    1. Entiendo, Marcos H. Para eso sirven los adjetivos, para diferenciar. Lo de «progresismo negro» surgió en la blogósfera luego de que D’Elia hablara mal del «progresismo blanco». Ya hay algo en su génesis jocoso y humorístico, por eso me gusta. Lo que pasa es que en estos tiempos de crisis neoliberal es de buen tino simpatizar con la izquierda y lo progre, lo cual da como resultado algunos de los adefesios que usted menciona. Pero no se preocupe que ser de izquierda ya va a volver a ser grasa. Todo pasa.

  7. Mi»kirchnerismo»-que señala el Comandante-podria ser circunstancial para enfrentar a una oposicion tan dura,pero sera siempre critico.Sin embargo Solanas me parece mas coherente con mi tendencia.

  8. no comparto que se use el discurso del Perón de los ’50 contra la oligarquía del campo y se deje pasar la megaminería con el veto a la ley de glaciares, el uso de agrotóxicos, las petroleras que se llevan nuestras riquezas y dejan destrucción, contaminación, hambre, cáncer y muchas comisiones para algunos pocos.

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