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Fernando Gonzalez Director Periodístico fgonzalez@cronista.com
Fiel a su estilo, la Presidenta ha elegido en este momento de definiciones electorales no aflojar la presión sobre quienes considera sus adversarios. Acaba de alumbrar una legislación bursátil dirigida especialmente a aumentar la intervención del Estado en las empresas que cuentan con directores que le responden. Y, aunque no está en la letra del reglamento de la nueva ley de Oferta Pública, muchos funcionarios admiten que la demorada decisión de avanzar contra el directorio del Grupo Clarín es una idea que sigue revoloteando en la cabeza de Cristina.
Si lo concreta finalmente o no es algo que depende en gran medida del resultado electoral del 11 de agosto, donde se tendrá una primera aproximación de la fortaleza política con la que el Gobierno va a transitar los dos años y medio próximos de mandato. La posibilidad de una elección favorable para el kirchnerismo será una pésima noticia para el multimedios al que eligió como contrincante, temor que comparten las 37 empresas donde el Estado tiene directores con poder renovado.
Es cierto que hay gobernadores, dirigentes y hasta funcionarios kirchneristas que no comparten la idea de la Presidenta. Pero es improbable que alguno de ellos le llegue a plantear la cuestión alguna vez. Twittear
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Fernando Gonzalez Director Periodístico fgonzalez@cronista.com
Fiel a su estilo, la Presidenta ha elegido en este momento de definiciones electorales no aflojar la presión sobre quienes considera sus adversarios. Acaba de alumbrar una legislación bursátil dirigida especialmente a aumentar la intervención del Estado en las empresas que cuentan con directores que le responden. Y, aunque no está en la letra del reglamento de la nueva ley de Oferta Pública, muchos funcionarios admiten que la demorada decisión de avanzar contra el directorio del Grupo Clarín es una idea que sigue revoloteando en la cabeza de Cristina.
Si lo concreta finalmente o no es algo que depende en gran medida del resultado electoral del 11 de agosto, donde se tendrá una primera aproximación de la fortaleza política con la que el Gobierno va a transitar los dos años y medio próximos de mandato. La posibilidad de una elección favorable para el kirchnerismo será una pésima noticia para el multimedios al que eligió como contrincante, temor que comparten las 37 empresas donde el Estado tiene directores con poder renovado.
Es cierto que hay gobernadores, dirigentes y hasta funcionarios kirchneristas que no comparten la idea de la Presidenta. Pero es improbable que alguno de ellos le llegue a plantear la cuestión alguna vez. Twittear
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