Trigo, pobres y la coherencia de De Gennaro

La baja (segmentación) o la mera eliminación de las retenciones al trigo es una aspiración de toda la oposición, sin mirar la pizarra de los granos en el mercado internacional esta medida puede ser pensada como un aliciente a la producción, cuando empezamos a mirar los precios vemos la realidad: una fenomenal transferencia de dinero a un sector de ya por si beneficiado por las políticas oficiales y el mercado internacional.

Nos cuenta el diario La República de Uruguay: “El trigo ha aumentado su cotización en las últimas semanas. La cotización en Chicago sumó 37% de suba”, Terra México: “el trigo en su mayor nivel en dos años” el diario ABC de Madrid lo aclara con fechas, el Trigo tuvo “un repunte de un 80% desde mediados de junio, la mayor crecida en cerca de cuarenta años”. El grupo Aaahhh no dice nada de estos precios.

¿Cuánto golpeará en los precios esa rebaja o eliminación de las retenciones? Nadie de la oposición lo dice, ¿Cuánto representa en transferencia constante y sonante en guita del estado a uno de los sectores que han tenido el mayor beneficio en estos últimos años? ¿Quién recibió un aumento en el orden del 80 % en dólares este último año? ¿Cómo incidirá en la pobreza? Tampoco lo hablan.

Enojadísimo y de gira por Rosario Victor De Gennaro promocionó su campaña electoral en la CTA, diciendo que “en Argentina hay 13, 15, 18 millones de pobres”, en paralelo con la UCA, enojados por el matrimonio igualitario y demostrando la seriedad que tienen los estudios de su amigo Claudio Lozano sobre economía. Como si la diferencia de 5 millones de pobres fuera nada.

Sin titubear y casi con el mismo tono del personaje de Hasta Cuando de Capusotto deslizó: Ojalá haya un cambio de gobierno… el año próximo.

Los deseos del Tano en consonancia con las editoriales desesperadas de La Nación impulsadas por Morales Solá, Mariano Grondona y Carlos Pagni entre otros, dejan una mala espina, como sino supiéramos que conceptos de redistribución de la riqueza tienen estos personeros del horror.

La teoría del cuanto peor mejor que esgrime el sector de la CTA financiado por la Federación Agraria Argentina, está acompañado por el sueño delirante que alguien que no tiene representación territorial, barrial (excepto el revolucionario barrio de Palermo), y con poca inserción gremial como Pino Solanas pueda llegar a ser presidente.

Como no tienen nada, cualquiera suma, por eso gritan 82 % junto con Stolbizer aquella que levantó las dos manos cuando desde la “progresista” presidencia de De La Ruina y gracias al pedido del FMI rebajaron las jubilaciones en un 13 % y mantenían clavada la minima en 150 U$S.

Si la seriedad del grupo Aahhh pasa por eliminar o bajar retenciones de una mercancía que subió un 80 % en dólares, me imagino cuales son los sueños de redistribución de la renta que lo anima al amigazo de Buzzi.

Nadie esta diciendo que la incorporación de 2 millones y medio de jubilados al sistema, que la incorporación al sistema mediante la AUH de casi 4 millones de pibes y la entrega de 3 millones de netbooks a estudiantes y que la desocupación en uno de los mínimos de nuestra historia y el crecimiento espectacular del país sea suficiente. Pero desandar este camino es uno de los deseos de Biolcatti que muy bien lo delineó en su discurso de la rural, deseo que comparte Victor De Generado (y esto no es un error de tipeo)

Si verdaderamente el Tano estuviera preocupado por los jubilados y la pobreza, la CTA hoy mismo lanzaría una campaña nacional por retenciones móviles al trigo y no achique de las mismas como solicitan sus socios políticos y sus financistas, lo que le costaría salir un poco menos en televisión y ponerse a militar seriamente, cosa que dudo que quiera.

Un comentario en «Trigo, pobres y la coherencia de De Gennaro»

  1. Si el «Tano» estuviera preocupado por lo que tiene que preocuparse, ser el representante de los laburantes de la CTA, le hubiera hecho un paro nacional al gobierno por el misero aumento para estatales, o por la personería gremial a la CTA, o montones de cosas más. El problema es que el «tano» es un burocratón (no muy distinto de moyano) que tiene una visión muy parecida a la tuya.

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