“La novela El puntero atrasa” (Margarita Stolbizer)

Margarita Stolbizer es candidata a gobernadora por tercera vez en la provincia de Buenos Aires y se queja de que las encuestadoras nunca la han tenido en cuenta. Critica al gobernador Daniel Scioli porque “sus propuestas principales son en materia de seguridad”. “Es una forma facilista de esconder la responsabilidad de los funcionarios en no haber llevado adelante otro tipo de políticas”, opina, y lo iguala al candidato opositor Francisco de Narváez. La titular del GEN vive en Morón, al oeste del Conurbano, y asegura que la novela televisiva El puntero atrasa. A Sabbatella lo ve entrampado en el armado kirchernista y, a nivel nacional, acompaña la candidatura de Hermes Binner y le dedica críticas y elogios a Cristina Fernández.
Mañana presentará en Capital, junto a Binner, a los candidatos bonaerenses del GEN que integra el Frente Amplio Progresista. “Ahora el desafío es sacar más votos, ir por más. La oferta de los candidatos es muy repetida, Scioli y De Narváez no son diferentes. El otro candidato es Eduardo Amadeo, de Eduardo Duhalde, que tampoco es tan diferente. Esta elección nos va a permitir presentar una opción progresista para la provincia, que necesita un cambio. Hace muchos años que está gobernada por el mismo partido, y las otras opciones son muy parecidas a la que ya está”, define.
–¿En qué aspectos tiene que haber cambios?
–En que siempre se pone el carro adelante del caballo. Que las principales propuestas sean en materia de seguridad muestra una forma facilista de esconder la responsabilidad que los funcionarios tienen en no haber llevado adelante otro tipo de políticas. Hoy tenemos problemas graves de violencia e inseguridad y eso tiene que ver con la proliferación de la droga que no supieron frenar. Pero eso no se frena persiguiendo al pequeño consumidor, sino teniendo una política eficaz y de inteligencia respecto a las grandes organizaciones del delito complejo. En la provincia hay una cosa muy repetida por Scioli y De Narváez, que es la persecución penal de los niños que cometen delitos. Un niño que comete un delito en la provincia es un niño víctima de un sistema político y social que lo expulsó. Primero fue expulsado de la escuela, que ha tenido un deterioro enorme en todos estos años desde la reforma del duhaldismo, que hace que la provincia de Buenos Aires tenga la tasa de deserción más alta del todo el país, muy lejos de la media. El chico que abandona la escuela es el adolescente. Y el gobernador sale muy fresco de cuerpo diciendo que manden presos a los chicos de 14 años. Es una forma facilista y simplista de no hacerse cargo de los problemas que hay que resolver antes de que el chico abandone la escuela y no después.
–¿Y en materia de salud?
–El problema de la salud en la provincia es grave, sobre todo por el estado de los hospitales que dependen de la provincia de Buenos Aires, donde el conflicto más grave pasa por lo que sufren los propios profesionales y personas que trabajan en ellos, en condiciones terribles de precariedad y con malas condiciones de empleo. Al analizar por qué la gente recurre a un hospital y qué enfermedades hay, se ve que en nuestra provincia existen terribles problemas de contaminación ambiental. Siendo una provincia que tiene tanta cantidad de dinero, tanto el Estado y los privados, vinculados con el campo, no han sabido distribuir nada. La muestra más patética de esa distribución de la riqueza es que en la provincia más rica hay gente que sigue tomando agua contaminada, no tiene agua potable, ni cloacas. No hay buenas condiciones de vida medioambientales para que la gente no se enferme. Eso lo sé porque vivo en el Conurbano, no necesito que mis asesores me cuenten qué pasa en la provincia. Los cambios que proponemos son desde una perspectiva progresista.
–Sabbatella también se presenta como una opción electoral progresista.
–Según como se lo mire. Se ha desnaturalizado su proyecto político, ha perdido entidad, porque terminó en una posición muy incómoda, ya que no le permiten presentar una lista a diputados propia y tampoco le dejan incorporar su gente a la lista del kirch-erismo. Termina en una situación terriblemente confusa al poner un candidato casi testimonial en la lista armada entre Cristina y Scioli, donde entra todo ese paquete del que él mismo no quería formar parte. Esto evidencia las contradicciones del armado de Sabbatella. Uno no puede tener un discurso y después terminar formando parte y aceptando todo. Construyó una imagen de sí mismo sobre la base de una gestión transparente en el municipio de Morón, pero termina entregando todas esas banderas en la convalidación de un proyecto que hoy no tiene transparencia. Se desarticula políticamente su discurso y su fuerza al ir a competir en estas condiciones.
–¿Y cómo cree que puede llegar a horadar el voto peronista que aportan los municipios?
–La última elección en el Conurbano terminó con gran parte de lo que se llaman barones. Hay a veces una visión peyorativa. La novela El puntero atrasa. Hubo una época en que el puntero cumplió un rol social en la comunidad, que ayudaba a quienes lo necesitaban. En la última elección muchos de esos viejos caciques fueron arrasados por nuevas figuras, como Francisco Gutiérrez en Quilmes o Darío Díaz Pérez en Lanús. Cuando el cambio está presente y la gente encuentra con quién hacerlo, lo hace. <

Acerca de Nicolás Tereschuk (Escriba)

"Escriba" es Nicolás Tereschuk. Politólogo (UBA), Maestría en Sociologìa Económica (IDAES-UNSAM). Me interesa la política y la forma en que la política moldea lo económico (¿o era al revés?).

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