Neuquén vota bajo las cenizas

Neuquén vota bajo las cenizas
Por Manuel Barrientos La elección a gobernador, este domingo, tendrá un trasfondo inédito, la emergencia social provocada por la erupción del volcán Puyehue
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El complejo volcánico Puyehue-Cordón Caulle entró en erupción el último sábado en el Sur de Chile y generó una lluvia de cenizas que afectó a gran parte de la Patagonia argentina. Con este obstáculo ines-perado como telón de fondo, este domingo, la provincia de Neuquén elegirá gobernador para el período 2011-2015. El actual mandatario provincial, Jorge Sapag, y su vice, Ana Pechen, buscarán su reelección por la fórmula del Movimiento Popular Neuquino. Tendrán como principal contrincante a una amplia coalición opositora, liderada por el intendente radical de Neuquén, Martín Farizano, y la senadora nacional por el kirchnerismo Nanci Parrilli. Ambas fórmulas expresaron su respaldo a la presidenta Cristina Kirchner, quien cuenta con una imagen positiva en esa provincia superior al sesenta por ciento.
Las consecuencias de la erupción afectaron, especialmente, a la zona cordillerana. Las localidades más perjudicadas fueron Villa La Angostura, Villa Traful, San Martín de los Andes y Junín de los Andes, las que se vieron cubiertas por las cenizas y la arena volcánica. Toda la región sufrió complicaciones en el suministro de agua potable, cortes de luz y dificultades en los servicios de telefonía fija y móvil. Frente a estos obstáculos, las autoridades locales declararon el estado de “alerta roja” y dispusieron la suspensión de las clases durante toda la semana.
La situación de emergencia generada por la actividad volcánica desató los rumores de una posible postergación de los comicios. El gobernador Sapag se vio obligado a desmentir estas versiones durante toda la semana. “No hay motivo para suspender las elecciones ya que no existe una situación de conmoción interna, ni de catástrofe, la Ruta de los Siete Lagos está transitable y el resto de las rutas nacionales también, con algunas limitaciones horarias. La vida ciudadana tiene que seguir normalmente, con las restricciones y consejos que brindan las diferentes Juntas de Defensa”, explicó el mandatario. De todas formas, el MPN y el Frente Neuquino tuvieron que aplazar sus actos de cierre de campaña (ver recuadro).
Los sondeos realizados en los últimos días registraron un fuerte malestar en el electorado provincial, producto de las alteraciones en la rutina diaria que provocó la lluvia de cenizas. Según los encuestadores, la cantidad de indecisos trepó cerca del treinta por ciento y se observó una caída de la intención de voto en todos los candidatos. “En esta semana previa a las elecciones, se verificó una tensión general entre los ciudadanos y la clase política, que debe leerse en el marco de la incertidumbre generada por la erupción volcánica”, señalan desde una de las consultoras que trabajó en la provincia. Aunque, aclaran: “Si bien creció el número de indecisos y bajó la intención de voto de todos los postulantes, esta situación de anomalía no debería impactar sobre el panorama electoral que se observaba en las semanas previas”.
Con un aporte del 1,2 por ciento al padrón nacional, 403.220 neuquinos estarán habilitados para elegir la fórmula de gobernador y vice, los 35 diputados provinciales y los consejeros escolares. Además, en cincuenta municipios se votará para definir intendentes y concejales. Los de mayor población son Centenario, Zapala, San Martín de los Andes, Junín de los Andes, Senillosa y San Patricio del Chañar.
En un escenario de fuerte polarización, Sapag duplica en intención de voto al intendente capitalino Martín Farizano. En las elecciones de 2007, Sapag accedió a su primer mandato con el 48,27 por ciento de los votos, y triunfó sobre la Concertación Neuquina, que llevó como postulante a Horacio Quiroga y reunió el 35 por ciento. Los últimos sondeos indican que el gobernador podría obtener en esta ocasión una distancia mayor ante Farizano. Más atrás, aparecen las candidaturas de Ricardo Villar (Coalición Cívica-ARI); Paula Sánchez (Libres del Sur); Patricia Jure (Frente de Izquierda y de los Trabajadores, que cuenta con el respaldo de los trabajadores de la fábrica recuperada Zanón); y Priscila Ottón (Nueva Izquierda-Proyecto Sur).
