Cómo rinde el salario en distintos países

03-06-1100:00
Claudio Zlotnik periodista
Una misma canasta de alimentos que en la Argentina vale 96,70 pesos, en Brasil cuesta un 20% más cara y en Estados Unidos esa diferencia se extiende al 30 por ciento. En tanto, en Santiago de Chile y en Madrid tiene valores similares que en Buenos Aires, mientras que el lugar más caro de todos es Australia: allí los mismos productos se consiguen por el equivalente a 177 pesos. El Distrito Federal de México aparece como el lugar más barato. La cesta vale 80,23 pesos argentinos, un 17% más económico que en Buenos Aires. De todos modos, el tablero cambia cuando se comparan la cantidad de horas que debe trabajar un operario industrial en cada uno de esos países para adquirir la misma canasta alimentaria.
La evolución de los precios y el poder adquisitivo forman parte de un debate caliente en la Argentina, que convive con una inflación anual en torno al 20/25 por ciento y negociaciones paritarias que cierran tomando en cuenta esos guarismos. En este contexto, la polémica se extiende a la competitividad de la economía ya que, mientras los precios y salarios suben a aquél ritmo, el tipo de cambio apenas se mueve.
Una de las conclusiones que puede sacarse del relevamiento por distintos supermercados del mundo es que, al menos en un grupo de alimentos de la mesa familiar, el poder adquisitivo de los trabajadores industriales va por delante del que poseen varios países de la región.
Pero que corre bien por detrás del mundo desarrollado a pesar de la prolongada crisis que aqueja a países como España, Italia y los Estados Unidos.
La lista de las compras elaborada por El Cronista está conformada por 12 artículos que se consiguen en los supermercados de la Argentina, Brasil, Estados Unidos, España, Australia, Italia, México, Chile y Uruguay. Los precios se consultaron a través de Internet en los sitios web de las distintas cadenas.
La canasta incluye los siguientes alimentos: arroz largo; azúcar blanca; frasco de Nescafé Clásico; huevos; fideos spaghetti; sal fina; leche entera larga vida; leche descremada con calcio; yogurt; Coca Cola Zero o Light; Coca Cola regular y pan lacteado. En total son 12 productos y en todos los casos se respetaron las mismas presentaciones. Por ejemplo, las comparaciones se efectuaron sobre una docena de huevos, un kilo de azúcar; 500 gramos de sal y medio kilo de fideos secos spaguetti.
A propósito se excluyeron de la nómina las frutas, verduras y carne ya que se trata de productos que presentan una gran volatilidad de sus precios y podía distorsionar las conclusiones.
La primera conclusión del relevamiento es que para un turista conviene más comprar alimentos en México, Argentina, Chile y España, en ese orden, que en los Estados Unidos o el resto de Europa. Aquellos son los países donde el dinero rinde más al momento de pasear con el changuito por las góndolas. Para realizar la selección se tomaron en cuenta primeras marcas y dentro de éstas las presentaciones más económicas. Se desecharon las marcas propias de los supermercados y las ofertas con el fin de evitar falsas conclusiones.
Para poder sacar una conclusión más general sobre precios y poder adquisitivo, El Cronista calculó cuántas horas de trabajo demanda comprar una misma canasta de alimentos en los países arriba aludidos. Para saber el salario promedio industrial en cada lugar se tomó como referencia al último informe de la “División Internacional de Comparaciones Laborales” del Departamento de Trabajo de los Estados Unidos, salvo para los casos de Chile y Uruguay, donde se acudió a información oficial local. La investigación, publicada el último 11 de marzo, contiene datos hasta el año 2009, por lo cual podría haber diferencias si se realizara una actualización. Sin embargo, esa fue la única manera de homogeneizar la información entre todos los países evaluados.
La primera conclusión que salta a la vista es que un operario industrial argentino debe trabajar menos que sus colegas de América Latina, con excepción de su par en Chile. En cambio, los trabajadores europeos, los estadounidenses y los australianos deben permanecer menos en sus puestos laborales para hacer las compras en el súper.
Los númerosCon un salario por hora de bolsillo de 6,96 dólares, un obrero industrial argentino debe destinar 3,37 horas para adquirir la canasta de alimentos seleccionada por El Cronista. Su colega mexicano debe trabajar 4,95 horas para comprar los mismos productos en su país. En Brasil, un operario paulista debe pasar en su puesto 6,4 horas y en Uruguay, 6,65 horas. Ocurre que los brasileños no sólo ganan menos que los argentinos, 6,96 contra 4,45 dólares por hora a favor de estos últimos.
Por el contrario, a los obreros industriales chilenos les va mejor que a sus pares argentinos. Su poder de compra es un 17% mejor. Requieren 2,86 horas para adquirir la cesta de 12 alimentos.
Mejor les va a los trabajadores industriales de los países desarrollados.
El mejor poder adquisitivo se ve en los Estados Unidos. Para comprar la canasta de alimentos, los operarios industriales estadounidenses deben invertir apenas 1,33 hora de trabajo. Les siguen los españoles, con 1,62 hora. A éstos los australianos, con 1,77 hora. Y finalmente los italianos, con 1,83 hora.
Es decir, el poder de compra de los norteamericanos supera en dos veces y media la de los obreros argentinos. Y la de los australianos, españoles e italianos prácticamente lo duplica. De todas formas, y valga nuevamente la salvedad, como los datos de retribuciones horarias corresponden a 2009, hay chances de que el poder de compra de los argentinos haya mejorado frente a los demás ya que en el país se han otorgado mejoras salariales superiores al 20% el año pasado y hay que tener en cuenta que en el valor de la canasta ya está incluido el impacto de la inflación.
Otras conclusionesEn la lista de las compras aparece con claridad que algunos productos básicos se consiguen más baratos en otros países. El arroz es uno de esos casos. Cuesta la mitad en países como España y Chile, que tienen un poder de compra superior al argentino, pero también en Uruguay y México, cuyos trabajadores ganan menos que acá. El arroz sólo es más caro en Italia.
Ocurre lo contrario con el paquete de azúcar, donde se consigue más barato que en otros lados salvo en Brasil, un país productor.
También es llamativo lo que ocurre con la leche, uno de los productos que más aumentaron en la Argentina en el último año y medio. De hecho, en países con mayor poder adquisitivo como España, Australia y Chile se consigue el cartón más barato. En Brasil, el litro de leche tiene un valor similar y en Estados Unidos vale apenas un 20% más caro.
Algo parecido sucede con los fideos secos, donde Italia, Chile y Australia tienen valores más bajos.
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Acerca de Nicolás Tereschuk (Escriba)

