En un año, Bogotá estrenará 108 kilómetros de bicicarriles

La apuesta de la Administración Distrital es aumentar en un 27 por ciento los corredores para que biciusuarios se transporten por Bogotá. A comienzos del 2016, la ciudad deberá contar con 108 kilómetros adicionales de bicicarriles, que reforzarán los 398 ya existentes.
En marzo de este año comenzarán las obras de 17 tramos principales de bicicarriles, que, según estiman las proyecciones del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), deberán ejecutarse en doce meses. Los otros 81 kilómetros se construirán en cortas intervenciones, en 19 localidades.
De los principales, el más extenso se hará en Teusaquillo. Serán 5,45 kilómetros, que rodearán el canal del río Arzobispo y conectarán a las ciclorrutas de la carrera 30 y la carrera 13. Uno de los brazos irá por la carrera 45 y tomará la diagonal 36 bis, que conectará al oriente con la carrera 13.
Otra de las conexiones importantes en el sector será en la calle 48 desde la carrera 30 hasta la carrera 26, donde tomará la transversal 25 hasta conectar con el tramo ya existente de la diagonal 42A. Allí se podrá seguir hasta la carrera 13 o girar al sur por la diagonal 36 bis.
El segundo tramo más largo se ejecutará en Kennedy. Un corredor será de 2 kilómetros, por la calle 26 sur entre la avenida Primero de Mayo y la carrera 80, que hará parte de las redes ambientales peatonales seguras (Raps). Y el otro, de 1,83 kilómetros, se construirá sobre toda la carrera 78K desde la calle 3.ª, cruzando por la 41 sur, hasta la transversal 78 sur. Ambos bicicarriles conectarán a esta zona con las ciclorrutas de la calle 80.
Estas obras las realizará el consorcio Santa María 2014, que tendrá a su cargo la ejecución de 15.673 millones de pesos.
También serán los responsables de la construcción de casi un kilómetro por la calle 29A sur entre la autopista Sur y la avenida Primero de Mayo, y por la carrera 39 en el sector del canal del río Fucha.
Otro grupo de obras, que fueron adjudicadas a la unión temporal Alianza Bici, se harán en las localidades de Usaquén, Chapinero, Fontibón, Engativá, Barrios Unidos y Suba.
Una de las más importantes será el tramo por la calle 147, donde se logrará conectar la ciclorruta de la autopista Norte con la de la carrera 19 y la de la carrera 9.ª. Serán 3 kilómetros que ayudarán a conectar a las personas que vienen de las estaciones de TransMilenio con los barrios más cercanos al nororiente de la ciudad.
Cuestionan impacto
Vecinos de barrios como Cedro Golf que usan la calle 147 a diario y viven las congestiones de las horas pico para poder llegar a la carrera 7.ª, a la avenida 19 o a la carrera 15 temen que, con un carril menos, los trancones empeoren.
Es el mismo temor que expresaron varios conductores de carro particular y de servicio público cuando se implementó el carril segregado para bicicletas en la carrera 50, hace más de un año.
Por ejemplo, por medio de Facebook, el usuario Mauricio Lobo manifestó que “en esta oportunidad, considero que se cometió un error inmenso. La carrera 50 tradicionalmente es una vía muy congestionada; y si adicionalmente se le quita un carril, se convierte en una vía completamente intransitable”.
No obstante, la movilidad en la vía no empeoró y en su lugar se logró un incremento de biciusuarios.
Este tipo de medidas han generado rechazo en algunos sectores, a veces desproporcionado. Basta con recordar la vandalización de la infraestructura construida frente al parque Mundo Aventura. Dos semanas después de su inauguración, las columnas plásticas que separan el carril para bicicletas del vehicular aparecieron recortadas con segueta.
¿Responde a lo que los ciclistas necesitan?
En un especial de EL TIEMPO sobre los 40 años de la ciclovía, representantes de diferentes colectivos de la bicicleta explicaron que una de las mayores falencias es la falta de conectividad para llegar al centro. Esto sucede, por ejemplo, en la calle 26 frente a la Universidad Nacional, donde desaparece la ciclorruta, y en la carrera 7.ª desde la calle 24 hasta la 28.
Aunque estos tramos no están incluidos en las obras que empezarán en marzo, las nuevas licitaciones contemplan otras entradas al centro.
Serán tres tramos: uno por la carrera 7.ª con 13, otro por la carrera 4.ª entre calles 26 y 13, y uno más por la 7.ª con carrera 2.ª.
Para Andrés Vergara, fundador del ‘Ciclopaseo de los miércoles’, estas conexiones mejoran la vida del ciclista, pero dice que ojalá se tratara de corredores más extensos. “Ojalá se tuvieran en cuenta algunas necesidades, como el ingreso al centro, o tramos como el de la carrera 19 con 128, o el ingreso por el sur, pues la ciclorruta de la carrera 10.ª llega hasta la calle 6.ª”, agrega.
En esto coincide Alexánder Espinosa, de ‘Mejor en bici’, para quien es clave conectar los bicicarriles. Sin embargo, cree que sigue sin resolverse la continuidad de la ciclorruta de la 26 al oriente y la de la avenida Boyacá desde Titán Plaza hasta la calle 78.
Espinosa también dice que podrían incluirse otros puntos, como la avenida Rojas.
BOGOTÁ
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Acerca de Napule

es Antonio Cicioni, politólogo y agnotólogo, hincha de Platense y adicto en recuperación a la pizza porteña.

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