Por Nicolas Fiorentino
Pese a los millonarios incentivos estatales, ninguna de las principales petroleras privadas logró revertir en los ultimos cinco años la baja en sus niveles de producción. En algunos casos, las curvas de descenso se remontan hasta 2003. Ni siquiera YPF escapa a esta lógica: de 2003 a 2011, durante la gestión Repsol, cayó un 43% la producción de petróleo y 37% la de gas. Recién con la reestatización esta debacle empezó, lentamente, a frenarse.
Si bien el Gobierno nacional busca que YPF sea la punta de lanza de un plan para alcanzar a mediano plazo el autoabastecimiento energético, la petrolera de bandera representa el 37% del mercado del petróleo y el 25,3% del gas. De hecho, se intentó, a partir de diversos programas, incentivar la producción: ni Petróleo Plus ni el más nuevo Plan Gas 1, que prevé un pago de U$S7,5 por millón de BTU excedente sobre lo previsto y al que adhirieron las nueve principales empresas productoras del insumo básico del sistema energético nacional, lograron torcer el declive en la producción.
Según un relevamiento de la Secretaría de Energía, la producción de petróleo cayó 28% en la última década, de 42.957.054m3 en 2003 a 31.327.729m3 en 2013. En gas, pasó de 50.947.741.000m3 a 41.708.684.000m3, una baja en la extracción del 19%. Ambos productos golpean directamente las arcas públicas y el bolsillo del consumidor: afectan el nivel de divisas por ingreso de retenciones y el gasto en importación de gas para abastecer el tendido energético, además del precio de los combustibles, entre otros factores.
Como informara BAE Negocios, Pluspetrol (de la familia Poli) y Tecpetrol (del holding Techint) bajaron su producción de gas a menos de la mitad desde 2004; Pan American Energy (PAE), tuvo una caída del 25% en el mismo período; Total Austral S.A. (firma local de la multinacional francesa),la principal productora de gas del país, logró mantenerse en niveles similares (e incluso con crecimiento en algunos períodos, a contramano del resto) hasta 2011. De ese año hasta el cierre del año pasado, su producción pasó de 13.674.191.000m3 a 12.329.312.000m3, una caída del 10% en apenas dos años.
La necesidad de mejorar la performance en la producción de gas para frenar la sangría de dólares por importación de este insumo derivó en que los ministerios de Economía y de Planificación Federal anunciaran la versión del Plan Gas 1 para PyMes del sector energético: según informaron, se destinarán U$S 700 millones hasta 2017 para incentivar el aumento en la producción de gas a empresas que actualmente produzcan menos de 3,5 millones de m3 diarios.
En el mercado del petróleo, aparecen más actores con francas caídas en el período 2009-2013. Chevron, la multinacional norteamericana y socia de YPF en Vaca Muerta, redujo su producción un 45%; la china Sinopec, que a fines de 2010 compró la filial argentina de Occidental Petroleum (Oxy), cayó 5% en el mismo período; Petrobras bajó su producción un 17% en los últimos cuatro años. También se repiten empresas productoras de gas, que mantienen la misma tendencia en baja, como PAE (15%) o Tecpetrol (25%).
YPF, EN ALZA
La gestión de Miguel Galuccio en YPF, no sólo bendecida por el oficialismo sino con el visto bueno de buena parte de la oposición, está de a poco logrando dar vuelta la pronunciada curva de caída en la producción que dejó Repsol hasta la expropiación. La petrolera de control estatal aumentó en 2013 un 3% su producción de petróleo y un 2% la de petróleo con respecto al año anterior.
Pese a los millonarios incentivos estatales, ninguna de las principales petroleras privadas logró revertir en los ultimos cinco años la baja en sus niveles de producción. En algunos casos, las curvas de descenso se remontan hasta 2003. Ni siquiera YPF escapa a esta lógica: de 2003 a 2011, durante la gestión Repsol, cayó un 43% la producción de petróleo y 37% la de gas. Recién con la reestatización esta debacle empezó, lentamente, a frenarse.
Si bien el Gobierno nacional busca que YPF sea la punta de lanza de un plan para alcanzar a mediano plazo el autoabastecimiento energético, la petrolera de bandera representa el 37% del mercado del petróleo y el 25,3% del gas. De hecho, se intentó, a partir de diversos programas, incentivar la producción: ni Petróleo Plus ni el más nuevo Plan Gas 1, que prevé un pago de U$S7,5 por millón de BTU excedente sobre lo previsto y al que adhirieron las nueve principales empresas productoras del insumo básico del sistema energético nacional, lograron torcer el declive en la producción.
Según un relevamiento de la Secretaría de Energía, la producción de petróleo cayó 28% en la última década, de 42.957.054m3 en 2003 a 31.327.729m3 en 2013. En gas, pasó de 50.947.741.000m3 a 41.708.684.000m3, una baja en la extracción del 19%. Ambos productos golpean directamente las arcas públicas y el bolsillo del consumidor: afectan el nivel de divisas por ingreso de retenciones y el gasto en importación de gas para abastecer el tendido energético, además del precio de los combustibles, entre otros factores.
Como informara BAE Negocios, Pluspetrol (de la familia Poli) y Tecpetrol (del holding Techint) bajaron su producción de gas a menos de la mitad desde 2004; Pan American Energy (PAE), tuvo una caída del 25% en el mismo período; Total Austral S.A. (firma local de la multinacional francesa),la principal productora de gas del país, logró mantenerse en niveles similares (e incluso con crecimiento en algunos períodos, a contramano del resto) hasta 2011. De ese año hasta el cierre del año pasado, su producción pasó de 13.674.191.000m3 a 12.329.312.000m3, una caída del 10% en apenas dos años.
La necesidad de mejorar la performance en la producción de gas para frenar la sangría de dólares por importación de este insumo derivó en que los ministerios de Economía y de Planificación Federal anunciaran la versión del Plan Gas 1 para PyMes del sector energético: según informaron, se destinarán U$S 700 millones hasta 2017 para incentivar el aumento en la producción de gas a empresas que actualmente produzcan menos de 3,5 millones de m3 diarios.
En el mercado del petróleo, aparecen más actores con francas caídas en el período 2009-2013. Chevron, la multinacional norteamericana y socia de YPF en Vaca Muerta, redujo su producción un 45%; la china Sinopec, que a fines de 2010 compró la filial argentina de Occidental Petroleum (Oxy), cayó 5% en el mismo período; Petrobras bajó su producción un 17% en los últimos cuatro años. También se repiten empresas productoras de gas, que mantienen la misma tendencia en baja, como PAE (15%) o Tecpetrol (25%).
YPF, EN ALZA
La gestión de Miguel Galuccio en YPF, no sólo bendecida por el oficialismo sino con el visto bueno de buena parte de la oposición, está de a poco logrando dar vuelta la pronunciada curva de caída en la producción que dejó Repsol hasta la expropiación. La petrolera de control estatal aumentó en 2013 un 3% su producción de petróleo y un 2% la de petróleo con respecto al año anterior.
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