"Escriba" es Nicolás Tereschuk. Politólogo (UBA), Maestría en Sociologìa Económica (IDAES-UNSAM). Me interesa la política y la forma en que la política moldea lo económico (¿o era al revés?).

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3 comentarios en «Cómo rinde el salario en distintos países»

  1. Estaría mejor si hubieran puesto el detalle completo del informe, pero está muy bueno el relevamiento. En especial para aquéllos que les gusta alabar las cualidades del vecino carioca.

  2. En brasil existe una cadena de supermercados del estado llamada Sacolao para la venta de verduras y frutas donde el kilogramo de lo que sea, sale 1 real y monedas. Este artículo se olvidó de tan importantedetalle.

    1. Es cierto, Leandro, pero más que una cadena de supermercados estatal el Sacolao es una modalidad de comercialización, en la que el Estado, generalmente cada municipio, le asigna un espacio para que una vez por semana, los propios productores vendan ahí su producción. Ahí trabajan el padre, la madre, algunos de los chicos, y la parte principal del sacolao está constituido por dos caballetes y un tablón sobre el que exponen papas, cebollas, ajos, sandías zanahorias, naranjas, etc, y todo cuesta chirolas, no importa qué producto. Nosotros íbamos al sacolao de cada ciudad que visitamos durante varios años. Si alguna fruta u hortaliza por su naturaleza no se podía vender a los precios de la papa (p.e. cerezas (acerola)), se vendía aparte, a otro precio. Pero el grueso de la mercadería salía por chirolas, y vos llenabas la sacola con lo que se te cantaba. A la salida te pesaban la sacola (por lo general 30-50 kgs.), pagabas y santas pascuas. Con éso, y la variedad de productos que podías incluir, morfaba una familia entera durante la semana.

      Lo único que pone el Estado es el espacio físico (galpones viejos en desuso, espacio frente a la igreja, plazas, etc.) y la autorización para funcionar UN DÍA (fijo) POR SEMANA. los caballetes, tablones y balanzas lo traen los propios quinteros, que venden SIN INTERMEDIARIOS parásitos lo que producen. Y todos contentos. Los compradores, por los precios ridículos a los que acceden a la mercadería, y los quinteros, porque a esos precios aún así cobran 10 veces lo que les pagan los supermercados, tan delincuentes como aquí.

      Esta idea es una MUY BUENA IDEA para tirar a las autoridades, que a veces tienen que negociar con Don Corleone para establecer reglas de juego que nunca cumplen.

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