Con listas de adhesión de Nuevo Neuquén, Unión Popular y el MID, la imagen positiva de Sapag asciende al 47 por ciento, un número que, de ratificarse en las urnas, aseguraría su reelección. Otro dato que apuntala sus posibilidades radica en el hecho de que el cuarenta por ciento de los neuquinos reconoce su identidad política en el MPN. Fundado el 4 de junio de 1961, en la ciudad de Zapala, bajo el liderazgo de Amado y Felipe Sapag, el partido provincial se impuso en todas las elecciones a gobernador en las que se presentó en estos cincuenta años. Luego de las internas del 20 de febrero último, donde derrotó por amplio margen al ex gobernador Jorge Sobisch, Sapag logró amalgamar todas las expresiones del partido bajo su liderazgo.
Con Parrilli como compañera de fórmula, Farizano intentará quebrar la hegemonía del MPN. De origen radical, el intendente neuquino irá con el respaldo de seis listas de diputados: el PJ, la UCR, el Frente y la Participación Neuquina-UNE (avalado por Claudio Lozano y Víctor De Gennaro), el Frente Grande-MUN, el Partido Socialista y el PRO. La amplia variedad ideológica de la coalición opositora, sin embargo, no parece haber logrado un impacto proporcional, en la percepción del electorado provincial, al peso que representan esas estructuras partidarias. De acuerdo con los sondeos, la gran cantidad de colectoras que respalda a Farizano provoca confusión en la propuesta electoral, y termina minando la fortaleza del espacio. Un sector del macrismo neuquino manifestó que no apoyará al Frente Neuquino y que votará por la fórmula de la Coalición Cívica.
Farizano criticó la gestión de Sapag, a quien acusó de convertir la administración provincial en “una Pyme familiar”. También señaló que “hay serios problemas en el servicio de los hospitales, las escuelas están desmanteladas y tenemos una deserción del sesenta por ciento en el nivel medio. Por eso, aquellos que no quieran un cambio y una mejora, van a votar a los mismos”.
Sin embargo, uno de los principales ejes del debate entre Sapag y Farizano radicó en la búsqueda de ambos por posicionarse como los “verdaderos representantes” del gobierno nacional en Neuquén. Prescindente durante toda la campaña, la presidenta Cristina Fernández asciende a un 62 por ciento de imagen positiva en esa provincia, según registran encuestas recientes.
Farizano intentó capitalizar la presencia en su fórmula de Nanci Parrilli, hermana de Oscar, titular de la Secretaría General de la Presidencia. “El candidato de Cristina en Neuquén soy yo. Que no quepa duda que yo tengo más cercanía que Sapag. Ella no puede estar enfrentada con un gobernador y, por eso, mantiene esa relación con Sapag, pero cada vez que hubo que tomar decisiones trascendentes a nivel nacional yo acompañé y el gobernador no”, afirmó el intendente, quien recordó su alineamiento con el gobierno nacional durante el conflicto con las entidades agropecuarias y la sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
En cuanto a la fórmula radical, el intendente señaló que la elección de Javier González Fraga como vice de Ricardo Alfonsín “me decepcionó profundamente” y que “muy probablemente” votará por Cristina Kirchner en las presidenciales de octubre. Estas declaraciones generaron rispideces dentro de la UCR provincial.
Por su parte, Sapag también manifestó su afinidad con el gobierno nacional: “Nosotros hemos mantenido un vínculo con mucho diálogo con la presidenta Cristina Fernández y con el ex presidente Néstor Kirchner, en su momento. Hemos trabajado en temas comunes, hubo que compartir responsabilidades históricas para recuperar una República que, en 2001, tenía los índices de pobreza más altos de la historia. Hoy, compartimos con la Presidenta la misma filosofía de defender la Patagonia y de trabajar por su gente”.
Sin actos de cierre
Los obstáculos que genera en la vida cotidiana de los neuquinos la caída de ceniza por la erupción del volcán Puyehue, obligo a los dos principales frentes electorales a suspender los actos y caravanas que tenían programados para cerrar sus respectivas campañas. El Movimiento Popular Neuquino apostó al lanzamiento de una serie de tareas solidarias. Las “casas militantes” del partido provincial se transformaron en centros de recolección de la ayuda que sus afiliados enviaron -a través de la Cruz Roja- a las localidades afectadas por la actividad volcánica. También la fórmula del Frente Neuquino levantó la actividad de cierre que tenía prevista realizar en el club Independiente de la capital. Las fuerzas lideradas por Farizano resolvieron “concentrar los esfuerzos” en el envío de personal calificado, camiones y equipos pesados a Villa La Angostura, para colaborar con las tareas de asistencia a los vecinos.

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